¡ASOMBROSO…!
SARA MONTIEL
CONTRA EL
DESTAPE
“EN CASA,
TODAS MIS INVITADAS VAN CON LOS PECHOS AL AIRE”
Asombroso. Sorprendente. Casi diríamos que
inesperado. Sara Montiel y Massiel se declaran enemigas del “destape”. Desde
ahora nuestra primera estrella no volverá a prodigar los exhibicionismos que
son una base de su fama. Ante la ola actual que impone el desnudismo, Sara pone
las cosas en su sitio:
-No entiendo nada, quizá porque hace
muchos años que estoy curada de este espanto. Todo el mundo se asombra de que
una famosa enseñe el pecho y todas se apresuran a exhibirlo… cuando yo llevo
veinticinco años haciendo eso. Pero con reservas y estética. Ahí están las
portadas de mis discos. El destape a lo tonto, la exhibición gratuita, me
parece una gilipollez. Yo tengo cantidad de fotografías en las que aparezco
completamente desnuda. A mi esposo, Anthony Mann, le encantaba retratarme así.
Es más, en mi finca mallorquina todas las invitadas van con los pechos al aire.
En verano, claro. Allí no tenemos reparos. Hasta conseguí incluir estas ideas
en la cabeza de mi hermana Ángeles, una señora muy normal que no tiene que ver
con el mundo del cine. Ahora le parece lo más natural del mundo. Fíjate, en la
finca realicé reformas que duraron un año. Pues de esa guisa daba las
indicaciones a los albañiles. Ellos también acabaron por acostumbrarse. Y es
natural cuando se trata de algo tan natural. Parece una redundancia, pero no lo
es.
Quizá por eso la reforma duró doce meses. Cabe
imaginar que los obreros intentaron prolongar al máximo esa visión gratuita de
los encantos de Sara. Podemos dar fe de cuanto afirma. En su piscina las
señoras –por señoras que sean- van desnudas de cintura para arriba. Cuando
Camilo Sesto vio eso quedó sorprendido. La impresión le duró veinticuatro
horas.
-Me parece muy bien que las jovencitas
se exhiban. Pero de eso a lo que estamos viendo. Se han pasado. Creo. Algunas
se dejan retratar, cuando su cuerpo es impublicable.
Massiel reafirma y comparte el criterio de la
Montiel.
-A
mí todo esto me ha sorprendido. Me pilló desprevenida. El otro día, cuando bajé
a comprar los periódicos en el quiosco que hay cerca de casa, pensé que estaba
en otro país. ¡Qué manera de destaparse, qué alarde…! No soy mojigata y por
casa, aun en invierno, suelo ir desnuda. Pero de eso a posar “a poil” con
naturalidad… Ante la avalancha, se me avecinan malos tiempos publicitarios.
Como yo siempre canto con vestido negro, ¿quién se atreverá a retratar a una
señora tan tapada? Somos un país con mucha coña.
Y es que la verdadera apertura está más arriba de la
pechuga. En el cerebro. Claro que algunas retratan sus senos a falta de ideas
que mostrar. La pareja tiene razón. ¡País…!
JESÚS MARIÑAS
EL RECORTE CCLXV
A partir de los 70 dos temas estuvieron presentes siempre en sus innumerables entrevistas: el detape (motivo por el cual -dijo ella- dejó el cine) y el problema del peso. Con respecto al segundo es este artículo de la revista Diez Minutos con fecha de 22 de Mayo de 1.976.
LAS ÚNICAS
FOTOS DE
SARA MONTIEL
EN LA CLÍNICA…
UNA ALERGIA
QUE PADEZCO DESDE NIÑA TENÍA LA CULPA DE QUE ESTUVIERA TAN GORDA
“LOS MÉDICOS
TIENEN QUE SEGUIR OBSERVÁNDOME, POR LO QUE NECESITO VISITAR LA CLÍNICA”
“EL MÉTODO
PARA TRATAR MI ENFERMEDAD HA SIDO DESCUBIERTO RECENTÍSIMAMENTE POR UN MÉDICO DE
GINEBRA”
Ejercicio físico combinado con un tratamiento, la fórmula ideal.
¡Esta no es mi Sara, que me la han cambiado!...
Y, en efecto, la Sara Montiel de hoy no es la Sara
Montiel de ayer. ¡Quince kilos menos de peso lo atestiguan!
-Pero, Sara, ¿qué te ha pasado?...
-Pues nada, hijo, que necesitaba
adelgazar y he adelgazado…
Encontramos a la famosa actriz y cantante en las
Ramblas barcelonesas. Nuestros ojos no daban crédito a lo que veían. No cabía
la menor duda, aquella era una nueva Sara Montiel.
-He estado sometida –nos contó- a un
tratamiento especial en la clínica Planas. En dos meses he llegado a perder
quince kilos. Pero, no creas, lo mío no era por un exceso en la mesa, es que
padezco el edema de Quintre.
-¿El edema de qué?...
-Sí, el edema de Quintre, una enfermedad
de tipo alérgico que sufro desde que era niña. Ello es la causa de que a veces
tenga excesos de peso.
Sara fue atendida solícitamente en todo momento.
“MI ENFERMEDAD
HASTA HACE POCO ERA UN MISTERIO”
-¿Y lo has sabido ahora?
-Pues sí, el diagnóstico se logró
gracias a unas pruebas de las células eosinófilas que…
-Perdona, Sara, pero es que no logro seguirte…
¡Jamás te había oído hablar así!
-Decía que los doctores de la Clínica
Planas, aquí en Pedralbes, descubrieron en mi sangre el verdadero motivo de mi
obesidad. Te lo voy a explicar, y no te extrañes de que esté tan “puesta” en
Medicina, es que por mi propio bien me he interesado en ello y, claro, me lo
han explicado bien…
-Cuenta, cuenta…
-La enfermedad que padezco, la del
edema ese, sólo se detecta a través de un análisis de las células que antes te
decía, que viene a ser algo así como un análisis de sangre especial. Esta
enfermedad mía era hasta hace poco un misterio, pero últimamente el doctor
Lambert de Ginebra descubrió el método para tratarla y los doctores de esta
clínica de Barcelona se han especializado en ella. Por eso vine aquí.
Cincuenta y tres kilos para la estatura de la estrella no está nada mal.
Los análisis, continuos y pesados, no han hecho perder la sonrisa a Sara.
“TENGO QUE
SEGUIR UN RÉGIMEN ESPECIAL DE ALIMENTACIÓN”
-Y ahora, una vez logrado el peso ideal, ¿ya está
todo solucionado?
-No, que va… Ahora tengo que seguir un
régimen especial de alimentación. Además, los médicos tienen que seguir
observando la evolución de la terapia, por lo que necesito continuar mis
visitas a la clínica. Marcharé a mi casa de Palma y de vez en cuando regresaré
a Barcelona.
-Dime lo que pesabas y lo que medías y, si se pueden
saber, las cifras actuales…
-¡Claro que se puede saber! Aquí no
hay trampa ni cartón. Tú mismo puedes ver mi aspecto. Pesaba sesenta y ocho
kilos y ahora estoy en los cincuenta y tres, lo que para mi estatura no está
nada mal. ¿Las otras medidas?... Pues mira, de busto sigo igual: noventa y
cinco centímetros; de cintura he pasado de los setenta y un centímetros a los
cincuenta y ocho, y de caderas, de ciento cinco centímetros que tenía, tengo
ahora ochenta y dos. ¿Qué te parece?
El busto sigue igual: 95 centímetros.
Sara ya puede abrocharse bien el cinturón.
De 68 kilos a 53, ¡casi ná!
“PARA CENAR
VERDURITAS Y PESCADO”
Lo que a nosotros nos parece ya está dicho: una
nueva Sara Montiel. Su aspecto actual es el de una jovencita de
veinte-muy-pocos años. Mientras la acompañábamos a la clínica donde debía
someterse a diversas pruebas y donde aceptó posar para nosotros, Sara nos
relató algunos pormenores del tratamiento.
-He tenido que hacer, naturalmente,
ejercicios. Pero lo más importante ha sido la terapia medicamentosa y
alimenticia. La tensión arterial ha estado compensada en todo momento. Ahora
desayuno fruta, café y tostadas; como carnes y patatas –bueno, la carne de
cerdo, no-, más frutas y té, y para cenar, verduritas y pescados. De beber, lo
que quiera menos alcoholes.
CIFRA
LA FOTO CCLXV
Otra clásica de los '70.
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