sábado, 24 de diciembre de 2011

AMA - Diciembre, segunda quincena de 1976 - España


SARA MONTIEL,
OPTIMISTA
“CREO QUE 1977 VA A SER UN GRAN AÑO PARA MÍ”

Sara Montiel  lucha contra el tiempo, contra la falta material de tiempo, pues el trabajo y los proyectos se le amontonan. El año comienza para ella generoso en este punto, optimista en todos los terrenos, y con prisa… Embutida en un bonito abrigo de lince, llega de la calle, de probarse unos trajes que le están haciendo para el “show” que prepara en estos momentos. Mientras subimos en el ascensor de su casa, me comenta este proyecto:
-Estoy preparando un “show” musical, muy actual, muy moderno, al estilo de los que se pueden ver en París, Londres o Nueva York.
-¿Dónde te vas a presentar?
-En Barcelona, pasando por Zaragoza.



Proyecto frustrado y desilusión
-¿Qué ha pasado con el proyecto de presentarte en teatro con una obra dramática?
-Era un proyecto muy bonito, en el que había puesto muchas ilusiones, pero que ha sido imposible llevar a la práctica.
-¿Por qué motivo?
-Porque la obra consistía en siete partes o décadas, y cada una de ellas estaba relatada por un escritor actual, de los más representativos; algunos hicieron su guión, pero otros, no. Yo he esperado todo el verano, pero llegó septiembre, que es cuando pensaba debutar, y todo estaba sin rematar, sin preparar. Hemos desistido de este asunto.
-¿Desilusionada?
-Un poco, por qué te lo voy a negar, pues tenía gran ilusión en esto.
-Otra vez será…
-¡Ah, sí, por supuesto! Una de mis virtudes o defectos, según se mire, es que soy muy terca en lo que me propongo.

Dinero, dinero…
-Oye, Sara, ¿y no será que has tenido problemas con estos señores? Me refiero a los escritores.
-No, no. ¿Por qué la gente siempre tiene que pensar mal? Todos somos muy amigos. Ayer estuve precisamente con uno de ellos, Paco Umbral, y seguimos tan amigos. Sólo hubo ese problema, que nos faltó tiempo a todos, y que yo quería volver a la escena esta temporada.
-Va a ser un espectáculo por todo lo alto, según me dices. ¿Cuántos trajes vas a lucir?
-Pues, mira: tengo dieciséis cambios, así que dieciséis trajes.
-¿Muy costosos?
-Pues, si un trapo absurdo en una “boutique” absurda, te cuesta enseguida quince o veinte mil pesetas, un traje a medida, que lleve bordados con piedrecitas y así, échale enseguida noventa o cien mil pesetas. Así que mis “trapitos” pasan del millón y medio.
-¿Y el espectáculo en total?
-Montarlo costará cinco o seis millones de pesetas.
-Que esperas recuperar con creces…
-Porque, si no, no me presentaría.
-¿Será un espectáculo caro?
-Sí; bastante. Ten en cuenta que será un “show” importante, con un ballet de veintitantas personas y con otras figuras también importantes.
-Y, con esos trajes tan costosos, después que los luces en un espectáculo así, ¿qué haces?
-Pues, mira, después de eso, y de que vosotros me los fotografiéis tanto, me los como…



Con veinte kilos menos
La Sara Montiel que ahora se va a presentar en público estará bastante más reducida de peso.
-He bajado veinte kilos. Ahora estoy en cincuenta y uno, que es mi peso ideal.
-¿Y te encuentras bien físicamente?
-De maravilla.
-¿Cómo lo has conseguido?
-Encontré un médico en Barcelona, el doctor Fábregas, que es estupendo, maravilloso; puedo comer casi de todo, y sigo en este peso, que es el mío.
-¿Tanto te preocupaba la báscula?
-Mira, llevo un año o año y medio sin hacer nada, desde lo de “Saritíssima”, hasta que he perdido peso.
-Y ahora se te amontona el trabajo…
-Pues sí. Los días 27, 28 y 29 de este mes me presento en Cleofás, que me he visto y deseado para hacer ese hueco. 


A cara lavada
Mientras hacemos la entrevista, Sara se maquilla para las fotografías.
-Para que veas que no hay trampa ni cartón…, sencillamente mi cara. Es que la gente es muy dada a inventar… Ya ves que de la calle he venido con la cara lavada, como ando siempre; sólo me maquillo para actuar o para las fotografías.
Tiene una piel envidiable, privilegiada; ha perdido veinte kilos y su cutis sigue tan terso y joven como si tal cosa.
-No hay ningún secreto.
-¿Y para mantenerse siempre en candelero?
-Tampoco hay secreto; el público es quien decide.
-En tu caso, te adora…
-Sí, es cierto. Será porque yo también lo adoro, y le respeto.
-¿Te imitan?
-No me preocupo; cada una tiene su propia personalidad, y eso es lo que se debe cuidar.

Esperando la nulidad
-Me gustaría tener tiempo libre, en estos momentos que me encuentro tan agobiada, tiempo para ir al teatro, al cine, para pasear… Hace unos días fui a ver “Canciones para después de una guerra”, y llegamos a la mitad de la película, cosa que no me gusta. También me gustaría tener tiempo libre para aceptar algunas ofertas que me están haciendo, y que son bastante tentadoras para mí.
-Por ejemplo…
-Pues, mira: anoche estuvo aquí Lazarov hasta la una y media de la mañana, pues entre todos estudiábamos la posibilidad de sacar tiempo para un programa muy bonito: “Una hora en…”, que en este caso se rodaría en la exótica isla de Java. La idea es preciosa, y trataremos de rodarla a lo largo de este año. Después, también quiero hacer cine, pero todo eso tendrá que esperar, hasta que termine en este espectáculo. También estoy grabando un LP de éxitos míos.
-En una palabra, que 1977 va a ser un año muy bueno para ti…
-Creo que sí. Eso espero. También espero que se solucione pronto lo de mi nulidad. De momento, sigue su curso normal; creo que el resultado será favorable, ya que la Iglesia es muy justa.
-Cuando obtengas la nulidad, ¿te volverás a casar?
-Pues, mujer…, lo pensaría. Después de un fracaso, la cosa no es para menos.



Alicia FERNANDEZ
Fotos: José Antonio


EL RECORTE XLVII
En Diciembre de 1995, Sara Montiel compartía con todos sus ilusiones, proyectos, intimidades.... en unas fechas, que en aquellos años, todavía estaban fuertemente marcadas por la pérdida de Pepe Tous. Era el año también de su último gran disco: "Amados Míos". Esto es lo que le contaba la estrella a la revista Lecturas.


SARA MONTIEL
celebra la Navidad
con sus dos hijos



Sara Montiel y sus hijos, Thais y Zeus, pasan las fiestas de Navidad en su casa de Madrid. Los tres quieren aprovechar estos días de vacaciones para estar juntos. Thais y Zeus, por unos días libres de sus obligaciones con sus estudios, y Sara haciendo un alto en su trabajo. Estas son las segundas Navidades que pasan en Madrid.
-Quiero estar tranquila en casa con mis hijos porque durante el curso sólo puedo disfrutar de ellos el fin de semana. Mis hijos tienen que estudiar y yo entre el disco que acabo de grabar y los compromisos de trabajo no puedo estar todo el tiempo que quiero a su lado. Además a Thais y a Zeus les gusta, como es lógico, en sus horas libres ver a sus amigos, así que es ahora cuando tienen vacaciones cuando más podemos estar juntos.



-¿Pasaréis todos estos días de fiesta en Madrid?
-Sí, aquí en nuestra casa y con algunos amigos que vendrán a cenar a casa el día de Nochevieja.
Thais y Zeus han terminado de arreglar el árbol, los dos han elegido el color blanco como dominante en los diferentes adornos. Su madre los mira embelesada. “Menos mal que el tiempo todo lo pone en su sitio y mis hijos han empezado por fin a sentirse bien aquí en Madrid. Para Thais fue muy duro el traslado de Palma a esta casa, ella estaba muy acostumbrada a sus amigos, a nuestra casa de Palma y sobre todo fue muy duro para ella el perder a su padre, al que adoraba. Zeus, como es más pequeño, se dio menos cuenta pero a mi Thais le costó muchísimo. Ahora ya está totalmente adaptada a Madrid y tiene una pandilla de amigos muy buena”.
Junto a Sara está sentado un enorme mastín mallorquín, de setenta kilos de peso y que atiende por el nombre de “Ito”. Acaba de cumplir 13 años y es el mimado de la familia. “¡Es tan dócil y cariñoso!, nos adora, pero especialmente es a mí a quien no deja un instante sola”.
-¿Cuál es el balance que haces de este año que está a punto de terminar?
-La verdad es que en el terreno personal y profesional no puedo quejarme. Mis hijos y yo hemos tenido un año mejor que el anterior. Thais y Zeus se han adaptado al cambio brusco que han tenido y sobre todo estamos más unidos que nunca. Ellos son el motor, junto a mi trabajo, que me hace tener las fuerzas que tengo. El disco que he grabado está funcionando de maravilla así que todo está marchando bien, sólo le pido al 96 que me traiga salud para estar junto a mis hijos y poder cuidar de ellos como hasta ahora.
 -¿Te sientes sola a pesar de haber sido un buen año?
-Sí; me siento muy sola, pero así es la vida. 



La última Navidad pasada con Pepe Tous
La última Navidad pasada con la familia al completo, con Pepe, fue la de 1991. Sara estaba pletórica a sus 63 años; acababa de ser nombrada Lady España y había cerrado una exitosa gira por América en la que había estado acompañada por él. Para el mes siguiente, enero del 92, tenía previsto estrenar el espectáculo “Ven al paralelo”. La vida de la familia, con la agitación propia de una artista, discurría no obstante dentro de la tranquilidad. Palma era para ellos una ciudad acogedora y Thais y Zeus vivían felices, siempre en compañía de su padre. Aquella, la del 91, fue una Navidad feliz, pero el 92, el año de los Juegos Olímpicos de Barcelona y del Quinto Centenario fue el año de la muerte de Tous. Era el 25 de agosto. 




Texto: Chelo García-Cortés
Fotos: Ch. G.-C.


LA FOTO XLVII

CELEBRANDO LOS 50 AÑOS DE PECADO DE AMOR



Queremos desearos a todos los seguidores del blog, que tantos y de tan variados paises sois, una noche de paz, de amor y de felicidad. Y una Navidad llena de ilusión y fraternidad. 
¡Feliz Navidad a todos!




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