martes, 30 de julio de 2013

CRITICA - 26 de Febrero de 1963 - España

(Agradecemos el envío de esta revista a Erika Comellas)

Espéctaculo bochornoso
SARA MONTIEL,
protagonista de un tumulto innecesario. 

Dieciocho de Febrero a la una de la madrugada. Acaba de estrenarse en el madrileño Palacio de la Prensa una nueva película de Sara Montiel, ‘La Reina del Chantecler’. Un espectáculo inaudito iba a desarrollarse ante nuestros ojos. Un espectáculo que habría de dejar en mantillas al que anteriormente habíamos presenciado sobre la pantalla cinematográfica. Todo comenzó cuando la ‘estrella’, visiblemente pálida, era bajada por la escalera que conduce al entresuelo del local, prácticamente en volandas.
-¡La escalera se hunde! –gritó alguien en medio de la confusión.
Pero no llegó a hundirse. Un grupo de personas sujetó la barandilla que, efectivamente, se movía amenazando desprenderse.
El panorama que ofrecía el vestíbulo era impresionante. Doscientas, trescientas, seiscientas personas esperaban a Sarita. Gritos, exclamaciones, aullidos… En medio del angustioso vaivén se oyeron los lamentos de varias señoras, algunas de las cuales al caer al suelo, fueron pisoteadas y arañadas…
-¡Mi bolso, mi bolso, por favor….!


Se percibió un entusiasmo que por cierto, estaba sospechosamente animado por grupos de jovenzuelos que actuaban digamos, coordinadamente. También nos pareció verlos en la llegada de Sofía Loren, hace unos días…
Muy difícilmente pudo llegar Sara a la calle. Estuvo a punto, en varias ocasiones, de caer, mientras la multitud dejaba, atrás, rotos, varios cristales del vestíbulo.
La confusión en la calle era total. Vimos cómo un coche radiopatrulla servía para trasladar a la casa de socorro a una mujer desvanecida. Numerosas señoras –entre ellas, varias viejecitas, que no sé qué harían en medio del tumulto- gritaban airadamente y se dedicaban a buscar las prendas que habían perdido: bolsos, zapatos y bufandas…
Sara Montiel fue trasladada a su automóvil, después de ímprobos esfuerzos. Estamos seguros de que, en más de un momento, se temió por la integridad física de la ‘estrella’. Nosotros, naturalmente, hubiéramos sido los primeros en lamentarlo, pues, aunque haya quién suponga lo contrario después de leer lo que antecede, Sara Montiel nos parece guapa, actriz y buena cantante.



Pero CRÍTICA tiene, necesariamente, que rechazar y censurar tajantemente espectáculos tan bochornosos. Nosotros queremos buenas películas españolas, pero no ‘buenos espectáculos de vestíbulo’. Preferimos que una ‘estrella’ de nuestro cine se erija en ídolo por sus propios méritos, sin necesidad de recibir inyecciones de esta índole. Preferimos, en suma, que quienes tienen por misión mantener el fuego sagrado de una fama, una posición privilegiada y un permanente paso de su ‘estrella’ por las páginas de diarios y de revistas, utilicen otros medios para justificarse. Todo menos jugar con la inocencia del público y ‘obligarle’ a protagonizar papeles muy desairados en estos coros generales.  Lo justo, en la noche que comentamos, es que Sara Montiel hubiera abandonado el cine por otra puerta, que hubiera esperado a que se calmaran los ánimos…; en fin, cualquier maniobra que impidiera el lastimoso espectáculo que se avecinaba. ¿Que todo el impacto publicitario se venía abajo? De acuerdo. Pero ni Sara Montiel, ni el cine español, se hubieran visto mezclados en un espectáculo tan desorbitado y ridículo.

 La Reina del Chantecler
SARA MONTIEL,
cupletista de fama

Director: Rafael Gil
Intérpretes: Sara Montiel, Ana Mariscal, Alberto Mendoza, Luigi Giuliani, Amelia de la Torre y Milagros Leal.
LA CRÍTICA:
La gran película española de la temporada será ‘La Reina del Chantecler’. No parece que alcance la popularidad de El último cuplé, pero para acercarse a su éxito popular, se han puesto en ella todos los medios. Primero y principal es Sara Montiel sin duda ninguna, la actriz más representativa del cine español de este tiempo. Esta mujer pasará a la historia del cine nacional en un puesto preponderante por muchas razones y la principal por su enorme popularidad, aunque sea vulgar.
Como actriz, Sarita Montiel ha sabido vencer un pudor ridículo que hace que muchas interpretaciones queden afectadas y faltas de toda naturalidad, sobre todo, si se trata de representar mujeres de vida airada. Nuestras actrices, en un exceso de dignidad hacen, por lo general, estos papeles, procurando dejar bien sentado que nada más lejos de la realidad de su vida que ese personaje que representan; y esto se nota al ver las proyecciones. Sara, no; Sara se entrega a estos papeles como a cualquier otro.
Como mujer tiene una fotogenia muy singular y privilegiada, que la permite aparecer en la pantalla gigantesca del cinemascope con sólo su rostro en unos magistrales primeros planos.
Como cantante tiene el don de una voz cálida y armoniosa junto con una expresividad en sus movimientos, especializándose en el aire ‘picarón’ y decadente, tan a tono con los cuplés. Todos estos méritos la han llevado al triunfo popular más rotundo e indiscutido. Sara Montiel es, en el género frívolo, la mejor muestra del cine español y una actriz de categoría mundial.
Sus fallos, que también los tiene, residen en los argumentos que se presta a representar. Por lo general sus películas son folletinescas, llenas de escenas con ternura morbosa y apasionamientos extremos. Todo ello presentado sin medida y como único componente de sus argumentos. A lo mejor no sirve para otra cosa.
En La reina del Chantecler estos defectos se ven acentuados y agravados por la falta absoluta de flación. Todo lo que se cuenta está supeditado a que Sara cante sus canciones, y su personaje es conducido por cada incidencia para que cante algo romántico o alegre o picaresco, sin pararse nadie a pensar que en ese momento no cuadra esa escena o es un disparate meter esta otra.
A pesar de todo, la película será el mayor éxito de la temporada, al menos en lo que se refiere a cine español. ¿Por qué?
El color y la fotogenia, por obra del cámara señor Montuori, consiguen un magnífico mosaico de luz y vistosidad. Los decorados, que reconstruyen maravillosamente el ambiente de la época, son lujosísimos y están realizados con un derroche de medios que se agradece y, sobre todo ello, como la reina de la fiesta, la gran Sara Montiel, con su popularidad y su gracia, aunque incapaz de hacer una gran película.
Hablar del resto de los actores no tiene sentido. Todos ellos forman parte de un coro que rodea constantemente a Sara para que ella se luzca. Ni Ana Mariscal, una actriz de gran carácter, ni Alberto Mendoza, un galán con planta y personalidad, pintan nada en esta proyección que es, solamente, Sara Montiel.

Como disculpa de las canciones se hace ver un leve argumento de los amores de la cupletista. El amor frívolo y sensual y el romántico y puro. Por ella, por esta mujer mueren los hombres y peligran los Gobiernos. Cada actuación suya es un acontecimiento y cada canción tiene un significado sentimental en su vida.
La película cansa fácilmente, sobre todo si no se tiene una gran afición al cuplé, y, quizá a pesar de tenerla, en cuanto los personajes se ponen a hablar y no se ven paisajes bonitos o se escuchan cálidas canciones. Como aliciente extra se nos ofrece el atractivo sensual de la actriz, que prodiga sus gracias con mayor profusión de lo que acostumbra y, para algunos gustos, demuestra que ha engordado mucho en los últimos tiempos.
No parece necesario insistir más en que la película es de una mediocridad abrumadora y que su director, don Rafael Gil, ha intentado hacer películas de otro género, aunque de esto haga ya mucho tiempo.
Defectos: la ramplonería con que se ha concebido el tema. La concesión a la sensualidad como atractivo máximo. La falta de imaginación de los realizadores. El que Sara cante acompañándose al piano y se escuchen violines. Lo larga que es la película.
Virtudes. El color. La ambientación que reconstruye la época de principios de siglo. El cuplé de la pulga. La voz de Sara Montiel. 



EL RECORTE CXXIV
La estrella pareció adivinar el tumulto del estreno de su 'Reina del Chantecler'. Esto nos contaba la revista Diez Minutos el 18 de Marzo de 1963. 

DE FUENTE FIDEDIGNA…
Por LEO 

SARA MONTIEL, una hora antes del estreno de ‘LA REINA DEL CHANTECLER’: “Ya estoy viendo la aglomeración del público en la puerta del cine. Créeme, me da miedo. Un día va a suceder algo grave”. Hubo heridos, sí. ¡Adivina!


Celebrando los 50 años de
'La Reina del Chantecler'


LA FOTO CXXIV


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