viernes, 10 de octubre de 2014

FILMSKI - 4 de Junio de 1964 - Yugoslavia


La estrella aparece sólo en la portada. 


EL RECORTE CXCII
Este año se celebran los 50 años del film "Samba". En este recorte se nos ofrece una semblaza sobre la película. 

“SAMBA”
Dirección: Rafael Gil
Guión: José L. Rubino y J.M. Arozamena
Coproducción brasileño-española
REPARTO
Laura y Belén: S. Montiel
Juan: Fosco Giachetti
Assis: Carlos Alberto
Paulo: Marc Michel


Río de Janeiro. El clima lujurioso de la gran urbe brasileña es capaz de alentar los sentimientos más incomprensibles. Sólo así se explica que don Juan, un viejo millonario senil, crea que la bella Laura permanece a su lado por amor. Laura es una famosa cantante que triunfa en los escenarios cariocas, triunfo alentado en parte por la poderosa influencia de su protector. A don Juan, por otra parte, su enfermizo amor por Laura le ha alterado las facultades mentales. Es así que, poco a poco, se ha convertido en el juguete de una caterva de inescrupulosos delincuentes que viven de su dinero. Pero él no se da cuenta de nada, sólo tiene ojos para Laura y lo que ella dice es ley para él. Por eso, el día que descubre que la joven se ha enamorado de su sobrino Assis y que ambos están a punto de fugar juntos, toma una terrible y desesperada decisión. Se hace presente en el camarín de Laura, el rostro desencajado, esgrimiendo un revólver:
-Me has traicionado, Laura… Tú que me debes todo. Pero no te saldrás con la tuya: ¡prefiero verte muerta antes que en los brazos de otro!...
Y sin dejarla reaccionar, sus ojos inyectados clavados en los aterrorizados de la muchacha, descarga el cargador del arma sobre su cuerpo. Laura se desploma sin vida. Los malvivientes que rodean al millonario han presenciado el crimen. Comprenden que de descubrirse, don Juan irá a la cárcel y entonces adiós a su dinero. Por eso resuelven hacer desaparecer el cadáver y ocultar el hecho a la policía:
-¡Laura no tenía familia… nadie preguntará por ella! A Assis será fácil convencerlo de que se ha escapado.
-El viejo callará. Está loco pero no tanto como para consentir en ir a dar con sus huesos en la cárcel.
Y el crimen queda impune. Sin embargo, las cosas no se desarrollan como quienes lo ocultaron imaginaban. La muerte de Laura lleva a extremos peligrosos la locura de don Juan. Se trata ahora de evitar que su enajenación mental alcance extremos que obliguen a internarlo. Esto obligará a nombrar un tutor para sus bienes e internarlo. Esto obligará a nombrar un tutor para sus bienes y –otra vez- los parásitos que lo rodean se verán obligados a renunciar a los sucios y pingües negocios que realizan a la sombra del prestigio del millonario. Ocurre entonces un hecho providencial que podría ser la salvación. Todo depende de cómo se maneje el asunto:
-No me van a creer: la semana pasada, paseando por Copacabana, conocí a una muchacha que es la copia fiel de Laura. Es una rústica y vive en los morros, pero estoy seguro que convenientemente acicalada nadie sería capaz de distinguir a una de otra. Se llama Belén…


Belén es, en efecto, una bella muchacha de pueblo. Hasta ahora ha llevado una vida apacible y toda su atención se centra en Paulo, su novio, con el que piensa casarse muy pronto. Su simpleza, sin embargo, la hace fácil presa de quienes quieren convertirla en una “doble” de Laura y llevarla junto a don Juan. Ya le han anunciado a éste que Laura no ha muerto, que sólo la hirió en su arrebato y que la muchacha está dispuesta a volver a su lado. En su locura, sobre todo cuando conoce a Belén, don Juan lo acepta todo. Ahora el único escollo lo representa Paulo, ya que a Belén han logrado convencerla con la fábula de que don Juan es un pobre viejo que se ha vuelto loco con la muerte de una hija que era idéntica a ella. La amenaza basta para Paulo.
-Si no desapareces de la vida de Belén, te la devolveremos… ¡muerta!
Y Paulo se aleja. Desolada por lo que cree una prueba de desamor. Belén se enreda aún más con los malvivientes. Ha caído en una trampa y ya le resultará muy difícil escapar de ella.
En esos días comienza el fabuloso Carnaval de Río. Los delincuentes conciben, entonces, una original manera para contrabandear piedras preciosas:
-Haremos de Belén la futura “Reina del Carnaval” y la vestiremos como tal. Es decir, que necesitará un fabuloso atuendo que, pienso, tendrá que ser bordado en pedrería…
El plan es muy sencillo. La futura reina del Carnaval será presentada en el extranjero. Su vestido, en lugar de estar bordado con piedras de fantasía, llevará engarzada una fabulosa fortuna en gemas legítimas. Una manera sencilla y exenta de riesgos para sacar las piedras del país.


Don Juan, ya un títere definitivamente en manos de los contrabandistas, acepta sumarse al ilícito manejo. Belén, por su parte, no puede optar: es virtual prisionera de ellos y su vida depende de que los acompañe en sus designios. Sin embargo, los delincuentes no cuentan con un tercer elemento en este juego. Se trata de Assis, quien permanece engañado respecto a la verdadera identidad de Belén. Enterado de los proyectos de la banda y temiendo por la vida de quien cree es Laura, pone a la policía en conocimiento del plan.
Todo parece marchar sobre ruedas y Belén, rodeada por los miembros de la banda, se apresta a subir al avión que la conducirá al exterior. Es entonces cuando hace su aparición en el aeropuerto, la policía. Los delincuentes no acatan la orden de rendición y se genera un nutrido tiroteo. Belén, aterrada en medio de la escaramuza, corre peligro de muerte. Assis, arriesgando su vida, se lanza en medio de la batalla y logra rescatarla. Desde lugar seguro siguen el curso de los acontecimientos, viendo como, uno a uno, los bandidos van cayendo bajo las balas de la justicia. Cada uno que muere es un nudo que se desata en torno a Belén, que siente como si estuviera saliendo de una pesadilla.


Todo ha terminado. Belén confiesa a Assis que no es Laura sino Belén, una simple muchacha a la que arrastraron mediante engaños a esa sórdida aventura. Assis vuelve entonces a experimentar el dolor de saber definitivamente muerta a la que por un momento creyó haber recuperado:
-En fin… En estos tiempos resulta difícil creer en milagros y en realidad aún no había podido convencerme del todo de que Laura estaba de nuevo junto a mí… Algo me decía que tanta dicha ocultaba algo terrible.



Conmovida ante su dolor, Belén no se resigna a abandonarlo. Sin embargo, su corazón sigue aún perteneciendo a Paulo, al que empero todavía cree un ingrato. Pero Assis la ayuda a tomar una decisión: debe volver junto a Paulo, él está seguro de que el joven la sigue queriendo y que en su alejamiento deben de haber tenido mucho que ver los canallas que rodeaban a don Juan. Belén también lo cree así y corre en busca de Paulo. Desde lo alto de un morro ésta le ve llegar y corre a su encuentro… Mientras se acercan uno a otro. Paulo piensa: “¡Qué bella es!... ¿Por qué no puede ser en verdad la reina del Carnaval?” Y así será. Belén concursa y entre centenares de bellas postulantes su gracia y belleza la consagran. Pletórica de felicidad, siente que definitivamente la pesadilla ha quedado atrás…


LA FOTO CXCII


Sara Montiel con Marc Michel en "Samba".

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