SARA
…TODAVÍA CON
EL “PENÚLTIMO CUPLÉ”
La actriz invierte su dinero comprando cines.
Sara Montiel todavía no he decidido cantar “su último cuplé”… Lo prueba su continua
permanencia en la cartelera, ya sea como actriz cinematográfica, ya sea como
cantante.
Su último filme (“Cinco
almohadas para una noche”) acaba de ser estrenado simultáneamente en cuatro
ciudades españolas y, al mismo tiempo, prosigue en Barcelona el “show” “Saritísima”, centrado, cómo no, en su
persona.
“Sartitísima” no ha tenido muy buenas críticas. Se ha dicho que
en conjunto, el espectáculo pecaba de vulgar, así como de escasez de medios. De
todo ello algo hay de cierto.
Como cierto también sería afirmar que Sara Montiel
no se desenvuelve en el escenario con la soltura de una Carmen Sevilla, por
compararla con alguien que tampoco está en la flor de la juventud…
-No creo que “Saritísima” sea un mal “show” –nos dice, como era lógico esperar, Sara Montiel-. Es un espectáculo muy parecido a los que pueden
presenciarse en el Olympia de París o incluso en Las Vegas.
Uno queda un poco sorprendido por la afirmación de
doña Sara puesto que, realmente, la distancia entre el Olympia y el teatro
Paralelo barcelonés es muy superior a la que supondría cualquier geógrafo… Por
ello, uno se atreve a insinuar que muchos críticos han valorado el espectáculo
muy duramente…
-La crítica es muy libre. Pero mi
opinión es que el espectáculo es muy interesante. Hay bloques de canciones muy
homogéneas y muy variados entre sí. La coreografía es muy buena; el maestro
Burrull, que dirige la orquesta, es bien conocido, etcétera.
El “show” que nos ocupa sólo está pensado para ser
presentado en Barcelona y en Palma de Mallorca (así como, únicamente durante
dos días, en Zaragoza).
-Este espectáculo no es rentable para
mí, pese a que hemos tenido éxito de público… la nómina es muy alta. Pero
sucede que, a mí, cantar solamente, me cansa. Así que, pese a todo, prefiero
actuar dentro de un “show”.
Y hablando de exhibición -aunque no sea cinematográfica-, vea algunos de los modelos que luce en su espectáculo: el de la portada de la revista, es de Yves Saint-Laurent, el de la izquierda de Lino y el de la derecha, de Dior.
Sara Montiel llegó a famosa a través del cine, del
cine musical. Y lo hizo después de conocer algo que, por aquel entonces –los
años cincuenta- era un lejano sueño para los actores y actrices españoles. Nos
referimos, claro está, a Hollywood, a la fallecida Meca del cine… Sara estuvo
allí, trabajó algo, y volvió a España, en donde triunfaría gracias a la
resurrección del cuplé llevada a cabo con su archifamoso filme.
-En realidad llegué a Hollywood cuando
empezaba el declive. Era allá por el año 1956. Las grandes superproducciones ya
no se realizaban allí, sino que empezaba a rodarse masivamente en Europa. Así,
pues, me vine hacia Europa, donde, por otro lado, me encontraba mejor.
Sara Montiel debe de ser en estos momentos poco
menos que multimillonaria. El cine la hizo rica. Y como sea que los ricos
invierten, Sara Montiel invirtió –entre otras cosas- en la compra de salas de cine.
De actora pasó, pues, a exhibidora. Por ello conoce los problemas del cine, del
cine español, desde varios ángulos.
-En España se está realizando buen
cine pero, pese a todo, éste no admite la comparación con el extranjero…
Nuestros males vienen especialmente de la censura. En la mayoría de países la
censura es amplísima y aquí sucede más bien lo contrario… pese a que ahora, por
fortuna, creo que esto está cambiando. En España no hay industria
cinematográfica, pero sí que hay buenos directores: Saura, Olea, Bardem…
Vestido de Ollero.
Sara Montiel es una cara casi desconocida en la
pequeña pantalla. Mientras figuras menos populares han presentado varios
espectáculos propios doña Sara brilla por su ausencia en TVE. Se dijo que había
habido intentos, pero que fracasaron a causa de que la actriz solicitaba
demasiado dinero… versión algo sorprendente por cuanto que TVE cuenta con
medios y asimismo –cuando le interesa- es realmente generosa desde el punto de
vista crematístico.
-Televisión Española quiso en varias
ocasiones que yo protagonizase un espectáculo, pero nunca he podido tener
tiempo suficiente para que tal cosa pudiese efectuarse. Ha sido siempre un
problema de demasiado trabajo por mi parte, nunca un problema de dinero. Mi
futuro inmediato no creo que me permita ni tan siquiera pensar en la
posibilidad de actuar en televisión cuando termine el “show” que ahora
protagonizo debo ir a Rumanía, luego a Buenos Aires, posteriormente a Méjico… y
todo ello sin descansar. Pero yo disfruto de la vida trabajando.
A Sara Montiel –según nos confiesa- le cansa mucho
más el cine que actuar ante el público, debido a ello “prefiero
–nos dice- los “shows” al cine…”
El cine, sin embargo, es lo que le trajo la fama,
además de bastante dinero. Una fama que es universal y un dinero que le ha
llegado de todas partes.
-Acabo de saber que van a celebrar una
semana dedicada a mis interpretaciones cinematográficas en Tokio… ¿Qué si he
hecho ganar muchas divisas a España? Desde luego que sí, creo que el cine
español vive de mí…
Pese a su éxito y a su fama, nuestro personaje
siempre ha rehuido la vida social.
-La vida de sociedad me aburre mucho.
Tengo buenos amigos pero siempre procuro no tener demasiados…
Al despedirnos salta sobre el tapete un tema
sorprendente: el Arte, y en concreto la pintura. Resulta que doña Sara es una
gran compradora de arte contemporáneo: “Invierto en
Arte –nos dice- porque me gusta, no para
ganar dinero. El dinero nunca me ha importado; lo importante es que te guste lo
que hagas. Y a mí poseer buena pintura es algo que me enloquece…
Como sea que el tema da mucho de sí –casi demasiado-
convenimos en dejarlo para otro día…
ALBERTO C.
Fotos: JUANJO
J. LLENAS
SARA MONTIEL
HA CUMPLIDO LOS 80 AÑOS
En su “show” “Saritísima”, Sara Montiel aparece en
viejecita de 80 años, que decide hacerse una operación de cirugía estética, y,
¡zas!, se transforma en la Sara de nuestros días, más sexy que nunca. Su
público la aplaude a rabiar día tras día, gritándole: “Sara, tú siempre tendrás
veinte años”. Y es sorprendente de verdad su frescura…, una frescura que muchas
no podrían soportar en la frialdad del escenario, mientras que ella… Para ir
tan ligera de ropa, de verdad tiene que ser joven.
EL RECORTE CCLXIII
Todo en Sara fue alabado y criticado con el mismo entusiasmo. También sus espectáculos teatrales. El que nos trae esta revista erótico-pornográfica alude a "Doña Sara de la Mancha", con especial mención al cuidado del mismo con respecto a otros anteriores. En cualquier caso, Sara llenó y creó expectación hasta el final. La revista es Pen y es de 1.981.
SARA
de la Mancha
En el teatro LATINA, hace poco se ha estrenado un
espectáculo de la Montiel, la tetónica. El título en sí evidencia un gran
egocentrismo. Pero esto es casi una moda de infinidad de grandes estrellas y,
por lo tanto, perdonable. Las actuaciones, las canciones, los gestos, son los
mismos que nuestra estrella ha tenido siempre, pero también esto es perdonable,
porque es cierto, que haciendo lo mismo, lo hace mucho mejor.
El espectáculo está más profesionalizado que los de
antaño. Parece, como si todos hubieran nacido de nuevo, con más ganas e
ilusión.
Quien recuerde LA
PICINERA, no saldrá decepcionado de LA
MANCHA. Esta nueva Sara que se nos presenta en MADRID, es la misma de
siempre, pero mejor, más madura y mucho más interesante y guapa y, si es
posible, también más consciente de su trabajo.
En el Teatro
LATINA, situado en la Plaza de la
Cebada, las funciones son a las diecinueve y a las veintidós cuarenta y
cinco horas. Se pueden conseguir localidades desde 200 hasta 700 pesetas.
JOSÉ GUARDIOLA
y RAMÓN
CALDUCH, acompañan, y muy bien a Sara,
con canciones conocidas por casi todos los éxitos de otros tiempos. El rey del
bolero, intenta demostrar, durante todas las funciones que sigue siendo el rey.
TONY ANTONIO da la nota de humor, un
humor para españoles, aunque se rían los ingleses.
-¿En
qué se parece un recién casado a Tejero? Pregunta Tony Antonio, antes de responderse a él mismo:
-Pues
que tanto uno como otro entran armados y salen desarmados.
Lo que más nos gustó es que Sara nos ofreciera un
espectáculo nuevo, sin intentar crear el negocio de la nostalgia, sin querer
vivir de los pasado, con su propio estilo, que no puede ni debe cambiar, pero
sí mejorar, como ha hecho con este espectáculo, con la plausive ayuda de su
marido, PEPE TOUS, productor de este
musical.
Abandonamos el teatro con la agradable sensación del
que recibe más que paga, y nos despedimos de SARA con la esperanza de que la moribunda comedia musical española
resucite con más vitalidad y profesionalidad. Seguro estamos de ello. Un gran
público necesita siempre un gran espectáculo.
Textos y
Fotos: J. TOSTADO
LA FOTO CCLXIII
Doña Sara con Sara en 'Saritísima'.
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