sábado, 6 de enero de 2018

VIDA MUNDIAL ILUSTRADA - 14 de Junio de 1.945 - Portugal


Uma das mais lindas e ovens artistas do cinema espanhol. E a protagonista de "Empezó en boda" e será a estréla de mais um filme luso-espanhol dirigido por Vadja, de colaboracao com produtores portugueses. 

(La artista sólo aparece en la portada)


EL RECORTE CCLXX
Curiosas las palabras de la recién estrenada Sara Montiel (antes María Alejandra) a Marca en su número de 31 de Octubre de 1.944. En ella confiesa las ilusiones, proyectos y aficiones de la, por entonces, estrella más joven del cinema español. 


celuloide
SARA MONTIEL
y la caña de pescar
La estrella más joven del cine español rema, patina y monta en bicicleta

La nueva estrella de cine Sara Montiel. 

LA ESTRELLA NUEVA
Amparito Rivelles, que empezó su carrera cinematográfica a los quince años, ha sido hasta hace poco la estrella más joven del cine español. Pero éste es uno de los títulos que no se pueden conservar indefinidamente. El tiempo pasa, las personas crecen y llega un momento en que se presenta otra candidatura que no hay más remedio que aceptar porque se presenta acompañada de todos los requisitos legales. Amparito Rivelles ha dejado de ser la estrella más joven del cine español; pero, en cambio, muchos son los que la votarían como la estrella más rutilante, y puesta en caso de elección, no cabe duda que se decidiría por lo segundo. ¿Quién ha pasado a ocupar su puesto? Pues la deliciosa joven con la que nos hemos encontrado hoy y cuyo nombre artístico ilumina ya las carteleras de las fachadas de los cinematógrafos. Hemos nombrado a Sara Montiel, nombre que tiene sabor de protagonista de novela y hasta de buena novela. Sara Montiel tiene una edad que no quiere confesar porque es demasiado tierna. Es decir, que a ella le ocurre lo contrario que a la mayoría de las mujeres, que no quieren confesar los años porque se les antoja que son demasiados, cuando en realidad no se tienen nunca más que los justos. Sólo diremos que Sara Montiel iba hasta el otro día con calcetines y que cuando se vio con tacón alto ella fue la primera sorprendida. Pero sus exigencias de protagonista de películas la obligan ahora a aparecer un poco mayor de lo que es y un poquito más seria. Ella ha tenido que decir adiós de repente a todos sus recuerdos infantiles y tiene que proceder ya como una mujercita.


La pescadora, a punto de perder la paciencia. 
Por la orilla del río va Sara Montiel, en busca de un sitio adecuado para tirar el anzuelo. 

BOGAR, BOGAR, BOGAR…
Cuatro son los deportes, cuatro, a los que, sin pensar nunca que hacía deporte, se ha entregado desde muy pequeñita esta Sara Montiel que, no obstante su juventud, conoce ya casi toda la geografía de España y buena parte de la de Francia. Nuestra estrella ha nacido cara al Mediterráneo y así no es extraño que uno de estos deportes sea el remo y otro la pesca. Nos explica algo de esto y empieza la explicación cantando:
Bogar, bogar, bogar,
es toda mi ilusión…
-Y además, cantando bien, cualidad que le hacemos observar.
-Es que estoy dando clases con un profesor de canto.
-¿Y qué es lo que quieres cantar?
-Ópera –nos responde sin vacilar.
-Pero yo tengo entendido que las cantantes de ópera tienen que pasar de los sesenta kilos.
-Bueno, con el tiempo y muchos huevos fritos, todo puede conseguirse.
Se ríe de su propia gracia y yo me río también. Sin embargo, tengo la sospecha de que Sara Montiel se saldrá con la suya, porque debajo de su fotogénica cabellera rubia se esconde una gran voluntad, aparte de que en su garganta hay un verdadero tesoro, que es lo principal.


La pesca tiene su técnica. Sara Montiel suelta hilo para que el cebo llegue al sitio preciso. 
El pez picó; pero luego soltóse, y de ahí el gesto de rabia de la pescadora. 

A VER LO QUE SE PESCA…
-Lo que me parece un poco raro en una muchacha es que sea aficionada a la pesca. ¿A qué se debe tu entusiasmo por un deporte que es más bien reposado y contemplativo?
-Esa es una falsa opinión que tienen las gentes que no entienden una palabra de pesca. En este deporte hay una emoción que sólo comprenden los que se dedican a él.
-Cuando tú lo dices…
-No hay duda alguna. El ver si pican sus atractivos. Además que pescar no consiste sólo en sostener una caña. Hay que saber muchas cosas, desde el modo de tirar el anzuelo, hasta lo que se va a pescar, dónde se debe pescar y cómo hay que pescar.
-¿Y tú sabes todo eso?
-Naturalmente. Yo sé lo que me pesco.
-Eso está muy bien.
-He pescado en mar y en río. La pesca en el mar es más aparatosa y espectacular. En el río, me gusta más porque es más particular y quien maneja la caña tiene más oportunidades de probar su saber y… su paciencia.
-¿Y en la calle?
-De eso, ni hablar. No me gusta la pesca en aguas urbanas, ni me agrada su estilo ni la clase de peces que se cogen.
-¿De verdad, de verdad?
-Como te lo digo.
-Lo que procurarás, entonces, es que no te pesquen a ti.
-Tengo yo muchas escamas para eso. ¡Con lo bien que se vive nadando tranquilamente entre dos aguas!
-¿Te gusta la caza?
-No, por Dios. Me dan mucho miedo las armas de fuego.


Una hora así..., y no ha picado ninguna. 

PATINAR, BICICLETEAR…
-Entonces, ¿cuáles son los otros dos deportes que faltan para completar los cuatro de que me has hablado?
-Los deportes que hemos hecho todos los chicos. Patinar y bicicletear. Las dos cosas me gustan mucho. Tengo unos patines último modelo y una bicicleta aerodinámica. Los patines me los pongo poco ahora porque no encuentro sitio donde practicar este deporte a mi gusto; pero en cambio con la bicicleta me doy los grandes paseos, siempre por sitios donde no haya cuestas, ya que trato de divertirme y no de ganar el premio de la montaña.
-¿Ya no hay más deportes?
-No hay más, no. Me gusta el fútbol como espectadora, pero nada más.


Sara Montiel, dispuesta a pescar. No falta más que los peces sean complacientes. 

LA ELECCIÓN DEL NOMBRE ARTÍSTICO
-¿A qué se debe el llamarte, para las películas, Sara Montiel?
-A lo de siempre. Se necesita un nombre breve, que tenga cierta soronidad, que llegue pronto al oído… Antes, me habían puesto María Alexandra. Pero no acababa de convencerme. Resultaba un poco extraño. Yo quería algo completamente español y así surgió el Sara Montiel, con el que estoy francamente contenta, porque con él he hecho por primera vez de protagonista.
-Luego, entonces, ¿ya habías actuado antes ante la cámara?
-Sí. Antes había desempeñado un papel en Te quiero para mí.
-Y fue tal vez por lo bien que lo hiciste por lo que…
-No, no… Lo que ocurrió fue que un popular semanario publicó en la portada un retrato mío. Este retrato lo vio Matarazzo, el director que se disponía a rodar Empezó en boda y aun no tenía protagonista. Hizo que me buscaran, me sometió a unas pruebas, salí bien y… eso fue todo.
-Entonces acabas de romper el cascarón del anónimo.
-Poco más o menos. Y desde que ha empezado a proyectarse la película, me llaman por teléfono, me escriben, me visitan periodistas para preguntarme cosas… Ahora he comenzado a darme cuenta de lo que significa el tiempo. Porque yo antes tenía tiempo para todo, y ahora, entre unas cosas y otras, resulta que no tengo tiempo para nada.


Para engañar a sus víctimas, Sara hace como que mira a otro sitio. 

TODO EMPEZÓ POR UNA SAETA…
Pero no se crea que Sara Montiel –antes María Alexandra y en la realidad María Antonieta Abad- llegó al cine como si dijéramos sin apenas darse cuenta. Resulta que hace ya algunos años que venía preparándose para la empresa. La cosa se inició cuando cantó una saeta en la Semana Santa de Orihuela. La oyó una señora de Valencia y quedó maravillada. Tanto, que la hizo en la capital levantina seguir cursos de educación artística. A partir de entonces, siempre ha estudiado canto y declamación y siempre ha esperado el día en que pudieran probarse sus condiciones para actuar en la pantalla. Ese día ha llegado, pero Sara Montiel continúa con sus estudios en un continuo deseo de perfeccionarse. Ahora tiene sobre la mesa de las ofertas dos proposiciones y la muchacha deshoja la margarita de la incertidumbre. Entre tanto, estudia, lee biografías de las grandes figuras históricas, contesta cartas y llamadas y se va a montar en bicicleta o coge la caña y pasa el día en el campo, junto al río, olvidada completamente de sus triunfos para entregarse a este juego de ver si pican.

ALBERTO ARENAS
Fotos: MANZANO


LA FOTO CCLXX


Una jovencísima Sara Montiel, de la que celebraremos, el próximo 10 de Marzo, el 90 aniversario de su nacimiento en Campo de Criptana (1.928). 

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