viernes, 20 de abril de 2012

DIEZ MINUTOS - 19 de Mayo de 1987 - España


En el incendio del hotel de Barcelona donde se hospedaban…
LAS FOTOS DEL RESCATE DE
SARA MONTIEL
Y PEPE TOUS
“En mi vida he pasado más miedo que cuando estaba colgada de una cuerda a veinte metros del suelo”

Sara Montiel, visiblemente excitada, habla con una de las personas que la atendieron tras ser rescatada. 

‘He pasado un miedo espantoso. Ha sido terrible, el peor momento de mi vida. Creí que no salíamos de ésta, y si no llega a estar la cesta me tiro al vacío’, fueron las primeras palabras de Sara Montiel cuando fue depositada en tierra por un brazo mecánico del cuerpo de bomberos de Barcelona. Mientras Sara contaba así sus miedos, era bajado de la terraza por el mismo procedimiento su marido, Pepe Tous.
El incendio del hotel Sarriá se inició a las 10.30 de la mañana en una de las salas del sótano, dedicada a archivo y oficinas. Ha costado la vida a un bombero debido al humo tóxico.
Sara Montiel, que se encontraba actuando en la sala de fiestas Scala desde el pasado 7 de mayo, se hospedaba en dicho hotel, sito en el número 50 de la avenida de Sarriá. Fue inaugurado el 15 de abril de 1975 y es uno de los más lujosos de Barcelona. Tiene trescientas catorce habitaciones, y en el momento de producirse el incendio había trescientas personas alojadas.
El servicio de alarma del hotel funcionó perfectamente, lo que posibilitó la evacuación de forma rápida y con mínimas consecuencias. Además del bombero que resultó intoxicado y muerto, hay otros cinco heridos que presentan estado de ansiedad, mientras un sexto sufre cortes leves causados por cristales.


Un bombero ayuda a Sara Montiel a introducirse en la cesta de la guía que la salvaría de perecer en el incendio del hotel. En las fotos les ofrecemos dos momentos del aparatoso rescate. 

SARA, ATERRORIZADA
Con continuas muestras de haberlo pasado muy mal, Sara Montiel nos contó todo lo ocurrido:
-Estábamos durmiendo, puesto que estuvimos trabajando hasta muy tarde. Una camarera nos despertó diciendo que había fuego. Salimos los dos, junto con Ester Martín, mi peluquera, que dormía en una habitación contigua, e intentamos bajar del piso dieciocho, que es donde estaba nuestra habitación.
-¿Qué fue lo primero que pensasteis?
-En salir como fuera; estábamos aterrorizados. En la planta dieciséis había tanto humo que resultaba imposible seguir bajando. Volvimos a la habitación y mojamos unas toallas para protegernos del humo. Y buscamos desesperadamente una salida. No había manera. ¡Era horroroso! Finalmente encontramos una terraza en el piso dieciséis, desde donde pudimos hacer señas a los bomberos.
Sara presentaba un aspecto trágico, ya que no le dio tiempo a nada: ‘Con la bata puesta y en zapatillas tuvimos que dejar la habitación. No recogimos nada porque sólo pensábamos en salvarnos’.
Los bomberos habían accedido al edificio desde diferentes lugares. La peluquera de Sara fue evacuada por un tubo de los que utilizan los bomberos, pero la actriz-cantante se negó: ‘Si hubiera tenido que bajar por el tubo me hubiera muerto. Tengo claustrofobia y me hubiera dado un ataque al corazón. Antes me hubiera tirado al vacío’.



Los bomberos encontraron otro medio. Mientras Pepe Tous esperaba en la terraza inferior, ataron a Sara con una cuerda: ‘Y me bajaron como pudieron hasta el brazo mecánico. En mi vida he pasado más miedo que cuando estaba colgada de una cuerda a veinte metros del suelo. No quisiera pasar otro momento así por nada del mundo. Ha sido el peor rato de mi vida’. Seguidamente repitieron la operación con Tous, que se tomó la cosa indudablemente con igual miedo pero más tranquilo.
-¿Habías pasado tanto miedo alguna vez?
-No, nunca. Creímos que no íbamos a poder contarlo. Quiero dar las gracias a los bomberos, que nos han salvado la vida. No sé cómo podremos pagar el riesgo y valor de estos hombres. ¡Gracias!
Sara ha pasado por el momento más terrible de su vida y así lo demuestra, repitiendo, nerviosa, una y otra vez: ‘Ha sido horrible. Ahora puedo decir que conozco el miedo. Todavía estoy temblando como un flan’.



Pero a pesar del terror que pasó la actriz en ningún momento quiso que la trasladaran en una ambulancia a una clínica hasta que no vio a Pepe Tous fuera de peligro. Después, el matrimonio tampoco quiso que los llevaran al hospital, desplazándose al domicilio de unos amigos, en donde descansaron.
Precisamente Sara Montiel se enteró de la muerte de un bombero de treinta y tres años en casa de estos amigos, y ha hecho que su marido inicie las gestiones precisas para saber en qué situación económica se encuentra la familia del fallecido. Está dispuesta y así lo afirmó, ‘a dar un recital para recaudar fondos para los familiares de este hombre, ya que gracias a él y sus compañeros tanto mi marido como yo estamos hoy con vida’.
El incendio del hotel Sarriá ha sido más escandaloso que otra cosa; la gran cantidad de humo sembró la alarma de forma indiscriminada, pero los efectos del fuego no fueron excesivos. El mismo día del siniestro estaba previsto que llegara al hotel Manuel Fraga, quien pasará unos días de estancia en la Ciudad Condal.


Sara Montiel, nerviosísima, en el interior de la ambulancia una vez rescatada del incendio del hotel Sarriá, donde se alojaba con su marido, ya que estaba actuando en la Ciudad Condal. 
Sara baja la escalera ayudada por los bomberos. Su marido, Pepe Tous, que también aparece en la fotografía, lo haría poco después. 

A las seis de la tarde del mismo día en que se produjo el incendio Pepe Tous no había podido ir a las habitaciones que ocupaba en el hotel junto a su mujer, Sara Montiel, a recoger sus efectos personales. El director del Sarriá le informó telefónicamente que la policía cuidaba de que no se produjeran robos. Aparte de la ropa, Sara Montiel tenía también diversas joyas.

Chelo García Cortés
Fotos: EFE


EL RECORTE LXII

Casi sin ninguna duda, el incendio del hotel barcelonés Sarriá, fue el momento de mayor terror e incertidumbre de la pareja Tous-Montiel hasta el momento. Si bien al final no tuvo ninguna consecuencia, hasta las mismísimas joyas saritísimas se salvaron, el susto no se lo quitaba nadie. Así lo recogía la revista Hola el 28 de Mayo de 1987. 


En Madrid, al día siguiente de haberse incendiado el hotel de Barcelona en el que se hospedaban
SARA MONTIEL
Y PEPE TOUS
“Damos gracias a Dios por poder contarlo, aunque no pueda hacer lo mismo el muchacho que dio su vida por salvarnos”.
La artista había dejado en la habitación, al iniciarse el fuego, trescientos millones de pesetas en joyas, que le fueron entregadas a las pocas horas. 

Sara muestra todas las joyas, por valor de trescientos millones de pesetas, y que dejó en la habitación tras producirse el incendio. 

“¡Somos jovencísimos, tenemos dos días!”. Con estas palabras y del brazo, como dos recién casados, Sara Montiel y su esposo, Pepe Tous, mostraban una y otra vez sus ganas de vivir, su suerte de poder contarlo. Sobre el tobillo de la artista, un pequeño vendaje para curar ese leve esguince sufrido, recuerdo de uno de los momentos más angustiosos, si no el que más, de su vida. Un bolso plateado, paradójicamente similar al osado tejido que tiene el valor de hacer frente a las llamas, el amianto, colgaba del brazo de Sara. En su interior, 300 millones de pesetas en joyas que no acompañaron a su dueña en su milagrosa escapatoria, supervivientes a la catástrofe y que le fueron entregadas horas después. Siempre en sus mentes el recuerdo a ese bombero, Manolo Ortega, que ‘dio su vida por salvar las nuestras’. Con esa extraña dicharachería propia de la excitación sufrida, la popular pareja, aún con el denso humo en sus gargantas, quería recordar aquel momento en el que una camarera llamó insistente al otro lado de la puerta: ‘¡Por favor, despiértense, que parece que hay fuego porque hay mucho humo…!


Fotografía de las joyas. 

-¿Y después?
-En primer lugar, damos gracias a Dios por poder contarlo, aunque no pueda hacer lo mismo el bombero que dio su vida por salvarnos. Fue terrible. Había un humo negro y muy denso, como si fuera petróleo. Nos ahogábamos. Salimos de la habitación, yo llevaba una sola zapatilla. Intentamos bajar del piso dieciocho, en el que nos encontrábamos, hasta el quince. Fue imposible. Nuevamente ascendemos a nuestro piso y entro en la habitación para coger tres toallas: para mi esposo –relató Sara-, para mi peluquera y para mí. Las empapo para poder respirar. Y pegamos una patada a una puerta que comunica con una salida, no a una terraza, sino a un saliente del edificio. Y esperamos a que vinieran a rescatarnos...

UNA ZAPATILLA, UN BOLSO, UNA LLAVE…


Sara Montiel, con el tobillo vendado, y su marido, Pepe Tous, en Madrid tras ser salvados en el incendio de un hotel en Barcelona.

Es Pepe quien interviene.
-Fue una cosa muy curiosa, porque Sara tan sólo se preocupaba por la zapatilla que le faltaba, para nada se acordaba de las joyas. Yo, pensando en un bolso con mi documentación, y Esther Martínez, la peluquera de mi mujer, queriendo cerrar la habitación y entregar la llave en recepción.
Ahora que lo pienso…, ¡qué cosas nos preocupaban!
-Y llegaron a rescataros…
-Efectivamente –continuó la artista-. A mí me bajaron la primera. Mientras descendía dentro del brazo hidráulico, el bombero que me acompañaba decía: ‘Sara, mírame a mí, que soy muy guapo, y cántame un cuplé, pero, por lo que más quieras, no mires al vacío’. Me llevaron a la ambulancia y me administraron oxígeno. En ese momento pude ver por la rendija de la puerta a Pepe, que aún estaba allí arriba: ‘¡Mi marido, mi marido1’, grité angustiada.
-Pepe, una verdadera prueba de amor de Sara, ¿no?
-No una prueba, sino la continuidad de la prueba de amor de mi esposa.


La actriz y cantante enciende un puro. 

-¿Pensasteis en vuestros hijos en algún momento?
-En ese momento no –indicó la artista-, pero después me di cuenta de que si llegan a estar ellos aquí es que me muero.
-¿Se lo habéis contado, Sara?
-Se lo contamos como si fuera un cuento. Le dijimos a nuestra hija que sus padres habían bajado en una grúa parecida a la que su hermano tenía para jugar porque había fuego. Quisimos hacerlo así antes de que alguien se lo contara o lo vieran en televisión.

TICO CHAO
Fotos: AGENCIAS


LA FOTO LXII

CELEBRANDO LOS 50 AÑOS DE
'LA BELLA LOLA'

1 comentario:

  1. Hola! Me gusta mucho tu blog y aprendo muchísimo sobre la vida de Sara Montiel, estrella a la que también adoro. Lo que de verdad no me gusta nada es el watermark que pones a las fotos que subes. Entiendo que tú las escaneas o que son de tu propiedad y no quieres que anden circulando por ahí sin tu permiso pero... ¡Son fotos tan bonitas para estropearlas de esa manera! Me gustaría que de verdad reconsideraras retirar el watermark, aunque lo hagas o no no será una razón para dejar de visitar este magnífico trabajo. ¡Gracias!

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