¡¡¡MUCHAS FELICIDADES!!!
El 1 de Abril de 1983, la revista Lecturas se hacía eco del 55 aniversario de nuestra estrella con este magnífico reportaje.
SARA MONTIEL
cincuenta y… años radiantes
La actriz, que el pasado 10 de marzo cumplió cincuenta y cinco años, se mantiene perfectamente en forma y conserva su belleza y encanto de siempre, como pueden comprobar a través de este reportaje gráfico, en el que la vemos en todo su actual esplendor.
Sara nació en Campo de Criptana (Ciudad Real) el 10 de marzo de 1928.
Aquí vemos a Sara con otro de sus espectaculares modelos, en tono rosa.
Increíble pero cierto. A sus cincuenta y cinco años, cumplidos el pasado día 10 de marzo, Sara Montiel sigue siendo una ‘mujer bandera’, que continúa conquistando a su público día a día. María Antonia Abad, que así se llama realmente la actriz, se mantiene en forma, desafiando al tiempo, conservando todo su atractivo y demostrando que se puede ser bella a cualquier edad. Porque, el caso es que van pasando los años, sin menguar la belleza física y la gran profesionalidad de esta ‘vedette’ de revista, cantante y actriz cinematográfica. Millones de espectadores aplauden a Sara Montiel día y noche, en un coliseo barcelonés, al frente del espectáculo. “¡Taxi…! ¡Vamos al Cómico!”, en donde el público catalán puede comprobar ‘in situ’ que Saritísima actúa como en sus mejores tiempos, manteniendo la atención del público y demostrando bien claramente que su futuro artístico, sea cual fuere su edad exacta, está asegurado aún por largos años.
Sara Montiel, ‘vedette’, como la hemos visto cientos de veces en los escenarios a lo largo de su carrera.
Con el primer seudónimo de “María Alejandra” hizo su debut en el cine, en una película del desaparecido director Ladislao Vajda: “Te quiero para mí”… Era muy joven y quizá nazca de este hecho que se acumulen sobre sus espaldas más años de los que en realidad tiene.
La trayectoria seguida, a partir del ‘boom’ de “El último cuplé”, sitúan a Sara, como máxima figura de la cinematografía española a nivel internacional, habiendo rodado también películas en México, Estados Unidos, Brasil… Por sus papeles en películas tales como “Mariona Rebull”, “Locura de amor”, “Pequeñeces”, gustaba siempre por su belleza y fotogenia, pero no acababa de consolidarse como primera figura. Fue entonces cuando tomó la determinación que al cabo del tiempo la catapultaría de golpe al estrellato.
En esta fotografía podemos admirar la espléndida belleza de Sara.
Como un El Dorado de excelente oportunidades, México y América del Sur se ofrecen ante los ojos de artistas tentadoramente. Ayer y hoy la incierta aventura de “cruzar el charco” ha atraído con enorme fuerza a los artistas españoles; de allí partió un contrato para que Sara hiciese la protagonista de “Furia Roja” y no se lo pensó mucho. En un día de 1950, acompañada de su madre, con quien realizaba todos sus viajes, aquella muchacha de Campo de Criptana, a quien el cine patrio no le había prestado demasiada atención, subía al avión que debía conducir al otro lado del Atlántico: hacia la fama y el amor.
Sara luciendo un “maillot” de gimnasia. Tras divorciarse de Anthony Mann, la actriz se casó con José Vicente Ramírez Olalla.
Marchó a México para cumplir un solo contrato, pero el éxito, entre el público azteca, es relativamente fácil, y las ofertas aumentan, van multiplicándose. Allí es querida como una hija del país (efectivamente se nacionalizó mejicana, porque las leyes le prohibían aceptar otros ofrecimientos de no adquirir carta de naturaleza) y la Meca del Cine, aun teniéndola a sólo cuatro horas de avión de la capital, no la seducía con sus oropeles en la forma de una aventura en la que tal vez pudiera fracasar. Pero en Hollywood había un hombre dispuesto a que la actriz española trabajase para el cinema yanqui: Burt Lancaster. Había visto “Locura de amor” y para su próxima película, “Veracruz”, buscaba una mujer que incorporase el papel de india guapa. Sara le pareció al veterano actor la actriz ideal… y la convenció con un buen puñado de dólares.
Como pueden ver, Sara conserva perfectamente su línea.
Hoy nuestra compatriota tiene a orgullo, y siempre lo proclama, su más que modesto origen: con orgullo legítimo –no hay mejor aristocracia que ésta- de saberse levantada por sí misma, por su propio esfuerzo. Con Mario Lanza y Joan Fontaine rueda otra cinta. “Dos pasiones y un amor”, que, con “Yuma”, finaliza sus aventuras hollywoodense. El rodaje de “Dos pasiones y un amor” le permitió entrar en relaciones con el prestigioso director Anthony Mann, con quien estuvo casada varios años. A su regreso de México, un realizador español (también desaparecido), Juan de Orduña, le tenía preparada una sorpresa: el cuplé en la voz de Lilian de Celis se había puesto de moda, y Juan de Orduña tuvo la idea de crear una película en torno al mismo, con los inesperados resultados que todos ya conocemos.
Sara Montiel se casó por primera vez con el director de cine norteamericano Anthony Mann. La boda se celebró en México.
Hoy, aquella niña, María Antonia Abad, es millonaria, tiene casas, acciones y cuentas corrientes. Su nombre figura en las listas de los mayores y mejores contribuyentes, varios abrigos de piel se alienan en su armario y en sus joyeros hay millares de dólares en esmeraldas, brillantes, platino y rubíes. Cualquiera de sus diademas valen una fortuna.
Una radiante imagen de Sara. Tras conseguir la anulación matrimonial de su segundo marido, la actriz se casó con Pepe Tous.
Desde 1973, en que rodó “Cinco almohadas para una noche”, permanece alejada del cine. Muchas cosas ocurrieron y muchas películas se filmaron tras el estruendoso éxito de “El último cuplé”. Premios de interpretación, entre otros, del Sindicato Nacional del Espectáculo de 1958, por “La violetera”, y del Círculo de Escritores Cinematográficos de 1957 y 1958, por “El último cuplé” y “La violetera” y… otros dos maridos: José Vicente Ramírez Olalla y Pepe Tous (convertido ahora en su ‘manager’) con quien se casó en 1980.
La actriz quiso posar para nuestra revista con uno de sus mejores modelos de fiesta.
Algún día Sara escribirá sus memorias. Y de todo habrá en ellas. Ahora está en su capítulo de amor; porque Sara ha encontrado el amor. Sara está sinceramente enamorada de Pepe Tous; no importa los años que tenga. Ha celebrado con su marido e hijita un nuevo aniversario. Y, por primera vez en su vida, “Sara Montiel” y María Antonia Abad se han puesto de acuerdo. Las dos se han dado la mano y han sonreído.
Indiscutiblemente, el negro favorece a Sara, la actriz esta actuando ahora en un teatro de Barcelona.
JORGE CARRANZA GESA
FOTOGRAFÍAS
Campo de Criptana es la cuna de Sara Montiel. El 29 de Marzo de 2008, su pueblo natal, quiso homenajear a su paisana más ilustre con toda una jornada de actos muy emotivos. Además de la reinauguración de su molino-museo, la nueva placa en la casa donde nació y la declaración de 'Gigante Universal', como los molinos-gigantes con los que luchó Don Quijote, la estrella destapó una estatua en la que queda inmortalizada su vida y su persona. Aquí algunas fotos significativas de aquél día, que fue la celebración, con los suyos, de su 80 cumpleaños.
El mito contempla la eternidad.
Sara, como siempre, rodeada de multitudes.
Cobertura internacional para una estrella internacional. Medios de países como Portugal, Francia, Italia, Alemania, México o Estados Unidos, quisieron acompañar a la diva.
Sara en la rueda de prensa que concedió.
¡¡¡felicidades, SARA!!!
Maravillosos 83 años!!
ResponderEliminarLa canción que suena en el vídeo es una de mis favoritas. Te felicito
Fran
gran diva le mado mi amor desde honduras.. eres lo maximo SARITISIMA!!
ResponderEliminarEste homenaje a la Gran Diva de España me llena de emocion....desde Puerto Rico, que tanto te quiere, recibe Sara el amor eternos de uno de tus multiples admiradores...
ResponderEliminarYiyo