sábado, 9 de mayo de 2020

PUEBLO - 26 de Septiembre de 1.963 - España


Esto dice en la portada:
SE ANULA EL MATRIMONIO DE SARITA MONTIEL CON ANTHONY MANN
*El juzgado número 3 de Madrid dictó ayer anulación del matrimonio civil de Sarita Montiel con el director de cine Anthony Mann.
*La popular estrella ha dicho a Tico Medina: “Soy una mujer española, católica y sencilla, que ha encontrado el camino que deseaba. Estoy más contenta que nunca y me siento completamente feliz”.

“Estoy más contenta que nunca. Me siento completamente feliz”
Ha sido anulado el matrimonio civil de
Sarita Montiel
con Anhony Mann
*El Juzgado número tres de Madrid así lo ha dictado en el día de ayer
*“Soy una mujer española, católica y sencilla, que ha encontrado el camino que deseaba…”
Sarita está contenta. Le brillan los ojos. Tiene delante de sí una ancha copa de champán. Las estrellas, las burbujas, han subido a su sonrisa. Relampaguean sus grandes, profundos ojos negros, entornados. La encuentro como una chiquilla que estrena sus primeras medias, su primera barra de labios. A veces es necesario romper el duro cerco que rodea a las estrellas para verlas en su profunda y hermosa serenidad humana.
Sarita vive en una torre de marfil que ella ha de conservar, pero que no le gusta. Bajo esa espléndida figura palpita el corazón de una colegiala sorprendida, de una muchachita que no hace mucho lloraba leyendo las páginas de “El filo de la navaja”, que le regalara, con su firma, Somerset Maugham, en el hotel Palace.
Sarita está contenta. A veces se ríe con una carcajada infantil y estallante. Me ha sido muy grato el estar presente en esta nueva página que se abre en la vida de Sara. Hoy no ha cumplido un año más, sino seis años menos. El recuerdo de aquel 31 de agosto de 1957, en que se casó en Los Ángeles con Anthony Mann, ya ha desaparecido de su vida. Era Sara entonces, como ahora, una mujer sorprendida en el brillante infierno mágico de Hollywood. Un juez civil les reunió. Firmaron un acta…
Y hasta ahora. Seis años que han cruzado por sus ojos españoles. Pero ella los ha quitado de sus pestañas de un ligero manotazo. Como quien aparta la mirada de algo. Ahora, esta noche, está feliz y contenta, y orgullosa, y brillan dentro de ella los pequeños e increíbles mundos del champán.
“El matrimonio de Sarita Montiel y Anthony Mann ha sido declarado nulo, por el Juzgado número 3, de Madrid, hace dos días”.
Esa es la noticia. Sarita se casó, como aquí dicen en España, claramente, “por lo civil”, al modo y estilo de los casamientos que se vienen celebrando en la ciudad de Los Ángeles. “Pero su profunda raíz española, su catolicismo, los indisolubles lazos que unen a Sara a su tierra y a sus creencias”, la han hecho llegar hasta este momento que ahora vivimos junto a ella unos amigos. Tiene lágrimas en los ojos. Pero no son de tristeza, sino de esperanza. Es hermoso ver de cerca a una bengala luminosa como es Sara, enseñando, sin artificio, la verdadera ascua de su corazón de mujer española, sencilla, normal.
La sentencia dictada por el Juzgado español tiene validez mundial, porque el fuero de la persona es universal. Sarita lo sabe, y sonríe. Sonríe siempre durante esta larga entrevista, en la que hemos hablado de muchas cosas diversas, diáfanas y vulgares. La irresistible fuerza de su nacimiento, de su hogar y de su catolicismo han hecho posible este milagro jurídico. Su declaración, hace tiempo, cuando planteó su problema ante un conocido abogado madrileño, fue espléndida, nacida de su misma y espontánea sencillez: “Soy una mujer española, católica practicante, y quiero hacer lo que debo hacer”.
Ella ha ganado una importante batalla. No hay que dudarlo. Ahora tiembla de amor el corazón de Sarita, y yo me alborozo al contarlo a ustedes. Esta noche sonríe feliz y esperanzada.
María Antonia Abad, que acaba de cumplir treinta años (pequeño chismecillo que me será permitido contar a ustedes luego de asomarme a los papeles judiciales, donde siempre se debe decir la verdad), estrena hoy “Pasaporte: soltera”. Como si hubiera abierto una ventana a la mágica vida que le rodea. Sara, María Antonia Abad, nacida en el corazón de España hace treinta abriles, vuelve a beber despacio de su copa de champán. Y una vida nueva relumbra en ella. Felicidades.

TICO MEDINA


EL RECORTE CCCXLVI
Anthony Mann no fue el primero ni tampoco el último. En 1.995 la artista sacaba 'Amados míos' (el que fuera su último disco) donde hacía un repaso de los hombres de su vida. En líneas generales, esto confesaba a la revista Diez Minutos en su número de 14 de julio de 1995. 

Entrevista Diez
Sara Montiel
“Voy a interpretar el Bésame Mucho a ritmo de bakalao”

A la portería de esta casa le llegan cartas de amor de Giancarlo Viola. 

Sara Montiel, mujer que nunca puede estarse quieta, prepara en estos momentos un nuevo espectáculo y un nuevo disco.
-Sí; tanto el espectáculo como el disco se titularán “Amados míos”. Lo ha escrito José Luís Alonso de Santos y lo dirigirá Gerardo Malla. Queremos estrenarlo el próximo otoño.
-¿Qué porcentaje de su propia vida tiene ‘Amados míos’?
-Más que mi vida, está dedicado a los hombres importantes que he conocido. Cada uno de ellos tiene su canción, su dedicatoria y su recuerdo, pero todo en tono muy simpático.
-¿Podemos saber quiénes serán algunos de esos hombres?
-Entre otros, James Dean, Gary Cooper, Giancarlo Viola, Anthony Mann…
-¿Y Chente (José Vicente Ramírez Olalla) también?
-No, porque Chente no ha sido mi marido…
-¿Cómo que no? Si se casó con él en una iglesia de Roma, ante la tumba de Alfonso XIII.
-Pero como ese matrimonio se anuló, Chente no fue, por tanto, mi marido.


HOMBRES
Aunque Sara está grabando un disco dedicado a los hombres más importantes de su vida, en éste no figura Pepe Tous, el que fuera su marido y el gran amor de su vida. Sin embargo, Saritísima cantará, en tono de humor y con letra de doble sentido, el sorprendente y breve romance que mantuvo con el actor italiano Giancarlo Viola. 


-Dicen que Giancarlo Viola insiste mucho en querer reconquistarla…
-Sí, ha venido a Madrid varias veces con ese propósito y me ha dejado cartas de amor por todas partes. Es más, hace unos días fue ni Santo y me envió un telegrama de felicitación.
-Pero él sigue casado con su mujer, ¿no?
-Parece que ya ha comenzado los trámites para divorciarse. Para demostrármelo me dejó una carta en la que incluía una serie de documentos al respecto en la portería de mi casa, añadiendo que él no había tenido culpa de nada y que no quería perderme. Y luego también ha dado otras cartas para mí a Vicente Parra y a un periodista compañero vuestro.
-Es decir, que Giancarlo Viola ya ha pasado a la historia de su historia.
-Totalmente.




Fumando espera
Fiel a su costumbre, Sara no se conforma con fumarse el clásico pitillo. Prefiere los puros. Entre calada y calada, dice que se fumaría uno "por la gente falsa y grosera que hay por el mundo."

-Ahora salgo con un señor muy respetable, amigo mío además, con el que me encuentro muy a gusto y muy tranquila.
-¿Es su nuevo amor?
-No, es un amigo. Para él, yo soy su amor; pero él para mí no.
-De esas canciones que va a dedicar a “sus hombres”, ¿la de Viola es una tarantela napolitana?
-No, pero sí va a llevar doble sentido.
-Se dice que su nuevo disco contendrá sexo duro y puro…
-Yo no podría hacer eso porque no soy una mujer vulgar. Lo que sí tendrá es erotismo y sensualidad. Como sabe, el erotismo es el arte de insinuar y de sugerir, pero no de “enseñar”. Y aunque yo soy muy erótica y sensual, también soy muy femenina. Una de las canciones se titula “Ella y yo” y otra “Mi vicio eres tú”.
-Como además de erotismo sus canciones llevan doble sentido, ¿podríamos denominarlas como cuplés de la era actual?
-Podría ser, aunque yo las consideraría simplemente canciones de hoy día, ya que, por ejemplo, voy a interpretar el “Bésame mucho” en “bakalao” y hay otro tema con un ritmo aún más adelantado.


La artista tiene su piso madrileño como la tienda de un gran anticuario, repleto de cuadros, bibelots y muebles. 

-Sara, ¿cómo se lleva la vida sin Pepe Tous?
-Mal, muy mal.
-¿Y cuál es el apoyo para seguir adelante?
-Sin duda, mis hijos.
-¿Qué recuerdo de Pepe es el que tiene ahora mismo más presente?
-La carta que me escribió a modo de testamento poco antes de morir, donde me decía que cuando él faltara no engordara, que estuviera siempre arreglada, que no me dejara, que rehiciera mi vida… Es una carta maravillosa. Pero sin él es muy difícil vivir, porque empiezas a comparar y el resultado nunca es bueno. Han sido 23 años maravillosos de matrimonio, donde siempre hemos estado unidísimos.
-¿Qué cosa destacaría de Pepe por encima de todas las demás?
-El amor tan grande que nos tuvo a mí y a nuestros hijos y su caballerosidad: Pepe era un señor de arriba abajo.
-¿Qué quieren ser sus hijos el día de mañana?
-Thais, que tiene 16 años, quiere hacer dos carreras a la vez: Derecho y Ciencias Políticas. Zeus, que tiene 12 años, puede ser futbolista, torero o bombero. Canta muy bien pero nunca será cantante, porque es muy vergonzoso. Sin embargo, tiene un gran sentido del humor y me gasta muchas bromas.
-¿Le riñen sus hijos por algo?
-Cuando hablo en inglés. Ellos han estudiado este idioma desde pequeños y lo hablan maravillosamente, mientras que mi inglés es un híbrido entre americano y mallorquín.


Sara con sus dos seres más queridos: Thais y Zeus. 

-¿Se ha puesto meta para una retirada o cantará y actuará hasta que le salga de las narices?
-Hasta que me salga de las narices o hasta que me harte. O cuando se me descuelgue la cara, se me descoloque un pecho, me fallen las piernas o me quede sin voz.
-Todos los años como si fuera una serpiente de verano, se especula con su vuelta al cine.
-Me han propuesto varias cosas, tanto para cine como para series de televisión, pero en el cine yo ya no me veo. He sido una actriz y una personalidad cinematográfica que marcó una época. Ese tipo de cine ya no se hace en España porque es muy caro, aunque mis películas estaban un año en cartel y el público iba a verme sin que le pusieran una pistola en el pecho. Además, ahora se hace un cine muy realista y mis películas eran más fantasía. En lo que respecta a las series, me enviaron la sinopsis de una historia que no acepté, porque el público nunca me asociaría ni identificaría con una señora que está regentando una tienda de ropa, aunque tal señora sea maravillosa. ¡Vamos!, ni siquiera me verían aunque estuviese al frente de una joyería. Eso no se lo iba a creer la gente y mucho menos que yo interprete un papel de señora corriente y moliente.
-Sara, con la que está cayendo, ¿seguirá votando al PSOE?
-Las creencias socialistas que mamé me siguen diciendo que esa tendencia está siempre más cerca del pobre y del trabajador que la derecha. Si hay gente que traiciona esas ideas, que se juzgue a cada cual por su conducta.
-Ya conoce la frase de “yo, me fumo un puro”. Puesto que esos son sus cigarros preferidos, dígame: ¿por qué se “fumaría un puro” usted?
-Por la gente falsa y grosera.

Por Agustín Trialasos
Fotos: Lola Heras

ESTRICTAMENTE PERSONAL


-Sara Montiel tiene su piso madrileño como la tienda de un gran anticuario: repleto de cuadros, bibelots, muebles y objetos varios.

-Tras la muerte de su último marido, Pepe Tous, decidió vender su gran casa mallorquina y trasladarse a su piso madrileño. El problema surgió al comprobar que los enseres que adornaban su domicilio isleño no entran, ni por asomo, en el de Madrid. Mientras decide dónde colocar o guardar tantos “tesoros”, la casa de la estrella rebosa barroquismo a granel.

-Sara Montiel sigue recordando a Pepe Tous como el hombre más importante de su vida, cuyo fallecimiento hace cerca de tres años está superando “gracias a mis hijos Thais y Zeus, que son mi gran apoyo”. La estrella destaca de la niña su pasión por los estudios y del niño, de 12 años, que tiene una maravillosa voz, “aunque pienso que nunca será cantante porque es muy tímido”.

-En su próximo espectáculo, así como en el disco que prepara, Sara Montiel hablará de algunos de sus hombres, haciendo especial hincapié en Giancarlo Viola, aquel romance italiano de irás y no volverás, por mucho que éste lo intente. En “Amados míos”, Saritísima mostrará esa parte suya “erótica, sensual y femenina”. 


LA FOTO CCCXLVI


Simpática foto de Sara en aquellos '60...

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