viernes, 12 de septiembre de 2014

CINE MUNDO - 25 de Mayo de 1957 - España


La diva aparece sólo en la portada. Esto es lo que se dice de ella:
LLEGA SARA MONTIEL
Procedente de Hollywood, ha llegado a nuestra capital, para agradecer personalmente al público y a la crítica la acogida que le ha sido dispensada recientemente por su brillante actuación en "El último cuplé".
Foto Warner Bros


EL RECORTE CLXXXV
"El último cuplé" inmortalizó a Sara Montiel para siempre y sus reposiciones a lo largo de los años siempre contaron con alguna entrevista de la estrella. El 29 de Enero de 1972, la revista Semana recogía un reportaje en el que Sara contemplaba a Sara en la pantalla a raíz de tres películas suyas emitidas por TVE. Entre ellas, su mítico film. 


SE HAN PASADO POR LA TELEVISION
“LOCURA DE AMOR”
“EL ULTIMO CUPLE”
Y “MI ULTIMO TANGO”
SARA MONTIEL
ha revivido sus primeros años de triunfo

Fueron tres noches de intensa emoción.
-¿Lloró?
-Pude haber llorado…
Y sonríe por primera vez. Sonreiría (también reiría) muchas veces más en el transcurso de la entrevista. ¿Cómo es la sonrisa de María Antonia Abad? Es una sonrisa hecha de melancolía y nostalgia. También de malicia y desafío. Pudo haber llorado…
-No por mí, que yo soy fuerte, y ya hay pocas cosas en la vida que consigan hacerme llorar… Es que me acordaba de mi pobre madre. ¡Hubiera sido tan feliz volviendo a ver mis primeras películas! He pensado mucho en ella estas noches…
Estoy ante una mujer que, digan lo que digan sus detractores, los que no la conocen más allá de los focos y las cámaras, es todo sentimiento. “Sé con quién me gasto los cuartos”, suele decir. A veces le obligan a sacar las uñas, bien afiladas… Esta noche, no. Esta noche, Sara Montiel es, más que nunca, María Antonia Abad, nacida en un lugar de la Mancha del cual sí quiere acordarse, Campo de Criptana: tierra de sueños, ilusiones y quimeras.
La pequeña pantalla del televisor se inunda con la gracia, la belleza y la picardía de María Luján, protagonista de “El último cuplé”. Y Sara Montiel se siente orgullosa de sí misma; no puede ocultarlo. (Ni quiere).
-¡Estás maravillosa! –exclama José Rubio.
-¡Bravo, María Antonia! –la felicita Vicente Parra.
-¡Formidable! –se le escapa a la madre de Vicente.


Ya en sus primeras películas, tres de las cuales hemos visto recientemente en la pequeña pantalla, los directores destacaban la gran belleza de Sara Montiel en audaces y comprometidos primeros planos. En las fotografías que les ofrecemos en esta página también destaca la personal belleza de nuestra gran estrella. 


PRIMERA NOCHE: “LOCURA DE AMOR”
Porque Sarita quiso ver sus “viejas” películas junto a sus buenos amigos. Y allí estuvimos nosotros, en casa de Vicente Parra. ¿Por qué en casa de Vicente Parra? Se nubló la altiva sonrisa de Sara cuando nos explicó con voz quebrada por el sentimiento.
-Vivo en casa de Vicente Parra desde hace varios meses. Somos buenos amigos de toda la vida y vecinos desde hace varios años. Mi casa estaba en este mismo edificio, varias plantas más arriba. Cuando murió mi madre pensé que no me sería posible vivir allí más tiempo, a solas con su recuerdo. Intenté resistir, superar la crisis… No pude. Y decidí vender el piso. Vicente, amablemente, me invitó a vivir en su casa hasta que encuentre la mía propia, ya sin el recuerdo de mi madre entre sus paredes… Quizá me traslade a un chalet, en las afueras de Madrid. Quiero tranquilidad…
Aquí en casa de Vicente Parra, ahora su casa, ha vivido Sara tres noches de inolvidable emoción. Tres películas suyas, proyectadas por TVE dentro del ciclo dedicado al cine español, han despertado en ella mil y un recuerdos que permanecían, si no dormidos, sí aletargados… Primero, “Locura de amor”.
-Cuando Juan de Orduña me llamó para encarnar a la mora Aldara no se me ocurrió pensar, ni por equivocación, en que mi vida cambiaría fundamentalmente a partir de entonces…


“Locura de amor”, el mayor éxito del cine español de todos los tiempos (todavía sigue exhibiéndose con creciente éxito), abrió a Sara Montiel las puertas de América, Méjico, Argentina… y Hollywood, meta soñada de todas las estrellas del mundo. En La Meca del Cine encontraría Sara grandes éxitos internacionales… y el amor: contrajo matrimonio con el famoso director Anthony Mann.

SEGUNDA NOCHE: “EL ULTIMO CUPLE”
-Varios años después regresé a España para visitar a mi familia… Entonces surgió de nuevo en mi camino Juan de Orduña, que me ofreció el papel protagonista de “El último cuplé”, una película en que nadie creyó en los años cincuenta. Juan hizo la película con cuatro perras, pero con mucha inteligencia y sensibilidad. ¡Y ahí están los resultados!
-¿Usted cantaba?
-Yo siempre he cantado, aunque pocos lo sabían. Estaba decidido que los cuplés los cantaría una famosa cantante de entonces, que me doblaría en los números musicales. Pero Orduña disponía de tan poco dinero que no pudo dar a aquella cantante el dinero inicial que exigía. La orquesta del Gran Teatro del Liceo de Barcelona estaba preparada en el estudio. Y los coros. ¿Qué hacer? Juan me llamó urgentemente al hotel. “¡María Antonia, ven a toda prisa!” Fui y me dijo que tenía que cantar yo. “De acuerdo, pero a mi manera”, condicioné. Se bajaron los tonos sobre la marcha…y canté.
Y toda España cantó durante varios años los antiguos cuplés que en la voz, en la mirada y en la figura de Sara Montiel cobraban nueva e insospechada vida. Su voz grave y sensual, su mirada maliciosa, su resplandeciente belleza, hicieron de Sara Montiel la estrella más internacional del cine español.
-¿Quién canta en España los cuplés mejor que usted?
Me mira con sorpresa. Hay mucha guasa escondida en esta mirada…
-No conozco a nadie que los cante mejor que yo. No digo que yo sea la mejor. Digo que si hay alguien mejor… yo no lo conozco.


Todos están contentos. Vicente besa a Sara, mientras José Rubio no oculta su entusiasmo.


Fueron tres veladas de intensa emoción ante el televisor. Sara, que vive ahora en el piso de Vicente Parra, reunió a un grupo de amigos para ver sus tres películas en televisión. En nuestra fotografía vemos a Sara con Vicente Parra, José Rubio y la madre de Vicente. 




cuplé”?
-Cien mil pesetas, ni una más. Ya digo que nadie creía en esta película. Orduña la vendió por dos reales. ¡Luego ganaron con ella millones y millones!
Por cierto, además de fama… ¿les debe usted a los cuplés muchos millones de pesetas?
-¿Yo? Los productores se han forrado con mis películas. Yo, no. Hombre, no trabajo por dos cincuenta, pero las grandes fortunas han ido a parar al bolsillo de otros. Yo he ganado para ir tirando…

TERCERA NOCHE: “MI ULTIMO TANGO”
No sabe o no puede estarse quieta. Aprovecha los intermedios para ponerse en pie y dar breves paseítos alrededor de la mesa, accionando “a la italiana”, soltando su pintoresca conferencia con el gracejo, a veces desgarrado, que le caracteriza.
-He sido y sigo siendo una jornalera…
Y se queda tan fresca.
Suena el teléfono una y otra vez en casa de Parra. Admiradores anónimos de Sara que desean felicitar a su ídolo. Llegan telegramas. También flores. Como si estuviéramos viviendo una triunfal noche de estreno. Y Sara, tan orgullosa, tan altiva, tan satisfecha de sí misma. En la pantalla, “Mi último tango”.
-¡María Antonia, cómo te estarán poniendo! –dice de pronto, poniendo gesto de espanto.
-¿Quiénes?
-Algunas colegas mías. Las que no me perdonan mis éxitos y mi belleza.
Ahora estalla una carcajada en el salón. La carcajada triunfal de una mujer muy segura de sí misma.
-¿La envidian?
-La envidia es un pecado muy extendido en este país.
-¿Le preocupa que la envidien?
-Por el momento, no. Dentro de diez o quince años… ya veremos.
Vemos un bellísimo primer plano de Sara.
-¿Cómo se ve en la pantalla?
-¡Fenomenal!
-¿Qué significó “Mi último tango en su carrera”?
-Con “La violetera” marcó el comienzo de mis películas musicales de gran espectáculo. Nunca, hasta entonces, habían utilizado los productores españoles tan grandes presupuestos. Y empezaron a venir los galanes extranjeros… Raf Vallone, Maurice Ronet… “La violetera” dio solamente en Méjico dos millones de dólares. ¡Soy la estrella española que más divisas ha proporcionado al país!




Sara revivió sus primeros grandes éxitos. En este reportaje recogemos las íntimas sensaciones de nuestra gran estrella ante sus películas. 

CONTENTA Y TRISTE
Como Brigitte Bardot en Francia, Los Beatles en Inglaterra, Sofía Loren en Italia… Pero Sara, según ella, no es ahora ni rica ni pobre, sino todo lo contrario… ¡Con el Fisco hemos topado, Sancho!
En “Mi último tango”, Sara bailaba un “tangazo” con Carlitos Gardel, encarnado en la pantalla por el argentino Milo Quesada. Y cantaba tangos célebres con acento porteño.
-Me gusta mucho que la gente haya programado ahora mis películas de hace años. Como estoy en ellas guapísima y canto muy bien, el público joven que no pudo verlas, entre otras razones porque no eran toleradas para menores, comprenderá por qué soy quien soy. ¡Por qué sigo siendo la primera!
Tres noches de intensa emoción. Tres noches triunfales. Sara está lanzada… Televisión Española la ha reclamado para realizar un gran “show” musical de una hora de duración que aquí veremos en febrero, en blanco y negro, y en otros países –afortunados ellos- en color. Es como si Sara Montiel quisiera reafirmar su “aquí estoy yo”, que lanzara a los cuatro vientos hace veinte años.
-Estoy encantada por todo –dijo al final de las tres noches-. Y un poquito triste porque en estos años han muerto muchas personas queridas, y me acuerdo de ellas…
María Antonia Abad pudo haber llorado…

Hebrero SAN MARTIN
(Fotos J. Larrú)



SARITA, MADRINA DE LA HIJA DE SU PELUQUERA


A Sara le encantan los niños. Ella lamenta no haber sido madre, pero no pierde ocasión de mostrar su cariño hacia los pequeños. Hace unos días fue madrina del segundo hijo de su peinadora, Ester Martín, que lleva peinando a la famosa estrella once años. La ceremonia se celebró en la parroquia del madrileño barrio de La Estrella, y, junto a Sarita, actuó de padrino Vicente Parra. Sara hizo un regalo de rumbo a su ahijada, y en la calle hubo tumulto en honor de nuestra gran estrella, de palpitante actualidad debido a la revisión televisual de tres de sus películas.


LES FUERON IMPUESTOS LOS VIP’S DE ORO EN UNA FIESTA DE GALA
SARA MONTIEL
Y ANTONIO MINGOTE, “personas muy importantes” de 1971

Sara Montiel y Antonio Mingote, "personas muy importantes", de 1971, tras recibir los Vip's de Oro, abrieron el baile de gala. 

Sara estuvo en la fiesta acompañada por Vicente Parra, su actual "casero", pues, como es sabido, desde que vendió su piso vive en el del actor. 


Sarita cantó uno de sus más famosos cuplés. 


LA FOTO CLXXXV


"Si tú me quieres mi niño, cariño, yo te daré un clavelito bonito..."

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