SARA MONTIEL
HOY.
LLEGA.
“SARA Y PUNTO”
“Pisa, morena,
pisa con garbo, que un relicario, me voy a hacer. Con el trocito, de mi capote,
que haya pisado, que haya pisado, tan lindo pie”.
Esta letra
pertenece a “El relicario”, un tema que por la década del 60 fue interpretado
por la artista española Sara Montiel. “El último cuplé” fue otra melodía que
sirvió de título a una película que hizo llorar de emoción a los espectadores.
Ambas pertenecen al género de la “canción española” que vive un período de
interesante revaloración en los últimos años.
Si eres muy
joven y nada sabes de Sarita, pregúntale por ella a tus papás. Claro que hazlo
con cuidado para que vayan a creer que los tomas por “viejitos”.
Sarita Montiel
marcó una época en el mundo del espectáculo. Puede decirse que nunca ha dejado
de estar sobre un escenario, pese a que su notoriedad, con el paso de los años,
ha tenido altibajos.
Hoy vuelve a la
televisión chilena a través de la pantalla de la Red de Televisión de la
Universidad de Chile –RTU-. Conducirá todos los viernes, a partir de las 22.40
horas el programa “Sara y punto”.
Española sin discusión es Sarita Montiel: ahora estará en pantalla como conductora de un programa hecho para ella.
Siete capítulos
“Sara y punto”
es una producción de la Televisión Española, tiene un carácter misceláneo y
pretende ser un gran espectáculo. Tendrá números musicales para dar espacio a
las canciones antiguas y a la que recién quieran presentarse al juicio del
espectador. Un ballet acompañará a los intérpretes, aportando sugerentes
coreografías.
Otra sección
estará dedicada a la comicidad y al humor. En estos sketches, la propia Sara
actuará junto a connotados artistas del cine español.
RTU transmitirá
los siete capítulos de este ciclo. En el transcurso de éstos, como se trata de
un programa de la Montiel, paulatinamente se irá relatando la vida de la
artista.
Entremedio, no
faltará la conversación chispeante dentro del afán de mostrar el perfil humano
de quienes asisten como invitados a “Sara y punto”.
Al capítulo de
hoy Sara Montiel invitó a varios artistas españoles, pero también a uno de
primer nivel y categoría: nada menos que el tenor italiano Luciano Pavarotti.
El “gordo” conversará, y, naturalmente, cantará en la inauguración del
programa.
Así será el
debut de Sara Montiel. ¡Y punto!
EL RECORTE CCXCVIII
'Sara y punto' fue un programa por y para Sara Montiel. La artista, la mujer, la estrella, hacía un balance de su vida en esta entrevista a la revista Lecturas, con fecha 4 de Enero de 1.991.
-Las mujeres “10” españolas retratadas en tres
dimensiones-
SARA MONTIEL,
sensualidad dulce y eterna
Es de las pocas artistas que no ocultan su edad y ha
asumido con maestría el paso del tiempo. Catapultada hasta las cimas más altas
del éxito, reconoce que “he tenido una vida muy bella. Ahora doy gracias a Dios
por haberme permitido llegar hasta este momento, por tener dos hijos
maravillosos y un hogar estable junto a Pepe”
Su belleza ha sido admirada, adorada y retratada. "La clave de mi belleza es mi piel y mi alma, que es muy joven. Dicen que la envidia y la infidelidad ajan mucho la piel. Yo carezco de ambas cosas."
El paso del
tiempo no parece afectarle. Continúa siendo, a sus 63 años, aquella mujer bella
y sensual, que significó un auténtico “boom” en los años cincuenta y sesenta.
Habla dulcemente. Sus palabras siguen teniendo una sensualidad especial, la
misma que la hizo famosa en otro tiempo. Tal vez por ello nos encontramos en
Sara Montiel a la última diva. Al tenerla delante te da la sensación de que,
cada amanecer, la ilumina renovadoramente. Te da la sensación de que cada año
deja, en su piel, un nuevo brote de lozanía. Siempre aparece ante uno radiante
y sonriente. Es la Sara más estilizada, más moderna que nunca y tan bella como
siempre. Hay quien dice que se pasaría horas y horas mirándola, viéndola posar
con sus labios entreabiertos y con su mirada teñida de rímel. Sabe
perfectamente qué perfil debe ofrecerle al fotógrafo para salir favorecida en
las fotos. Sabe, como nadie, sacar el mejor provecho de la silueta de sus ya
míticos pómulos. Toda ella es un verdadero festival de voluptuosidad, un
auténtico derroche de suspiros y mohínes tan peculiares en su personalidad. Es
sensual, cálida y amorosa. En la mayoría de las ocasiones, Antonia –la persona
que se esconde tras el personaje- claudica ante Sara. Es, entonces, cuando toda
ella se convierte en una prolongación de Sara. En verano, casi siempre por
sistema, se convierte en una mujer tremendamente libre, sobre todo en su estilo
de vida y de vestir. En invierno, sin embargo, es mucho más sofisticada, más
fina, más puesta. Eso sí, siempre tiene que ser cálida… porque así le gusta a
Pepe Tous, su marido. Por obra y gracia de este hombre, Sara se ha convertido
en palmesana de adopción, aunque nunca olvida su Campo de Criptana. La diva ha
encontrado en Tous al hombre solícito, que continuamente permanece a su lado,
admirador de la más admirada de nuestras mujeres cinematográficas, esposo amante
y rendido, que tan sólo presume de esa mujer a la que un día, hace ya unos
años, dijera, “sí, quiero” para siempre. Esa mujer, esa Sara Montiel, cree
firmemente en Dios. Lucha, con todas sus fuerzas, contra el tiempo, porque ya
es consciente de que los años empiezan a pasar. Su único deseo es ver crecer a
sus hijos y poder dedicarles el mayor tiempo posible, todo el que Dios le
conceda. Ha sido la embajadora de España, durante muchos años, por todo el
mundo. Asume la edad y le encanta mirarse al espejo. Solamente le preocupa no
haber podido ir a la universidad. Empezó a leer casi a los veinte años. Tenía
talento, pero no posibilidades para demostrarlo. La vida ha sido la que le ha
ido enseñando las cosas necesarias, cosas que ella ha ido absorbiendo con su inteligencia
natural. No es mujer de muchas cremas y potingues, aunque sí de mucho deporte.
Le gusta nadar, caminar, montar a caballo. En cuando, en esos momentos, se
siente más Antonia Abad que Sara Montiel, una mujer que ha sido una diosa del
cine de ayer, más que del cine de hoy. Ochenta y cinco películas a su espalda,
sesenta discos de larga duración y media vida cantando ese “Fumando espero”.
Tiene aún un palmito del que puede presumir sin rubor. No tiene remilgos a la
hora de confesar las verdades. Son ya treinta y cinco años de cuplé. Con ello
ha conseguido que en Estados Unidos la llamen “Saurita” y en la Unión Soviética
se dirijan a ella como “la gran Montiel”. Todo eso ha hecho de esta mujer, se
la mire por donde se la mire, un ser incombustible.
"Yo pienso que cada etapa tiene su encanto. Mi vida de ahora es más asentada, más tranquila, la disfruto más", asegura nuestra Saritísima.
“Yo creo mucho en el ser humano”
-Si su carrera
empezara ahora, ¿conseguiría llegar tan lejos?
-No,
porque llegar más lejos es imposible. Ser famosa en todo el mundo no es nada
fácil. Eso me ocurrió a mí en un momento en el que apenas había televisión, no
todo el marketing que hay ahora.
-¿Por qué
trabaja tanto, Sara?
-Porque
soy una artista.
-¿Tiene todo lo
que desea?
-Soy
feliz. Lo único que pido es salud para ver crecer a mis hijos y salud para que
ellos puedan disfrutar de la vida.
-¿Ha hecho, a lo
largo de su vida, todo lo que quiso en cada momento?
-Yo
he tenido una vida muy bella. He trabajado mucho, cuando esto era imposible en
un país en el que a la mujer se le criticaba todo. También me ha tocado pasarlo
mal, pero tengo el orgullo de haber podido llorar muchas veces de felicidad,
aunque también he tenido que hacerlo por dolor, pena o rabia.
-¿Qué le da al
público para que sea tan incondicional?
-Les
doy a Sara Montiel. Yo no he aprendido mi arte de nadie.
-¿Y qué es lo
más auténtico de Sara Montiel?
-La
sinceridad que tengo, el amor que le tengo a la gente, al hombre en sí. Yo creo
mucho en el ser humano.
-¿Le da miedo
mirarse al espejo?
-No,
soy muy coqueta y me encanta mirarme en él. Yo asumo la edad muy bien. Llevo la
vejez estupendamente.
-¿Por qué no
oculta nunca la edad?
-Sencillamente
porque pienso que la edad hay que decirla siempre. Ocultar los años es
engañarse a sí misma. Lo más terrible de todo será el día en el que una deje de
cumplir años. Yo no puedo quitármelos porque el público lleva muy bien las
cuentas y me llamarían mentirosa.
"Trabajo tanto, porque soy una artista, una gran artista", afirma Sara Montiel, que a sus 63 años lleva treinta y cinco de cuplé. En estos momentos, con ochenta y cinco películas y sesenta discos a su espalda, se considera más una diosa del cine de ayer, que del cine de hoy.
-¿Y cómo se ve
la vida después de los 60 años, Sara?
-Yo
pienso que cada etapa tiene su encanto. Tal vez por ello, cumplir años es algo
maravilloso. La vida que estoy disfrutando ahora es diferente a mis etapas
anteriores, es más asentada, más tranquila, la disfruto más.
-¿Cuál es la
clave de su belleza?
-Mi
piel, heredada de mi madre, y mi alma, que es muy joven. Yo me mantengo joven
por dentro. Soy feliz y eso también influye. Dicen que la envidia y la
infidelidad ajan mucho la piel. Yo carezco de ambas cosas.
-Esa belleza ha
llegado a ser mítica, ¿cree que con usted se rompió el molde?
-Más
bien creo que marqué una época. Nada en mí ha sido ficticio. Mi forma de
hablar, mi manera de cantar es totalmente mía, nada estaba estudiado ni
preparado. Todo ha sido natural. Ahí ha estado la clave.
-¿Nunca ha
pensado en la cirugía estética como el remedio para el paso del tiempo?
-Ya
me la hice hace casi dos años. Ahora tengo el perfil perfecto. Cuando me vuelva
a hacer falta retocarme, iré de nuevo al doctor sin ningún tipo de pudor.
-¿Su trayectoria
profesional ha estado presidida por la evolución?
-Sí,
por encima de todo. Y con mucho riesgo. Yo marqué un estilo propio cuando
comencé. Era muy arriesgado cambiar como lo hice, pero ha resultado un gran
éxito.
-¿Qué le
preocupa ahora a Sara Montiel?
-El
SIDA y el tiempo. El tiempo que no tengo para ver crecer a mis hijos.
-¿Es una mujer
feliz?
-Doy
gracias a Dios, a diario, por haberme permitido llegar hasta este momento, por
tener dos hijos maravillosos y un hogar estable junto a Pepe. Él se ha
convertido en alguien muy importante para mí, fundamentalmente en mi vida
afectiva y absolutamente todo en mi carrera.
MALLORCA. Amalia Enríquez
Fotos: J. L. Yuste
LA FOTO CCXCVIII
Uno de sus números en 'Sara y punto'.
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