Agradecemos el envío de esta revista a Violeta Riscal.
Dice la portada:
SARA MONTIEL, CASADA: EL
PRIMER BESO: El
primero en besar a la novia, que ya era su esposa tras de la boda, celebrada en
la Iglesia de Montserrat, de Roma (Italia), fue el novio, José Vicente Ramírez
G. Olalla, y la cámara fotográfica ha logrado este documento de un misterioso
sentido humano, donde ambos protagonistas tienen sus miradas fijas en el vacío,
ausentes, como si con ellas pretendiesen descifrar el porvenir de sus vidas.
(Gran reportaje en páginas interiores)
ROMA: ENLACE
SARA MONTIEL
CHENTE R. OLALLA
EN UN AMBIENTE
SOBRIO, ÍNTIMO, RESERVADO
Sara Montiel –de verdadero nombre María Antonia Abad
Fernández- se ha casado en la Iglesia española de Montserrat, en Roma, con don
José Vicente Ramírez García de Olalla. La más famosa estrella del cine español
decidió celebrar la ceremonia en la capital italiana para evitar el tumulto
que, sin duda, se hubiese organizado en nuestro país. Al menos, así nos lo
manifestó instantes después de concluido el acto.
La boda tuvo lugar en la más absoluta intimidad. La
iglesia estaba bellamente adornada; asistieron una veintena de personas, todas
ellas familiares o íntimos de los novios. Fue madrina la madre de Sara y
padrino el hermano de su marido. Solamente hubo cuatro testigos: los señores
Balenciaga, Jiménez, Azcona y el vizconde de Tuy. Estuvo presente en la
ceremonia el embajador de España en el Quirinal, señor Sánchez Bella,
acompañado de su esposa. Y algunos corresponsales de Prensa españoles
acreditados en Roma.
Padrino: el hermano del novio.
LA ESTRELLA ANUNCIÓ: NO ME
CASARÉ DE BLANCO
Sara Montiel lucía un hermoso vestido de oro y
plata, escogido por el novio y modelo exclusivo de Jean Balmain. Al parecer, su
precio fue de 120.000 pesetas. Se tocaba con un sombrero también elegantísimo,
con una flor y ancha ala. En conjunto, la estrella estaba bellísima y despertó
la admiración de los curiosos que se agolpaban a la puerta de la iglesia al
descender del coche. Llevaba en las manos un “bouquet” de orquídeas, que, al
terminar la ceremonia, ofrendó en la tumba de su majestad el rey don Alfonso
XIII, que, como es sabido, reposa en esta misma iglesia.
Ofició la ceremonia el abad mitrado de la basílica
de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, don Justo Pérez de Urbel, que
pronunció una breve plática. Muchos fotógrafos dejaron constancia del acto,
invadiendo literalmente el altar en el momento de celebrarse el cambio de los
anillos entre los desposados y teniendo que ser alejados de allí por los
diáconos que ayudaban a la santa misa.
Sara estuvo en todo momento muy tranquila (al menos
en apariencia) y pendiente de los informadores gráficos. Contestó con voz clara
y fuerte los tres “síes” de ritual, aunque en el segundo olvidó decir las
palabras “me otorgó”. Durante el Santo Sacrificio recibieron la sagrada
comunión los novios y la madre de Sara.
La misma mañana de la boda, los nuevos señores de
Ramírez García de Olalla fueron recibidos en audiencia privada por Su Santidad
el Papa Pablo VI.
Sarita Montiel pasó la noche anterior a su boda en
la habitación 351 el hotel Excelsior, de Roma, cenando en compañía de su
prometido y de su madre y hermanas, así como de fray Justo Pérez de Urbel.
Todos ellos habían llegado procedentes de Madrid aquella misma tarde. El
banquete nupcial tuvo lugar en uno de los salones del Gran Hotel, con
asistencia de los mismos invitados que estuvieron presentes en la ceremonia
religiosa.
Las únicas joyas que lucía Sara era un precioso
collar de rubíes y platino. Entre las señoras invitadas no destacó ningún
modelo de vestido o de alhajas digno de especial mención. En conjunto, tanto el
acto religioso como el banquete posterior resultaron de gran sobriedad,
teniendo un carácter muy íntimo y reservado. La noticia de la boda no se había
dado a conocer en Roma, por lo que tampoco asistieron –ni siquiera por
curiosidad- miembros de la colonia española en la capital.
Se ha casado Sarita Montiel veinte años justos
después de haber iniciado su carrera cinematográfica. Efectivamente, en 1944 y
todavía con el seudónimo –que después cambiaría por el actual, con el que se ha
hecho famosa en el mundo – de María Alejandra intervino en un pequeño papel en
la película “Mi novio el emperador”, que dirigió Ladislao Vajda. Aquel mismo
año actuó por vez primera como protagonista, junto a Fernando Fernán – Gómez,
en el film titulado “Empezó en boda”.
En la puerta del hotel, Sara y el padrino esperan el coche que les llevará a la Iglesia.
Momentos después de la boda, Sara depositó un ramo de orquídeas sobre la tumba de Alfonso XIII, sepultado en aquel templo.
Según manifestó el día de su matrimonio, piensa
permanecer alejada del cine durante dos o tres meses, sin que sea cierto que en
lo sucesivo tenga intención de producir sus propias películas. El viaje de
novios lo realizará por Europa y Asia, comenzando por visitar Moscú, si
consigue resolver ciertas dificultades burocráticas que quedaban pendientes
todavía el día de la ceremonia.
Información exclusiva de
nuestra enviada especial,
CARMEN DE LA FUENTE
Noticia para el mundo
LA BODA CINEMATOGRÁFICA
DEL AÑO (MONTIEL – OLALLA)
Los esponsales de la actriz cinematográfica manchega
Sara Montiel y el hombre de negocios bilbaíno José Vicente Ramírez G. Olalla
concitaron la curiosidad de los periodistas extranjeros que se hallan
acreditados en Roma con funciones de corresponsales. A través de los mensajes
cursados por varios de ellos podemos seguir la trayectoria de un acontecimiento
que se convirtió de pronto en noticia de interés mundial y del que publicamos
crónica y fotografías abundantes en las páginas que siguen.
Así han visto la boda en
PARÍS. “La alta costura francesa, por medio de la firma
Balmain, ha sido la nota más comentada en Roma después de la boda de la
“vedette” hispana María Antonia Abad –en la pantalla, Sarita Montiel- con su
compatriota, el financiero José Vicente Ramírez. Los recién casados visitaron
la tumba del que fue rey Alfonso XIII, para depositar flores, y fueron
recibidos en audiencia especial pro el Padre Santo”.
LONDRES. “La ‘cover – girl’ (chica para portada) y más
popular actriz del cine español, Sara Montiel, contrajo matrimonio con una alta
personalidad del mundo de las finanzas y de la industria de posguerra en
presencia del embajador de su país en Roma, numerosos invitados y notable
afluencia de fotografías y cámaras de televisión”.
Varios momentos de la ceremonia, en los que se advierte más seriedad en él que en ella.
MOSCÚ. “La artista María Antonia Fernández, nacida en Campo
de Criptana (Ciudad Real), escenario histórico de las aventuras del “Quijote”,
el héroe de una gran película del cinema ruso, se unió en matrimonio católico
con un poderoso negociante español. En el itinerario del viaje de bodas que
emprendieron seguidamente figura Moscú”.
NUEVA YORK. “El ‘descubrimiento’ del director de Hollywood,
Anthony Mann, para su famosa película ‘Veracruz’ –con Gary Cooper y Burt
Lancaster-, Sarita Montie, aprovechó la primavera de Roma para casarse con el
conocido ‘grande’ en la nueva industria automovilista italo-española, José
Ramírez”.
CAMPO DE CRIPTANA. “Iglesia parroquial. Aviso: Todas las misas que se
celebren en el altar mayor a partir de las diez de la mañana del domingo 12 de
mayo serán aplicadas para impetrar de Nuestro Señor y de la Santísima Virgen
María bendigan y protejan el hogar de nuestros nuevos feligreses, Antonia Abad
y José Vicente Ramírez”.
EL RECORTE CCLVI
El matrimonio con Chente duró el viaje de novios y poco más. Lo que si coleó a lo largo de los años fue la nulidad matrimonial. En 1.976, todavía andaba Sara con el papeleo. Así lo decía, entre otras cosas, en una entrevista dedicada a Diez Minutos con fecha de 25 de Diciembre de 1.976.
SARA MONTIEL:
A pecho
descubierto en el escenario…
“Mi anulación
sigue su curso”
Los diseños de su próximo espectáculo nos la mostrarán con los pectorales al desnudo. ¡Ahí va!
Saritísima sigue en 22 kilos menos y se ha quedado
en “Sari”. Está flaca, pero no “fané y descangayada”. El tratamiento que le ha
puesto el doctor Fábrigas, en Barcelona, la ha dejado con una figura y apostura
que está más que evidente en las fotos que les ofrecemos. ¿Oh no? ¡Ah! Y sin
costurones, señores, porque estos ojitos que se ha de comer la tierra
presenciaron “in situ” un “strip-tease” de la Montiel que no dejaba lugar a
dudas. Ya verá, ya, el personal lo que digo por cuenta propia, porque “miss”
Montiel va a salir al público con sus dos poderosas razones pectorales, en
relieve y sin tapujos… Pero vayamos por partes:
-¿Vuelves, pues, a la carga, Sara?
-Sí, claro. Primero voy a presentar en
Cleofás, los días 27, 28 (y no es una inocentada) y 29 de diciembre un “show”
con 30 profesores en orquesta y un “ballet” masculino, y luego, el día 1 de
febrero, estrenaré en Barcelona mi nuevo espectáculo, titulado “S. M. Sara
Montiel en increíble Sara”. Desde Barcelona pasaré a Mallorca, y desde allí, a
Valencia (durante las fallas), para presentarme en Madrid el domingo de
Resurrección. ¡Y hay más! En septiembre haré una gira por América y, si me
gusta el guión, intervendré antes en una película sin canciones. Me han
propuesto una historia que me ha gustado bastante, pero ahora me falta ver cómo
la desarrollan.
Sara, en la actualidad, flaquísima y bellísima.
-¿Por qué haces un nuevo espectáculo musical y no el
que tenías previsto con “sketchs” de varios humoristas?
-Porque tres de ellos ni siquiera
entregaron su correspondiente libreto en el espacio de seis meses y porque
otros dos que tenían que acortar los suyos (por duración excesiva de tiempo)
hicieron ídem de ídem. A mí la idea me gustaba mucho, pero Sara Montiel no
puede pasarse más de medio año sin trabajar porque unos señores no cumplan su
palabra.
-¿Cuáles fueron estos autores?
-Decir sus nombres sería in-elegante,
y yo soy una señora muy fina.
-¿Y de TV qué, Sarita?
-Ahora si es cierto que haré con
Lazarov el programa de fin de año,
siendo ésta la segunda vez que actúa para Televisión Española (al margen de
entrevistas); la primera vez fue hace catorce años, cuando los estudios aún
estaban en el paseo de La Habana. Haré cuatro canciones, dos de ellas
inmediatamente antes de las doce campanadas y dos inmediatamente después, con
lo que seré la artista que cierre el año televisivo 1976 y la que abra el de
1977.
Sus íntimos la acaban de bautizar con el apodo de "La Chasis".
-He oído, Sarita, que a pesar del pasado “affaire”
el proceso de tu anulación matrimonial sigue actualmente su curso. ¿Qué puedes
decirme al respecto?
-Que sí, que mi proceso de anulación
sigue su curso legal en los tribunales eclesiásticos y que espero recibir en su
momento la nulidad, ya que la Iglesia es siempre justa en sus decisiones.
-¿Son caros los gastos que una anulación matrimonial
trae consigo?
-Por lo que he podido comprobar, viene
a costar lo mismo que cualquier otro asunto legal que se encargue a un abogado;
o sea, normal.
El proceso de anulación matrimonial sigue su curso en los tribunales eclesiásticos.
A la Montiel, tan dada a que sus amistades íntimas
le dediquen apodos, debido a su actual delgadez el último que la llaman es el
de “La Chasis”. ¡Y con razón! ¿O no? Pues eso.
Texto y fotos:
TRIALASOS
LA FOTO CCLVI
Sara en todo su apogeo allá por los años '60.
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