SARITA MONTIEL
Y EL
TRIUNFO
En la serranía
de Ronda -una de las más pintorescas ciudades de la Baja Andalucía- entre picos
agrestes donde hacen nido las águilas, bajo un cielo azul y transparente, se
rodaron los exteriores de ‘Carmen, la de Ronda’, adaptación libre de la novela
de Próspero Merimeé, que relata las aventuras y desventuras de una mujer para
quien el amor estaba prohibido. Y allí, frente a la inmensidad, estaba Sara
Montiel, en estos momentos la primera estrella del cine hablado en castellano. Miraba
el cielo, desmenuzaba un clavel rojo y reventón entre sus largos dedos,
entornaba la mirada y de cuando en cuando miraba las rayas de su mano
izquierda: esa mano donde está escrito su destino: ‘Amarás
a los hombres y los hombres te amarán… pero os destruiréis mutuamente’.
Pero ella no
intentaba leer su destino en relación con Carmen; ella estaba leyendo su
pasado. Ese pasado de hace muy pocos años todavía cuando se llamaba María
Antonia Abad y vivía modestamente en tierras de Levante. Ese pasado triste y
oscuro que hoy se mezcla con un presente lleno de éxitos, de aplausos, de
contratos fabulosos, de gloria. Ese presente que comenzó hace dos años –o algo
menos- con una película titulada ‘El Último Cuplé’, con la que batió todos los
records de taquilla habidos y por haber. Una película que resucitó toda una
época: la de los cuplés, esas cancioncillas tristonas y sentimentales que
hicieron furor allá por el final de la primera guerra.
Hasta ‘El Último
Cuplé’, ¿cuál había sido la vida de Sara Montiel? Un continuo batallar a la
caza y captura de un buen papel. Un debut afortunado como protagonista de
‘Empezó en Boda’; un papel sensacional en ‘Locura de Amor’; una buena
intervención en ‘Mariona Rebull’ y luego una serie de insípidos personajes
donde sólo tenía que lucir su cara bonita de mujer joven. Hastiada de la
mediocridad se marchó a México para representar a España en las Fiestas de la
Primavera. Allí de nuevo la ruleta de la suerte marcó número bueno: la eligen
Reina, le firman un contrato y debuta junto a Arturo de Córdova y Verónica Lake
en ‘Furia Roja’. Película tras película, hasta veinte; pero la misma historia
de España se repite en México. Siempre es lo mismo: la heroína buena, la
chiquita joven, la ingenua sentimental… o la fatal por complejos. Pero el
papel, el gran papel soñado no llega.
Hollywood llega
sin embargo. Los productores de ‘Veracruz’ buscan a una mujer guapa, con rasgos
exóticos, buena actriz. Sara Montiel se somete a una prueba y Gary Cooper y
Burt Lancaster dicen al unísono: ‘Esta es la mujer’. Se marcha a la ciudad del
cine: es agasajada, fotografiada, buscada por los ‘caza talentos’, asediada por
una pléyade de ‘cinematografistas’ que intentan lanzar una nueva estrella. Se
estrena ‘Veracruz’ y la película es un éxito total. La Warner le ofrece un
papel en ‘Serenata’, junto a Mario Lanza y Joan Fontaine. La intérprete genial
de ‘Rebeca’ desaparece ante la fuerza latina de la Montiel. Después, ‘Run of
the Arrow’, junto a un ‘Kasanista’, Rod Steiger. Y después…
Muchas
proposiciones pero ninguna interesante. En una película a Sara Montiel le
exigen que enseñe muchas piernas y poco talento; en otra, que vaya con un tipo
de letra inferior a la protagonista. En la jungla hollywoodiana Sara Montiel no
puede ser una excepción. Ha tenido éxito y todos inventan despedazarla. Y en
ese momento le llega una proposición de su patria: ‘El Último Cuplé’.
-Pero
si yo canto muy poco… - comenta.
Después del
estreno del film se venden más de un millón de discos con las canciones de la
película. Su voz ronca, sensual, apasiona a todos los públicos de España e
Hispanoamérica. Más que cantar, dice, musita, suspira. La noche del estreno de
la película, en el horizonte surge una nueva estrella con luz propia: Sara
Montiel. Y ahora, ya nadie intenta despedazarla. Se escribe para ella, se
produce para ella, se piensa para ella.
‘La Violetera’
es su segunda película en esta su 4ª etapa. Bate los records de ‘El Último
Cuplé’. Junto a la película realiza una gira por el Continente Americano y
levanta oleadas de admiración y cariño. Rendida, casi enferma, tiene que
regresar a Hollywood y, en su casa de California, bajo el cielo caliente y
frente al mar azul, deja pasar el tiempo. De pronto, la llamada de Madrid. ‘Carmen, te espera…’ Ella entorna los ojos, piensa.
Carmen es un personaje fuera de la serie; una mujer carne y pecado, pasión y
fuego, amor y locura. Quizá en aquel momento piensa en Raquel Meller, en Rita
Hayworth o en Sophia Loren, que también sueñan con ser Carmen. Viene la fatiga,
levanta el ánimo, dice adiós a las cálidas costas californianas y surca de
nuevo el Atlántico. Se fue rubia –ese es su color-, pero vuelve morena-rojiza;
se marchó pálida y vuelve tostada; sobre sus ojos había una mirada triste y
ahora hay un brillo de pasión. La mujer que creó y recreó Próspero Merimeé
estuvo dispuesta a vivir de nuevo la historia de amor ante las cámaras.
Luego, Sara
Montiel desaparece. Huye. Se desvanece en la sombra del hotel. A la puerta,
cientos y cientos de admiradores le gritan, le piden una foto o un autógrafo.
Pero ella no quiere salir. Prefiere tumbarse, mirar al cielo, respirar hondo y
sonreír pensando en su pasado. Un pasado que también estaba escrito en la palma
de su mano… pero que la fuerza de los acontecimientos ha borrado totalmente.
Y ahora, en la
baja Andalucía, quemada por un sol de verano, envuelta en unas ráfagas de aire
caliente, Sara Montiel vive el momento presente. El gran momento de una gran
actriz. Sara, Carmen. Ronda… la leyenda ha cobrado realidad.
Por ALFREDO TOCILDO
EL RECORTE CLII
La revista Semana, en su sección de programación, anunciaba la transmisión de 'Carmen la de Ronda' por televisión. Era en su número del 7 de Enero de 1978.
PRIMERA SESION
Sábado, 7 de enero, a las 15,50 H.
“CARMEN LA DE RONDA”
La
‘edad de oro’ de Saritísima
Sara Montiel y Jorge Mistral formaron una de las parejas más taquilleras del cine español. Jorge desapareció de la escena y de la vida en circunstancias trágicas.
Dirigida por
Tulio Demicheli, e interpretada por Sara Montiel, Jorge Mistral, Maurice Ronet,
Germán Cobos y Amadeo Nazzari.
ARGUMENTO: Durante la ocupación francesa de
Andalucía, Carmen, la cantaora más famosa de Ronda, comparte sus sentimientos
entre Antonio –un capitán de ‘partida’ que con sus guerrilleros ataca
sistemáticamente al francés- y un sargento de las tropas napoleónicas –José-.
Pero Carmen lleva dentro un sino trágico y todos los hombres que han tenido
alguna relación con ella acaban de mala manera.
SARA MONTIEL: Su verdadero nombre es María
Antonia Abad Fernández y nació en Campo de Criptana, en 1929. Estudió como
alumna interna en el convento de las dominicas, de Orihuela. El productor
Vicente Casanova reparó en su graciosa y vivaz belleza morena, y la estimuló a
participar en un concurso para dar a conocer nuevas actrices cinematográficas;
al ganar dicho concurso, pudo actuar en la película ‘Te quiero para mí’, de
Ladislao Vajda, con el seudónimo artístico de María Alejandra, que luego
sustituyó por el actual, aconsejada por Enrique Herreros. Sus siguientes
interpretaciones le permitieron conquistar una discreta popularidad, y fue
especialmente celebrada su actuación como Aldar en ‘Locura de amor’. Fue el
comienzo de su triunfal carrera. Se casó en dos ocasiones y ahora convive con
José Tous.
LA FOTO CLII
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