viernes, 3 de febrero de 2017

ONDAS - 1ª Quincena de Mayo de 1970 - España


SARA MONTIEL
Y ALBERTO CLOSAS
¿actuarán juntos?
“Flor de Cactus” ha sido uno de los éxitos teatrales más rotundos de Alberto Closas. Durante largas semanas ha permanecido en cartel. Closas, que es catalán, ofrece ahora, y desde hace bastantes días, al público barcelonés la versión de una obra de Sacha Guitry. Lleva por título “Visquem un somni” y con él colaboran Alicia Tomás y José María Caffarel que, dedicados al teatro castellano, son también barceloneses de origen y de vocación.
Alberto Closas es un actor que, además de decir, y de decir bien, lo que los comediógrafos escriben, sabe hablar por su cuenta. Con soltura y elocuencia. Hombre de teatro, es también conferenciante. Hemos asistido a dos de sus disertaciones: una, a las cuatro de la tarde; otra, a las siete. Pues bien: en los locales donde Closas disertó no cabía una persona más. Lleno completo. Y en un setenta y cinco u ochenta por ciento, auditorio femenino. Porcentaje sensiblemente parecido al que se registra en los teatros donde él actúa.

EL CASO SARA MONTIEL
El mismo fenómeno se produce con Sara Montiel. El domingo de Resurrección, el empresario don Joaquín Gasa –hombre perspicaz y de dilatada experiencia en estas lides- presentó, en el teatro Victoria del Paralelo barcelonés, a Sarita Montiel. Y la presentó “en persona”. Aquella noche, y las tardes y noches consecutivas, el teatro se llenó. Público masculino que aplaudió y piropeó a la intérprete de “El último cuplé”. Pero también público femenino. Unos y otras constituyen el núcleo, importante en cantidad y entusiasmo, de sus “fans”.
Otra demostración: cuando, a los pocos días de encontrarse en Barcelona, Sara Montiel depositó un ramo de violetas en la estatua que el escultor José Viladomat erigió en el propio Paralelo a Raquel Meller, al acto asistían más mujeres que hombres para aclamar a la artista que ha sabido reverdecer los laureles de la intérprete de “El relicario” y “La violetera”.
A Raquel Meller quiso contratarla, sin conseguirla, Charlie Chaplin para protagonizar “Las luces de la ciudad”. A Sara Montiel acaba de contratarla Vittorio de Sica para realizar una coproducción hispano-franco-americana. Una firma de los Estados Unidos la ha contratado también para que interprete otras tres películas.


Sara Montiel causa admiración por su belleza y presencia en los escenarios. 

LAS REACCIONES DEL PÚBLICO
La psicología del espectador medio es digna de estudio. Y de este estudio podrían deducirse incontables enseñanzas prácticas. Un buen empresario está obligado a conocer tales reacciones, y si tiene la necesaria sensibilidad (lo que en términos médicos se denomina ‘ojo clínico’), no sólo gana dinero sino que consigue popularidad. Alberto Closas es garantía indiscutible de éxito. Lo mismo que Sara Montiel.
Aquellos y, sobre todo aquellas, que acuden al teatro para ver cómo actúa Alberto Closas “en persona”, no se pierden ninguna de sus películas. El fenómeno Sara Montiel se produce a la inversa. Y son aquellos que la vieron a través de la pantalla grande, los que luego llenan plateas, anfiteatros y localidades altas en los coliseos donde ella actúa “en persona”. Es decir: cuando a un actor o a una actriz se la ha visto de cerca, en carne y hueso, quiere vérsela en la pantalla y viceversa. Primero de los casos: el de Alberto Closas; segundo, el de Sarita Montiel.
A raíz de unos artículos que publiqué acerca de ella, recibí varias cartas. Algunas de ellas firmadas por trabajadores modestos, los cuales, además de manifestar su entusiasmo por Sarita, me aseguraban estar dispuestos a gastarse quinientas pesetas sólo por verla “en persona”. Tal como la presentó don Joaquín Gasa.

¿A SANTO DE QUÉ?
Es probable que el lector se pregunte: ¿a qué viene eso de establecer analogías entre Sara Montiel y Alberto Closas? ¿Acaso existe alguna vinculación artística entre los dos? La respuesta surge rápida, porque está en mi ánimo y, probablemente, en el de muchos. Sí; es evidente que esta vinculación existe. Pero no sólo desde el punto de vista escénico sino, y sobre todo, desde el que podríamos denominar de entusiasmo y devoción populares.
Ir por la calle en compañía de Sara Montiel o en la de Alberto Closas, supone, indefectiblemente, que los viandantes se detengan o, por lo menos, vuelvan la cabeza en actitud contemplativa y admirativa. Mi larga experiencia periodística y humana puede atestiguarlo.
Pero… volvamos a lo dicho en párrafos anteriores. ¿A santo de qué esta analogía entre Sara y Alberto? Lo aclaramos. Nada tendría de particular que se estableciera un “tándem” escénico Sara Montiel-Alberto Closas. ¿Dónde y cuándo? Esto ya no podemos contestarlo, pero la posibilidad existe. Una posibilidad que, traducida en hechos reales, produciría, sin duda alguna, un resultado positivo. La taquilla sería el exponente más práctico de ello.
Repetimos que lo dicho es posible, y aun probable. Así, pues, el rumor que en este sentido ha llegado a nuestros oídos, no es rumor que se vea desvanecido por su propia base. Nada tiene de inverosímil. Además, cuando el río suena, agua lleva. Y, con respecto al particular, el río suena.


Fue en los estudios de Radio Barcelona, la noche en la que se entregaron los "Premios de Pascua de Resurrección": encuentro de dos 'monstruos sagrados' de la escena española, Alberto Closas y Sara Montiel. 

¿Asistiremos, en fecha más o menos próxima, a esa conjunción artística? Puesto que Sara Montiel va a protagonizar, en breve, una película de Victtorio de Sica, utilicemos en honor de éste, una frase italiana muy popular “Chi lo sa”. No olvidé el lector que quien la pronuncia suele estar en un secreto que, unas veces se manifiesta en un sentido y otras veces en el opuesto.
¿Sara Montiel y Alberto Closas? ¿Por qué no? El que suscribe apunta la posibilidad del “tándem”. Y la apunta porque se lo han dicho. La solución, mañana. O pasado mañana. Porque tanto Sara como Alberto tienen todavía muchos años por delante. Aunque ¡quien sabe si será cuestión de menos tiempo!

José M. LLADO


EL RECORTE CCXXXV
En el umbral entre el cine y los teatros a Sara se le presentaron numerosos proyectos cinematográficos, musicales y teatrales. Unos se cumplieron y otros se quedaron en proyectos nada más. Lo que sí se logró es relacionar el nombre de otros artistas con el de Sara para llenar revistas y expectativas de todo tipo. Lo que no cambió para la diva fue su amistad con 'Maru' (Marujita Díaz). Aquí ambas de parranda en un reportaje de Pronto a día de 23 de Diciembre de 1976.


SARA MONTIEL
Y MARUJA DÍAZ
FRENTE A FRENTE

Sara y Maruja son dos actrices españolas que se mantienen a pesar del imperativo de la edad y del surgimiento de nuevos valores. Existe un paralelismo entre sus ‘carreras’: las dos hacen cine, cantan y tienen una vida sentimental un poco agitada. Maruja Díaz y Sara Montiel son dos rivales, pero esto se explica por el hecho de ejercer una misma profesión y en una misma época, ya que en la vida particular no sucede así puesto que confiesan ser dos buenas amigas que se ayudan en los momentos difíciles. Una amistad que hay que considerar puesto que no debe resultar fácil al tener que superar el imperativo de la profesión.
Es Sara Montiel quien nos cuenta:
-La nuestra es una amistad de hace años. Recuerdo que hace siete años, cuando murió mi madre, Maruja se portó maravillosamente; como la gran amiga que ya era. Yo atravesé entonces una crisis y ella estuvo en todo momento a mi lado, ayudándome. Como persona es una buena amiga y además facilita mucho las cosas ese carácter tan alegre que Maruja tiene.
-¿Y cómo actriz?
-Hay que tener en cuenta que en este aspecto somos completamente distintas. Nuestros caminos artísticos van por derroteros diferentes.


Sara y Maruja son dos actrices españolas rivales. Pero esto se explica por el hecho de ejercer una misma profesión y en una misma época. 


FELIZ DEMOCRACIA PARA TODOS
-¿Qué es lo que Sara espera del próximo 77?
-Exactamente esto: feliz democracia para todos los españoles.
Valerio Lararov ha llamado a Sara para que actúe en el programa de Fin de Año, y ella intentará hacer un hueco entre sus actividades para poder aceptar la propuesta.
-¿Dónde pasarás la Navidad?
-En Madrid, pues tengo unas galas en una importante sala de fiestas. Así es que pasaré estas fiestas en compañía de mis seres más queridos. Después, la Nochevieja la pasaré en Palma de Mallorca.
-¿Cómo van los trámites para la anulación de tu matrimonio?
-Siguen su curso normal. Espero que pronto se resuelva favorablemente.
-Después, ¿te volverás a casar?
-No volveré a casarme nunca más. Creo que para querer a una persona y ser feliz con ella, no hacen falta toda esa serie de papeles. 


EL PROGRAMA DEL PRÓXIMO AÑO, CUBIERTO
-Siempre he programado mis actuaciones con tiempo suficiente y para el año 1977 se presenta un apretado programa. En febrero estrenaré un espectáculo musical en el “Español”, de Barcelona. Después, con el mismo espectáculo, iré a Madrid. Se llama “Increíble Sara”. En los meses de julio y agosto es muy posible que haga una película de corte muy actual, pero que no sería musical. A partir de septiembre tengo una gira por América de seis meses de duración. Ya ves qué año.
Maruja, por su parte, también está saturada de trabajo. Pero, muy amable, nos dedica una parte de su tiempo y contesta a nuestras preguntas. Sobre su amistad con Sara Montiel, ella habla con nostalgia de los primeros contactos entre ambas.
-Sara y yo nos conocemos hace muchísimo tiempo. Recuerdo que nos conocimos cuando ella volvía de América, de rodar junto a Gary Cooper una película muy famosa, “Veracruz”. Desde el principio congeniamos y nos llevamos muy bien.
Ella interpreta así esa pretendida rivalidad entre ambas.
-Rivalidad entre nosotras no puede existir ya que somos distintas. Interpretamos el arte de forma completamente diferente. Claro que tal vez la gente nos relacione físicamente ya que en más de una ocasión nos han confundido. Cuando salimos juntas esto no ocurre, pero cuando estamos separadas… ya nos confundieron en multitud de ocasiones.
-¡Cuéntanos alguna anécdota en este sentido…!
-Voy a contar  la más curiosa. Un día cojo una revista y veo una fotografía, me quedo mirándola y me pregunto: “¿Este traje es mío? Yo no recuerdo haber estado en este lugar, ni rodeada de estas personas que aquí aparecen”. De pronto “caigo” y… claro, era Sara y no yo. A Sara también le ha ocurrido el caso, pero a la inversa. Ella coge una revista y, después de plantearse los mismos interrogantes que yo, se da cuenta y… “Anda, pero si es la Díaz”.


Pepe Tous el empresario exclusivo de Sara Montiel, aparece con ella en la fotografía. 

-¿Nunca os propusieron trabajar juntas?
-No, nunca hemos trabajado juntas. Lo cierto es que yo no tengo noticia de que nadie nos lo haya propuesto. Ahora que, si por mi gusta hubiese sido, yo encantada.
Este año de 1976 le dio a Maruja Díaz mucho trabajo, pero el 77 se presenta también muy repleto de contratos.
-Tengo el programa completo “a un año vista”. Tengo ofertas que son muy buenas. Pero no me gusta hablar de esto y prefiero que se comente después de que ya ha pasado. Incluso he tenido que rechazar una oferta que me parecía buenísima. Se trataba de la comedia musical “Pongo un puesto en la mesa”.
-La Navidad es una fiesta que trae recuerdos tristes a Marujita, ¿por qué?
-Estas fiestas me producen mucha tristeza que, además, se acrecienta por la falta de mi madre. La Nochebuena es un día especial en casa y lo celebrábamos por todo lo alto. Ese día se lo dedicábamos a mi madre, así es que ahora…


-¿Qué espera Maruja Díaz de 1977?
-Que surja el “milagrito” y todo siga como hasta ahora. Yo le doy gracias a Dios por todo lo que me da.


SARA MONTIEL NO CANTARÁ PARA PINOCHET

Desmintiendo los rumores que aparecieron sobre la posible intervención de Sara Montiel en el próximo Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, Sara Montiel ha afirmado que “mientras no varíen las normas que rigen el admirado y oprimido pueblo chileno, ella no actuará en Chile, deseando testimoniar el gran cariño que profesa hacia los chilenos, que siempre la han recibido con gran efusión y un magnífico público ante el cual, por razones obvias, lamenta no poder actuar”.
Sara Montiel, que ya en tiempos del general Franco manifestó sus simpatías socialistas, no quiere que bajo ningún concepto su presencia en Chile sirviera de propaganda al régimen del general Pinochet. Así, cuando recibió indicaciones más o menos indirectas para ir a cantar a Viña del Mar, dijo que no quería ir a cantar a aquel festival ni como estrella invitada ni como artista contratada.


LA FOTO CCXXXV


La 'estrellísima' en plena actuación. Corrían los '70...

No hay comentarios:

Publicar un comentario