ENTREVISTA EXCLUSIVA
SARA MONTIEL
SUFRE UNA GRAVE DEPRESIÓN
LA POPULAR ARTISTA NO HA CONSEGUIDO RECUPERARSE AÚN
DE LA MUERTE DE SU AMADO PEPE TOUS, OCURRIDA EL PASADO 25 DE AGOSTO. SUS DOS
HIJOS, EL TRABAJO Y EL CARIÑO DE LOS AMIGOS NO HAN SIDO SUFICIENTES PARA
LEVANTARLE EL ÁNIMO, POR LO QUE HA NECESITADO PONERSE EN MANOS DE MÉDICOS QUE
LA TRATAN CON ANTIDEPRESIVOS Y CURAS DE SUEÑO.
Desde que el
pasado 25 de agosto falleciera Pepe Tous, Sara Montiel se encuentra inmersa en
una fuerte depresión. A pesar de los esfuerzos que la popular actriz hace para
superar su tristeza y para mostrarse con una sonrisa en los labios, su mirada
no puede disimular que el recuerdo de quien fue su marido sigue en su memoria.
Ni el continuo
trabajo en televisión, ni la presencia de sus hijos, ni la ayuda intensa y
desinteresada de sus amigos consiguen que la queridísima Sara Montiel vuelva a
ser la de antes. Por esta razón, ha decidido ponerse, por fin, en manos de unos
especialistas y someterse a un tratamiento para superar su tristeza.
Todos sabíamos
que Sara Montiel estaba pasando por un mal momento y que hacía grandes
esfuerzos por superarlos, pero nunca pudimos imaginarnos que la situación era
tan dura para ella. Tanto que ha visto que sola no puede salir de ello.
Sigue tratamiento médico con curas de sueño y
antidepresivos
-¿En qué
consiste este tratamiento?
-Voy
dos veces a la semana a un centro donde con medicamentos me someten a una cura
de sueño de veinticuatro horas. Durante los últimos cuatro meses no he podido
dormir, como máximo dormía dos horas al día. Los últimos quince días, me parece
que he dormido siete horas como mucho en total. Esto me había producido unos
desequilibrios muy fuertes. Lo notaba en que me sentía muy cansada, estaba mal
de los nervios y tenía taquicardia. También debo tomar antidepresivos.
-Todos sabíamos
que estabas triste, pero que no era tan grave.
-He
perdido un marido y éramos un matrimonio muy raro, porque estábamos muy unidos.
Hay pocos matrimonios en España que estén tan unidos como estábamos nosotros.
Cuando Pepe murió, toda la gente del pueblo, la gente sana, lo sintió.
Conocidos o desconocidos me llamaban para hacerme llegar su pena, hubo gente
que viajó desde América para poder asistir a su incineración. Fue una muerte
muy sentida para todos, ¡imagínate para mí! Desde el 25 de agosto en que se
murió no he levantado cabeza aunque he intentado sobreponerme en el trabajo.
-También te
costó mucho superar la muerte de tu madre.
-Yo
siento mucho estas cosas. ¡Qué más quisiera yo que ser diferente y poder
superarlo más fácilmente! La muerte de mi madre me costó años superarla. Suerte
que sé que el tiempo amaina los disgustos y las tragedias.
-¿Este golpe ha
sido más fuerte?
-Es
que yo a Pepe lo adoraba, le quería con locura como compañero, como amigo, como
novio, como amante, como marido y como padre.
-¿Por qué has
intentado mantener en secreto que estabas tan mal?
-No
me gusta contar mis cosas ni mis penas, sería ridículo. Como yo hay miles de
viudas que pasan por el mismo dolor y reaccionan como yo. Algunas, por suerte,
lo superan mejor, pero yo estoy así y ¡qué le puedo hacer!
Sara Montiel había encontrado en Pepe Tous al compañero ideal. Perderle le ha supuesto un trauma más grande que la muerte de su madre.
A Thais le ha costado mucho superar la muerte de su
padre
Por suerte, Sara
Montiel tiene a su alrededor grandes amigos que se preocupan constantemente de
ella. También tiene a sus hijos, que son su verdadera razón de vivir.
Seguramente, de no haber sido por los pequeños Thais y Zeus, Sara habría
sobrellevado muchísimo peor tan dramático trance. Ellos han sufrido
silenciosamente la pérdida del padre, pero con su ingenuidad y su ímpetu
juvenil le están dando a su madre las fuerzas suficientes para seguir luchando.
Y conforme vayan creciendo, Thais y Zeus serán los mejores amigos de Sara, el
apoyo moral y la compañía que ella había encontrado en Pepe.
-¿Cómo te
encuentran Thais y Zeus?
-A
Thais le ha costado mucho. Es muy duro para una niña de 13 años perder a su
padre y despedirse de él sabiendo que nunca más lo va a ver. Los pobres sufren
mucho cuando me ven llorar. Los médicos me han ordenado que no llore nunca
delante de ellos. Me lo han prohibido, me han dicho que no puedo hacer esto con
ellos, porque no les ayuda nada. Los pobres hacen lo posible para animarme.
-¿Cómo han
reaccionado tus amigos?
-No
sé que habría hecho sin ellos. Tengo amigos que no me dejan ni a sol ni a
sombra. Una amiga mía de Miami incluso se ha venido a España y no piensa
dejarme hasta que esté mejor. Cuando estoy en Barcelona, ella está en Palma con
los niños. Pepe y yo éramos muy amigos de ella y su marido. Ahora, fíjate, he
dejado mi piso de Barcelona y me he instalado en casa de otra amiga, en la
misma ciudad, porque no quiere que me quede sola.
Desde que murió su marido, Sara apenas duerme y los antidepresivos le han hecho engordar un poquito.
La artista ha engordado unos kilos desde el drama
familiar
-¿Cómo vas
reaccionando con el tratamiento?
-Como
te he dicho, estoy haciendo una cuera de sueño y tengo que tomarme
antidepresivos. Esto ha provocado que me engordara unos kilos, porque producen
retención e líquidos. Pero nada que no pueda recuperar pronto.
A pesar de la
dureza del momento por el que pasa Sara Montiel, su determinación por superarlo
se demuestra en su decisión de no dejar de trabajar. E incluso en los instantes
más difíciles, su programa de “Ven al Paralelo” ha seguido adelante con sus
golpes de humor, que tanto le deben costar interpretar.
-¿Te ha ayudado
el trabajo a olvidarte un poco de la muerte de Pepe?
-Ha
sido difícil. Pepe se murió en agosto y el programa tenía que volver a rodarse
en septiembre. Por suerte, pudimos retrasarlo hasta noviembre. Pero, aún así,
ha sido difícil. Cada dos por tres tienen que llamarme la atención porque se me
nublan los ojos o se me ponen tristes. Mi encanto artístico siempre ha residido
en los ojos, porque los tengo pícaros y sensuales, sin ellos no soy nada.
Continuamente tenemos que parar la grabación para intentar ponerme más alegría
en los ojos… ¡y no sé cómo hacerlo!
Su última pena
se produjo cuando conoció la muerte de Audrey Hepburn.
-Me
habían ocultado su muerte, porque se ha muerto de lo mismo que mi marido, de un
cáncer de colon con metástasis en el hígado y yo viví durante tres meses esta
enfermedad. Cuando lo supe me puse a llorar.
-Todos deseamos
que superes pronto este duro golpe.
-Espero
que pase, es una lucha contra el tiempo. Nadie se muere de dolor, eso ya lo sé.
Pero quiero que mi dolor siga siendo lo máximo privado posible.
TEXTO: MÓNICA COSTA TRACHSEL (EUROPA PRESS)
FOTOS: EUROPA PRESS Y TONI DUEÑAS
EL RECORTE CCCXIX
La muerte de Pepe Tous supuso para la actriz el fin de una etapa y el comienzo de otra. Era el inicio de su otoño existencial y artístico. Tal fue el golpe que tuvo que abandonar su casa palmesana. Así lo contaba la revista Lecturas en su número de 22 de Junio de 1.994.
SARA MONTIEL
abandona su maravillosa casa de Mallorca
Tras más de veinte años viviendo en la isla y a
punto de cumplirse el segundo aniversario de la muerte de su marido, Pepe Tous,
la actriz ha decidido marchar a la capital para alejarse de los recuerdos y
pasar más tiempo junto a sus hijos.
“Sin Pepe, vivir aquí ya no tiene sentido”
En una imagen retrospectiva junto a su difunto marido, Pepe. En esta casa Sara vivió momentos de gran felicidad junto al que fue su gran amor.
Sara Montiel nos
recibe en su residencia de Palma de Mallorca luciendo un veraniego conjunto en
blanco y el pelo negro con un corte muy juvenil y favorecedor. Está bellísima a
pesar de que sus ojos, esos hermosos ojos que ha inmortalizado el cine,
transmiten una mirada tristísima que nunca habíamos visto en ella.
Hay cajas por
todas partes. El ambiente propio de una mudanza próxima se respira en este
espléndido ático con vistas a la bahía palmesana que posee la artista. Pocos
podían pensar cuál iba a ser el final de esta casa cuando fue adquirida por la
artista y su malogrado esposo, Pepe Tous, en 1987.
Y es que Sara
Montiel abandona Palma de Mallorca después de vivir veinte años en la isla. La
pérdida de Pepe y la necesidad de estar más tiempo con sus hijos han motivado
esta decisión.
La actriz en uno de los rincones de su hogar. "Estos dos años sin Pepe han sido muy difíciles. Fueron veinticuatro años maravillosos junto a él".
Doloroso adiós a Palma de Mallorca
Dentro de tan
sólo unos días Sara cerrará, no únicamente la puerta del hogar donde fue muy
feliz junto a sus hijos y esposo, sino también una etapa de su vida dominada
por el recíproco amor hacia Pepe Tous, de cuyo fallecimiento se cumplirán el
próximo 25 de agosto dos años.
-¿Por qué te vas
de Palma?
-La
razón es que mis hijos están aquí siempre solos. Yo viajo constantemente a la
península y, aunque tengo personas muy buenas a su cuidado, ellos y yo
necesitamos estar juntos. Por otra parte, esta casa sin Pepe ya no tiene
sentido. En Madrid sé que puedo volver en coche o en tren y no tengo que
someterme exclusivamente a los aviones para estar con ellos.
En el dormitorio
de Sara todavía están guardadas en un jarrón parte de las cenizas de Pepe Tous,
y su despacho se mantiene exactamente igual a como él lo dejara hace dos años.
Nada ha cambiado. Quizás por esa razón, Sara necesita abandonar el hogar que
compartió durante tantos años con él.
Sara junto a una de las fotografías de Pepe Tous que hay por toda la casa. El próximo 25 de agosto se cumplirá el segundo aniversario de su muerte.
-Te va a costar
dejar esta casa…
-Pues
sí, son muchos recuerdos. Vivimos durante cinco años en ella y en cada rincón
está el alma de Pepe, todas las cosas que montamos juntos. Hemos sido muy
felices aquí.
Imborrables recuerdos de Pepe Tous
-¿Qué recuerdas
con especial cariño del tiempo que vivisteis aquí?
-Veo
a Pepe colgando los cuadros o colocando aquí o allá su colección de licoreras,
porque le gustaba mucho el cristal… No es una exageración si te digo que he
sido siempre muy feliz en esta casa con mis hijos y mi marido.
-Esto significa
empezar una nueva vida.
-De
alguna forma sí, porque mis hijos van a ir en Madrid a un nuevo colegio, como
es lógico. Pero por otra parte volveremos a nuestra casa de Madrid, la casa de
siempre, y en ese sentido no será tan diferente. En cualquier caso, ahora nos
trasladaremos al piso de Vicente Parra, que es como un hermano para mí, ya que
el nuestro está alquilado y hasta enero no podremos habitarlo.
-Este es también
el primer verano desde que murió Pepe que habéis estado en Palma.
-Sí.
El año pasado creí más conveniente irnos a Miami porque Pepe murió, como sabes,
en agosto, y quise estar el aniversario de su muerte lejos. Zeus lo pasó realmente
mal, le afectó muchísimo, es muy introvertido y no podía exteriorizar sus
sentimientos. Tuvimos que pedir ayuda a un especialista, afortunadamente ahora
está mejor.
De su hija, la actriz afirma orgullosa que es una persona muy madura y que sabe lo que quiere de la vida.
“Llevé muy mal la muerte de mi marido”
-¿Cómo han sido
estos dos años sin él?
-Mal,
y sigo mal. Porque cuando quieres a alguien tanto no se puede olvidar, ni
muchísimo menos. Y cuando apareció Gianca el año pasado de nuevo en mi vida, me
hizo mucho bien, ya que es muy buena gente y me ayudó a sobrellevarlo. Yo el
año pasado estuve muy mal, llevé muy mal la muerte de Pepe.
-Sin embargo, no
lo parecía…
-Es
que tengo mucho amor propio y prefiero no exteriorizarlo. Quizá sea por mi
orgullo, pero paso mis momentos difíciles, como todo el mundo.
-¿Cómo recuerdas
el tiempo que compartisteis juntos Pepe y tú?
-Fueron
veinticuatro años maravillosos. He estado muy mal acostumbrada en el amor.
-Muchas personas
se preguntarán por qué razón, si no puedes olvidar la pérdida de Pepe Tous,
hace tan sólo unos meses decías que te ibas a casar con Giancarlo.
-Lo
nuestro fue el reencuentro de dos antiguos amores, de dos amigos. Gianca llegó
en un momento en que yo estaba muy mal, él es un hombre muy dulce y fue muy
bueno con mis hijos y conmigo. Se juntó todo, un antiguo amor, la necesidad de
amortiguar el dolor, su compañía… Lo que ocurre es que contra la muerte no
puedes hacer nada, tienes que seguir viviendo y aceptarlo. Conchitín Márquez
Piquer, que es amiga mía, me decía cuando estaba más desesperada: “El tiempo
amainará el dolor, porque de dolor nadie se muere”, y tiene razón. El propio
Pepe me dejó escrita una carta en la que me decía que rehiciera mi vida.
Sara y sus hijos vivirán en la casa que Vicente Parra tiene en Madrid hasta que puedan disponer de la suya, ahora alquilada.
“Gianca me llama por teléfono con frecuencia”
Sin embargo las
cosas no salieron como pensaba la pareja, y hace tan sólo unos meses la actriz
rompió su relación sentimental con Gianca.
-¿Piensas que no
estabas preparada para otra relación?
-Al
principio se trataba de retomar una amistad. Esto fue en mayo. Después las
cosas cambiaron cuando vino aquí en Navidades. Yo estaba más tranquila en esas
fechas en relación con la muerte de Pepe, porque no es sólo que necesites a una
persona a la que quieres y no está contigo, sino que además es que se ha
muerto. Y superar la muerte de alguien a quien amas es durísimo.
-¿Has vuelto a
hablar con Gianca?
-Sí,
me llama con frecuencia. Él quiere volver, pero yo he tomado una decisión que
es definitiva. Por supuesto seguimos siendo amigos, porque yo le tengo mucho
aprecio.
-Pareces una
mujer que necesita ser siempre amada.
-Sí,
pero eso no significa que pueda olvidar a Pepe. Va a ser muy difícil que haya
un hombre que pueda desplazarle en mi corazón.
-Quizá te
sientes sola…
-Tengo
a mis hijos y a mi trabajo. También a las personas que me aprecian, pero
íntimamente y como mujer me siento sola. Pero tengo la sensación de que el
destino va a dar una vuelta, una vuelta para bien.
-¿Qué proyectos
tienes, Sara?
-Por
primera vez voy a actuar en directo ante el público desde que murió Pepe. Tengo
una gira de galas por España y después iré a Buenos Aires y otras ciudades para
cantar. De regreso tengo una serie de conciertos en teatros con el nombre
“Amados míos”, que presentará Vicente Parra y en el que tendremos varios
números juntos.
-¿Qué esperas
del futuro?
-Que
mis hijos tengan salud, suerte con sus estudios y sacarlos adelante, porque
dentro de nada yo seré una viejita muy guapa –bromea- pero
una viejita al fin y al cabo… -reflexiona pensando en alto-. Lo demás no importa, a la mujer la dejo aparte. Yo puedo
tener una aventura sentimental o un “affaire”, pero lo importante son mis
hijos.
La actriz vive volcada en sus dos hijos, Thais, de 15 años, y Zeus, de 11. "Ellos, ahora, son lo más importante que existe en mi vida".
Su hija Thais ha sido su gran ayuda
-Supongo que en
la pérdida de Pepe, tu hija Thais, por lo que tiene de mujer, ya de
adolescente, te habrá ayudado muchísimo.
-Sí,
ella es una persona muy centrada, una joven madura que sabe lo que quiere de la
vida. Desde que tiene 8 años quiere ser abogada internacional y convertirse en
diplomática, y está en ello. En sus estudios va muy bien, siempre saca
sobresalientes. Somos amigas y tenemos una gran confianza.
-¿Cómo es el estado
de tu alma?
-Es
muy difícil de explicar, porque de haberlo tenido todo, de que me lo resolvían
todo, ahora tengo yo que decidir, ya sean los temas de los bancos, ya sean los
relativos a las sociedades que tenía mi marido. La verdad es que he tenido muchos
problemas porque han sido “leoninos” con nosotros, y claro, de una mujer viuda
y sola se pueden aprovechar personas que no tienen escrúpulos. El estado de mi
alma es de decepción y de soledad interna, aunque voy superando ese sentimiento
con el tiempo y la ayuda de mis amigos y, sobre todo, de mis hijos. Los dos –refiriéndose
nuevamente a Pepe- éramos uno, y es como si te
rompieran por la mitad cuando la mitad de ti te falta.
-¿Y el futuro?
-Seguir
con el camino de la vida.
PALMA DE MALLORCA. Eva Celada
Fotos: José Luís Yuste
LA FOTO CCCXIX
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