(Agradecemos a Violeta Riscal el envío de esta revista)
SARA MONTIEL
levanta el telón de acero
EL CUPLE EN EL MUNDO ROJO
Ganará once millones de pesetas
Ya no se oyen
los aplausos y ella está a la vez sería e inquietante. En sus manos que ahora
van pasando fotografías de giras exitosas, luce un anillo de mil brillos y gran
tamaño. Ella no sabe estar sin su público. Sola, mira a uno y a otro lado como
si se ahogara, como si le faltara el equilibrio y la silla diese vueltas. Hace
unos minutos a Sarita se le escapó una lágrima por un sendero del rimmel. Una
lágrima de verdad, no de cine. Le acaban de conceder el Garbanzo de Plata. Le
acababan de aplaudir con sinceridad sus amigos, los del cine, los del teatro,
los periodistas. Pero el acto ha finalizado hace cinco o diez minutos. Y unos y
otros se han ido de Torres Bermejas, después de aplausos y discursos, de
chistes y felicitaciones.
Sarita, Sara
Montiel, nos ha concedido la media hora de diálogo que le habíamos pedido…
-Bueno,
ya me voy tranquilizando –dice-
. Estos actos me emocionan. Pregunte lo que quiera.
Sarita sigue
mirando a uno y otro lado. Como si fuera esta la primera entrevista que le
hacen. Y ha sido entrevistada miles de veces. Sarita de la Mancha teme a los
periodistas. Y como una gacela inquieta, parece que busca ayuda. Nos ponemos en
su lugar. Le han preguntado tantos disparates; se ha querido profundizar en la
intimidad que le pertenece y defiende; se han escrito tantas y tantas cosas…
-Sólo queremos
que nos hable de los públicos que conoce –le decimos- y de esa gira sensacional
tras el telón de acero…
-¿De
los públicos…? –parece
que se le alegra el rostro-. Sí. Yo de esto sé
mucho. Conozco al público de todos los países de América. Los de naciones
hispanas son parecidos, si bien he apreciado diferencias muy acusadas en mis
actuaciones…
Las más recientes fotos de Sara Montiel durante esta interviú.
Los brasileños, latinos
Hace poco más de
año y medio, Sarita Montiel regresó del Brasil en donde había rodado ‘Samba’.
-…Los
brasileños son muy latinos. Tengo de aquel país unos recuerdos maravillosos.
Cuando interpretaba ‘A noite do meu ben’, ante más de dos mil personas, quedaba
la sala en el más absoluto silencio. No se oía nada. Sólo mi canción. Cuando
acababa, rompían en aplausos. Decían que mi acento portugués era perfecto.
José Vicente
Ramírez Olalla, marido de la internacional estrella, se ha acercado a la mesa.
Es un vasco cordial, pendiente de su esposa.
-Vicente
me acompaña a todas las giras desde que nos hemos casado –dice, animada,
Sarita-.
Moscú. La actriz española ante el estadio Lenin. Al fondo se ven las torres del Kremlin.
La actriz se va
abriendo al diálogo. Sarita, muy sencilla, muy sincera cuando habla, necesita
hacerlo con tranquilidad, en un ambiente de confianza. Y entonces su mirada y
voz, huidizas a las entrevistas ‘al minuto’, se hacen suaves y dulces. Y las
manos ya no se mueven desmesuradamente, sino con ritmo.
-Los
venezolanos son muy simpáticos –prosigue-. Actué en
Caracas, Valencia y Maracaibo. Allí, como en todos los países de América en los
que he estado, canté cuplés, tangos y canciones modernas.
-También estuvo
en México…
Los mexicanos, serios
-Son
los más serios. Los mexicanos son amables, aunque muy comedidos. No tan
impetuosos, por ejemplo, como los colombianos y chilenos. En estos últimos
países no dejaban de decirme piropos. Y yo, a veces, no apercibía de si estaba
en el extranjero o en España.
-¿Qué nación de
aquel continente le satisfizo más?
-Todas
tienen su encanto. Un encanto diferente. El aplauso es universal, aunque en
unas ciudades, o en unos públicos tenga más calor. Por ejemplo, en Argentina me
encontraba muy a gusto, pues fui por una semana y estuve tres meses en el
teatro Avenida, de Buenos Aires. Eran locos por ‘Nena’, mi cuplé preferido.
En el cine República, de Bucarest, se representan películas de Sara Montiel.
-¿Qué público
entiende mejor sus cuplés y tangos?
-Naturalmente,
el español, pues canto siempre temas arraigados en España. El público español
es maravilloso, aunque lo conozco más por los estrenos de películas, que en
actuaciones directas. Creo que en España sólo un día canté en un escenario de
Palma de Mallorca este verano y casi me matan. Pude dejar el escenario de
milagro y perdí los zapatos. Bueno, esto me pasó otra vez en Barcelona cuando
acudí a un estreno. En Málaga, hace pocos meses hube de salir en un ‘jeep’
escoltada por la Policía, de la plaza de toros…
En Estados Unidos, entienden
-Después
del español –sigue
diciendo- el mejor público es el de los Estados
Unidos. Actué en público en Los Ángeles y en Wáshington. Son muy serios y
exigen, porque entienden.
Sara Montiel
conoce casi toda Europa y gran número de naciones africanas…
-Únicamente
me falta por visitar Oriente Medio. Sólo estuvo en Beirut, en donde se
desarrolla parte de ‘La dama de Beirut’. Desde que nos hemos casado, no
paramos. También estuvimos en Tokio en donde, el año pasado, me dieron el Disco
de Oro de la Televisión.
Desde hace algunos meses, en Rumanía hay gran interés por el estudio del español, como puede apreciarse en el cartel de la casa de cultura, con el añadido en la parte superior.
Sin duda, es la
cantante de Campo de Criptana María Antonia Abad, la actriz española de más
nombre y fama en el extranjero. Y la más cotizada. Desde que hizo su primera
película. Desde que puso nuevamente en moda el cuplé, no ha cesado en su largo
peregrinar de continente en continente. Su voz cálida, su belleza –hoy más
plena-, la han situado en vanguardia y pasarán años antes de que se apee de su
puesto de honor. En estos días, ella y José Vicente ultiman los preparativos
para una gira por las capitales de la Europa comunista.
Tras el telón de acero
-El
viaje –dice
Sarita- nació en nuestro viaje de novios, cuando
estuvimos en Moscú. Primero iremos a Rumanía. Bucarest es, para las naciones
que la rodean, algo así como París para el resto de Europa. La ‘ciudad de la
luz’ del telón de acero. El público rumano es entendido en cualquier
manifestación artística. Cuando Bucarest lleva buenos espectáculos, los demás
países los aprovechan.
La cantante, con su marido, José Vicente Ramírez Olalla, en un restaurante de Tokio. En la capital del Japón Sarita recibió el premio del Disco de Oro de la TV.
-¿En cuántas
naciones cantará?
-La
Osta, oficina de espectáculos rumana, organiza la gira por Bucarest,
Checoslovaquia, Yugoslavia, Bulgaria y Albania. Actuaré en las capitales de
estas naciones y en Albania, tan sólo de pasada. En el mismo mes de marzo, que
es cuando comenzará la ‘tourneé’, iremos a Moscú, Leningrado y Gorki. Haremos
un corto viaje a Polonia y Alemania, para dejar grabado un programa de
televisión. Y ya de regreso cantaré en Atenas y Beirut.
En total, Sarita
Montiel, visitará once países en este viaje, cuya duración se calcula de dos
meses. En términos económicos el contrato bate el record de aquellos países.
Hasta el momento el cantante mejor pagado había sido el francés Charles Aznavour,
que cobró 70.000 pesetas diarias, para él y su orquesta de ocho músicos. José
Vicente nos ha dicho lo que percibirá su esposa e incluso nos ha mostrado las
cartas contractuales:
Contrato fabuloso
-Le
dan, por cada día de actuación, 180.000 pesetas. En los sesenta días, diez
millones ochocientas mil pesetas. Ya, cuando el estreno de ‘Samba’ en Bucarest,
se pagaron por las entradas precios nunca vistos. Aproximadamente veinte leis,
butaca, o sea cuarenta pesetas. Comparado en España es muy poco, pero en
cualquier estreno, la entrada en el mejor cine de Bucarest cuesta tan sólo seis
o siete leis.
Sarita y José
Vicente viven ya ilusionados con la gira a través de estos países legendarios
para nosotros, por lo poco que sabemos de ellos. Ella no puede ocultar la
emoción que le causa la esperanza del aplauso de otros públicos.
Sarita Montiel, con la guía rusa, ante un mercado en Moscú, en donde oyó un disco con sus cuplés.
-En
Moscú –dice
Sarita- está previsto que actuaré en el Bolshoi
Teathre, con la orquesta nacional rusa. Pero cabe la posibilidad de que vaya al
palacio de los Congresos, de mayor cabida. En este último pueden presenciar el
espectáculo seis mil personas. Sé que el público de aquellos países a quienes
le han agradado mis películas y discos, gustará también de mi canto. Son muy
sentimentales y sensibles. Por ejemplo, los checos y rusos se parecen bastante
a los españoles.
José Antonio GURRIABAN
Fotos Julián TORREMOCHA y archivo SEMANA
EL RECORTE CLXVI
Una de las películas más lujosas de Sara, y del cine español, fue 'Samba'. El film se estrenaba en 1964. El 8 de Enero de 1965, Lecturas incluía en su revista esta semblanza del film.
(Pincha en la foto para ver más grande)
LA FOTO CLXVI
Nuestra estrella en 'Samba', film que este año cumple 50 años.
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