jueves, 17 de octubre de 2019

EL ALCÁZAR - 30 de Octubre de 1.965 - España


Sarita Montiel,
película con Cesáreo González

La noticia está en la calle: Sarita Montiel firmará película con Cesáreo González. A nuestra bella “estrella” que, como ustedes sabrán, se le ha concedido días pasados el Garbanzo de plata, en Torres Bermejas, nos la encontramos en el restaurante vasco Gure-Etxea, en compañía de su marido y el director de Europa-Press, señor Morán. Sarita, que es una gran admiradora de la cocina vasca, suele ir con asiduidad a este rincón norteño del Madrid de los Austrias.

(Foto Francia).


EL RECORTE CCCXXIII
La diva disfrutó de contratos astronómicos y fue 'devorada' en las taquillas. Sin embargo, su cine nunca tuvo el gran reconocimiento de la industria. Por ello, no fueron muy numerosos los grandes homenajes que recibió en vida, pero sí relevantes y sonados. En este reportaje de Diez Minutos, 1 de Enero de 1.983, repasamos su homenaje en París y ella misma recuerda "El último cuplé". 


 Durante el homenaje que le han rendido en París
SARA MONTIEL
BAILÓ EL PASODOBLE EN MAXIM’S CON NUREYEV
Sara y Pepe Tous ya han pedido la adopción de un niño en tres países

Foto a modo de "christma" con la que Sara Montiel desea felicitar las Pascuas a nuestros lectores. 

FREDERIC Mitterrand, sobrino del actual presidente de la sección cinematográfica del Festival de Otoño de París (que comprende también las ramas de teatro, danza y artes plásticas), ha rendido un efusivo homenaje al cine español de los años 40-60 y en especial a la que la prensa francesa ha denominado como “la divinne Sara Montiel”, exponente de un cine que se hizo en España en una cierta época (“El cine que se podía hacer y el que me tocó hacer”) y que convirtió a Sara no sólo en la actriz-mito más representativa de una época, sino también en una vendedora multimillonaria de discos. Entre los numerosos actos  a los que la Montiel tuvo que asistir como “protagonista” estaba la asistencia al cine donde se proyectaron veinticuatro horas seguidas de sus filmes, empezando por “El último cuplé” siendo presentada a los numerosos asistentes por el director cinematográfico americano Samuel Füller (que la dirigió en “Yuma”), así como una presentación televisiva al lado de Charles Aznavour, un cóctel al que asistía el ministro de Cultura, una recepción en el Espace Cardin, una visita a la Casa de España (repleta de emigrantes), una cena con la prensa acreditada y otra cena más, de despedida, en el famoso restaurante Maxim’s. En este acreditado y mítico restaurante, hoy día propiedad del modista Pierre Cardin, asistieron a cumplimentar a nuestra “diva” –que declaró estar encantada y agradecidísima de que se le diera en vida el homenaje- una serie de personalidades del mundo artístico y de la farándula, tales como el ex ministro de Cultura Michel Guide (actual presidente del Festival de Otoño), el bailarín Rudolf Nureyev, Bettina (la ex maniquí y “viuda blanca” de Ali Khan), el actor Patric Beauchamps (que fue galán de la Montiel en “Tusset Street” y marido de Mijanou Bardot, hermana de Brigitte), etc. Tras la cena (coquilles Saint Jacques à la nage Beurre battu, Selle d’agneau farcia à la créme de Basilic avec de pommes et panaché de champignons y Soufflé glacé à la framboise), Fredéric Mitterrand hizo el ofrecimiento del homenaje a Sara Montiel (cuyas películas vio y aprendió a amar a los quince años, cuando le llevaba al cine su niñera española), y ésta, tras agradecerlo, entonó acompañada por la pequeña orquesta allí presente “La violetera”, “Fru-fru” y el “Fumando espero”. Acto seguido, y a los acordes de “Morena, la de los rojos claveles”, la Montiel abrió el baile al ritmo del españolísimo pasodoble teniendo como pareja al famoso bailarín Rudolf Nureyev, a los que siguieron la gran mayoría de los asistentes a la cena.


Sara ante la fachada de Dior, profusamente iluminada con motivos navideños. 


Pepe y la Montiel ya han pedido (en tres países) la adopción de un hermanito para Thais. 

Durante un paseo-sesión-fotográfica por la plaza de la Concordia, el Trocadero, la torre Eiffel y la fachada de Christian Dior, profusamente adornada e iluminada con motivos navideños, charlamos con Sara para nuestros lectores. He aquí nuestra charla:
-¿Es cierto que ya habéis “encargado” Pepe y tú un niño para adoptar, a fin de que Thais tenga un hermanito?
-Así es. Hemos pedido en Brasil hace tres meses un niño, así como también en Francia y en Alemania. Donde primero nos lo den, lo aceptamos.
-¿Y por qué no en España?
-Porque no queremos correr el riesgo de que nos hagan después la vida imposible algún familiar.
-¿Se llamará Zeus?
-Sí, ya que Thais lleva bastante tiempo esperando a su hermanito con mucha ilusión y le llama así. ¿Sabes que Thais habla ya catalán estupendamente y que incluso me traduce a mí cosas de doña Bárbara (el ama de llaves) cuando se expresa en mallorquín? Además, se sabe todas mis canciones y me corrige cuando ensayo y “se me va” la letra…


Fredèric Mitterrand presentó a Sara en Maxim's y ésta cantó sus cuplés para los asistentes a la cena dada en su honor. 


Así de cariñosas y amistosas se abrazaron Bettina y Sara tras la cena. 



La Montiel y Nureyev bailando un pasodoble en el mítico Maxim'.


Un aspecto del baile en Maxim's, donde la mayoría de los asistentes le dieron al pasodoble. 

-¿Cómo está tu trabajo en estos momentos?
-Estreno ya una nueva obra musical en Barcelona, junto a Paco Morán, que se titula “¡Taxi…, llévame al Victoria!”, y está a punto de salir un doble álbum discográfico titulado “Canciones de mi vida”, cuyo prólogo ha sido estro por Emilio Romero (“Sara mito”), Terenci Moix (“La Montiel”), Francisco Umbral (“Antoñísima”) y Antonio Gala (“Sus canciones”). Y luego, mi gira anual por diferentes puntos de América, entre ellos esta vez una presentación en el Lincoln Center, de Nueva York, y otra en el Auditorium de Los Ángeles.
-¿Cómo, cuándo y de qué manera te ofrecieron hacer “El último cuplé”?
-Yo había venido a España de vacaciones con mi madre (tenía veintiocho años), cuando trabajaba en Hollywood, y Orduña me dio a leer el guión y me ofreció la película, tras haberla rechazado María Félix. ¡Y nadie quiso hacer la película conmigo! Ningún productor la quiso y, por esto, Juan de Orduña la produjo junto a su hermano, pidiendo préstamos y poniendo hasta el último duro de lo que tenían ellos. Aun así se tuvo que rodar en diferentes épocas (tardamos un montón de meses en completarla) y para concluirla tuvo que meter dinero un mexicano porque aún quedaba sin rodar el “play-back” “Valencia”, que fue lo último que rodamos.
-¿Cómo fue que grabaste tú las canciones, cuando se tenía pensado que iba a ser otra cantante quien lo iba a hacer?
-No se llegó a un acuerdo con quien lo iba a hacer. Entonces Orduña decidió que Solano me hiciera una prueba bajando tonos, ¡y grabé! Luego resultó que mi manera de “hacer y decir” el cuplé gustaba más que el de cualquier otra.


Saritísima sobre el borde de una de las fuentes de la plaza de la Concordia.

-Dicen, Sara, que hay quienes piensan filmar un nuevo “El último cuplé”.
-¡Que lo hagan! Pero yo creo que cometen una equivocación, porque tú mismo puedes comprobar que esos decorados y la vigencia y actualidad de mi película serían una dura competencia si se les ocurre ponerla de competencia en un cine de enfrente. ¡Y no hablemos ya de la carestía actual para objetos y muebles de época, vestuario, extras, etc., así como algunos decorados naturales de palacios! Mira, ahora que me acuerdo, te contaré que los salones de “La reina del Chantecler” son los del palacio de la Moncloa.
-¿Cuál fue el costo total de “El último cuplé” y lo que tú cobraste?
-La película costó tres millones de entonces y yo cobré (a lo largo de un año) cien mil pesetas de sueldo y seiscientas diarias de dietas los días de rodaje.
-Tras concluirse la película, ¿se esperaba el éxito que obtuvo?
-¡No! Se estrenó en el Rialto para cubrir la cuota de pantalla, porque a continuación iban a estrenar “Fantasía”, de Walt Disney. ¡Y estuvo un año! Y con mi contrato discográfico de los temas de la película pasó otro tanto, pues me dieron 7.000 pesetas de contrato y el 25 por 100 de las ventas, porque se pensaban que no iban a vender ni doce. ¡Y a los pocos meses ya era millonaria por los mismos! Un año entero estuvo la fábrica tirando copias sin descanso.


Sara, con peinado de rizos, espera en el café de la Paix la llegada de Samuel Füller para asistir a la proyección de "El último cuplé".


Con abrigo de visón verde claro, ribeteado de renard blanco, Sara posa en Trocadero con la torre Eiffel de fondo. 

-¿Por qué siempre te traían los galanes extranjeros?
-Principalmente porque mis películas siempre fueron coproducciones, pero yo pedí varias veces que me incluyeran en alguna película a Fernando Rey (que dobló a algún galán mío al castellano), y ningún productor lo quiso.
-He leído que vuelves al cine dirigida por Castellví…
-No, eso no es cierto. Castellví es muy buen fotógrafo y amigo mío. Pero, ¡de eso a hacer cine con él…! Yo tengo el presentimiento de que nunca más voy a volver al cine.

(Texto y fotos de nuestro enviado especial a París: Agustín TRIALASOS.)


LA FOTO CCCXXIII


El rostro más cotizado del cine mundial de una época. 

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