viernes, 28 de septiembre de 2018

TEVEGUIA - 2 de Agosto de 1.991 - Chile


SARA MONTIEL
HOY.
LLEGA.
“SARA Y PUNTO”
“Pisa, morena, pisa con garbo, que un relicario, me voy a hacer. Con el trocito, de mi capote, que haya pisado, que haya pisado, tan lindo pie”.
Esta letra pertenece a “El relicario”, un tema que por la década del 60 fue interpretado por la artista española Sara Montiel. “El último cuplé” fue otra melodía que sirvió de título a una película que hizo llorar de emoción a los espectadores. Ambas pertenecen al género de la “canción española” que vive un período de interesante revaloración en los últimos años.
Si eres muy joven y nada sabes de Sarita, pregúntale por ella a tus papás. Claro que hazlo con cuidado para que vayan a creer que los tomas por “viejitos”.
Sarita Montiel marcó una época en el mundo del espectáculo. Puede decirse que nunca ha dejado de estar sobre un escenario, pese a que su notoriedad, con el paso de los años, ha tenido altibajos.
Hoy vuelve a la televisión chilena a través de la pantalla de la Red de Televisión de la Universidad de Chile –RTU-. Conducirá todos los viernes, a partir de las 22.40 horas el programa “Sara y punto”.


Española sin discusión es Sarita Montiel: ahora estará en pantalla como conductora de un programa hecho para ella. 

Siete capítulos
“Sara y punto” es una producción de la Televisión Española, tiene un carácter misceláneo y pretende ser un gran espectáculo. Tendrá números musicales para dar espacio a las canciones antiguas y a la que recién quieran presentarse al juicio del espectador. Un ballet acompañará a los intérpretes, aportando sugerentes coreografías.
Otra sección estará dedicada a la comicidad y al humor. En estos sketches, la propia Sara actuará junto a connotados artistas del cine español.
RTU transmitirá los siete capítulos de este ciclo. En el transcurso de éstos, como se trata de un programa de la Montiel, paulatinamente se irá relatando la vida de la artista.
Entremedio, no faltará la conversación chispeante dentro del afán de mostrar el perfil humano de quienes asisten como invitados a “Sara y punto”.
Al capítulo de hoy Sara Montiel invitó a varios artistas españoles, pero también a uno de primer nivel y categoría: nada menos que el tenor italiano Luciano Pavarotti. El “gordo” conversará, y, naturalmente, cantará en la inauguración del programa.
Así será el debut de Sara Montiel. ¡Y punto!


EL RECORTE CCXCVIII
'Sara y punto' fue un programa por y para Sara Montiel. La artista, la mujer, la estrella, hacía un balance de su vida en esta entrevista a la revista Lecturas, con fecha 4 de Enero de 1.991. 

-Las mujeres “10” españolas retratadas en tres dimensiones-
SARA MONTIEL,
sensualidad dulce y eterna
Es de las pocas artistas que no ocultan su edad y ha asumido con maestría el paso del tiempo. Catapultada hasta las cimas más altas del éxito, reconoce que “he tenido una vida muy bella. Ahora doy gracias a Dios por haberme permitido llegar hasta este momento, por tener dos hijos maravillosos y un hogar estable junto a Pepe”

Su belleza ha sido admirada, adorada y retratada. "La clave de mi belleza es mi piel y mi alma, que es muy joven. Dicen que la envidia y la infidelidad ajan mucho la piel. Yo carezco de ambas cosas."

El paso del tiempo no parece afectarle. Continúa siendo, a sus 63 años, aquella mujer bella y sensual, que significó un auténtico “boom” en los años cincuenta y sesenta. Habla dulcemente. Sus palabras siguen teniendo una sensualidad especial, la misma que la hizo famosa en otro tiempo. Tal vez por ello nos encontramos en Sara Montiel a la última diva. Al tenerla delante te da la sensación de que, cada amanecer, la ilumina renovadoramente. Te da la sensación de que cada año deja, en su piel, un nuevo brote de lozanía. Siempre aparece ante uno radiante y sonriente. Es la Sara más estilizada, más moderna que nunca y tan bella como siempre. Hay quien dice que se pasaría horas y horas mirándola, viéndola posar con sus labios entreabiertos y con su mirada teñida de rímel. Sabe perfectamente qué perfil debe ofrecerle al fotógrafo para salir favorecida en las fotos. Sabe, como nadie, sacar el mejor provecho de la silueta de sus ya míticos pómulos. Toda ella es un verdadero festival de voluptuosidad, un auténtico derroche de suspiros y mohínes tan peculiares en su personalidad. Es sensual, cálida y amorosa. En la mayoría de las ocasiones, Antonia –la persona que se esconde tras el personaje- claudica ante Sara. Es, entonces, cuando toda ella se convierte en una prolongación de Sara. En verano, casi siempre por sistema, se convierte en una mujer tremendamente libre, sobre todo en su estilo de vida y de vestir. En invierno, sin embargo, es mucho más sofisticada, más fina, más puesta. Eso sí, siempre tiene que ser cálida… porque así le gusta a Pepe Tous, su marido. Por obra y gracia de este hombre, Sara se ha convertido en palmesana de adopción, aunque nunca olvida su Campo de Criptana. La diva ha encontrado en Tous al hombre solícito, que continuamente permanece a su lado, admirador de la más admirada de nuestras mujeres cinematográficas, esposo amante y rendido, que tan sólo presume de esa mujer a la que un día, hace ya unos años, dijera, “sí, quiero” para siempre. Esa mujer, esa Sara Montiel, cree firmemente en Dios. Lucha, con todas sus fuerzas, contra el tiempo, porque ya es consciente de que los años empiezan a pasar. Su único deseo es ver crecer a sus hijos y poder dedicarles el mayor tiempo posible, todo el que Dios le conceda. Ha sido la embajadora de España, durante muchos años, por todo el mundo. Asume la edad y le encanta mirarse al espejo. Solamente le preocupa no haber podido ir a la universidad. Empezó a leer casi a los veinte años. Tenía talento, pero no posibilidades para demostrarlo. La vida ha sido la que le ha ido enseñando las cosas necesarias, cosas que ella ha ido absorbiendo con su inteligencia natural. No es mujer de muchas cremas y potingues, aunque sí de mucho deporte. Le gusta nadar, caminar, montar a caballo. En cuando, en esos momentos, se siente más Antonia Abad que Sara Montiel, una mujer que ha sido una diosa del cine de ayer, más que del cine de hoy. Ochenta y cinco películas a su espalda, sesenta discos de larga duración y media vida cantando ese “Fumando espero”. Tiene aún un palmito del que puede presumir sin rubor. No tiene remilgos a la hora de confesar las verdades. Son ya treinta y cinco años de cuplé. Con ello ha conseguido que en Estados Unidos la llamen “Saurita” y en la Unión Soviética se dirijan a ella como “la gran Montiel”. Todo eso ha hecho de esta mujer, se la mire por donde se la mire, un ser incombustible.


"Yo pienso que cada etapa tiene su encanto. Mi vida de ahora es más asentada, más tranquila, la disfruto más", asegura nuestra Saritísima. 


“Yo creo mucho en el ser humano”
-Si su carrera empezara ahora, ¿conseguiría llegar tan lejos?
-No, porque llegar más lejos es imposible. Ser famosa en todo el mundo no es nada fácil. Eso me ocurrió a mí en un momento en el que apenas había televisión, no todo el marketing que hay ahora.
-¿Por qué trabaja tanto, Sara?
-Porque soy una artista.
-¿Tiene todo lo que desea?
-Soy feliz. Lo único que pido es salud para ver crecer a mis hijos y salud para que ellos puedan disfrutar de la vida.
-¿Ha hecho, a lo largo de su vida, todo lo que quiso en cada momento?
-Yo he tenido una vida muy bella. He trabajado mucho, cuando esto era imposible en un país en el que a la mujer se le criticaba todo. También me ha tocado pasarlo mal, pero tengo el orgullo de haber podido llorar muchas veces de felicidad, aunque también he tenido que hacerlo por dolor, pena o rabia.
-¿Qué le da al público para que sea tan incondicional?
-Les doy a Sara Montiel. Yo no he aprendido mi arte de nadie.
-¿Y qué es lo más auténtico de Sara Montiel?
-La sinceridad que tengo, el amor que le tengo a la gente, al hombre en sí. Yo creo mucho en el ser humano.
-¿Le da miedo mirarse al espejo?
-No, soy muy coqueta y me encanta mirarme en él. Yo asumo la edad muy bien. Llevo la vejez estupendamente.
-¿Por qué no oculta nunca la edad?
-Sencillamente porque pienso que la edad hay que decirla siempre. Ocultar los años es engañarse a sí misma. Lo más terrible de todo será el día en el que una deje de cumplir años. Yo no puedo quitármelos porque el público lleva muy bien las cuentas y me llamarían mentirosa.


"Trabajo tanto, porque soy una artista, una gran artista", afirma Sara Montiel, que a sus 63 años lleva treinta y cinco de cuplé. En estos momentos, con ochenta y cinco películas y sesenta discos a su espalda, se considera más una diosa del cine de ayer, que del cine de hoy. 

-¿Y cómo se ve la vida después de los 60 años, Sara?
-Yo pienso que cada etapa tiene su encanto. Tal vez por ello, cumplir años es algo maravilloso. La vida que estoy disfrutando ahora es diferente a mis etapas anteriores, es más asentada, más tranquila, la disfruto más.
-¿Cuál es la clave de su belleza?
-Mi piel, heredada de mi madre, y mi alma, que es muy joven. Yo me mantengo joven por dentro. Soy feliz y eso también influye. Dicen que la envidia y la infidelidad ajan mucho la piel. Yo carezco de ambas cosas.
-Esa belleza ha llegado a ser mítica, ¿cree que con usted se rompió el molde?
-Más bien creo que marqué una época. Nada en mí ha sido ficticio. Mi forma de hablar, mi manera de cantar es totalmente mía, nada estaba estudiado ni preparado. Todo ha sido natural. Ahí ha estado la clave.
-¿Nunca ha pensado en la cirugía estética como el remedio para el paso del tiempo?
-Ya me la hice hace casi dos años. Ahora tengo el perfil perfecto. Cuando me vuelva a hacer falta retocarme, iré de nuevo al doctor sin ningún tipo de pudor.
-¿Su trayectoria profesional ha estado presidida por la evolución?
-Sí, por encima de todo. Y con mucho riesgo. Yo marqué un estilo propio cuando comencé. Era muy arriesgado cambiar como lo hice, pero ha resultado un gran éxito.
-¿Qué le preocupa ahora a Sara Montiel?
-El SIDA y el tiempo. El tiempo que no tengo para ver crecer a mis hijos.
-¿Es una mujer feliz?
-Doy gracias a Dios, a diario, por haberme permitido llegar hasta este momento, por tener dos hijos maravillosos y un hogar estable junto a Pepe. Él se ha convertido en alguien muy importante para mí, fundamentalmente en mi vida afectiva y absolutamente todo en mi carrera.

MALLORCA. Amalia Enríquez
Fotos: J. L. Yuste


LA FOTO CCXCVIII


Uno de sus números en 'Sara y punto'.

sábado, 22 de septiembre de 2018

TELE PAÍS - 28 de Septiembre de 1.990 - España


PERSONAJES
Sara Montiel vuelve a la televisión con un proyecto propio, creado por y para la diva. La imagen que guarda de ella la pequeña pantalla se remonta a reposiciones de filmes rodados para la pantalla grande en el esplendor de su belleza. Ahora vuelve con un programa de variedades en el que se muestra más diva que nunca: Sara y punto. Pasados 43 años de su primera aparición en pantalla –su primera película data de 1947- resulta, al menos, valiente que Sarita, como ella gusta llamarse, siga enseñando muslo y voz a sus flamantes 62 años.
Lo divino y lo humano

Cuando de observan fotos de Sara Montiel, sobre todo las que le han realizado en los últimos años los fotógrafos vascos Ramón y Antonio Eguiguren utilizando nuevas técnicas de retocado, da la impresión de que la popular manchega ha decidido utilizar en su lucha contra el tiempo las armas de la cirugía. Pero cuando se está al lado de ella, a menos de un metro de distancia, la duda se vuelve a disipar y se afirma, con más contundencia aún, que la Montiel lo que tiene en un rostro de una mujer de 62 años que no ha necesitado entrar al quirófano para retener por la fuerza a su belleza.
“Es cierto que mi piel es muy agradecida, tengo las arrugas normales de hacer gestos y de cantar, pero, sin embargo, sigo teniendo problemas con los kilos”. Las dietas de adelgazamiento son la única dictadura a la que se somete este fenómeno del siglo XX español que, tras poner a varias generaciones de hombres a sus pies, ha doblegado también a su más firme adversario, el tiempo. Pero esa pleitesía del tiempo hacia ella no viene dada porque Sara Montiel le haya vencido. Ella es lista y sabe que ganar algunas batallas no le va a dar la victoria final, sino porque ha logrado hacerle su cómplice y aliado para que la ayude a caminar por el borde, por el más absoluto límite de lo permisible para una diva. Ello permite que la Montiel no abandone ni sea abandonada por la ética ni por la estética, y no tenga que recurrir a otro género artístico al que recurren frecuentemente estrellas con cuerpo a un paso de la jubilación. Pero a la Montiel y a su cuerpo no los jubila ni un decreto ley del Gobierno por vía de urgencia.
Y para demostrar que eso del retiro es para otras, una vez más, la Montiel se pone a prueba a sí misma y saca a pasear ese animal mitológico que lleva dentro y que gusta ser observado por tan diferentes elementos de la sociedad. Reina por excelencia de los homosexuales, fetiche de los intelectuales, mito de las amas de casa y animal de lujo zoológico para observadores críticos, la Montiel lo hace todo para no pasar inadvertida.
Último detalle
Esta vez el paseo que da es, si cabe, más arriesgado y de muchos miles de kilómetros en una sola noche. Son millones los hogares en los que Sara Montiel se introduce a través de la pantalla de los televisores. Empezó el domingo pasado y aún estará seis domingos más. Y la fórmula elegida no es precisamente la más fácil. Sara da el do de pecho, canta y baila, revuelve su pasado, jalea su presente, y ofrece trazos de cuál va a ser su futuro.


A su programa Sara y punto ha invitado a figuras internacionales, como Luciano Pavarotti o Boney M., sin olvidar que en semanas sucesivas veremos a Alberto Cortez, The Cristians, Luís Cobos, Charles Aznavour, Carlos Cano o Spandau Ballet. Pero no todo es música y cuerpo de baile. Sara introduce chistes y escenas cómica, y, compartiendo el reparto con ella, cuenta con actores como Antonio Gamero, José Luís López Vázquez, Chari Moreno, Moncho Borrajo, Antonio Resines, Pep Carabias, Pepe Yepes, Maribel Verdú, Javier Gurruchaga, Alfonso del Real, Aurora Redondo, Pastora Vega, Lidya Bosch, Miguel Rellá, María Elena Flores y aún muchos más.
Trabajar, para ella, no es salir a un escenario y repetir lo que ya aprendió en momentos que no hay por què pensar que fueron de mayor gloria, sino de distinta gloria. Trabajar, para la Montiel, es volver loco a un equipo que tiene que medir todo al milímetro, cuidar el último detalle de un sofisticado y revistero vestuario, ensayar hasta que ella diga sí, conseguir a las estrellas que ella quiere a su lado, y no a otras, y controlar el trabajo de los fotógrafos como si se tratara del bienestar de sus propios hijos.
A Eduardo Stern, guionista, director y realizador de la serie, le responsabiliza de lo que pueda ocurrir con la parte técnica: “Yo, por mi parte”, comenta, “he cantado, he bailado y he actuado lo mejor que he podido”.
“He estado casi ocho meses trabajando para estos siete capítulos”, comenta; “efectivamente, es un reto, pero depende de cómo se mire”. Sara señala que además de las canciones, antiguas y nuevas, ha puesto especial interés y cuidado en los golpes ingeniosos, fundamentalmente cómicos, que ha introducido en el programa.
Entre los personajes que interpreta se encuentra la señora Bárbara, de la que ya ofreció retazos en su espectáculo Saritísima y en el programa de televisión Tariro tariro, que dirigía el grupo catalán La Trinca. “En realidad, está basado en un personaje real, la mujer que me ayuda en casa desde hace 20 años y cuya filosofía aplico aquí”. Ello hace que cuando Sara Montiel saca este personaje a pasear le sirva para hacer una irónica autocrítica en la que cuestiona, desde el punto de vista de una trabajadora, a su señora Sara Montiel.
“La entrega de energía para hacer esta serie ha sido muy grande”, dice. “Lo que pasa es que recompensa”. Y para que quede claro que Sara no se ha quedado desgastada con el esfuerzo, nada más terminar la serie abordó sus giras veraniegas, a las que acudió con su hija Thais. Y nada más volver se puso a preparar su próximo espectáculo, que con el nombre de Saritízate estrenará dentro de un mes en Madrid.
Esa capacidad de trabajo, de organización y de inmediatez es la que hace que Sara Montiel se ponga nerviosa con los problemas burocráticos con que se ha encontrado en Televisión Española: “He encontrado muy duro lo de la burocracia”, dice. “Pasan las cosas por muchas manos y eso ralentiza inútilmente el trabajo”.
En cualquier caso, no sólo no ha salido quemada de la experiencia (en la que ha tenido que viajar a Nueva York, Sevilla, Campo de Criptana –su pueblo natal-, Almagro y Palma de Mallorca), sino que tiene el proyecto, “de aquí a unos años”, de abordar una serie muy distinta a la que ahora ha estrenado: “Me gustaría hacer una serie dramática en la que trabajara como actriz y no como cantante”.


En la conversación Sara Montiel introduce, de vez en cuando, un “gracias a Dios”, que no deja muy claro si es fruto de su fe católica o de una fiel usuaria de muletillas populares.
“No soy muy pegada a la religión, y, desde luego, nada practicante, pero creo en Jesucristo, que me parece un hombre fenomenal”, comenta. “En cualquier caso y en cuanto al más allá, lo que estamos viendo es que luego no hay nada y sólo somos unas partículas del cosmos”.
Sensibilizada por los acontecimientos políticos, la única española –que sepamos- que besó a Gary Cooper sufre por las madres que tienen a sus hijos en el Golfo: “He tenido un sobrino que lo mataron con 20 años haciendo el servicio militar, porque un compañero no supo manejar el arma, y he visto muy de cerca el dolor de una madre y eso es terrible; se me van los demonios cuando veo atentados”. La Montiel piensa que si hay tanto militar en España que les manden a ellos: “Son de carrera, les gusta y además llevan 51 años sin ejercer el objetivo último de su carrera”.
No es el caso de Sara Montiel, que desde 1947 ha realizado 47 películas, ha grabado 50 elepés y ha actuado un número incontable de veces como cantante y vedette, además de las intervenciones televisivas.
Tres ofertas
En este momento tiene tres serias ofertas de diferentes cadenas de televisión, aunque no desvela cuáles, ya que tiene en estudio la respuesta. Sea cual sea ésta, el objetivo en su próxima aparición ante las pantallas será el mismo que se ha impuesto con Sara y punto: “Quiero que la gente se olvide de sus problemas, se distraiga y pase un rato agradable con mis canciones y mis actuaciones, y eso es lo más importante”.
Ella, para distraerse, apenas enchufa la televisión: “Para evadirme tengo a mis hijos, que junto a Pepe, llenan mi vida”. Sara Montiel, y su marido, el empresario y periodista mallorquín Pepe Tous, adoptaron a una niña nacida en Brasil, a quien impusieron de nombre Thais, y aun niño nacido en España, a quien le dieron el nombre de Zeus.
Su biografía oficial, incluida en el expediente de prensa que facilita a los periodistas, comienza así: “Sarita Montiel, la estrella más famosa de la cinematografía hispana y una de las más queridas de la cinematografía mundial, nació en La Mancha, las tierras de Don Quijote, en España”.
En el mismo informe, las primeras dos páginas –a todo color- se dedican a fotografías de ella y su familia en diversos encuentros con los Reyes de España. Las siguientes instantáneas son con Joan Miró, Dalí, León Felipe y Camilo José Cela.

ROSANA TORRES


EL RECORTE CCXCVII
'Sara y punto' y 'Saritízate' fueron dos proyectos paralelos que re - encumbraron a Sara Montiel en el olimpo de los dioses. Esta es la crónica del estreno de 'Saritízate' que ofrecía la revista Semana en su número de 7 de Noviembre de 1.990. 


¡Saritízate!
La gran noche de la reaparición de
Sara Montiel
en Madrid
“Tengo fuelle para rato”, nos dijo la famosa estrella después del triunfal éxito

Sara Montiel lució un espectacular vestido de gasa con lentejuelas y pedrería. Su marido, Pepe Tous, la besó cariñosamente momentos antes de que se iniciara el estreno. 

El estreno de una película o de un espectáculo es un acontecimiento que siempre reúne a un buen número de famosos, pero si además quien estrena el espectáculo es un personaje de la talla de Sara Montiel toda la expectación levantada está más que justificada.
Así, el estreno de “Saritízate”, en el madrileño teatro Nuevo Apolo, el último espectáculo de la gran artista, reunió a numerosos amigos y admiradores de Sara, e incluso a alguna “rival”, artísticamente se entiende, como Carmen Sevilla, tan guapa como siempre, que llegó sola al teatro, aunque una vez allí se encontró con su marido, Vicente Patuel, de quien no se separó en toda la noche. Carmen, luciendo un elegante abrigo de piel, fue quizá la figura más importante de la velada. Esta gran artista, que fue la más directa rival que en su momento tuvo Sara Montiel, no pudo contener la emoción durante el espectáculo:
-Sara es formidable. Resulta envidiable verla todavía en acción, con tanta fuerza y estilo como en su mejor momento. Creo que Sara todavía nos puede dar muchas sorpresas a todos.


Sara fue felicitada efusivamente por numerosos amigos y compañeros del mundo del espectáculo. En la foto aparece junto a Norma Duval y Carmen Sevilla. 


Vicente Parra y Bárbara Rey conversaron animadamente con la estrella de la noche, tras su triunfal estreno. Sara se mostró muy emocionada y agradecida por las continuas muestras de admiración. 

Dentro del teatro se producían los reencuentros entre viejos compañeros de profesión que llevaban, quizá, años sin verse. Así Carmen Sevilla pudo volver a saludar a su gran amigo Vicente Parra, uno de los galanes más populares del cine español.

LOS MATRIMONIOS
Se podría decir que éste fue un estreno para matrimonios, ya que prácticamente todos los invitados venían acompañados por sus respectivos cónyuges, sin que ninguna pareja constituyera una sorpresa inesperada.
Florinda Chico, por ejemplo, estuvo acompañada por su segundo marido, Santos Pumar. El actor cómico Ángel de Andrés vino con su esposa, Chiti Juárez, al igual que el político Santiago Carrillo.
También estuvieron presentes las hermanas Duval, dos de las más llamativas bellezas de una noche que no estuvo escasa en ellas. Norma Duval se cubría con un llamativo abrigo de color rosa, y su hermana Carla hacía lo mismo con otro abrigo idéntico, aunque éste de color rojo, debajo de los cuales vestían unos seductores trajes de noche negros, con las faldas muy cortas y los escotes bastante pronunciados. Norma Duval vino acompañada, como es natural, por el padre de sus hijos, Marc, mientras su hermana Carla lucía un nuevo acompañante masculino.
Como era de esperar en un acto de este estilo, la extravagancia y el humor no tardaron mucho en hacer aparición. El vidente Rappel y Paco Clavel pusieron la esperada nota de sano humor. Rappel, cargado de anillos, pedrerías y abalorios, con un chirriante abrigo de plumas de color morado, acudió en compañía de Cristina Kauffman, la esposa del periodista Amilibia. El vidente, que en ningún momento ahorra su simpatía natural, hizo predicciones de futuro a todo aquel que se acercó a pedírselas.
Por su parte, Paco Clavel, con una boina y unos leotardos de piel de leopardo y una cazadora de skay color rojo sangre, conversó y bromeó toda la noche con su amiga Encarnita Polo, quien vestía de un modo mucho más discreto, con un elegante traje de chaqueta negro.
Rappel y Paco Clavel se confesaron fans incondicionales de Sara Montiel. Para Paco Sara es la gran estrella de España.
-Sara me causa esa impresión que dan las superstars. Ella es una auténtica reina, al estilo de Hollywood, pero siempre muy española.
Otro gran admirador de Sara Montiel, que siempre resulta divertido, es Javier Gurruchaga. El líder de la Orquesta Mondragón vino al estreno acompañado por una gordita de color, a la que ha incluido en sus últimos espectáculos.
Muchos más invitados hubo en el estreno. Así, pudimos ver al músico Luís Cobos acompañado por esa auténtica belleza que es su novia, Angel, y que, según se dice, muy pronto será su esposa; el reciente Premio Planeta, Antonio Gala, quien le escribiera hace años a Sara Montiel el guión de la película “Esa mujer”; María Asquerino, Bárbara Rey, Antonio Mercero, Mari Carmen, sin sus muñecos, Raúl Sender, María Teresa Campos, el humorista Eloy Arenas, José Luís Coll…


Gurruchaga, un tanto desconocido -con barba y algo más delgado-, saludó efusivamente a la actriz. El popular humorista dijo ser un fiel seguidor de ésta. 

Por su parte, Sara Montiel, la gran estrella de la noche, se mostró encantada con todas las muestras de cariño recibidas de sus amigos y admiradores.
-Es estupendo tener aquí a Carmen Sevilla, a Vicente Parra… Me ha emocionado mucho volver a verlos, y sus felicitaciones son algo que para mí tiene muchísimo valor, porque son personas a las que quiero y admiro muchísimo.

“PIENSO SEGUIR AGUANTANDO MUCHO TIEMPO”
Sara también se encargó de dejar bien patente que tiene energía suficiente para sacar adelante cualquier espectáculo.
-Tengo fuelle para rato. Hay que aguantar este ritmo de trabajo, que es muy fuerte, pero yo amo mi trabajo, y entonces esto me resulta coser y cantar. Pienso seguir aún mucho tiempo en el mundo del espectáculo, porque todavía me encuentro con ganas de trabajar, y creo que todavía no he hecho todo lo que yo sé que puedo hacer.
Con excelente humor, Sara Montiel reconoce ser consciente de estar viviendo un excelente momento, tanto en su vida familiar como en el terreno profesional.
-Estoy encantada de la vida. Estoy viviendo un gran momento junto a mi marido y mis hijos, que son maravillosos. Y en el trabajo, para qué hablar… Tengo la suerte de poder trabajar con gente tan estupenda como Pedro Ruiz, Francisco… Todo me está pareciendo maravilloso.
Consciente de este excelente momento, Sara sabe que tiene que seguir el ritmo de las cosas para no perder ninguna oportunidad y aprovechar el tiempo al máximo.
-Hay que ponerse las pilas y seguir el ritmo. Para estar con la familia me las apaño como puedo, y a veces no resulta demasiado fácil, ya que este ritmo de trabajo que llevo es muy absorbente y te exige una gran dedicación. De todas formas, es muy importante exprimir el tiempo al máximo para hacer el mayor número de cosas posibles.


Radiante y espléndida, como siempre, Sara logró dar a su espectáculo la gracia y la simpatía que tanto agrada a sus admiradores. Al final de la noche se manifestó satisfecha por la magnífica acogida de "Saritízate". 

Sara Montiel, por tanto, no piensa de momento dejar de trabajar. Su intención es seguir inyectándole al público las suficientes dosis de buen humor y de alegría para que todo marche mejor.
-Para todos los que tienen depresión, o sufren de mal de amores, o sienten que les falta algo en su vida, para ellos yo soy el remedio que buscan. Pienso que a la gente hay que hacerla disfrutar e inyectarles un poco de alegría. Hay que ponerse las pilas.
Por su parte, Pepe Tous, el marido de Sara Montiel, considera que:
-Es formidable el momento que está pasando Sara y las ganas que tiene de trabajar. Además se nota que el público la quiere y la aprecia, y eso ella sabe valorarlo en lo mucho que vale.


Vicente Fernández
Fotos: Galo Rivera


LA FOTO CCXCVII


Sara, en su 'Sara y punto' con el gran Carlos Cano. 

miércoles, 19 de septiembre de 2018

EL PAÍS - 12 de Mayo de 1.987 - España


La portada dice así: Un bombero muerto al sofocar un incendio. El bombero Manuel Ortega Yeste, de 33 años de edad, murió a las dos de la tarde de ayer por inhalación de gases tóxicos mientras colaboraba en la extinción de un incendio que se había declarado en el Hotel Sarriá de Barcelona. La actriz y cantante Sara Montiel (en la fotografía) y su marido, Pepe Tous, fueron rescatados por un brazo hidraúlico en una terraza del hotel, en el que se hallaban alojados. Ocho personas, tres de ellas bomberos, sufrieron heridas leves. Aunque empleados del hotel aseguraron haber oído una explosión previa, los bomberos consideran, en principio, que el incendio fue fortuito. 

Un bombero, muerto en el incendio declarado en el Hotel Sarriá de Barcelona
El bombero Manuel Ortega Yeste, de 33 años, falleció ayer víctima de una intoxicación grave que sufrió cuando intentaba extinguir el incendio que se registró en el hotel Sarriá, con categoría de cinco estrellas y situado en la avenida de Sarriá de Barcelona. El siniestro comenzó en la segunda planta del sótano. Otras ocho personas, tres de ellas bomberos, resultaron heridas leves. Aunque no hay una versión oficial sobre las causas del siniestro, empleados del hotel aseguraron haber oído una explosión antes de iniciarse el fuego. Sara Montiel y Pepe Tous, hospedados en el hotel, fueron evacuados en un brazo hidráulico.
El médico del Cuerpo de Bomberos de Barcelona, Joaquim Cuixart, informó a este diario que la muerte de Manuel Ortega Yeste, producida poco antes de las dos de la tarde, fue consecuencia “de una asfixia producida por una inhalación de gas tóxico o por la falta de oxígeno”. Joaquín Cuixart precisó que el bombero fallecido llevaba una bombona de oxígeno autónoma con una duración de unos 20 o 30 minutos. El bombero ingresó cadáver en el hospital Clínico de Barcelona. Otros tres bomberos tuvieron que ser atendidos, dos de ellos de intoxicaciones leves y otro de un paro cardiaco. Otras cinco personas fueron asistidas en el hospital Clínico, por intoxicación o lesiones de carácter leve. Los clientes Javier Marín Orzanco y Vicky Fandenbrin fueron atendidos por inhalación de humo y Carlos García del Estal fue asistido de heridas incisas en su mano derecha, que se produjo al romper los cristales de las ventanas de su habitación. También fueron atendidas por intoxicación las empleadas Natividad Quintana González y Teresa Papaseit Marín.

Causas desconocidas
El siniestro se declaró sobre las 10.45 horas en unas dependencias que el hotel utiliza como almacén de papeles y de archivos situadas en la planta 2 del sótano, donde también se encuentran las oficinas. El director del hotel, Jaume Serra, manifestó que la evacuación del edificio, donde se encontraban en ese momento 150 clientes e igual número de trabajadores, pudo efectuarse con celeridad “porque se disparó en seguida la alarma”. Clientes y trabajadores abandonaron el hotel por las dos escaleras de emergencia interiores situadas a uno y otro lado de las plantas. Jaume Serra precisó que el hotel está efectuando ahora una serie de remodelaciones “para mejorar sus medidas de seguridad”. El director especificó que se instalará otra escalera de emergencia exterior en el ala norte del inmueble.
El jefe del Cuerpo de Bomberos de Barcelona, Josep Lluís Sangüesa, destacó las enormes dificultades que tuvieron los 100 bomberos que participaron en la extinción del siniestro. “Una hora y media después de declararse”, indicó, “hubimos de atacar dos vigas de hierro sobre las que se levanta la estructura principal del edificio, porque habían sufrido un fuerte recalentamiento”. Sangüesa criticó también veladamente las medidas de seguridad del inmueble al señalar que “han quedado anticuadas”. El hotel Sarriá fue inaugurado el 15 de abril de 1975, tiene 315 habitaciones y dispone de una capacidad aproximada, según manifestó su director, de unas 450 personas. En 1976, el Tribunal Supremo ordenó el derribo del 40% del volumen del hotel por una irregularidad urbanística, aunque luego un acuerdo con el Ayuntamiento evitó la demolición.
Tanto la dirección del hotel como los bomberos, que contaron con el apoyo de un helicóptero para realizar sus tareas, desconocían ayer tarde las causas que originaron el siniestro. Algunos empleados, no obstante, aseguraron haber escuchado una explosión poco antes de que se declarara el incendio. En el hotel se celebraba esta semana una feria-exposición de productos alimenticios franceses, cuya inauguración estaba prevista para las 13.30 horas de ayer.
Otro siniestro se registró a las 13.40 en la manzana colindante. No hubo heridos.


ALEX  RODRÍGUEZ


EL RECORTE CCXCVI
La vida de Sara dio para mucho. Se vio inmersa, incluso, en el incendio del Hotel Sarriá, de Barcelona. Esta es la crónica de la revista Semana en uno de sus números de Mayo de 1.987. 



Fueron bajados atados a una cuerda con una grúa
SARA MONTIEL
Y SU MARIDO, SALVADOS DEL INCENDIO DEL HOTEL SARRIÁ

Sara Montiel relata, instantes después de ser salvada por los bomberos, los dramáticos momentos vividos. La actriz y cantante se encontraba durmiendo cuando se produjo el incendio, ya que el día anterior había estado trabajando hasta muy tarde. 

“He pasado un miedo espantoso. Ha sido terrible, el peor momento de mi vida. Creí que no salíamos de ésta”, fueron las primeras palabras de Sara Montiel cuando fue depositada en tierra por un brazo mecánico del cuerpo de bomberos de Barcelona. Mientras Sara contaba así sus miedos, era bajado de la terraza, por el mismo procedimiento, su marido, Pepe Tous.
El incendio del Gran Hotel Sarriá se inició en una de las salas del sótano dedicada a archivo y oficinas. El incendio ha costado la vida a un bombero, debido al humo tóxico. Ha sido la gran tragedia de esta jornada, la pérdida de una vida humana.
Sara Montiel, que se encontraba actuando en la sala de fiestas Scala desde el pasado 7 de mayo, se hospedaba en dicho hotel, sito en el número 50 de la avenida de Sarriá. Fue inaugurado el 15 de abril de 1975, y es uno de los más lujosos de Barcelona. Tiene 314 habitaciones.
El servicio de alarma del hotel funcionó perfectamente, lo que posibilitó la evacuación de forma rápida y con mínimas consecuencias. Además del bombero que resultó intoxicado y muerto, hay otros tres heridos, que presentan un estado de ansiedad provocado por el pánico, mientras un cuarto sufre cortes leves causados por cristales.



Sara Montiel fue rescatada en la terraza de la decimosexta planta del hotel Sarriá. "Cuando vimos que no se podía bajar por las escaleras, buscamos otra salida, y encontramos la terraza."


SARA, ATERRORIZADA
Con continuas muestras de haberlo pasado muy mal, Sara Montiel nos contó todo lo ocurrido:
-Estábamos durmiendo, puesto que estuvimos trabajando hasta muy tarde. Una camarera nos despertó diciendo que había fuego. Salimos los tres, Esther Martín, mi peluquera, dormía en una habitación contigua, e intentamos bajar del piso dieciocho, que es donde estaba nuestra habitación.
-¿Qué fue lo primero que pensasteis?
-En salir como sea, estábamos aterrorizados. En la planta dieciséis había tanto humo, que resultaba imposible seguir bajando. Volvimos a la habitación y mojamos unas toallas para protegernos la cabeza y defendernos del humo. Y buscamos desesperadamente una salida. No había manera. ¡Era horroroso! Finalmente encontramos una terraza en el piso dieciséis, donde pudimos hacer señas a los bomberos.
Sara presentaba un aspecto entre cómico y trágico, ya que no le dio tiempo a nada: “Con la bata puesta y en zapatillas tuvimos que dejar la habitación. No recogimos nada porque sólo pensábamos en salvarnos”.
Los bomberos habían accedido al edificio desde diferentes lugares. La peluquera de Sara fue evacuada por un tubo de los que utilizan los bomberos, pero la actriz-cantante se negó: “Si hubiera tenido que bajar por el tubo, me hubiera muerto. Tengo claustrofobia y me hubiera dado un ataque al corazón”.
Los bomberos encontraron otro medio. Mientras Pepe Tous esperaba en la terraza interior ataron a Sara con una cuerda: “Y me bajaron como pudieron hasta el brazo mecánico. En mi vida he pasado más miedo, colgada a cuarenta metros del suelo por una cuerda. No quisiera pasar otro momento así por nada del mundo. Ha sido el peor rato de mi vida.” Seguidamente repitieron la operación con Tous.


Aspecto que presentaba la avenida de Sarriá, la céntrica arteria barcelonesa en la que está ubicado el hotel del mismo nombre. 


El incendio del hotel se produjo en una de las salas del sótano. 


Pepe Tous se protege de los humos con una toalla humedecida. 


El fuego sorprendió a algunos huéspedes, como Pepe Tous, en pleno sueño. Un bombero resultó intoxicado y muerto, y además cuatro heridos. 

“LOS BOMBEROS SALVARON MI VIDA”
-¿Habías pasado tanto peligro alguna vez?
-No, nunca. Creíamos que no íbamos a poder contarlo. Quiero dar las gracias a los bomberos que nos han salvado la vida. No sé cómo podremos pagar el riesgo y valor de estos hombres. ¡Gracias!
Sara ha pasado por el momento más terrible de su vida, y así lo demuestra repitiendo, nerviosa, una y otra vez: “Ha sido horrendo, horrible. Ahora puedo decir que conozco el miedo. Todavía estoy temblando como un flan.”
El incendio del hotel Sarriá ha sido muy alarmante. La gran cantidad de humo sembró la alarma de forma indiscriminada, pero los efectos del fuego no fueron excesivos. El mismo día del siniestro estaba previsto que llegara al hotel Manuel Fraga para pasar unos días de estancia en la Ciudad Condal.

EFE - REPORTAJES


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