viernes, 31 de agosto de 2012

HOLA - 30 de Agosto de 1958 - España




Esto es lo que aparece en la portada:

Inauguración del XIX Festival Cinematográfico de Venecia
Se inició la serie de proyecciones con una película de Anthony Mann, quien asistió acompañado de su esposa Sara Montiel. 
En la fotografía, Sarita Montiel, al pie del avión en que marchó a Roma, para dirigirse después al Festival de Venecia. La bella actriz oculta sus ojos tras las gafas por padecer un orzuelo inoportuno. 

INAUGURACION DEL XIX FESTIVAL CINEMATOGRAFICO DE VENECIA
Se inició la serie de proyecciones con una película de Anthony Mann, quien asistió acompañado de su esposa, Sara Montiel


Anthony Mann, en Venecia, con su bella esposa Sarita Montiel.

Bajo la luz cegadora de los reflectores de la televisión y de los noticiarios cinematográficos y con asistencia del subsecretario italiano del Espectáculo, Ariosto, en representación del Gobierno, de nombres ilustres de la aristocracia y de las finanzas y de personajes de más o menos relieve en el mundo del cine, del teatro y de la televisión, se celebró en el Palacio del Cinema, de Venecia, la inauguración de la XIX ‘Mostra’ de Arte cinematográfico.
La hora del comienzo de la proyección inaugural –que se efectuó con la película ‘El pequeño campo’, dirigida por Anthony Mann, sobre una novela de Erskine Caldwell- había sido fijada para las diez de la noche, pero ya antes de las ocho una imponente muchedumbre se había ido congregando frente a las tribunas montadas a la entrada del local, con el deseo de ver y admirar de cerca al mundo famoso y elegante que se había dado cita allí con tal motivo.
Todo respiraba ese aire triunfal y eufórico de los grandes acontecimientos y la multitud no acusó, en realidad, más que una decepción: la que produjo la ausencia de Gina Lollobrígida, que cada día es objeto de mayor cariño por parte del público italiano. El fenómeno ha sido analizado por autoridades en materia de psicología de las masas y no hay duda de que el favor que Gina disfruta entre sus connacionales se debe a que ninguna actriz de estos últimos años ha acertado a personificar como ella, tanto en la pantalla como en su vida privada, el carácter de ‘mujer media’ italiana. Se había anunciado oficialmente que Gina Lollobrigida asistiría al acto inaugural y los fotógrafos habían ocupado puntos estratégicos, mientras los reporteros, lápiz en mano, se hallaban dispuestos a anotar sus gestos y los más mínimos detalles de su vestido.
Pero todo inútil. La férrea ley del cine la retuvo en París, donde está ‘rodando’ los interiores de ‘La ley’. Los productores de esta película manifestaron con toda claridad que una suspensión de su trabajo en los Estudios les hubiera costado, por lo menos, cinco millones de liras. Los organizadores del Festival no se manifestaron dispuestos a pagar tal indemnización y Gina siguió en París. La muchedumbre, aunque desilusionada, no dramatizó las cosas. No era para tanto y, además, había allí bastantes bellezas de la alta sociedad y del cine como para recrear ampliamente la vista.
Silvana Pampanini hizo su entrada lanzando besos al público que la aplaudía. Llevaba un vestido blanco y una diadema de brillantes. Sarita Montiel, a quien acompañaba su marido, el director cinematográfico Anthony Mann, lucía un magnífico vestido de encaje blanco e inspiración auténticamente española, con mantilla de igual género sobre la cabeza. Tina Louise, una de la estrellas de la película que iba a exhibirse, bella pelirroja de ojos verdes, se presentó con vestido ‘balón’ negro y lujoso visón sobre los hombros. La actriz alemana Nadja Tiller, escoltada por el actor Peter van Eyck, destacaba con un original modelo azul claro. Carla del Poggio, de color naranja, daba el brazo a su marido, el director Lattuada… Tampoco faltaba la acostumbrada japonesita, en quimono blanco florido.
Advirtióse también la presencia -¿cómo no?- de la explosiva ‘comadre’ norteamericana Elsa Maxwell, quien llevaba una estola de armiño en la que poco compasivas miradas creyeron descubrir algunas peladuras. Y hallábanse también el tenor María del Mónaco, el pianista Arthur Rubinstein, el director René Clair y el escritor Caldwell.
Terminado el desfile, el público fue instalándose poco a poco en sus localidades y comenzó la proyección de la película anunciada, película que satisfizo, en general, a la concurrencia y en la que los críticos descubrieron notables diferencias con el libro, pero de las que es autor el propio  Caldwell, quien no quiso confiar a nadie la adaptación cinematográfica del mismo.
Fuera del ‘Palazzo del Cinema’, la multitud permaneció aún largo rato, comentando y discutiendo. Los más tenaces aguardaron a la salida: las mujeres para echar otra miradita a los vestidos de las damas y los hombres para admirar nuevamente a éstas. Los invitados se trasladaron luego a los jardines del ‘Excelsior’, especialmente engalanados para la recepción ofrecida por los productores, director y artistas de la película norteamericana que inició el festival. Como esposa del director del film y radiante en su español atuendo, hizo los honores nuestra bellísima compatriota Sara Montiel.


EL RECORTE LXXX
Hoy Sara Montiel es un mito, una leyenda.....pero en sus tiempos fue una estrella, también de Hollywood. Y la Meca del Cine la ha reclamado después en varias ocasiones.... En este recorte de la revista Semana (1 de Febrero de 1969) se nos da rendida cuenta de uno a raíz de su película 'Esa Mujer'. 


ESTAS ‘FOTOS’, DESPUES DE DAR LA VUELTA A  EUROPA, HAN LLEGADO A LA MECA DEL CINE
SARA MONTIEL
vuelve a Hollywood
“HE ENTRADO EN 1969 CON MUY BUEN PIE: MI MADRE, QUE ESTABA MUY GRAVE, SE HA RECUPERADO; Y AHORA ESTA GRAN OFERTA…


Las fotos que ilustran este reportaje han dado la vuelta a Europa. En Munich fueron a caer en el despacho de un productor americano que ahora financia películas en el viejo continente. Veinticuatro horas después, las fotos llegaban a Hollywood. Hoy, Sara Montiel estudia una fabulosa oferta. Sin nervios, sin prisas, sin palpitaciones anormales. Ya de vuelta de muchas cosas, recapacita, examina riesgos y posibilidades…
Sara Montiel, punto y aparte. Eso es. Un prodigio. Han pasado doce años desde que puso una pica en… Hollywood. Sara había sido valiente. Su triunfal aparición en ‘Locura de amor’ no se tradujo seguidamente en ofertas interesantes. El cine español es así. A veces, miope; a veces, sordo. O las dos cosas… Y Sara hizo las maletas. Estaba acostumbrada. Otro día, años antes, también hizo las maletas en su pueblo, Campo de Criptana, y como su paisano, el de la triste figura, se lanzó a caminar en busca de algo… Era una niña; una niña con hechuras de mujer. Era María Antonia Abad, una manchega con sueños de gloria… Soñaba despierta, pero no vivía de sueños.



Con las maletas llenas de ilusiones, que no es mala mercancía, cruzó el Altántico dispuesta a vivir su aventura americana. Y Sara, fogosa y temperamental, se hizo estrella en la Meca. Con ‘Veracruz’ (Burt Lancaster, Gary Cooper), Sara alcanza fama  mundial. Y es entonces cuando la descubre por segunda vez el cine español: ‘El último cuplé’. Curioso: Juan de Orduña ignoraba que Sara cantaba, y buscaba para ella una ‘voz’. Sara insistía… Orduña accedió, quizá no muy convencido… Ahí están los resultados. Alguien dijo que Sara cantaba con voz ‘envolvente’…
Han pasado los años. Para unos, la Montiel sigue en la cúspide; para otros, ha iniciado el declive físico y artístico… ¿Qué edad tiene Sara Montiel? Ella gusta de dar referencias: “Menos que Liz Taylor y Sofía Loren”. Realmente, el detalle de la edad, en Sara, es secundario. Ahí están esas fotos. Aparece en ellas arrogante, retadora, temperamental, diferente, bellísima, lanzando su ‘¡Aquí estoy yo!’



-¿La ilusiona volver a Hollywood?
-Me ilusiona trabajar, sea donde sea. Pero volver a Hollywood me trae muchos recuerdos y añoranzas entrañables…
Porque en la Meca conoció a Anthony Mann, su primer marido. Sara, como todas las mujeres temperamentales, con genio, es infinitamente sentimental y emotiva.
-1969 ha empezado para mí estupendamente. En primer lugar, la recuperación de mi madre, que creía que se me iba… Y ahora, la llamada de Hollywood. ¡Ah, eso sí! Algunos dicen que Sara Montiel ya no tiene nada que hacer…
-¿Usted qué dice?
-¿Yo? Que bueno. 



H.S.M.


LA FOTO LXXX



Sarita Monitel posando para los objetivos de la Warner Bross. Impresionante belleza....




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