viernes, 27 de septiembre de 2019

MUJER - Julio de 1.961 - España


La diva aparece solo en la portada. 


EL RECORTE CCCXXI
El último capítulo de una biografía que la revista Lecturas le concedía a la estrella en 1.975. Era de su número de 31 de Enero de ese año. 

SARA MONTIEL
SIGUE EN LA BRECHA
AL OTRO LADO DEL OCÉANO
Sarita viajó a América en 1950; rodó numerosas películas, entre ellas “Veracruz”, en Hollywood, y regresó a España convertida en una estrella de fama internacional.

"Veracruz" fue la primera película que rodó Sarita en Hollywood. Intervenía junto a Gary Cooper, Denise Darcel y Burt Lancaster. 

ÚLTIMO CAPÍTULO
Había destacado y gustado siempre por su belleza y fotogenia, pero no acababa de consolidarse como primera figura en nuestro país. Como un El Dorado de excelentes oportunidades, América del Sur y Méjico se ofrecían tentadoramente ante los ojos de nuestros artistas. Algunas de las películas de Sarita habían llegado al público azteca y de allí surgió un contrato para que hiciera la protagonista de “Furia roja”. Ella no lo pensó dos veces, y el 7 de noviembre de 1950, acompañada de su madre, con quien habría de realizar todos sus viajes hasta el día de su fallecimiento, la humilde muchachita de Campo de Criptana subió al avión que la conduciría al otro lado del oceáno; en pos de la fama y del amor.
“Martín Corona”, “Ahí viene Martín Corona”, “Cárcel de mujeres”, “Necesito dinero”, “Ella, Lucifer y yo”, “El círculo” –la película mejicana de la que se ha sentido siempre más complacida-, “Emigrantes”, “Piel canela”, “Yuma”, “Soy gallo donde quiera” –estrenada en España con el título de “Jimmy”-, “Cuando se quiere de veras”, “Se necesitan modelos”, “Porque ya no me quieres”, “Yo no creo en los hombres”, y hasta un total de veinticuatro películas, rodadas en los seis años que permaneció en Méjico, labraron un triunfo relativamente fácil. Su nombre adquirió resonancia, recorrió todas las repúblicas hispanoamericanas, excepto Argentina, presentando sus películas, pero nunca pensó que Hollywood pudiera fijarse en ella.


Sara Montiel, en "Cuando se quiere de veras", una de las muchas películas que rodó en Méjico. Sarita viajó a América acompañada de su madre. 


En 1957, Sarita rodó "Yuma", un "western" en el que interpretaba el papel de la india Yellow Mocasin. En esta instantánea vemos a Sarita y a Rod Steiger en una escena del film. 

Pero sucedió que “Locura de amor” se proyectó en los Estados Unidos, donde tuvo ocasión de verla el actor y productor Burt Lancaster –quien, para su próxima cinta, necesitaba una mujer que incorporase el papel de una india guapa- y la mandó llamar. “No podía desoír aquella invitación que tanto podía suponer en mi carrera –recuerda Sara Montiel- y, aunque temblando de miedo, me fui a Hollywood, trabajando con Gary Cooper y Burt Lancaster, en “Veracruz”, que dio en triunfo la vuelta al mundo”.
“El americano”, cuyo rodaje no se terminó, tenía como pareja protagonista a Sara Montiel y el galán Glenn Ford. Otro nuevo título “Run in the arrow”, de la RKO, precedió a la película que interpretó junto a Mario Lanza, malogrado cantante de origen italiano, y la actriz Joan Fontaine. El film en cuestión se titulaba “Serenade”, de la Warner, y fue estrenado entre nosotros con el título de “Dos pasiones y un amor”, y dirigido por Anthony Mann.


La actriz, en "El último cuplé". Sarita rodó esta película en 1957, a su regreso de América; fue dirigida por Juan de Orduña, y con ella, Sara obtuvo la consagración definitiva en España. 


En 1958, Sara Montiel rodó "La violetera". Esta película fue dirigida por Luís César Amadori. 

El hombre que habría de ser el primer esposo de nuestra bella y célebre compatriota –nacido de modesta familia judía, en San Diego (California), el 3 de junio de 1906, y fallecido en Berlín Oeste, a consecuencia de un ataque cardíaco, el 29 de abril de 1967- se apellidaba en realidad Bussmann, pero lo americanizó y lo dejó reducido a Mann, al principio de su carrera artística.
Muchas fueron las películas por él dirigidas; citaremos “Winchester 73”, “Música y lágrimas”, “Horizontes lejanos”, “Colorado Jim”, “Comando del aire”, “El hombre de Laramie”, “Cazador de forajidos”, “Tierras lejanas”, “Las furias”, “La colina de los diablos de acero”, “El Cid”, etc. En el otoño de 1955, especialmente invitado por la Warner, realizó el film “Serenade” y, durante el rodaje, nació el idilio entre él y Sara Montiel, que habría de culminar en boda civil, a principios de 1957 (primera boda para la estrella y segunda para él, que se había casado, en 1931, con Mildred Kanyoh, y tuvo dos hijos: Tony y Mina)… A pesar de la diferencia de edad que existía entre los contrayentes –ella, veintinueve años, y él cincuenta y uno- la unión fue feliz y siempre que sale el tema a colación, asegura la ex señora Mann: “Anthony era un hombre ‘divino’. Estuve casi siete años casada con él. En el trabajo nos compenetrábamos totalmente y yo le admiraba. Creo que le quise mucho”.


"Carmen, la de Ronda", fue rodada en 1959. Durante aquellos años, Sara intervino también en algunas producciones internacionales, como "Le cucciole" o "The Gods of Shark Reef".


Sara Montiel, en "Mi último tango". En "El último cuplé", Sarita se reveló como cantante, y a partir de entonces cantaba todas las canciones de sus películas. 


Sara Montiel y Antonio Ciffariello, en "La bella Lola", película rodada en 1962.


Sarita en una secuencia de "Samba". 


Sara Montiel, con Gérard Tichy (derecha) y Alberto Mendoza (izquierda), en una secuencia de "La reina del Chantecler". Sara interpretaba el papel de una estrella de "music-hall". 


Sara rodó "Tuset Street" en 1968. Durante el rodaje de esta película se entabló una pequeña guerra entre la actriz y el director, Jorge Grau. Las cosas se complicaron y Grau abandonó el rodaje, siendo sustituido por Marquina. 

SEGUNDO MATRIMONIO
Creo innecesario repetir la tan conocida historia de la filmación de “El último cuplé”; pero sí considero preciso resaltar dos extremos un tanto ignorados. Cuando Sara regresó a España y fue entrevistada en el Hotel Hilton, por los colegas madrileños, declaró: “Vengo a descansar y a ver a mi familia. Mañana mismo iré a Campo de Criptana… ¡Echo de menos a los míos! Tengo tres hermanos, tres cuñados, primos, tíos… Estoy muy fatigada y no pienso trabajar. ¡Bueno!, si la película fuese muy buena, y si me fuera el papel, quizá diría que sí. ¡Pero tendría que ser muy fuerte la tentación!”.
Y debió serla, en efecto, la oferta de Juan de Orduña, cuando poco después se trasladaba a Barcelona para rodar “El último cuplé”, película musical en la que, por cierto –y es esto lo que también deseo subrayar- se pensó primero en doblar su voz, aunque finalmente cantara la propia estrella, y ya siempre con abundancia de “play-backs” en sus posteriores películas, interpretaría –en olor de popularidad- “La violetera”, “Carmen, la de Ronda”, “Mi último tango”, “Pecado de amor”, “La bella Lola”, “Samba”, “La reina del Chantecler”, “Noches de Casablanca”, “La dama de Beirut”, “La mujer perdida”, “Tuset Street”, “Esa mujer”, “Varietés” y “Cinco almohadas para una noche”.


Sara Montiel con su madre, doña Vicenta Fernández. Ambas estaban muy unidas y la muerte de doña Vicenta constituyó un rudo golpe para Sarita. 

Tras la anulación del primer matrimonio, nuestra bellísima compatriota volvería a casarse. La boda tuvo lugar, en Roma, el 2 de mayo de 1964, y ofició la ceremonia el abad mitrado del Valle de los Caídos, Fray Justo Pérez de Urgel. Sarita vestía un conjunto confeccionado por el modista Balmain, regalo de su marido, José Vicente Ramírez Olalla, cuyo valor era de ciento veinticinco mil pesetas. Una sola persona representaba a los familiares de la novia: su madre. Y una sola persona también a los del novio: su hermano. El ramo nupcial quedó depositado sobre la tumba del último rey de España, Alfonso XIII, y, al día siguiente, la pareja fue recibida por el Papa Pablo VI.


Sara Montiel con su primer marido, el director de cine Anthony Mann. Se casaron, por lo civil, a principios de 1957, separándose años después. 


Su segundo marido fue José Vicente Ramírez Olalla; se casaron en 1964. 


La actriz con Pepe Tous, su empresario. Confían en contraer matrimonio en breve. 

Cuando, ahora, le preguntan a Sara: “¿Qué pasó con su segundo marido?”, ella responde: “En seguida se plantearon problemas, porque creyó que yo iba a ser una mujer normal de mi casa, y eso no era lógico. Él me conoció siendo Sara Montiel y como seguramente no debió entenderlo así, lo mejor fue cortar por lo sano”.

JORGE CARRANZA GESA
FIN


LA FOTO CCCXXI


A principios de los '60. Por Simón López. 

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