(Agradecemos el envío de esta revista a Erika Comellas)
Espéctaculo bochornoso
SARA MONTIEL,
protagonista de un tumulto innecesario.
Dieciocho de
Febrero a la una de la madrugada. Acaba de estrenarse en el madrileño Palacio
de la Prensa una nueva película de Sara Montiel, ‘La Reina del Chantecler’. Un
espectáculo inaudito iba a desarrollarse ante nuestros ojos. Un espectáculo que
habría de dejar en mantillas al que anteriormente habíamos presenciado sobre la
pantalla cinematográfica. Todo comenzó cuando la ‘estrella’, visiblemente
pálida, era bajada por la escalera que conduce al entresuelo del local,
prácticamente en volandas.
-¡La
escalera se hunde! –gritó
alguien en medio de la confusión.
Pero no llegó a
hundirse. Un grupo de personas sujetó la barandilla que, efectivamente, se
movía amenazando desprenderse.
El panorama que
ofrecía el vestíbulo era impresionante. Doscientas, trescientas, seiscientas
personas esperaban a Sarita. Gritos, exclamaciones, aullidos… En medio del
angustioso vaivén se oyeron los lamentos de varias señoras, algunas de las
cuales al caer al suelo, fueron pisoteadas y arañadas…
-¡Mi
bolso, mi bolso, por favor….!
Se percibió un
entusiasmo que por cierto, estaba sospechosamente animado por grupos de
jovenzuelos que actuaban digamos, coordinadamente. También nos pareció verlos
en la llegada de Sofía Loren, hace unos días…
Muy difícilmente
pudo llegar Sara a la calle. Estuvo a punto, en varias ocasiones, de caer,
mientras la multitud dejaba, atrás, rotos, varios cristales del vestíbulo.
La confusión en
la calle era total. Vimos cómo un coche radiopatrulla servía para trasladar a
la casa de socorro a una mujer desvanecida. Numerosas señoras –entre ellas,
varias viejecitas, que no sé qué harían en medio del tumulto- gritaban
airadamente y se dedicaban a buscar las prendas que habían perdido: bolsos,
zapatos y bufandas…
Sara Montiel fue
trasladada a su automóvil, después de ímprobos esfuerzos. Estamos seguros de
que, en más de un momento, se temió por la integridad física de la ‘estrella’.
Nosotros, naturalmente, hubiéramos sido los primeros en lamentarlo, pues,
aunque haya quién suponga lo contrario después de leer lo que antecede, Sara
Montiel nos parece guapa, actriz y buena cantante.
Pero CRÍTICA
tiene, necesariamente, que rechazar y censurar tajantemente espectáculos tan
bochornosos. Nosotros queremos buenas películas españolas, pero no ‘buenos
espectáculos de vestíbulo’. Preferimos que una ‘estrella’ de nuestro cine se
erija en ídolo por sus propios méritos, sin necesidad de recibir inyecciones de
esta índole. Preferimos, en suma, que quienes tienen por misión mantener el
fuego sagrado de una fama, una posición privilegiada y un permanente paso de su
‘estrella’ por las páginas de diarios y de revistas, utilicen otros medios para
justificarse. Todo menos jugar con la inocencia del público y ‘obligarle’ a
protagonizar papeles muy desairados en estos coros generales. Lo justo, en la noche que comentamos, es que
Sara Montiel hubiera abandonado el cine por otra puerta, que hubiera esperado a
que se calmaran los ánimos…; en fin, cualquier maniobra que impidiera el
lastimoso espectáculo que se avecinaba. ¿Que todo el impacto publicitario se
venía abajo? De acuerdo. Pero ni Sara Montiel, ni el cine español, se hubieran
visto mezclados en un espectáculo tan desorbitado y ridículo.
La Reina del Chantecler
SARA MONTIEL,
cupletista de fama
Director: Rafael Gil
Intérpretes: Sara Montiel, Ana Mariscal, Alberto
Mendoza, Luigi Giuliani, Amelia de la Torre y Milagros Leal.
LA CRÍTICA:
La gran película
española de la temporada será ‘La Reina del Chantecler’. No parece que alcance
la popularidad de El último cuplé, pero para acercarse a su éxito popular, se
han puesto en ella todos los medios. Primero y principal es Sara Montiel sin
duda ninguna, la actriz más representativa del cine español de este tiempo. Esta
mujer pasará a la historia del cine nacional en un puesto preponderante por
muchas razones y la principal por su enorme popularidad, aunque sea vulgar.
Como actriz,
Sarita Montiel ha sabido vencer un pudor ridículo que hace que muchas
interpretaciones queden afectadas y faltas de toda naturalidad, sobre todo, si
se trata de representar mujeres de vida airada. Nuestras actrices, en un exceso
de dignidad hacen, por lo general, estos papeles, procurando dejar bien sentado
que nada más lejos de la realidad de su vida que ese personaje que representan;
y esto se nota al ver las proyecciones. Sara, no; Sara se entrega a estos
papeles como a cualquier otro.
Como mujer tiene
una fotogenia muy singular y privilegiada, que la permite aparecer en la
pantalla gigantesca del cinemascope con sólo su rostro en unos magistrales
primeros planos.
Como cantante
tiene el don de una voz cálida y armoniosa junto con una expresividad en sus
movimientos, especializándose en el aire ‘picarón’ y decadente, tan a tono con
los cuplés. Todos estos méritos la han llevado al triunfo popular más rotundo e
indiscutido. Sara Montiel es, en el género frívolo, la mejor muestra del cine
español y una actriz de categoría mundial.
Sus fallos, que
también los tiene, residen en los argumentos que se presta a representar. Por
lo general sus películas son folletinescas, llenas de escenas con ternura
morbosa y apasionamientos extremos. Todo ello presentado sin medida y como
único componente de sus argumentos. A lo mejor no sirve para otra cosa.
En La reina del Chantecler estos defectos
se ven acentuados y agravados por la falta absoluta de flación. Todo lo que se
cuenta está supeditado a que Sara cante sus canciones, y su personaje es
conducido por cada incidencia para que cante algo romántico o alegre o
picaresco, sin pararse nadie a pensar que en ese momento no cuadra esa escena o
es un disparate meter esta otra.
A pesar de todo,
la película será el mayor éxito de la temporada, al menos en lo que se refiere
a cine español. ¿Por qué?
El color y la
fotogenia, por obra del cámara señor Montuori, consiguen un magnífico mosaico
de luz y vistosidad. Los decorados, que reconstruyen maravillosamente el
ambiente de la época, son lujosísimos y están realizados con un derroche de
medios que se agradece y, sobre todo ello, como la reina de la fiesta, la gran
Sara Montiel, con su popularidad y su gracia, aunque incapaz de hacer una gran
película.
Hablar del resto
de los actores no tiene sentido. Todos ellos forman parte de un coro que rodea
constantemente a Sara para que ella se luzca. Ni Ana Mariscal, una actriz de
gran carácter, ni Alberto Mendoza, un galán con planta y personalidad, pintan
nada en esta proyección que es, solamente, Sara Montiel.
Como disculpa de
las canciones se hace ver un leve argumento de los amores de la cupletista. El
amor frívolo y sensual y el romántico y puro. Por ella, por esta mujer mueren
los hombres y peligran los Gobiernos. Cada actuación suya es un acontecimiento
y cada canción tiene un significado sentimental en su vida.
La película
cansa fácilmente, sobre todo si no se tiene una gran afición al cuplé, y, quizá
a pesar de tenerla, en cuanto los personajes se ponen a hablar y no se ven
paisajes bonitos o se escuchan cálidas canciones. Como aliciente extra se nos
ofrece el atractivo sensual de la actriz, que prodiga sus gracias con mayor
profusión de lo que acostumbra y, para algunos gustos, demuestra que ha
engordado mucho en los últimos tiempos.
No parece
necesario insistir más en que la película es de una mediocridad abrumadora y
que su director, don Rafael Gil, ha intentado hacer películas de otro género,
aunque de esto haga ya mucho tiempo.
Defectos: la
ramplonería con que se ha concebido el tema. La concesión a la sensualidad como
atractivo máximo. La falta de imaginación de los realizadores. El que Sara
cante acompañándose al piano y se escuchen violines. Lo larga que es la
película.
Virtudes. El
color. La ambientación que reconstruye la época de principios de siglo. El
cuplé de la pulga. La voz de Sara Montiel.
EL RECORTE CXXIV
La estrella pareció adivinar el tumulto del estreno de su 'Reina del Chantecler'. Esto nos contaba la revista Diez Minutos el 18 de Marzo de 1963.
DE FUENTE FIDEDIGNA…
Por
LEO
SARA MONTIEL,
una hora antes del estreno de ‘LA REINA DEL CHANTECLER’: “Ya estoy viendo la aglomeración del público en la puerta
del cine. Créeme, me da miedo. Un día va a suceder algo grave”. Hubo
heridos, sí. ¡Adivina!
Celebrando los 50 años de
'La Reina del Chantecler'
LA FOTO CXXIV
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