lunes, 22 de enero de 2024

PRIMER PLANO - 5 de agosto de 1945 - España


La diva aparece solo en la portada. 


EL RECORTE CCCL
Bonito reportaje de Cámara, 1946, mientras la artista rodaba su película "Por el gran premio".

AVENTURAS DE UNA CHICA DE LA PRENSA EN LA VUELTA CICLISTA A ESPAÑA


Las muchachas que suelen hacernos el honor de salir por esos mundos, pluma en ristre, a la caza de interviews, temas para reportaje y otras menudencias del oficio, deben ser, necesariamente, jóvenes y agraciadas. Yo ignoro el porqué; pero es lo cierto que si hablamos de una chica que cultiva esta profesión, por la misma razón de subsistencia que nosotros, pensamos siempre en el tipo deportivo y moderno que las propias películas nos muestran. Exista o no, Hollywood lo ha creado así.

En España hay lo menos media docena de señoritas reporteros, algunas de las cuales alternan su periodismo, vario y audaz, con literatura de altos vuelos y poesía. En ocasiones, la mujer tiene mayores posibilidades de triunfo, por un más fácil acceso a la intimidad de los sujetos –sobre todo las artistas de cine o teatro- motivo de una encuesta. En la diaria lucha callejera, ellas, por el contrario, poseen muchos menos medios. Aun así, saben defenderse muy bien.

Teníamos gran curiosidad por comprobar cómo resultaba sobre el lienzo de plata un tipo de muchacha española periodista. Ahí está. Y precisamente es una película de ritmo excepcionalmente ágil y argumento de interés general, pese al tema.

“Por el Gran Premio”, este es el título, recoge, en lo que tiene de anecdótico y popular, la aventura del aspirante a campeón en una prueba ciclista. Sirve de fondo a la trama un escenario diverso y enorme: el de España: el mismo de la gran competición de primavera. Resulta doblemente divertido el que, al lado del interés que suscitan los contratiempos y los triunfos del joven capitán del equipo aspirante, está el que proporciona la periodista que, que ha jugado todo, y el corazón entre otras cosas, a una sola carta.

A Sara Montiel, la deliciosa estrella que tan rápida carrera accesional lleva, le ha correspondido esta difícil interpretación. Con ella aparecen Manolo Morán, más gracioso que nunca; la gran Paola Bárbara, magistral siempre, y Raúl Cancio, que une a su simpatía proverbial una excelente calidad de actor.

Como digo, Sara Montiel encarna a una atrevida periodista que sigue a los participantes en la carrera a través de España. Múltiples accidentes ocurren en el curso de su misión como “enviado especial” de un gran rotativo. Al cabo, Sarita –es decir, Dolores en la película- resulta victoriosa.

Por algunos fotogramas podía adivinarse ya el entusiasmo con que la linda estrella representaba su papel. Sin embargo, hemos querido conocer de sus labios la impresión que le ha producido el desempeño –siquiera bajo el aire y la luz de quimera de unos estudios de cine- de este trabajo nuestro de todos los días.

Sara Montiel acaba de ser víctima, cuando la encontramos, de un accidente de oficio. A lo que parece, uno de los momentos más duros por que pasa el capitán del equipo que aparece en “Por el Gran Premio”, es el de una carrera a través de una terrible tormenta. Dolores, que acompaña a los corredores, sufre también los caprichos atmosféricos. Hela aquí, embutida en un grueso “sweter” y ciñendo a su delicado cuello una bufanda de contrabandista del Pirineo.







SARA MONTIEL, la estrella más joven del nuestro cine, tiene como puede verse, grandes recursos en su expresión, y es, no solamente fotogénica, sino también una actriz muy competente. 

-¿Quieres decirnos –preguntamos- qué es lo que más te gusta de nuestra profesión?

-¡At chiss…!

-No comprendo bien…

-Pues… ¡at-chiss…!

-¡Jesús! –dice alguien.

Y ahora nos damos cuenta de que Sarita ha pescado un resfriado regular. Por fin, habla.

-Lo que más me gusta es eso de enterarme de todo antes que los demás. Pero dime una cosa: ¿vosotros trabajáis siempre?

-Sí.

-¿Aunque diluvie?

-Sí, hija, sí. Como los serenos y como los bomberos, aunque diluvie y aunque nos achicharre el sol…

-Hay otra cosa que tengo curiosidad por saber: cuando viene alguien y me pregunta cosas y las anoto en un bloc, yo lo observo distraídamente y no veo nunca más que garabatos. ¿Escribís algo entonces o es para despistar?

-El buen periodista, según rezan los manuales, ha de tener una memoria privilegiada. No debe anotar nada jamás. Y menos en presencia del interviewado, porque se coloca a la defensiva. Pero, en ocasiones, anotamos, registramos, exactos. Por ejemplo, ahora…

Y Sara Montiel se precipita sobre nuestras cuartillas. Y apenas tenemos tiempos de hurtarlas a sus manos. Lee en voz alta: “Ligeramente despeinada. Se muerde la uña del meñique izquierdo; algo coja. Estigmas de criminal descritos por Lombroso…” Sarita da un alarido.

-Esto es intolerable. ¡Cómo te atreves a escribir estos insultos!...

-Perdona, hija; pero no has leído bien. No se trata de ti, sino de María Jiménez y Jiménez, convicta de haber asesinado a cinco personas, y a quien he interrogado esta mañana en la Cárcel de Mujeres. Lo tuyo es lo de la página siguiente…

Sarita Montiel quiere balbucir unas excusas. Sin embargo, suena la voz cansada de siempre:

-¡”Por el Gran Premio”, 42 primera…!

Y se va corriendo.

 

J. Sobrarbe



LA FOTO CCCL


En una escena de "El misterioso viajero del Clipper" (1945), otra de sus primeras películas. 

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