historia del éxito
Texto: Agustín ROMO
Fotos: M. CUADROS y ARCHIVO
SARA
MONTIEL
“En Hollywood
han querido inventarme una biografía preciosa. Pero yo prefiero contar la mía”
Casi todas las
grandes estrellas del cine español han tenido un origen humilde: Francisco
Rabal, José Suárez, Conrado San Martín, Jorge Mistral… Sara Montiel también.
Nació en Campo
de Criptana, uno de los pueblos más bonitos y más blancos de la Mancha, donde
el sol es fuerte como sus hombres, donde los molinos son imprescindibles al paisaje…
Sus padres eran
modestos labradores, gente de campo, sencilla y llana como su tierra. Allí
vivió Sara Montiel cuando aún se llamaba María Antonia Abad Fernández, cuando
era una chica triste que acumulaba ilusiones…
Hoy Sara Montiel
es una de las primeras figuras del cine de habla española. Campo de Criptana
queda lejos en el recuerdo.
Estamos hablando
con ella en los Estudios C. E. A., donde está rodando “La reina del
Chantecler”. Dirige la película Rafael Gil.
-Ya tuve a Sara Montiel a mis órdenes
cuando realicé “Don Quijote”. Pero entonces era una criatura. Ahora… es una
colaboradora muy buena. Tiene mucha intuición.
Rafael Gil no
escatima los elogios a su estrella. Se ve que está contento con ella.
Sara acaba de
terminar un plano en el que han intervenido también Julia Caba Alba, Maruja
Isbert y el actor italiano Luigi Giuliani. Los focos se apagan. El silencio
desaparece. Pero Sara Montiel está aquí, delante de nosotros.
-Me
encuentro cansadísima. Llevo rodando desde las diez de la mañana.
Son las ocho de
la tarde. El cine es una profesión dura.
-Además,
este corsé me tiene muy molesta.
Enrique Herreros
sabe más cosas de Sara Montiel que la propia Sara. Nos dice:
-Yo te contaré también algo…
-Ten
en cuenta –habla
ella- que es mi descubridor, mi lanzador, mi ‘ángel
tutelar’…
Efectivamente:
cuando María Antonia Abad soñaba por entre los viñedos de Campo de Criptana,
nadie podía imaginar que allí estaba la estrella número uno del cine español.
Sólo un hombre experto como Enrique Herreros acertó a ‘ver’ las posibilidades
de una chiquilla anónima ni guapa ni fea, ni alta ni baja, que va a Orihuela,
que viene a Madrid y que toma parte en un concurso organizado por una
Productora.
-Fue una corazonada –dice
modestamente Enrique-. Me llamó la atención cuando vi una foto suya en la portada
de la revista “Semana”.
-Me
presentó –recuerda
Sara- a la casa Filmóforo, que preparaba por
aquellos días el rodaje de “Empezó en boda”. Y me contrataron.
-¿Por qué te
cambiaste el nombre?
-Fue
cosa de Herreros. Sara, en recuerdo de mi abuela. Y Montiel, por los campos de
mi patria chica.
Sus comienzos
fueron duros. Su lucha diaria se hacía cada vez más espinosa. El camino del
cine es peligroso.
-Pasé
varios años con más ilusiones que trabajo. Me ofrecían papeles que no me
permitían lucir. Llegué a desmoralizarme.
Pero apareció en
1949 Juan de Orduña con “Locura de amor”. Sara –Sarita entonces- volvió a
sentirse con fuerzas. Era una película que podía ayudarla mucho. Y así fue.
“Locura de amor” supuso el primer gran éxito del cine español. Y abrió las
puertas de la fama a la joven actriz manchega. Este título está considerado hoy
como una pieza antológica del séptimo arte de nuestra Patria.
-Pero
por culpa de mi trabajo en aquella cinta tuve muchos disgustos y contratiempos.
Debido al frío intenso que pasé en los estudios caí enferma. Y tuve que guardar
reposo durante varios meses.
La inactividad
hizo pensar a Sara que sus sueños de grandeza nunca se verían cumplidos. Es un
capítulo amargo. Una época que ha procurado olvidar.
Sara curó su
dolencia y volvió a la agitada vida de los platós con más deseo de triunfo que
nunca.
-Luís
Marquina me llamó para interpretar, con Fernando Fernán-Gómez, “El capitán
Veneno”.
Con esta
película, donde Sarita estaba en plenitud de belleza, se despidió de España.
Marcha a América en busca de nuevos horizontes artísticos. Empezará de nuevo.
No tendrá en cuenta sus pequeños éxitos anteriores. Ni el terrible suplicio de
aquella quietud forzada.
Sus mayores éxitos: como actriz "El último cuplé". Como mujer, Anthony Mann.
"He grabado, en proporción, más discos que Frank Sinatra"
En Méjico es
elegida “Reina de la Primavera”. Su belleza se impone rápidamente. El público
la quiere. La mima. Sarita vuelve a sentirse con la misma ilusión juvenil que
tuvo en la Mancha. En Orihuela. En Madrid.
Su primera
película mejicana es nada menos que al lado de Arturo de Córdova. Se titula
“Furia Roja”.
-Entré
con buen pie en aquellos estudios. En seguida me contrataron para dos películas
más: “Ahí viene Martín Corona” y “El enamorado”. Era el año 1952.
Todavía no había
pensado en la conquista de Hollywood. Pero Hollywood pensaba en ella. “Locura
de amor” se ha estrenado en Los Ángeles y ha gustado. Burt Lancaster la manda
llamar para que actúe con él y con Gary Cooper en “Veracruz”. Fue una prueba
difícil para la chica de Campo de Criptana. ¡Ahí es nada!... Actuar entre dos auténticos
colosos mundiales…
La película fue
un éxito completo. Con este motivo Sara se dio a conocer en muchos países. El
cine americano tiene dominado el mercado internacional. La Warner Bros pretende
contratarla en exclusiva durante siete años. Pero la actriz prefirió la
libertad.
Hollywood, no
obstante, no la dejará irse así como así… Y filma allí también “Serenata” y
“Yuma”. Años 1955 y 1956.
-“Serenata”
tiene gratos recuerdos para mí. Trabajé al lado del infortunado Mario Lanza y
de la famosa Joan Fontaine. Y dirigió la película el que iba a ser mi marido:
Anthony Mann.
Se casaron en
agosto de 1957. Fue un doble éxito de Sara Montiel. Como actriz y como mujer.
Anthony Mann era –y es- uno de los hombres con más prestigio en la meca del
cine. En su haber tiene films de la calidad de “Winchester 73” y “Música y
lágrimas”. Y en España realizó el año pasado “El Cid”, con Charlton Heston y
Sofía Loren.
-¿Seguís
conservando vuestra casa en Hollywood?
-No.
Ya la hemos vendido. Ahora hemos comprado una en Madrid, en la plaza de España,
que estamos decorando estos días. Empezaremos a habitarla en el próximo otoño.
Cuando en 1957,
recién casada, regresa a España, su nombre ya era conocido por la nueva
generación de aficionados como una estrella “de Hollywood”. La permanencia de
“Veracruz” durante muchas semanas en la Gran Vía hizo que se cotizara en
dólares. Y hasta hubo algún incrédulo que pensó que esta Sara Montiel era
‘otra’. Pero ella, sencilla como siempre, no dudó en proclamar a los cuatro
vientos de las interviús:
-No
me avergüenzo de sr la hija de un gañán. Cuanto mejor vivo, más me acuerdo de
mis padres. En Hollywood me han querido inventar una biografía preciosa. Pero
yo prefiero contar la mía, la verdadera. Yo soy aquella chica pobre de Campo de
Criptana.
Todavía la
recordamos en una entrevista en Radio Madrid, donde el público ahogaba las
palabras de Sara con los aplausos más sinceros que pueden oírse. Fue un regreso
triunfal.
Su vuelta a
España no pudo tener mejores consecuencias. Juan de Orduña pensó rápidamente en
ella para hacer “El último cuplé”. Pero surgen obstáculos de orden económico.
No disponen del dinero suficiente para contratar a Sara. Se barajan otros
nombres: María Félix, Ava Gardner… Orduña, sin embargo, insiste en que tiene
que ser Sara Montiel.
Cuando comienza
el rodaje nadie sabía que Sara cantaba. Pero ella, ante el escepticismo de
todos, grabó las canciones de la película. Y su voz produjo impacto. Todos los
comentarios coincidían en que era distinta, con un matiz nuevo, cálido, sensual…
El día que se
estrenó en Madrid “El último cuplé”, Sara estaba en su casa de Hollywood,
pendiente de las noticias que pudieran llegarle por teléfono. Y fue Enrique
Herreros, allá por la madrugada, quien le dio cuenta del éxito sin precedentes.
-Me
parecía mentira. Creía que me querían engañar. Pero cuando, unas semanas
después, volví a Madrid, el recibimiento que me hicieron en Barajas me llegó al
alma. Entonces es cuando pensé: “Por fin ha sonado mi hora”.
HOMENAJE
TEATRO DE BUENOS AIRES
"EL ÚLTIMO CUPLÉ"
Ha llegado para
Sara Montiel el triunfo definitivo. La consagración. El encumbramiento. Nada ni
nadie discute ya su primacía. Sara es la primera. Es la mejor. En el cine
Rialto, después de varios meses de proyección ininterrumpida de “El último
cuplé”, recibe emocionada, llorando, el homenaje de admiración popular del
público madrileño. Y el Círculo de Bellas Artes la otorga la medalla de Oro,
por ser la actriz más destacada del año. Todo esto es el principio de una serie
impresionante de agasajos, homenajes y premios.
Después de otro
viaje a Hollywood vuelve a Madrid para comenzar “La violetera”, a las órdenes
de Luís César Amadori. Con esta película vuelve a batir nuevos récords de
taquilla y admiración. Durante año y medio el cine Rialto sólo programa a Sara
Montiel. Primero “El último cuplé”. A continuación “La violetera”. En las
últimas semanas de proyección la sala le rinde un homenaje, colocando una placa
en el vestíbulo para conmemorar los dieciocho meses de permanencia en el cartel
de sus películas. Y nuevos premios: Sindicato Nacional del Espectáculo, Círculo
de Escritores Cinematográficos, etc.
En 1959 filma
“Carmen la de Ronda”, con Jorge Mistral, Maurice Ronet y Amadeo Nazzari. Sara
Montiel se apunta otro triunfo personal. Y la casa Hispavox, que la tiene
contratada para grabar canciones, le hace entrega del “Disco de Oro” por el
récord de venta con los números de la banda sonora de “La violetera”.
-Hice
varios viajes al extranjero para presentar “Carmen la de Ronda”. En todas
partes gustó mucho. Estuvimos en Portugal, Bélgica, Holanda, Suecia… Conocí
personalmente a Ingrid Bergman, que no la había visto en Hollywood. Y me
cautivó por su personalidad. También conocí en ese viaje a Greta Garbo, pero no
me impresionó nada…
-¿A qué actriz
extranjera tienes más simpatía?
-A
Audrey Hepburn. Somos muy amigas.
El director
Rafael Gil reclama la presencia de Sara para rodar una escena de “La Reina del
Chantecler”. Interrumpimos el diálogo. Y esperamos pacientemente. En el cine no
valen las prisas…
Aprovechamos los
minutos charlando con Enrique Herreros.
-¿Dónde está
ahora su esposo?
-En
Madrid. Va a rodar aquí “La caída del Imperio Romano”.
-¿Por qué no ha
vuelto a dirigir a Sara?
-Quería haberlo hecho en “Fruta
madura”, pero no cuajó la idea. Ellos están muy unidos. Si no trabajan juntos
es porque sus éxitos llevan dos caminos distintos.
-¿Dónde filma
ella más a gusto?
-En España, sin duda. Constantemente
me están llamando de todo el mundo para que la lleve a hacer cine por ahí. Pero
son cosas que hay que pensar mucho.
-¿Qué debe el
cine español a Sara Montiel?
-Creo que gracias a ella nos hemos
embarcado en nuestra Patria en la aventura de hacer películas de veinte
millones de pesetas.
"PECADO DE AMOR"
SARA - ANTHONY MANN
Sara ha
terminado de rodar por hoy. Se acerca a nosotros en el momento de pronunciar
Herreros la palabra pesetas.
-Ya
estáis hablando de dinero…
-¿Cuánto sueles
cobrar por película, Sara?
-Eso
no tiene importancia.
Seguimos
hablando de sus éxitos.
-En
1960 hice “Mi último tango”. En 1961, “Pecado de amor”. Y en el año actual, “La
bella Lola” y la que están viendo rodar: “La reina del Chantecler”.
-¿Qué harás
después?
-Rodaré
en Barcelona, con Balcázar. Pero todavía no está el guión hecho.
Sara se siente
molesta con la ropa que lleva puesta para el rodaje.
-Estoy
deseando llegar a casa para bañarme y acostarme.
-¿Hasta qué
hora?...
-Mañana
he de estar aquí a las once. Ha habido suerte.
-¿Cómo vas de
peso?
-Bien.
Cincuenta y dos kilos. Hace unas horas que lo he comprobado.
-Oye, Sara, ¿te
gustaría tener niños?
-¡Ya
lo creo! Hace tres días mi hermana ha tenido uno.
-¿De cuántos
sobrinos eres tía?
-De
siete.
Sara no puede
alargar más la entrevista. Su rostro refleja la fatiga de la jornada.
-Por
favor –nos
ruega-. Retratarme bien para el reportaje. No
quiero que se me note el cansancio. La gente dice luego que estoy para
retirarme…
Pero mientras su
belleza y su arte permanezcan a la altura de hoy, muchos triunfos la esperan
aún. Porque Sara Montiel, aquella chiquilla que soñaba por entre los viñedos de
la Mancha, es ahora una estrella deslumbrante que justifica todo…
A.R.
EL RECORTE CCCVI
Para muchos "La reina del Chantecler" es la mejor película de Sara Montiel. Aquí una reseña del film que apareció en el periódico El Alcázar el 19 de Febrero de 1.963.
“La reina del
Chantecler” es la nueva y sensacional película de la sin par Sara Montiel. “La
reina del Chantecler” es una película vigorosa, moderna, perfectamente
realizada por la mano maestra de Rafael Gil. Un reparto escogido una
ambientación perfecta y un color insuperable hacen de “La reina del
Chantecler”, que con triunfo apoteósico proyectan los cines Palacio de la
Prensa, Consulado, Carlos III y Roxy A, una película distinta. Alberto de
Mendoza, Ana Mariscal, Luigi Giuliani, Greta Chi, José María Seoane, Gerard
Tichy, Milagros Leal, Amelia de la Torre, etcétera, componen el cuadro de
protagonistas junto a Sara Montiel en esta producción Cesáreo González, que
presenta Suevia Films.
LA FOTO CCCVI
Una escena de "La reina del Chantecler". Se acercaba el final...
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