así pasa sus vacaciones
SARA MONTIEL
Sara tiene entre manos un proyecto cinematográfico de mucha envergadura, que la pondría frente a frente con Amparo Muñoz.
Con sus 52 kilos
de peso actuales, y esa linda cara que mamá Naturaleza le donó al venir al
mundo en Campo de Criptana, María Antonia Abad Fernández, alias “Saritísima”,
veranea en ese Mallorca de sus pecados –y de sus gozadas-, que desde hace
tiempo tomó como residencia habitual. “Miss” Montiel, que había decidido como
la “progre” más “progre” de todas las “progres”, estrenar “Ciento y la madre
patria”, con dirección de Marsillach y libretos de Cela, Forges, Umbral, Moix,
Chumy, etc., parece haberse arrepentido del proyecto (¿o solamente es un
aplazamiento?) para estrenar temporada entrante en un teatro madrileño una obra
“cachonda” de Juan José Millán. Sin embargo, lo que aún no saben sus “fans”, ¡y
prepárense con la noticia!, es que Sara Montiel está en conversaciones con
Lotus Films para ver la posibilidad de interpretar en cine “La playa vacía”,
junto al galán mexicano Jorge Rivero, con dirección de Eloy de la Iglesia, y
–quizá, quizá- con Amparo Muñoz como oponente femenina. Todo un reto de Sara,
frente a frente con nuestra “Miss Universo”, y en un papel decididamente
dramático, de “desmelene”, sin cantar, y donde el físico de la universal manchega
pasará a segundo término para que su interpretación de actriz-actriz sea más
veraz.
A la pata coja y aguantando el tipo, Saritísima vuelve a ser más "ísima" que nunca.
El escote de la Montiel, junto con el de la Jurado, las "delanteras" más comentadas.
-¿Qué haces,
Sara, durante este principio del verano?
-Pues
entre gala y gala me paso todo el tiempo en Mallorca, tomando el sol en casa o
en la playa, bañándome en la piscina en compañía de mis amigos, y saliendo al
mar en un barquito para bucear totalmente desnuda. También suelo pasear por los
pinares que rodean la casa donde vivo, acompañada de mis perros, y de vez en
cuando cuido las plantas del jardín. El resto del tiempo lo dedico a leer,
escuchar música, poner al día mi correspondencia y salir por la noche a bailar
en pandilla.
-¿Llevas algún
tratamiento de belleza especial?
-Sólo
uso desde siempre crema Nivea, y creo que por esto la casa de dicha crema
debería regalarme un paquetito de acciones o enviarme lotes de vez en cuando.
De verdad que eso es lo único que uso.
-¿Y sobre
alimentación?
-Cosas
sanas y que no engorden mucho: frutas, ensaladas, carne a la plancha sin sal,
huevos duros, etc. ¡Ah!, y el menos alcohol posible. Esto y el dormir pocas
horas son los mayores enemigos de la belleza femenina.
Al aire libre, y con Mallorca al fondo, Sara Montiel hace gimnasia.
La barandilla que bordea la piscina le sirve a Sara de barra para sus entrenamientos de "ballet".
Gesto lánguido y vestido ibicenco, para esa pose junto a la piscina.
-Tú siempre eres
una mujer de sorpresas y “booms”. ¿Algún secreto que confesar en este momento?
-Muchos,
que se resumen en uno sólo: lo que voy a contar en mi libro de memorias que ya
he empezado a escribir hace tiempo.
-¿Y de tu anulación,
¿qué?
-¡A
ver si me llega de una dichosa vez!
-¿Te casarás con
Pepe Tous si llegas a conseguirla?
-No,
pero estaremos juntos libremente hasta que la muerte nos separe, amándonos sin
ataduras de ningún tipo. Esto, al menos, es lo que pensamos hoy por hoy.
En su floreado jardín, estampa bucólica y veraniega de la diva.
Romántica y bella, la actriz ha elegido Palma para vivir.
-¿Si tuvieras
que definirte con una palabra, cómo lo harías?
-Diciéndote
que siempre he sido una mujer fenomenal, por dentro y por fuera, y que sigo
siendo amante de la paz, el bienestar social y la democracia.
-¿Cómo llamas a
Pepe en la intimidad?
-¡Amooorrr!
Con vaqueros y chaleco, he aquí las proporciones actuales de los 52 kilos de Sara Montiel.
El gesto fiero, y al aire el muslo bello, "miss" Montiel en plenitud de belleza. "Siempre he sido una mujer fenomenal".
Para su belleza, Sara reprueba el abuso del alcohol y el trasnoche.
Vean cómo se ha quedado de delgada la estrella, tras su último régimen adelgazante, ¡que sí, que es verdad!
Texto: TRIALASOS
Fotos: TRIALASOS Y CASTELLVI
EL RECORTE CLXXII
Palma de Mallorca se convirtió en el escenario de la vida personal de Sara Montiel desde que comenzaran los '70. La isla fue testigo de sus pensamientos, proyectos, ilusiones.... y su gran amor: Pepe Tous. En 1972, la diva ocultaba su nombre todavía, pero estaba claro que algo muy fuerte la retenía allí. Lecturas, en su número de 29 de Septiembre de aquel año, recogía esta entrevista.
SARA MONTIEL:
“Nunca he pensado adoptar un niño, porque lo tendré
yo”
La famosa estrella cantante acaba de pasar unas
breves vacaciones en Mallorca, donde se asegura va a construirse una casa junto
al mar, y allí se instalará cuando abandone definitivamente su carrera
artística.
A Sara Montiel le encanta la tranquila vida de Mallorca. Siempre que sus compromisos profesionales se lo permiten, pasa breves temporadas en la Isla de la Calma.
Después de unas
triunfales actuaciones en Madrid y Barcelona, Sara Montiel se trasladó a Palma
de Mallorca para disfrutar de unos días de merecido descanso. Decidí hacerle
una breve visita en la isla, no sólo por convivir con la estrella algunas de
sus horas libres, sino también con la esperanza de descubrir el emplazamiento,
hasta ahora secreto, de la casa que se asegura está a punto de construirse
cerca de Palma.
La desperté por
la mañana porque ella estaba durmiendo todavía cuando llegué.
Está
profundamente dormida, con la “Chuchi” a su lado, que me gruñe en un principio,
creyendo que voy a fastidiar a su dueña. Pronto se calma cuando Sara se
despierta. Está medio adormilada aún. Distingo, en la penumbra un libro sobre
la mesilla de noche. Como siempre. Porque Sara Montiel siente una gran afición
por la lectura, sobre todo, por las biografías de grandes personajes.
Pide un desayuno
frugal: huevos pasados por agua y café.
En la hermosa finca de Palma, en que se ha alojado para sus breves vacaciones, Sara se distrae jugando con unos pájaros exóticos.
Sara, con su inseparable perrita "Chuchi". La preciosa caniche enana se rompió, recientemente, una pata al quedar atrapada en un ascensor.
-Me
voy al Brasil, invitada por el Gobierno. Recorreré Mato Grosso, Río y Sao
Paulo. En cada uno de estos lugares me quieren rendir un homenaje, pues aunque
se trate de distintos Estados, son regidos por un mismo presidente. Ahora me
quieren otorgar una medalla, como la artista extranjera más popular en Brasil.
Ya anteriormente en Rusia, me dieron la Medalla de Lenin, por el mismo motivo:
por ser la artista extranjera más popular del pueblo.
-¿Tanto éxito no
empacha, Sara?
-No,
porque el artista lo que quiere es seguir haciendo más, y eso no produce
empacho, sino una gran satisfacción interior e indudablemente, algo muy
agradecido y agradable.
-¿Te asusta
pensar que llegará un día en que por ley natural de vida no cantes o actúes?
-No
me asusta nada. La actriz o la cantante –hombre o mujer, indistintamente- cantando
resiste mucho. Todos, si no nos morimos antes, llegaremos a ser viejos, pero
viejos de piel, no de espíritu. Hay que envejecer con dignidad, con un alto
sentido de la vida y del humor. La voz es quizá (llevando mucho cuidado, por
supuesto) lo que te dura más. Naturalmente, siempre existe el caso de un tenor
o una cantante famosa de ópera que va perdiendo más facultades, pero cantando
como solemos hacerlo los cantantes actuales, puedes salir al escenario hasta
los cincuenta y cinco o sesenta años. Fíjate, si no, en el caso Sinatra, y
tantos otros.
No es de extrañar que Sara elija Palma para sus descansos. Cada vez que pasa unos días en Mallorca parece transformada, lo que hace pensar que el aire, el sol y la calma le sientan de maravilla. Aseguran que hay también algo más; quizás un amor.
Cuando se retira definitivamente de los platós, Sara piensa pasar largas temporadas en la isla, e incluso se asegura que trasladará su residencia allí. Se sabe que la estrella ha comprado unos terrenos junto al mar.
Terminados sus compromisos veraniegos y su breve descanso, Sara Montiel interpretará una nueva película, cuyo título es "La pantera". Se asegura que la famosa cantante y actriz ha ganado casi un millón y medio de pesetas en cada uno de sus recitales multitudinarios celebrados hace poco en Madrid y Barcelona.
Yo sé bien de la
alergia que Sara sufría cuando se encontraba en algún lugar cercano al mar y,
ahora me encuentro frente a ella, precisamente en Palma. ¿Se le curó esa
alergia que siempre atacaba a sus ojos? Le muestro mi extrañeza, pero Sara,
escurridiza cuando quiere, evade la respuesta así:
-Sí,
me producía alergia el mar, pero se me ha curado con un remedio maravilloso.
(Que lo guarda
para sí.)
-La película “La
pantera”, ¿para cuándo?
-Tan
pronto termine las galas.
-¿Cuántos amores
habrá en tu vida, en ese film?
-En
“La pantera” tendré tres amores.
-Por cierto…, y
ya que hablamos del amor, ¿cómo va el tuyo?
-Viento
en popa.
Discreta.
Política, Sara.
-Su nombre…
-Estoy
enamorada de un hombre. Soy la mujer de un hombre.
Lo dice altiva,
como hembra y como mujer enamorada. Entonces, amí se me ocurre preguntarle:
Sara, en los jardines de la maravillosa mansión que ha ocupado durante sus breves vacaciones mallorquinas.
Sara, con su gran personalidad, en el salón de la vivienda, decorado con exquisito gusto.
Otra vista del elegante salón, con una acogedora chimenea. Sara no olvida sus quehaceres profesionales y mantiene contacto telefónico con el mundo del espectáculo.
-¿Tú crees que
el amor no se acaba, que es eterno?
-No;
el amor no es eterno. Nada es eterno, sólo el cariño y el amor de las madres y
de los hijos, porque es un amor desinteresado, un amor en el que uno no espera
nada del otro. Naturalmente, hablo de las madres y de los hijos buenos.
Ella lo ha
dicho: “No es eterno el amor”. No es eterno, pero puede prolongarse y vivir
durante mucho tiempo. Quizá –tal vez- Sara Montiel esté en el secreto.
-¿Qué consejo
darías tú a las mujeres para conservar el amor?
-Depende
del hombre que sea, porque como sabes, hay hombres de distintas formas de ser y
tienen también distintas debilidades o defectos, y es la mujer la que tiene que
saber encontrar su punto flaco. Entonces, es la mujer la que tiene que buscar,
digamos, las vueltecitas para retenerle. Puedes retenerle a fuerza de cariño y,
al mismo tiempo, demostrarle una cierta frialdad. O sea, una de cal y otra de arena.
Es muy difícil equilibrar eso, pero lo puedes conseguir siempre y cuando exista
amor entre los dos.
-Hasta ahora no
has llegado a la culminación de tu vida como mujer: ser madre. ¿Ha pasado por
tu mente, en algún momento, el adoptar un niño?
-No
he pensado en adoptar a un niño porque lo tendré yo.
Su respuesta ha
sido tan rotunda que no dudo que un día, Sara tendrá ese hijo. Buscar en este
mundo la fuente del amor es como si el actor tratase de encontrar en el
escenario la fuente de la luz que lo ilumina.
Terminó su
desayuno, sin que la “Cuchi” se apartase de su lado ni un momento. Sara se
dispone a darse un baño y a proceder a un ligerísimo maquillaje. Cuando está en
alguna ciudad en la que el agua es muy calcárea, usa para su cutis, única y
exclusivamente agua destilada. Como los cosméticos para ojos le producían
alergia, Sara adoptó hace ya tiempo para el maquillaje de los mismos, el carbón
vegetal que se vende en farmacia. Creo que es una de las artistas españolas que
usa productos más baratos para su cuidado personal. Sara me cuenta que tuvo que
prescindir durante bastantes días de tomar el sol porque, al mirarse en el
espejo, se vio tan morena “que sólo se veían ojos y
dientes”.
Sara es una
enamorada del mar, pese a la alergia que le “producía” y que ahora, ya no le
“produce”.
María Antonia Abad Fernández, hoy famosa como Sara Montiel, en otro acogedor saloncito de la maravillosa mansión mallorquina.
-¿Cuándo viste
por vez primera el mar?
-Cuando
viajaba por España. Yo tendría entonces ocho o diez años. Estábamos en Orihuela
y allí vi por vez primera el mar y ese trozo de playa por donde pasé y vi por
primera vez el mar, no lo he olvidado nunca más. Recuerdo que íbamos en tren;
al entrar en Alicante, la vía está pegando a la playa, pero viene un recodo en
el que no ves el mar ni a la izquierda ni a la derecha. Yo recuerdo que miraba,
enfurecida por los dos costados, cuando en realidad, el mar tenía que estar por
uno sólo. Nunca he olvidado esa primera vez.
Sara posa con auténtico arte, en un precioso rincón de la casa que tuvo a su disposición durante unos días.
No es extraño,
por ello, que Sara haya elegido Palma de Mallorca, para residir en sus
temporadas de descanso e incluso –así lo aseguran muchos de sus amigos- para
retirarse cuando decida abandonar definitivamente la escena. Al parecer, el
punto está ya elegido, pero faltan unos pocos detalles para que pueda ser hecho
público. Creo en la promesa de Sara, cuando me dice: “No
tardaréis en saberlo”, y confío en que muy pronto el secreto dejará de
serlo.
MAITE MAINE
LA FOTO CLXXII
Otra imagen de la estrella en los '70.
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