lunes, 21 de octubre de 2013

RADIOCINEMA - 16 de Mayo de 1963 - España


FOCO A
SARA MONTIEL
El mayor fenómeno popular del cine español en los últimos años es, sin duda, Sara Montiel. A raíz de ‘El último cuplé’, el ‘proceso Sara’ adquirió proporciones clamorosas. El foco que hoy les presenta RADIOCINEMA ilumina de lleno la más popular figura del cine nacional. Así es cómo opinan, de Sara Montiel, los demás. 

'El último cuplé'

Ante todo, debo decir que no conozco a Sara Montiel. La he visto trabajando en los estudios, en algún restaurante, he sido presentado a ella, pero nunca tuve una larga conversación con ella.
Por lo tanto, Sara, para mí, es un enigma y sólo puedo hablar como admirador de su arte sentado desde la butaca de un cine. Y he aquí cómo he podido agrupar desde mi butaca, en una perfecta rosa de vida, esos pétalos separados y dispersos que hacen el éxito de una estrella.
Porque Sara Montiel es eso: una estrella. La finalidad del actor o la actriz es o debería ser transformar su accidental personalidad en la personalidad real o esencial del personaje que está llamado a representar, cualquiera sea su papel. Sin embargo, Sara tiene una personalidad tan arrolladora y subyugante que en ella triunfa siempre su propia personalidad de actriz y, sobre todo, de mujer.
En ella se adivina esa pura y apasionada consagración a su arte, que creo se adquiere cuando uno ha tenido que luchar o ha sido herido por la áspera realidad de la vida y que se logra más aún que merced a ninguna de las alegrías del vivir.
Esa curiosa intensidad de visión, esa vida interior y, al mismo tiempo, esa enorme sensualidad que hacen vibrar en nuestra memoria las cosas estéticas y artísticas, que encienden en nosotros una pasión comparable a esa serena tranquilidad que impregna los rostros de las estatuas griegas, equilibrando el deseo y el espíritu.
Todo esto se me ocurre viendo trabajar a Sara Montiel, y es mi opinión personal. Además, tiene otro gran secreto; es el siguiente: que gustando enormemente a los hombres no disgusta a las mujeres. Por el contrario, Sara es una de las pocas actrices que al salir en la pantalla muchas de su sexo exclaman: ‘¡Qué guapa! ¡Si yo tuviera esa cara!’ Y ese es su verdadero triunfo. Es tal el poder de seducción que emana de su figura que mientras escribo esto hasta he hecho un poema en pocos minutos que no entrego para su publicación, pero que lo guardo y se lo entregaré algún día.
Es la estrella española más internacional; en Sudamérica, donde yo he hecho mi carrera, ella y Aurora Bautista son los dos pilares del cine español. El público las adora. En estos momentos me agradaría una cosa: verla en una película donde no hubiera canciones, no por su voz, que encanta a todos, sino para valorar sus condiciones histriónicas en todo lo que valen.
En fin; que cada día que pasa lamento no haber tenido esa larga conversación con ella y agradezco a RADIOCINEMA que me haya permitido dar mi opinión de simple espectador desde mi butaca.
Oscar Wilde decía: ‘El arte es lo único que no puede afectar la muerte’. Yo me consuelo pensando que, a través del tiempo, Sara Montiel podrá ser admirada siempre, aun desde la penumbra de un cine. Y digo esto para sus admiradores del año 2000, que seguramente los tendrá.

Carlos ESTRADA


Ustedes me hicieron una pregunta: ¿Por qué del éxito de Sara Montiel? Y yo –la verdad sea dicha- me quedé muy preocupado. ¿Cómo se produce un éxito? ¿A qué se debe? Y en el caso de Sarita Montiel, ¿qué factores han determinado su fabuloso éxito?
Esa misma pregunta se la hice a mi secretaria.
-¿Por qué triunfa Sara Montiel?
Y Rosario, muy seria –casi sin meditarlo y, desde luego, sin el menor asombro de envidia-, aseguró rotundamente:
-A los hombres les gusta.
¡Había dado en el clavo! A los hombres les gusta. Es guapa.
-¿Canta bien?
-También les gusta a los hombres como ella canta.
Por segunda vez había acertado.
Pero mi preocupación no se había desvanecido del todo.
Sara hace mucho tiempo que trabaja en el cine. ¿No gustaba antes? ¿Gustaba menos?
Estas preguntas no pudo contestarlas mi secretaria.
Pero yo sí. La respuesta es esta:
Sara y su dulce madurez, su hermosura y cautivadora madurez. Ese es el triunfo de Sara. Por eso gusta a los hombres. Porque la belleza, como el talento, aflora y cuaja definitivamente con la madurez.

Julio COLL

Les ruego que me eximan de figurar en esta encuesta. Creo que a los actores nos deben juzgar la crítica y el público, pero no los actores mismos. Por muy objetivamente que se quiera hacer el análisis, siempre se corre el riesgo de que los elogios se tomen por cumplidos ñoños y obligados, y las censuras y objeciones, por mala amistad, celos o destemplanza. A mí, Sara Montiel y todos mis compañeros me parecen estupendos.

Conchita VELASCO

Conozco a Sara Montiel personalmente –en cierta ocasión he sido presentado a ella-. Sin embargo, no he trabajado nunca con esta actriz. Por eso la juzgo únicamente como público y admirador.
La importancia de Sara Montiel dentro de la historia del cine es evidente. Huelgan los comentarios. Sus películas producen una suma cuantiosa de ingresos.
Para responder a la pregunta de si justifica o no su categoría de fenómeno popular, es necesario distinguir entre justificación y justicia. La justificación podrían ser varias causas cincunstanciales que en un momento dado se reúnen para justificar un éxito. Ahora, en el caso de Sara Montiel, no es solamente un fenómeno justificado, sino justo. Sara Montiel reúne todas las condiciones para que si ese momento dado no se produce lo cree ella misma. Sus condiciones de belleza, inteligencia, tesón y un absoluto servicio a su cometido la capacitan para estar en condiciones de en cualquier momento acometer cualquier trabajo artístico por difícil que sea.
Su voz calidad y grave no es un producto de la moda, sino que ha sido ella la que ha impuesto la moda. Las canciones de principios de siglo, que exigían cantatrices de voz fina y delicada y en las que ellas se imitaban descaradamente unas a otras, han cobrado por obra y gracia de Sara Montiel una forma absolutamente nueva. Ahora es a ella a quien tienen que imitar.
Acepto todo de Sara Montiel. Solamente aconsejaría a sus productores que no prodigasen demasiado sus canciones en las películas que interpreta, pues, aunque hay un interés extraordinario por oírla, la trama argumental se diluye un poco debido a la personalidad de Sara Montiel.

Carlos CASARAVILLA

Admiro a Sara Montiel como mujer. Y la admiro además, aunque no la conozco personalmente, porque ha hecho el milagro de que a través de sus películas de época muchas personas mayores se pudieran sentir otra vez jóvenes.
No olvidaré las dos horas de felicidad que la película ‘El último cuplé’ les proporcionó a mi madre y a mi padre –que en paz descanse- cuando, sentados conmigo en el cine, recordaban sus años mozos de noviazgo.
Durante mi estancia en América tuve ocasión de comprobar la enorme simpatía que sienten hacia ella en estas lejanas tierras. Sara Montiel no deja de ser una pequeña embajadora de España, al igual que los toreros cuando, vestidos de luces, salimos al ruedo y con nuestra presencia y nuestro arte hacemos recordar a España. Y recordar a España es tener que quererla.
Como artista –aparte de su belleza y fotogenia- , me encanta su difícil bien decir la canción –canta hablando- y su fina insinuación provocativa, pero libre de mal gusto.
Otra gran virtud de Sara Montiel ha sido el ayudar a comercializar el cine allende nuestras fronteras. Únicamente no acepto de ella el que no sea aficionada a los toros, porque con su presencia haría que la fiesta fuera más bonita.
A Sara Montiel la han enmarcado en el estilo de películas que interpreta debido al grandioso éxito de su film ‘El último cuplé’. Y esta forma de encuadrarla puede estar lejos de ser un defecto. Tratando de establecer comparación, podría decir –en términos taurinos- que una de las mejores virtudes de Manolete fue el hacer a todos los toros la misma faena.
Y en el caso de Sara Montiel podría decirse otro tanto.

Victoriano VALENCIA

¿Mi opinión sobre Sara Montiel? ¿Cuál? ¿La circunstancial, la vanal, la ‘a flor de piel’ diciendo ‘es muy rica, muy guapa, etc.’?
¿O la otra, la verdadera, sopesando sus valores, su profesionalidad, su gravitación –indiscutible- sobre el cine español?
Supongo que prefieres esta última…
Pues bien; soy un convencido, por encima de sus detractores, que sólo ven en ella una cara bonita, una voz sensual y nada más, que Sara es una auténtica actriz que ‘pisa firme’, hablando en argot teatral, y lo afirmo no como espectador, sino como profesional que ha actuado junto a ella. La diferencia entre el ‘que es y no es’ escapa muchas veces vista desde una butaca; un buen director, un emplazamiento de cámara y unas luces bien distribuídas pueden disfrazar la falta de condiciones artísticas de un intérprete. Ahora bien; en la frialdad de un plató, ante la mirada experta de técnicos y obreros, no hay engaño posible…
Ahí nos nivelamos todos; afuera, en la calle, sigue existiendo la mayor o menor popularidad o buena propaganda de unos y otros, pero en el ‘set’ nos enfrentamos con nuestra propia realidad, o sea, con nuestro real valor artístico. Ya no valen ‘cock-tails’, coches descapotables, amistades, escándalos publicitarios… Se dice: ‘¡Vamos a rodar!’, y en medio de un silencio expectante nos enfrentamos con la cámara… El que ayer descendía de un ‘jet’ con amplia sonrisa y suficiencia de triunfador hoy carraspea y titubea ante el viejo y anónimo profesional con ochenta o cien películas sobre la espalda que le va a dar la réplica y espera, humilde, tranquilo –y con otra sonrisa-, el momento de actuar.
En esto me apoyo para mi afirmación sobre los valores de Sara. En esos momentos en que no cabe disfraz ni argucias. Dos meses de trabajo en ‘La violetera’ junto a ella y Raf Vallone –estupendo actor también- me dieron la pauta de que no es un producto fabricado por los productores o por vosotros los periodistas. No creo ser muy vidente al decirte que el día que veamos a Sara sin cuplés y sin argumentos melodramáticos y sensibleros nos encontraremos frente a una de las actrices más completas de la cinematografía.
Resumiendo: sin haber hecho aún ‘su película’, siendo para algunos sólo una cara bonita, es hoy en día una potencia en el mercado mundial, digna sucesora de Raquel Meller no por cupletista, sino por buena actriz, que aquélla también lo era, de lo cual doy fe porque -¡ay!- hace muchos años tuve el honor de actuar junto a Raquel y defender la mista tesis que hoy junto a Sara…

Pastor SERRADOR

Particularmente creo que Sara Montiel es muy guapa, pero muy mala haciendo cine. Sus películas carecen de trascendencia, pues no dicen nada. Sara Montiel es un producto del público. A lo mejor a ella le gustaría hacer otro tipo de cine.
Lo que más me gusta de Sara Montiel es su belleza y la manera de desenvolverse en los papeles que interpreta. Sin embargo, me parece que los trajes que utiliza son demasiado cursis. Lo mejor que he tenido ocasión de apreciar en ella ha sido su primera película. Ahora se la han subido los humos a la cabeza. Solamente me gusta cómo canta los cuplés.
Una noche tuve ocasión de verla de cerca y no me pareció muy simpática. La encuentro demasiado presumida y mira a la gente un poco por encima del hombro.
Personalmente creo que sobre Sara Montiel está todo dicho y ¡para qué vamos a decir más!

LA CHUNGA

El cine, que va escribiendo su historia y ha encontrado sus historiadores, hallará algún día al filósofo que razone sobre esos fenómenos de popularidad que con diferentes nombres de artista van jalonando sus épocas. ¿Por qué surge una figura con fuerza arrolladora? ¿Qué hay en ella que justifique su momento estelar?
Indudablemente, antes de ‘El último cuplé’ Sara Montiel era ya una belleza y una artista, pero, indudablemente también, con esa película se desbordó su popularidad. Sara había interpretado papeles de todo tipo, mas en el de la cupletista María Luján encontró su personalidad, perfilando su estilo de cantante.
Si en arte no debe hablarse de decadencia, sino de transición y enlace, igual pasa en la moda. De las voces agudas hemos pasado a las graves; de cantar, a decir y hasta a gritar. Por eso el hallazgo de Sara Montiel fue esa media aritmética entre el ayer y el hoy que es su manera personalísima de ‘decir cantando’… Los maduros encuentran en ella la realidad de un ayer idealizado en el recuerdo, y los jóvenes, una belleza de mujer que, sin estridencias ni voz de deficiente mental al uso, sabe perturbarles cantando inteligentemente.

Antonio MAS-GUINDAL


Sara Montiel es eso que llaman un ‘ídolo’. Quizá sea la única mujer auténticamente ídolo en el cine español. Yo creo que su categoría de fenómeno popular está de sobra justificada. Sara hace un tipo de personaje en las películas que enternece al pueblo, que le emociona, que le conmueve. Pero yo creo que artísticamente el repetirse en cuatro o cinco películas ha perjudicado a nuestra actriz. Se ha querido explotar demasiado ese filón descubierto en ‘El último cuplé’ y es una lástima. A mí me gusta ver a Sara en el cine. Me gusta verla porque está cuidada, bien fotografiada, bien vestida. Porque ‘dice’ la canción con muy buen gusto. Pero siempre pienso: ‘Otro argumento ‘casi’ igual al anterior… Otros personajes ‘casi’ iguales…’
Una actriz que logra batir récords de taquilla en diferentes países del mundo –entre ellos el Japón- es algo importante para nuestro cine. Si ahora Sarita hace otro estilo de película, mejor que mejor. Yo estoy esperándolo. Y todos, creo.

Natalia FIGUEROA


Sara Montiel se ha hecho importante. Su importancia radica, entre otras cosas, en ser tan discutida dentro y fuera del cine español. Haber implantado una forma diferente de cantar y actuar. La originalidad tiene un gran mérito. Por otra parte, es importante las muy importantes sumas que dan sus películas.
En mi modesta opinión la palabra ‘fenómeno’ nunca ha podido ir mejor encajada que en el caso de Sara Montiel. Ella dice las canciones con una calidad de voz inigualable. Cierto. Tiene una gran belleza, unida a una gran fotogenia y un afán de superación, del cual son testigos sus películas. Pero su mayor mérito está posiblemente en haber sabido dar vida a tantos cuplés olvidados y con ello haber llegado al corazón de los públicos de los lugares más escondidos.
Podría decir que no acepto del todo su trabajo reiterativo. Pero si sus películas, canciones y ella misma no tuviesen ese peculiar encanto, quizá no sería Sara Montiel. Por otra parte, creo que el que consigue llegar es porque vale.
En cuanto a actuaciones superiores, yo me pregunto: ¿Es que acaso las películas que interpreta Sara no son de calidad?... De todas formas, creo que esta pregunta debería contestarla ella. A mí me gustan.
Lo único que me queda por decir es que tiene un gran mérito. Que la admiro y que la deseo siempre tantos o más éxitos que los actuales.

María MAHOR


Encontramos a César González Ruano en compañía de un amigo en una céntrica cafetería de la avenida del Generalísimo. Amablemente el popular escritor responde a nuestras preguntas. Sus respuestas son concisas.
-A su modo de ver, ¿cuál es la importancia de Sara Montiel dentro de la historia del cine español?
-La importancia de cualquiera dentro de la historia de lo que sea la tiene que marcar la Historia.
-¿Qué causas justifican su categoría de fenómeno popular?
-Su belleza evidente y además fácil; quiero decir de fácil comprensión dentro de un gusto general, colectivo.
-Como espectador de sus películas, ¿cuál cree que es la mayor virtud de Sara Montiel?
-Debo decir que únicamente he visto dos otres películas de esta actriz. Sin embargo, creo que una de sus mejores virtudes es darse cuenta de lo que ha gustar.
-De Sara Montiel, ¿lo acepta todo?
-De ella sería ridículo no aceptar algo.
-¿La cree capacitada para realizaciones de índole superior?
-¿Qué es lo superior? Siempre me negué a admitir eso de los géneros menores. Lo que es mayor o menor es la criatura humana.

César GONZALEZ RUANO

Sara Montiel es una mujer muy bella y atractiva que ha triunfado en el cine principalmente por su belleza.
Creo que es inteligente y de gran intuición, y es indiscutible que personifica una época del cine español.

Ana MARIA OLARIA


Lo que más admiro de Sara Montiel es la suerte que ha tenido en su película ‘El último cuplé’. Ella no ha creado nada nuevo. Sin embargo, no se puede negar que es muy guapa y que es una buena actriz.
-¿Cuáles son las causas que justifican su categoría de fenómeno popular?
-Su interpretación en ‘El último cuplé’.
En el año 1951 trabajé con ella en el Salón de Versalles, de Méjico. Quizá su mayor virtud sea su belleza y la forma de desenvolverse en sus actuaciones.
-¿Qué no acepta de ella?
-Acepto todo lo que es interesante. Y basta que sea una española para que la acepte más.
-¿La supone capacitada para actuaciones de una índole superior a las que lleva realizadas?
-Posiblemente sí. Si estudia y es actriz, no cabe duda de que lo conseguirá.

Estrellita CASTRO

Sara Montiel se puede decir que ha heredado el puesto –en categoría y popularidad- que dejó libre Imperio Argentina. Y lo heredó tal vez con más comercialidad aún que ella. Hasta ahora podemos considerar a Sara Montiel como la estrella musical más importante.
Las causas que justifican su categoría de fenómeno popular han sido su atractivo en la pantalla, su fotogenia y su personalidad cantando. Posiblemente una de las mayores virtudes de Sara Montiel sea el que no ha tratado de imitar a nadie. Y únicamente no acepto de ella que los personajes que interpreta son siempre demasiado parecidos.

Susana CANALES


A Sara Montiel no se le prestó demasiada atención cuando hizo ‘Locura de amor’. Tuvo que venir avalada de América.
Creo que Sara es una de las mujeres más guapas del cine español y que también es buena actriz. Cuento con muchísimo ‘gancho’ para el público. Y si tiene defectos quedan ocultos.
Me gustaría verla en una película actuando solamente como actriz. Sin cantar. Aunque esa es su comercialidad y el lógico que no deje las canciones.
Hasta ahora sigue siendo la primera del cine español, tal y como Marisol lo es en otro plano: entre la chiquillería. No obstante, más que como actriz y cantante me gusta como belleza.
No la conozco personalmente y no puedo opinar más.

Soledad MIRANDA

Creo que Sara Montiel es lo más importante que tiene hoy día el cine español. La considero una mujer completa. Tiene una voz muy personal. Como persona, en lo que yo la he tratado, me parece maravillosa. No le encuentro ningún defecto.
La creo capacitada para hacer papeles mucho más importantes de los que hace actualmente. Pero supongo que si no los hace es porque de momento no le interesa.
Cuando leo anunciada una película de Sara Montiel la voy a ver. No me importa el argumento de la película. Solamente voy a verla a ella.

Mercedes ALONSO


EL RECORTE CXXXIX
1963 es un año intenso para Sara Montiel. Se estrenan dos de sus films: 'La Reina del Chantecler' y 'Noches de Casablanca'. La segunda precedida por el escandaloso y espectacular estreno de la primera. Films, a una distancia ya del 'Último cuplé', que cuestionan la valía profesional de la indiscutible primerísima estrella del cine español. Este recorte, de 1963 y del que desconocemos procedencia, anuncia las 'Noches de Casablanca' de nuestra querida diva. 



LA FOTO CXXXIX


Sara Montiel en 'Noches de Casablanca', que este 2013 cumple 50 años. 

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