“LA BELLA LOLA”
1.Javier va a salir esta noche, como todos
los días. Procura abrir la puerta con el máximo silencio para no escuchar cada
vez la voz de su madre insistiendo en que esa vida de diversión no es
compatible con la de un buen político. Federico, su amigo íntimo, le está
esperando con la pandilla y no puede faltar. Deciden ir a un oscuro café. Al
entrar ya está Lola actuando; es una chica preciosa y piensan pasarlo bien. Sus
bromas en voz alta y tono irónico interrumpen la canción de Lola. En su mirada
hay un desafío y Javier lo acepta. La apuesta de una cena es la gota que falta
para empezar la conquista. Sólo tiene cuarenta y ocho horas.
2.Hay que buscar
una buena táctica. Ayudado por Federico, entra en el camerino de la actriz,
haciéndola creer que está herido y perseguido por revolucionarios. Al
descubrirle, todo lo que consigue es pasar una inolvidable noche en la cárcel.
La influencia del ministro de Justicia, viejo amigo de la familia, acelera la
aclaración del suceso. Javier piensa que las cosas no han quedado bien, que ha
hecho el ridículo. En seguida se le presenta una buena ocasión. Lola debuta en
el Casino; puede ser el principio de una gran carrera artística. Por primera
vez cantará en francés y está nerviosa. La amistad de Gabriel –que está
enamorado de ella- con el dueño, le ha sido muy valiosa.
3.La intromisión de Javier, al criticar su
pronunciación, hace que vuelva a su estilo, y ésta es la principal causa del
éxito; como agradecimiento, delante del conocido público del Casino, recibe dos
bofetadas. Por la noche va a verla; se guarda la llave en el bolsillo. Está
dispuesto a hacer las paces. El grupo de amigos tiene que reconocer el triunfo,
y cuando van a empezar a celebrarlo, recibe Javier una nota de Lola: va a
actuar en Sevilla y debe marchar rápidamente. Por esta vez, Gabriel no la
acompañará. Los andaluces quedan contentos de la presentación; su nombre ya se
oye en todas partes.
4.Una
noche va con una amiga y dos tenientes a un sitio típico, con el fin de
celebrar su triunfo. Por la intervención de una gitana, que insiste en leer su
mano, se encuentra con Javier. Ninguno de los dos puede disimular el cariño que
siente hacia el otro; la apuesta del principio se ha convertido en verdadero
amor. Deciden pasar unos días en una playa solitaria de la costa andaluza. De
momento, Lola aplaza los contratos ya firmados y rechaza las proposiciones que
cada día recibe por correo. No quiere ver a nadie; solo busca la compañía de
Javier. Con él se siente feliz por primera vez en su vida.
5.Los días pasan de prisa y casi sin darse
cuenta se terminan sus vacaciones. Comprenden que lo van a pasar mal separados,
viviendo en mundos tan distintos, y quieren casarse lo antes posible. Irán a
Madrid para anular contratos y organizar lo necesario para la ceremonia. La
familia de Javier no puede aceptar esta boda: su carrera, su posición social y
la fama de Lola no estarán unidas por algo tan serio. A Javier no le asustan
los inconvenientes que le plantea su madre y está decidido a casarse por encima
de todo. Sin gran esfuerzo por su parte, renuncia a la política; también, desde
hace tiempo, Lola no canta para darle gusto.
6.Intenta que la conozca su madre; no se
atreve a llevarla a casa y acuden a la fiesta de la Beneficiencia. Nota el
vacío que le hace la sociedad a su futura esposa. Javier tiene que salir fuera
de Madrid; el ministro de Justicia quiere hablarle. Mientras prepara el viaje,
su madre convence a Lola para que abandone a Javier. Lola va a la estación,
sabiendo que su despedida será para siempre. Al volver, convertido en
secretario de Juntas, ella está actuando de nuevo y ha vuelto con Gabriel. Al
principio, le huye, y después de evitar su presencia numerosas veces, haciendo
un esfuerzo, le dice que el único motivo de su comportamiento es que ha
recapacitado y se ha dado cuenta de que ya no le quiere.
7.Lola sabe que no le olvidará nunca, pero
lo intenta divirtiéndose y jugando en el Casino; ya hace tiempo que dejó a
Gabriel. Un día sufre un desmayo; sin hacer caso a los consejos del médico, continúa
bebiendo y cantando. En una fiesta vuelve a desmayarse; cada vez tiene menos
fuerza, y, a pesar de todo, quiere actuar la noche siguiente. Es carnaval.
Javier ha venido a Madrid, y va a oírla cantar, intenta ir detrás, pero la
pierde por la calle. Su madre le ha contado la verdad y quiere casarse. Cuando
encuentra su dirección, la secretaria le advierte que está muy grave, pero que
le llama constantemente. Sostienen una conversación corta; no necesitan más
para comprender sus errores: ya no hay solución. Javier siente más que nunca
perderla ahora que todo podía ser como antes.
PIENSE USTED
En todas las
esferas sociales gusta Sara Montiel. Su personal manera de cantar y la
fotogenia de su rostro se han ganado en poco tiempo al público español.
En ‘La Bella
Lola’, su última película, ella es la pieza clave. El principal defecto está en
la falta de originalidad del guión; se trata de la vida de una famosa cantante
española durante la primera época del romanticismo. En algunos periódicos
anunciaban acertadamente su estreno con el lema de ‘tema libre de la Dama de
las Camelias’. Siempre los mismos personajes, idénticas situaciones: la
cantante ligera, pero guapa; un aristócrata locamente enamorado; la separación
entre ambos que provoca la familia de él casi rogando, y, como broche de oro,
la muerte, por una causa u otra, de la actriz.
Después de esto
nada puede reprochar al film. Sara está guapa en cada escena, casi siempre
vestida con elegancia, se mueve con soltura en la pantalla, y para mayor
deleite interpreta doce canciones. Esas canciones antiguas, casi clásicas, que
hoy ganan terreno en la juventud. Quizá se emplee demasiado el primer plano. La
fotografía, el colorido y la escenografía están cuidados, logrando un buen
efecto en el espectador.
La posición de
la madre de Javier es intransigente, radical, pero comprensible. Sabe que va a
ser un obstáculo para su carrera, conoce la diferencia de nivel entre ambos y
está convencida de que no serán felices; ella no se acostumbrará a vivir sin
aplausos y popularidad. Lo expresa en una sola frase: ‘El pasado se alzará
entre los dos’. La diferencia de educación puede ser una barrera infranqueable.
No es fácil adaptarse a un ambiente completamente distinto del que nos hemos
educado.
Es una pena que
Sara Montiel no cultive otro género, creemos sinceramente que tiene dotes
artísticas y talento para lograrlo. Estos temas son ya demasiado populares,
todo el cine espera el final.
La película
permanecerá en cartel varias semanas. Entretiene, a pesar de durar más de la
hora y media clásica, y hace pasar un buen rato, sin mayor transcendencia,
aunque sus canciones se tarareen varios días después.
Cristina Lanz
EL RECORTE LXXIX
La revista juvenil femenina Serenata Extra, en uno de sus números de 1962, dedicaba su sección 'Los cantantes y el cine', a nuestra diva, con motivo de su película 'La Bella Lola'.
Los cantantes y el cine
La famosa
cantante y seductora actriz SARA MONTIEL se ha apuntado un nuevo triunfo al
protagonizar la película ‘La Bella Lola’, una superproducción de Alfonso
Balcázar en Eastmancolor, donde comparten los honores estelares con la escultural
Sara Montiel, los famosos astros Antonio Cifariello, Frank Villard y Germán
Cobos.
Las canciones
más populares a fines del siglo pasado recobran vida en los labios de Sara
Montiel, como ‘Puerta cerrada’, ‘La Paloma’, ‘Amapola’, ‘Mis ojos ladrones’,
etcétera, en un derroche de melodías que entusiasman al espectador.
LA FOTO LXXIX
Celebrando los 50 años de 'La Bella Lola'
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