sábado, 2 de mayo de 2020

HOSTERÍA - Febrero/Marzo de 1.963 - España


La diva aparece solo en la portada. 


EL RECORTE CCCXLV
Los '60 fueron el esplendor de su estrellato y, por ello, su presencia o imagen eran el reclamo perfecto para eventos o portadas. Prueba de ello es la gala Philips 1962. Esta es la crónica de Primer Plano, 22 de octubre de 1961. 


ASÍ FUE LA GALA PHILIPS 1962

Sarita Montiel, con don J. H. de Jongh y Cesáreo González, departen momentos antes de comenzar la GALA PHILIPS 1962. 

Tal fue la expectación suscitada por la GALA PHILIPS 1962, que días antes de que tuviera lugar el magno programa a través de Televisión Española y de toda la red e emisoras de radio nacionales, en sus distintas cadenas, la venta o el alquiler de televisores alcanzó límites insospechados, llegando a agotarse las existencias en numerosos establecimientos de Madrid y provincias.
Por eso, en la gran noche del 11 de octubre, no hubo hogar español en el que no se esperara, y se siguiera posteriormente, el programa organizado y patrocinado por Philips. Mayores y pequeños pudieron saborear, por primera vez en su vida, la actuación de tres artistas de categoría mundial.
Este estuche magnífico de realizaciones televisivas que es el local de F. A. E. presentaba un brillante aspecto, bellamente decorado y repleto de un público ansioso de presenciar la inolvidable y sensacional sorpresa que les iba a obsequiar la GALA PHILIPS 1962, mientras millones de españoles –de grandes ciudades y pequeños pueblos-, a la hora mágica de las 22,45, conectaban sus receptores de televisión y radio con el único deseo de vivir unos minutos de ensueño al lado de Gene Kelly, Fred Astaire y Sarita Montiel.


Si el público fue fiel a su cita, al final del programa quedó ampliamente satisfecho de todo lo que había visto y oído. Si la llegada de Sarita Montiel al local fue apoteósica, en olor de popularidad, su aparición ante las cámaras constituyó el mejor premio para los presentes. Sus canciones, las que le hicieron famosa, resultaron inigualables. Su sentimiento, profundo y sincero, al contestar las preguntas que le hiciera Jesús Álvarez ganó por entero a todos los invitados.
Igual ocurrió cuando le tocó el turno a Gene Kelly. Su intervención –como la de Fred Astaire, enviadas desde América en “video-tape”- fue ampliamente aplaudida. La de Fred resultó un modelo de finura y arte. El éxito estaba asegurado de antemano. Y el esfuerzo, jamás realizado por ninguna otra empresa española, entusiasmó al público visual y auditivamente.
Hemos de felicitar a los organizadores. Pues no sólo agruparon para el espacio a Gene Kelly, Fred Astaire y Sarita Montiel, cuyas actuaciones se salieron de la corriente, sino que los anuncios intercalados durante la emisión lograron su propósito: tener un sentido estético, atrayente y altamente publicitario. El objetivo se había cumplido con exceso. En suma, un notable éxito, que animará a todos para que la superación sea el signo dominante en años venideros.
Días antes se ofreció un “cock-tail” en honor de Sarita Montiel, al que asistieron don J.H. de Jongh, administrador delegado de Philips Ibérica, S.A.E.; el señor Vidal, director comercial de Hispavox; don Antonio Manzanares y don Cesáreo González, entre otras personas y representantes de la prensa radio y televisión. La fiesta transcurrió por cauces de verdadera camaradería y amistad, brindándose por el éxito futuro del programa.
Nosotros hacemos votos para que en años sucesivos las GALAS PHILIPS, gracias al esfuerzo titánico de unos hombres al servicio del bienestar de todos los españoles, se vean compensadas nuevamente por la alegría de haberlo logrado todo y de comprobar que el triunfo les acompañe en su trabajo.


Durante la recepción dada en su honor, Sarita Montiel conversa con Cesáreo González, don J. H. de Jongh y el señor Vidal, de HISPAVOX. 

Ahí están, como prueba fehaciente, las montañas de cartas y telegramas llegados de todas partes, comunicando la bondad del programa y el apasionante entusiasmo que creó. Y también están los comentarios hablados; porque de lo que ahora se conversa en las tertulias es de la emisión gigantesca que se propuso una meta y a la que llegó gracias a la colaboración desinteresada de millones de telespectadores y radioyentes.
La familia Philips siempre procurará –pese a todo- hacerlo muchísimo mejor y superarse. Es su lema. 


EL RECORTE CCCXLV


Imagen de la diva, de Simón López, utilizada en aquella mítica Gala Philips de 1962. 

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