EL MARIDO DE
SARA MONTIEL
TENIA 59 AÑOS
UN CANCER DE HIGADO ACABO CON LA VIDA DE PEPE TOUS
Pepe Tous, el
compañero, marido y mánager inseparable de Sara Montiel a lo largo de 22 años,
falleció el pasado martes 25, a los 59 años, en su casa de Palma de Mallorca,
víctima de un cáncer de hígado. El conocido periodista y empresario teatral
estuvo atendido hasta el último momento por el doctor Juan Buades, internista
del Hospital Juan March, mientras su esposa y sus dos hijos, Thais y Zeus,
aguardaban con serenidad el instante final, que se produjo alrededor de las
cinco y diez de la tarde.
Las últimas
palabras del fallecido fueron para Sara y sus hijos. A ella le pidió que
continuara con su nuevo programa de televisión y que siguiera luchando por el
futuro de sus hijos. Al parecer, había sido sometido a una fuerte sedación para
aplacar los dolores de su estado, y toda la familia se había mentalizado para
que fuera feliz en los momentos finales. El portavoz de la familia, minutos
después del fallecimiento, declaró a los periodistas congregados a las puertas
del “Edificio Mediterráneo”, situado en el Paseo Marítimo de Palma: “Sara se encuentra en un estado lamentable”.
Minutos después de hacerse pública la triste noticia, las distintas
floristerías de Palma se hallaban ya saturadas de peticiones. Los restos
mortales del empresario fueron incinerados en el cementerio barcelonés de
Collserola el jueves 27, y para este lunes 31 estaba previsto que se oficiara
en Palma una misa por su alma.
El portavoz de la familia, Francisco Fernández, da la mala nueva a los periodistas, mientras a la puerta de la casa de los Tous empiezan a llegar amigos.
“Sara, en estado lamentable”
La enfermedad de
José Tous Barberán fue descubierta el pasado mes de abril. Como informara
PRONTO en la edición del 11 de julio, el marido de Sara fue operado de
hemorroides internas altas en el Hospital de Barcelona. La intervención corrió
a cargo del doctor José Vidal y de su equipo. Por entonces, Sara declaró: “Ver a Pepe en una camilla camino del quirófano me ha
causado mucho miedo”. Él se quejó de
que el postoperatorio estaba siendo muy molesto.
Unas semanas más
tarde, contra todo pronóstico, los médicos descubrieron en el paciente una
metástasis en el hígado, por lo que fue precisa una nueva intervención en la
que se le extirpó parte de una víscera. La situación era ya irreversible, y el
empresario fue informado de ello.
En un reciente
reportaje aparecido en la revista “Hola”, el matrimonio Tous se retrataba en la
terraza de su casa, al lado de sus dos hijos, con un fondo maravilloso de la
había de Palma. “No sabríamos estar el uno sin el
otro”, declaraban al unísono Sara y Pepe.
Pepe Tous y Sara Montiel se conocieron hace 22 años, cuando él la contrató para actuar en uno de sus locales. Aquí los vemos el día de su boda, en 1979.
Miembro de una rancia familia de
Mallorca
José Tous
Barberán dividió su vida entre el periodismo y la actividad de promotor
teatral. El 28 de febrero de 1970 se produjo el acontecimiento más
trascendental de su biografía: al pie de la escalerilla del avión, recibió en
Palma a la estrella Sara Montiel, a la que había contratado para actuar en uno
de sus locales. Hubo flechazo mutuo, y desde entonces él se convirtió en la
sombra de Sara, tanto en la vida sentimental como en la profesional, hasta el
punto de dedicarle en exclusividad sus dotes de empresario. Tous ha sido para
Sara lo que Meneghini para María Callas.
Este hombre
discreto e incansable, cuya elegancia natural y buena educación se hicieron
proverbiales para quienes le conocían, había nacido en Palma en 1932 y era descendiente
de una conocida familia mallorquina de gran tradición cultural y empresarial.
Tras estudiar Derecho y Periodismo en Barcelona, entró a trabajar en el diario
balear “Última Hora”, del que fue fundador su abuelo. En 1962 accedió a la
dirección del mismo, cargo que ostentó hasta 1974. En ese periodo, impulsó la
renovación del rotativo y lo convirtió en 1967 en el “primer diario offset de
España”. Asimismo, bajo su dirección, “Última Hora” dio cabida a un periodismo
crítico durante los últimos años del franquismo.
Pepe Tous, Sara Montiel y sus hijos adoptivos, Thais y Zeus, de 14 y 9 años respectivamente, componían una de las familias más estables del mundo del espectáculo.
Vinculado
también al mundo empresarial, fundó la sala de fiestas “Tagomago” y dirigió el
Teatro Rosales. En el “Tagomago” contrató a grandes figuras de la canción como
Tom Jones y Gilbert Becaud. Organizó la elección de “Miss España” en Palma, y
creó también el concurso internacional de “Miss Naciones Unidas”, así como las
Fiestas de Primavera. Últimamente era empresario del llamado “Bingo Balear”.
Un marido eternamente solícito
Pepe Tous,
“Pepín” para los amigos, ha sido en el mundillo del espectáculo el cónyuge
ejemplar, el consorte por excelencia. Desde que hace 22 años conociera a Sara
Montiel, su figura se ha mantenido en la sombra de la estrella, arropándola con
firmeza. “La trata como Armando Calvo cuidaba de
María Luján en la película ‘El último cuplé’”, ha escrito con agudeza la
periodista María Torres. Y él insistía siempre en decir: “Al lado de ella nunca me he sentido en segundo plano,
tal vez porque no tengo ningún interés en exhibirme”.
Pepe Tous
pertenecía a esa clase de hombres que siempre se quitan importancia y, según el
testimonio de personas que le trataron, se llevaba bien con todo el mundo. Lo
único que le sacaba de sus casillas era que alguien se metiera con su familia,
es decir, con Sara, Thais y Zeus. “Entonces me convierto
en una apisonadora”, confesaba.
Tous era un
marido incansablemente solícito, que adoraba a Sara en tanto que diva y en
tanto que mujer. De ella le agradaba lo mismo su talento en el escenario como
los huevos fritos con ajo que sabía prepararle. Aprobaba de corazón sus
vertiginosos escotes –“las cosas bellas de la vida
están para ser miradas y admiradas”- y, en su trato doméstico con ella,
le prodigaba toda clase de adjetivos cariñosos, que mantenían el matrimonio en
perfecta solidez.
Tous pertenecía
a la tipología cantada por el cineasta John Ford de “El hombre tranquilo”.
Derrochaba una apabullante sensatez y se definía a sí mismo como un ser
apacible. “Sólo me pongo nervioso cuando no duermo
bien –aseguraba-. Y si alguna manía tengo,
es la de que me molestan los gritos”.
Tous era un gran
admirador del género femenino, particularmente de las señoras maduras.
Consideraba que personajes como Marlene Dietrich, Julia Christie o Tina Turner
eran muy seductoras a pesar de sus años, y afirmaba sin sonrojos: “Yo disfruto viendo a esas ancianas maravillosas que se
ponen en ‘top less’ cuando vienen a Mallorca”. Por otra parte, con su
mujer hacía sobrado honor a su temperamento sensual y mediterráneo. “Somos muy calientes el mallorquín y yo…”, había
dicho ella alguna vez.
Un “padrazo” de sus hijos
Tous fue para
Sara, con la que se casó en 1979 tras nueve años de convivencia, un excelente
mentor y consejero. Gracias a él, la que fuera estrella de Hollywood ha
mantenido hasta el momento presente en que ha estado protagonizando la revista
“Ven al Paralelo”, un estatus artístico dentro y fuera de España. Tous se volcó
en ella como mánager, y a lo largo de dos decenios, ya fuera con números de
variedades u obras de teatro, ya fuera con disco o trabajos para la tele (“Sara
y punto”, “Saritízate”…), la ha ayudado a mantenerse en el candelero, siendo
todavía, a sus 64 años, un “sex symbol” increíblemente duradero. En el aspecto
personal, el efecto de este hombre sencillo sobre la inestable personalidad de
Antonia Abad ha sido decisivo: “Pepe me ha enseñado
a corregirme unos cuantos defectos: la impaciencia, el mirar al pasado, el
exceso de melancolía. Ha tenido conmigo mucha paciencia”.
Tous ha sido, en
palabras de la propia Sara, “un padrazo”. En
1979, la pareja adoptó una niña brasileña, Thais, que hoy tiene 14 años. En
1983, adoptaron un niño, Zeus, que ahora cuenta 9 años. Cuando la prensa
publicó que Zeus era hijo de una prostituta y cuando, hace sólo cinco meses,
Sara negó haber pagado por la adopción de su hijo, el hoy malogrado empresario
supo cerrar filas con su familia y defender el buen nombre de sus hijos.
Pepe y Sara estaban juntos en todas las ocasiones: ya fuera para celebrar los 64 años de ella, ya fuera para disfrutar de las delicias del mar.
Pepe Tous, en
fin, será recordado como un hombre de talante liberal, que en los años sesenta
hizo un periodismo democrático, lo que le valió que “Última Hora” llegara a ser
el diario de España más multado por el franquismo. Será recordado también como
un ser sociable y abierto, que se hacía querer por toda clase de personas en la
isla. El propio rey Juan Carlos, cuando sebrevolaba la finca de los Tous, enfila
el helicóptero hacia la casa y saludaba a Pepe y a Sara desde el aire…
Texto: CARLES BARBA
Fotos: EFE, T. DUEÑAS Y GOLDEN PRESS
EL RECORTE CLXXIX
Con la desaparición de Pepe Tous la vida de Sara Montiel dio un giro de muchos miles de grados. En lo personal y en lo profesional tuvo que aprender a estar 'sola'. Su primera Navidad sin él, fue, sin ninguna duda, uno de los tragos más amargos. Compartía su estado de ánimo con la revista Lecturas en esta entrevista de Diciembre de 1992.
La Navidad más triste de
SARA MONTIEL
La popular artista manchega en un rincón de su casa de Palma, rodeada de sus dos hijos: Thais, de 13 años, y Zeus, de 9. Juntos han preparado el árbol de Navidad que preside el salón.
Sara Montiel y
sus hijos, Thais y Zeus, han preparado estas fiestas de Navidad sin Pepe Tous,
fallecido el pasado 25 de agosto. La ausencia del padre y marido está presente
en el hogar de Sara y sus hijos. Lejos quedan las pasadas Fiestas en las que la
familia al completo posaba ante el árbol navideño para felicitar a todos sus
amigos. El luminoso ático donde viven, en la maravillosa bahía de Palma, es
testigo silencioso de las noches en vela de la popular actriz. Sacando fuerzas
de flaqueza, María Antonia Abad, rodeada de sus amigos más íntimos y de sus
hijos, intenta que todo vuelva a la normalidad.
Sara Montiel se
ha levantado pronto. Sus dos hijos ya acaban de adornar el árbol, ayudados por
Nela, íntima amiga de Pepe y Sara, que desde Miami acudió al lado de la popular
actriz para estar cerca de ella. Sara se maquilla, una vez más saca fuerzas de
flaqueza.
“Pepe
siempre quería que yo me arreglara, que estuviera bien. No te puedes imaginar
lo que me cuesta hacer esto, pero sé que a mí marido le gustaba. No tengo
ningunas ganas de adornar la casa con las cosas de Navidad, pero tengo que
hacerlo por él y por mis hijos. Esta es la peor Navidad de mi vida, estos días
sin él son terribles. Desde que murió, su ausencia se hace cada vez más
insoportable”,
dice.
Los ojos de
María Antonia Abad están llenos de tristeza. Ella intenta sentirse bien, pero
todos los rincones de su casa, del hogar que compartió con Pepe Tous, el amor
de su vida, están llenos de él… “Todo está en su sitio,
no quiero alejar nada que me recuerde a él. ¡Le necesito tanto! Sus cosas, sus
fotos, me ayudan a estar más cerca de mi marido. Fue todo tan rápido… Sé que el
tiempo me tiene que ayudar, pero hoy por hoy es todo muy reciente. Tengo la
suerte de tener a mis hijos a mi lado y buenas amigas que intentan que la
angustia no me invada, pero hay momentos en que ni siquiera ellos pueden alejar
de mis pensamientos la ausencia de mi marido. Todo es distinto sin él, nunca
pude imaginar esta situación, su falta y la de mi madre son los momentos más
terribles de mi vida”.
-¿Cómo piensas
pasar estas fechas tan familiares?
-Yo,
como comprenderás, no he pensado en nada. ¡Me da todo igual! Pero mis amigos
han pensado por mí. El día de Nochebuena cenaremos en casa de unos buenos
amigos, y al día siguiente comeremos en casa de otros. Como ves, lo han
organizado todo, pero ya les he dicho que la Noche vieja quiero estar en mi
casa, que no quiero moverme. Entonces vendrán ellos a casa, no me han dejado
decidir. Creo que ellos mismos han tomado esta decisión para que yo no pudiera
decirles que no.
Thais y Zeus
rodean a Sara. Ellos, a pesar de su corta edad, están siempre pendientes de su
madre.
“Lo
que de verdad me está ayudando a seguir adelante es pensar que mis hijos son
muy pequeños y me necesitan”, nos confiesa.
Sara se traslada
todas las semanas a Barcelona para grabar su programa “Ven al Paralelo”, que se
emita los miércoles por la segunda cadena de Televisión Española.
-No,
el trabajo nunca me ha cansado. Cuando termino las grabaciones, lo único que me
preocupa es estar al lado de mis hijos. El piso que tengo alquilado en
Barcelona produce angustia porque me recuerda los peores momentos de la
enfermedad de mi marido. Por eso este año las fiestas de Navidad las pasamos en
Palma, en nuestro hogar, cerca de mi marido, en la casa que compramos con tanta
ilusión y en la que cada rincón tiene su presencia, su olor…
Desde que murió
su marido, ella se ha tenido que hacer cargo de todo; no sólo de sus hijos y de
su trabajo, sino de los numerosos negocios de Pepe Tous.
“Sin
él he tenido que volver a empezar en todo, hasta en cosas tan normales como
hacer un talón… Pepe no fue sólo mi marido, fue el hombre al que más respeté,
al que más amé y que más me amó. Mi vida como mujer se terminó con él. Ahora,
ante todo, soy madre”.
Sara, con traje negro y magníficas joyas de brillantes y esmeraldas, brinda junto a sus hijos por el Año Nuevo. Pepe Tous y Sara Montiel contrajeron matrimonio el 31 de julio de 1979.
Thais pone su
mano cariñosa y dulce sobre el hombre de su madre. Las dos se miran
tiernamente.
“Sólo
pido que mis hijos y yo podamos estar juntos como ahora, que yo tenga salud
para estar con ellos y poder protegerlos durante mucho tiempo. Ellos son mi
única preocupación”.
PALMA DE MALLORCA. Chelo García-Cortés
Fotos: G.-C.
LA FOTO CLXXIX
Sara y Pepe, Pepe y Sara. Marcándose un baile.
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