SARA MONTIEL:
HIPPY DE LUJO
su moda preferida es la ibicenca
La moda "ad lib", creada en Ibiza, se ha extendido por todo el mundo. En las tiendas más elegantes de Londres y París se pueden ver los modelos que muchas mujeres ibicencas utilizan todavía como trajes de diario.
Sigue siendo la
indiscutible, la mujer más idolatrada del país, la “estrella” por excelencia de
nuestro cine y nuestra canción. Nadie le puede quitar a Sara Montiel el cetro
que ganó hace ya muchos años, cuando aún se estilaba el “star-system”, y que
mantiene tras su “Saritísima” y sus “Cinco almohadas…”. En Palma de Mallorca
enamorada de la luz, el color y el olor de las islas. Por ello siempre que
puede vuela a Ibiza, la isla contigua, el reino de los hippies; y es
precisamente allí donde empieza la metamorfosis de Sara. La Montiel, artista de
cabaret y “estrella” en sus ratos libres, se convierte en una hippy, o en una
pseudo-hippy, al vestirse con la característica moda de Ibiza. Sara cambia trajes
de lentejuelas, medias de malla y plumas por sombreros de paja, trajes largos
de algodón crudo o de percal, rememorando los tiempos de nuestras abuelas, los
trajes de “payesa”, pero, a pesar de la imagen distinta, Sara siegue siendo la
eterna Montiel, con los cuarenta años declarados y alguno más escondido, una
hippy que canta cuplés.
Sara, la de las mil caras, escondía esta faceta suya: la de hippy. Cuando el trabajo se lo permite vuela a Ibiza para renovar su vestuario y mezclarse con los jóvenes que acuden a la isla creyendo encontrar el paraíso de los hippies.
Fotos: JUANA BIARNES
EL RECORTE CLXXI
Este recorte de la revista Lecturas, con fecha de 20 de Junio de 1973, nos ofrece una retrospectiva del estado de la diva en aquellos incipientes '70: amor, proyectos, moda... instalada ya, definitivamente, en Palma de Mallorca.
SARA MONTIEL
COMPRA SUS MODELOS EN IBIZA
La actriz, que se está construyendo una casa en
Mallorca, rodará una nueva película en otoño y hará teatro en invierno
Sara Montiel está pasando unas largas vacaciones en la Isla de la Calma. Este año Sarita ha adquirido casi todos sus modelos veraniegos, como el que luce, en las "boutiques" ibicencas. La actriz se escapa muy frecuentemente a Ibiza.
-Siempre
busco la calma.
Otra vez nos
encontramos con Sara Montiel. Al sol de Mallorca, sin bikini, con mil vestidos
de verano.
-Sara, ¿qué te
arrastra a Mallorca?
-¿No
es la Isla de la Calma? Es lo que yo busco: calma absoluta.
-¿Te fallan los
nervios?
-No.
Es que no quiero que me fallen.
-Sara, la gente
piensa que tú frecuentas la isla no por lo de la calma, sino por… amor.
-¿Y
qué? ¿No se ama mejor en calma?
UNA CASA EN “LA BURGUESA”
Se rumoreó que
Sara Montiel instalaría su nido en Mallorca. Que se construía una casa en la
isla.
-¿Va adelante tu
chalet?
-Sí,
sí. Aunque aún no lo estrenaré en todo el verano. Ni aún en el otoño.
-¿Es un palacio
a medida de la estrella Sarita Montiel?
-No,
nada de palacio. Es una casa normal. Sin lujos. Simplemente, lo que necesito
para sentirme a gusto.
-¿Vivirás en
Mallorca?
-Cuando
descanse, sí. Es un lugar alto, con un panorama precioso, domino los
horizontes. Está ahí, en lo que llaman “La Burguesa”.
-¿Se llamará
así: “La Burguesa2?
-No
sé, tal vez “Villa Sara”. O igual me da por llamarla “Villa Don Quijote".
Sara está muy orgullosa de sus facciones españolas. Dice que nunca la han confundido con una sueca.
-¿Harías buenas
migas con un Don Quijote en este mundo ‘pop’ en que vivimos?
-Yo
sería una admiradora de Don Quijote siempre. Antes de Cristo, en la época de
Cervantes y ahora, en este mundo ‘pop’. Es más, un Don Quijote auténtico
siempre sería el hombre de mis sueños. Me moriría de celos de ver a Don Quijote
en los brazos de Dulcinea. Emplearía toda mi coquetería en conquistar a ese Don
Quijote, en arrebatárselo a Dulcinea. Le hechizaría incluso para que Sara
Montiel fuera su Dulcinea única. ¿No era Don Quijote loco en su amor? Es lo que
a mí me llenaría, un apasionado así, un hombre que sólo viviera para mí, que el
mundo le importara un comino. Sólo yo, siempre yo, únicamente yo.
-¿Aún eres una
apasionada?
-Y
moriré apasionada.
“CINCO ALMOHADAS”
-Sara, ¿te has
pasado a la canción?
-Yo
siempre canté. Aprendí a cantar con el padre de Pedro Terol. La otra noche le
vi escuchándome en La Riviera. Feliz, en primera fila. Recordamos cuando su
padre me enseñaba a cantar óperas, sí, óperas. Yo empecé cantando ópera y
operetas. Era una chiquilla, los Terol me animaban… Ahora canto, sí, más que
otros años. Sin olvidar el cine. He dicho: “En verano, quiero actuar ante el
público de España”. Y canto donde me llaman, aunque sin darme palizas de coche;
no, yo no quiero ir dando tumbos de una punta a otra del país; yo prefiero que
mis contratos estén más o menos en una ruta, que los desplazamientos sean
fáciles, en avión, que es más cómodo.
-¿Y hay cine a
la vista?
-Sí,
en otoño interpretaré “Cinco almohadas para una sola noche”.
-¿Es que duermes
con cinco almohadas?
-No,
no.
Se ríe al
comentar:
-No
necesito tantas almohadas.
-¿Qué misterio
hay en esas “cinco” de la película?
-Que
son… cinco hombres.
-¿Para una mujer
sola?
-Para
mí solamente y sólo una noche.
-¿Se han elegido
esos “cinco amores” de Sara Montiel?
-Están
en el asunto ahora, cómo también en la búsqueda de director. A lo mejor, Pedro
Olea. Realmente, me encantaría que fuera un hombre joven, nuevo, aunque con
oficio. Que aporte ideas nuevas, pero que no sea un principiante como director.
He visto cosas de Pedro Olea y creo que me va. De todos modos, aún no hay nada
en concreto.
Sarita presume de piernas. En otoño empezará a rodar una película que se titula "Cinco almohadas para una sola noche". Sara no sabe aún quiénes serán sus "partenaires".
“VOLVERE AL TEATRO”
Aunque en
Mallorca descansa –a veces se escapa a Ibiza a comprar vestidos ibicencos, pues
empiezan a estar de moda las “boutiques” de Ibiza-, no es Sara Montiel una
mujer a la que le agrade estar tumbada al sol, en una playa o en la piscina.
Está guapa, más delgada, con la cara fresca que ha enloquecido a España entera
y… al resto del mundo. Sara no puede estar de brazos cruzados, pues echa e
menos a su público.
-Siempre
es bonito regalar violetas a los admiradores.
“La violetera”
jamás falta en su repertorio. Últimamente, a falta de violetas, en el cestillo
lleva claveles rojos, los besa y los regala con un guiño de ojos, con un mohín
“sexy”, con una zalamería, con amor.
LA FOTO CLXXI
Muchos y muy diferentes estilos lució Sara Montiel en la década de los '70. En estos años, también, configuró su imagen de 'Saritísima' con la que todos la identificamos.
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