viernes, 11 de julio de 2014

GARBO - 17 de Julio de 1974 - España


SARA MONTIEL:
HIPPY DE LUJO
su moda preferida es la ibicenca

La moda "ad lib", creada en Ibiza, se ha extendido por todo el mundo. En las tiendas más elegantes de Londres y París se pueden ver los modelos que muchas mujeres ibicencas utilizan todavía como trajes de diario. 

Sigue siendo la indiscutible, la mujer más idolatrada del país, la “estrella” por excelencia de nuestro cine y nuestra canción. Nadie le puede quitar a Sara Montiel el cetro que ganó hace ya muchos años, cuando aún se estilaba el “star-system”, y que mantiene tras su “Saritísima” y sus “Cinco almohadas…”. En Palma de Mallorca enamorada de la luz, el color y el olor de las islas. Por ello siempre que puede vuela a Ibiza, la isla contigua, el reino de los hippies; y es precisamente allí donde empieza la metamorfosis de Sara. La Montiel, artista de cabaret y “estrella” en sus ratos libres, se convierte en una hippy, o en una pseudo-hippy, al vestirse con la característica moda de Ibiza. Sara cambia trajes de lentejuelas, medias de malla y plumas por sombreros de paja, trajes largos de algodón crudo o de percal, rememorando los tiempos de nuestras abuelas, los trajes de “payesa”, pero, a pesar de la imagen distinta, Sara siegue siendo la eterna Montiel, con los cuarenta años declarados y alguno más escondido, una hippy que canta cuplés. 




Sara, la de las mil caras, escondía esta faceta suya: la de hippy. Cuando el trabajo se lo permite vuela a Ibiza para renovar su vestuario y mezclarse con los jóvenes que acuden a la isla creyendo encontrar el paraíso de los hippies. 


Fotos: JUANA BIARNES


EL RECORTE CLXXI
Este recorte de la revista Lecturas, con fecha de 20 de Junio de 1973, nos ofrece una retrospectiva del estado de la diva en aquellos incipientes '70: amor, proyectos, moda... instalada ya, definitivamente, en Palma de Mallorca. 

SARA MONTIEL
COMPRA SUS MODELOS EN IBIZA
La actriz, que se está construyendo una casa en Mallorca, rodará una nueva película en otoño y hará teatro en invierno

Sara Montiel está pasando unas largas vacaciones en la Isla de la Calma. Este año Sarita ha adquirido casi todos sus modelos veraniegos, como el que luce, en las "boutiques" ibicencas. La actriz se escapa muy frecuentemente a Ibiza. 

-Siempre busco la calma.
Otra vez nos encontramos con Sara Montiel. Al sol de Mallorca, sin bikini, con mil vestidos de verano.
-Sara, ¿qué te arrastra a Mallorca?
-¿No es la Isla de la Calma? Es lo que yo busco: calma absoluta.
-¿Te fallan los nervios?
-No. Es que no quiero que me fallen.
-Sara, la gente piensa que tú frecuentas la isla no por lo de la calma, sino por… amor.
-¿Y qué? ¿No se ama mejor en calma?

UNA CASA EN “LA BURGUESA”
Se rumoreó que Sara Montiel instalaría su nido en Mallorca. Que se construía una casa en la isla.
-¿Va adelante tu chalet?
-Sí, sí. Aunque aún no lo estrenaré en todo el verano. Ni aún en el otoño.
-¿Es un palacio a medida de la estrella Sarita Montiel?
-No, nada de palacio. Es una casa normal. Sin lujos. Simplemente, lo que necesito para sentirme a gusto.
-¿Vivirás en Mallorca?
-Cuando descanse, sí. Es un lugar alto, con un panorama precioso, domino los horizontes. Está ahí, en lo que llaman “La Burguesa”.
-¿Se llamará así: “La Burguesa2?
-No sé, tal vez “Villa Sara”. O igual me da por llamarla “Villa Don Quijote".


Sara está muy orgullosa de sus facciones españolas. Dice que nunca la han confundido con una sueca. 

-¿Harías buenas migas con un Don Quijote en este mundo ‘pop’ en que vivimos?
-Yo sería una admiradora de Don Quijote siempre. Antes de Cristo, en la época de Cervantes y ahora, en este mundo ‘pop’. Es más, un Don Quijote auténtico siempre sería el hombre de mis sueños. Me moriría de celos de ver a Don Quijote en los brazos de Dulcinea. Emplearía toda mi coquetería en conquistar a ese Don Quijote, en arrebatárselo a Dulcinea. Le hechizaría incluso para que Sara Montiel fuera su Dulcinea única. ¿No era Don Quijote loco en su amor? Es lo que a mí me llenaría, un apasionado así, un hombre que sólo viviera para mí, que el mundo le importara un comino. Sólo yo, siempre yo, únicamente yo.
-¿Aún eres una apasionada?
-Y moriré apasionada.

“CINCO ALMOHADAS”
-Sara, ¿te has pasado a la canción?
-Yo siempre canté. Aprendí a cantar con el padre de Pedro Terol. La otra noche le vi escuchándome en La Riviera. Feliz, en primera fila. Recordamos cuando su padre me enseñaba a cantar óperas, sí, óperas. Yo empecé cantando ópera y operetas. Era una chiquilla, los Terol me animaban… Ahora canto, sí, más que otros años. Sin olvidar el cine. He dicho: “En verano, quiero actuar ante el público de España”. Y canto donde me llaman, aunque sin darme palizas de coche; no, yo no quiero ir dando tumbos de una punta a otra del país; yo prefiero que mis contratos estén más o menos en una ruta, que los desplazamientos sean fáciles, en avión, que es más cómodo.
-¿Y hay cine a la vista?
-Sí, en otoño interpretaré “Cinco almohadas para una sola noche”.
-¿Es que duermes con cinco almohadas?
-No, no.
Se ríe al comentar:
-No necesito tantas almohadas.
-¿Qué misterio hay en esas “cinco” de la película?
-Que son… cinco hombres.
-¿Para una mujer sola?
-Para mí solamente y sólo una noche.
-¿Se han elegido esos “cinco amores” de Sara Montiel?
-Están en el asunto ahora, cómo también en la búsqueda de director. A lo mejor, Pedro Olea. Realmente, me encantaría que fuera un hombre joven, nuevo, aunque con oficio. Que aporte ideas nuevas, pero que no sea un principiante como director. He visto cosas de Pedro Olea y creo que me va. De todos modos, aún no hay nada en concreto.


Sarita presume de piernas. En otoño empezará a rodar una película que se titula "Cinco almohadas para una sola noche". Sara no sabe aún quiénes serán sus "partenaires". 

“VOLVERE AL TEATRO”
Aunque en Mallorca descansa –a veces se escapa a Ibiza a comprar vestidos ibicencos, pues empiezan a estar de moda las “boutiques” de Ibiza-, no es Sara Montiel una mujer a la que le agrade estar tumbada al sol, en una playa o en la piscina. Está guapa, más delgada, con la cara fresca que ha enloquecido a España entera y… al resto del mundo. Sara no puede estar de brazos cruzados, pues echa e menos a su público.
-Siempre es bonito regalar violetas a los admiradores.
“La violetera” jamás falta en su repertorio. Últimamente, a falta de violetas, en el cestillo lleva claveles rojos, los besa y los regala con un guiño de ojos, con un mohín “sexy”, con una zalamería, con amor.


LA FOTO CLXXI


Muchos y muy diferentes estilos lució Sara Montiel en la década de los '70. En estos años, también, configuró su imagen de 'Saritísima' con la que todos la identificamos. 

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