sábado, 27 de diciembre de 2014

LECTURAS - 25 de Diciembre de 1964 - España


LA GENIAL INTERPRETE DEL “ULTIMO CUPLE”
SARITA MONTIEL
pasará las Navidades, con su esposo, en Moscú para recordar los lugares que visitaron en su luna de miel
Entre los proyectos más inmediatos de la actriz figura, para el próximo año 1965, la puesta en escena de una maravillosa comedia musical, siendo ella la principal intérprete.
El regreso de Sarita Montiel y su esposo está previsto para el 3 de enero, para presentar en Madrid su último film: “Samba”.

Sarita Montiel, cuyo verdadero nombre es María Antonia Abad Fernández, contrajo matrimonio con José Vicente Ramírez Olalla, el 2 de mayo del presente año en la iglesia de Nuestra Señora de Montserrat de Roma.

De Sara Montiel se ha escrito mucho y se continuará seguramente haciéndolo durante largo tiempo. Cada vez que hablo con esta artista excepcional, la primera impresión que me da es de un dinamismo fuera de lo corriente. Los que la han visto únicamente a través del celuloide multicolor, pensarán que es una mujer distante, pagada de sí misma. Nada más lejos de la realidad. Sara, en su vida particular, es una mujer que nunca está en “pose”. Es sencilla en el trato, amable, y se entusiasma a medida que va hablando con su interlocutor. Las frases cobran vida en sus labios, salpicadas con esa gracia tan suya. El motivo de mi visita no era otro que felicitarle, tal vez con un poco de anticipación, las fiestas navideñas.
Sara Montiel, cuando me recibe, está a punto de salir para Orihuela, para visitar a unos familiares. Está terminándose de arreglar. Falda escocesa, jersey negro, con cuello alto, y el último toque, un gracioso sombrero, ocultando sus cabellos caoba. Medias esporta, negras. Únicamente lleva maquillados los ojos, y aun muy suavemente. Ni pestañas postizas, ni artificios. Sara, al natural.
Sentadas frente a frente, se desarrolla el diálogo:
-¿Dónde proyectas pasar las Navidades, Sarita?
-Con la familia, y luego, seguramente el 23 de este mes, nos iremos, mi marido y yo, hasta el día 3 de enero, en que regresaremos a Madrid para el estreno de “Samba”.
-¿Y hacia dónde es la marcha?
-A Moscú.
Lo dice así. Con sencillez, como si Moscú estuviera a la vuelta de la esquina.
-¿Cómo se te ha ocurrido celebrar allí la Navidad? ¿No es un lugar un poco apartado?
-Mi esposo y yo recordaremos así algunas etapas de nuestro viaje de bodas y, además, me hace una ilusión grandísima estar rodeada de nieve. El paisaje, en estas fiestas, adquiere un sabor distinto.


La actriz cinematográfica Sarita Montiel, con su marido, en uno de sus recientes viajes efectuados al extranjero.

-¿Qué pensáis hacer en Moscú, aparte de pasar la Navidad?
-Comer caviar, hija.
Y prosigue, con un entusiasmo que se va acrecentando a cada palabra:
-Para mí, ir a Moscú tiene ahora un encanto indefinible. Si vieras los pantalones de piel que me están haciendo… Porque soy friolera.
-¿Te llevarás mucho equipaje?
-No, nada… Unas cuantas maletitas…
Y se sonríe, imaginando que estamos pensando ya en un voluminoso equipaje, por el que seguramente deberá pagar un exceso de carga.
Metiéndonos ya en otro terreno, preguntamos a Sara cómo van los proyectos teatrales.
-En octubre del 65 haré teatro, primeramente, porque me gusta, y en segundo lugar, también para demostrar a quienes lo pongan en duda, que no le temo al teatro. Puedes anotarlo asimismo. Será una maravillosa obra musical.
-¿Ha habido alguna aspereza en tu matrimonio, hasta la fecha?
-No, gracias a Dios. Y descuida, que mi marido nunca se llamará señor Montiel, porque es un hombre muy hombre. Calcula, que esta casa en donde vivo ahora, se la regalé yo a mi madre. Tengo un piso en la Plaza de España, que lo estoy amueblando desde hace mucho tiempo y que me ha costado seis millones de pesetas, y que conste que a mí no me gusta hablar de dinero. Mi esposo se dedica a la compra y venta de solares en construcción. Tiene una Compañía de este ramo. Pues me compró una casa sobre plano. Recién han comenzado ahora las obras. Esta situación frente al Corral de la Morería. Y espero viviremos allí dentro de unos ocho o nueve meses, ya que tan sólo ahora han empezado la construcción. Por esta razón, he parado todos los preparativos del piso de la Plaza de España. ¿Para qué, si luego voy a vivir al otro sitio? Mi esposo dice que le gusta que viva yo en su casa, que no quiere ser él quien viva en la mía. Y como es él quien lleva los pantalones…
-Tú obedeces…
-Y además, muy feliz.
-¿Cuándo te veremos por Barcelona?
-A primeros de enero, para el rodaje de “La dama de Beirut”.


Esta fotografía pertenece a la última película rodada por Sarita Montiel, se llama "Samba" y ha sido rodada en su mayor parte en Brasil.

Y bruscamente, en transición, me pregunta:
-Oye, ¿tú ves, desde tu última visita, que yo haya engordado algo?
-¡Pero si estás mucho más delgada!
-Pues por ahí andan diciendo que si no hacía cine es porque estaba algo llenita.
Rumores.
La doncella advirtió discretamente a Sarita que “el señor la está esperando abajo”. Me levanté con intención de marchar.
-Espera, que bajo contigo.
Reapareció al poco Sarita, con un abrigo de visón que se había echado por encima.
El diálogo transcurrió hasta la puerta misma del “Florida” rojo que la esperaba a la puerta. Me presentó a su esposo. Se adivina en él al hombre educado y cortés. Sarita, a su lado, se hace pequeña. Pequeña no ya en personalidad, que de eso ella tiene mucha, sino en algo indefinible que experimenta la mujer Mujer, cuando a su lado está el Hombre de su vida.

Escrito en exclusivo para LECTURAS, por MAITE MAINE.


EL RECORTE CCVI
Si hace  50 años nuestra diva proyectaba unas Navidades con el que llamaba "su hombre" en Moscú, 20 años más tarde celebraba estas fiestas en Madrid y con el hombre con quién formó una verdadera familia. Así se mostraba la familia Tous - Abad en las Pascuas de 1984. El artículo es de la revista Hola con fecha 29 de Diciembre de ese año. 

SARA MONTIEL
Y PEPE TOUS, CON SUS HIJOS, CELEBRAN ESTE AÑO LA NAVIDAD EN MADRID Y… TRABAJANDO
ENTRE LOS DIEZ DESEOS DE SARA PARA EL 85 FIGURA EL DE “QUE TODOS LOS NIÑOS TENGAN UN HOGAR”

Es una buena forma la de celebrar la Navidad, con trabajo. Así lo dice Sara, que aquí brinda por todos en compañía de su marido, Pepe Tous, y de sus dos hijos. 

Sara Montiel y Pepe Tous nos abrieron las puertas de su casa para brindar con nosotros por las próximas fiestas navideñas. La pequeña Thais y el revoltoso Zeus se mostraban encantados con la llegada de los Reyes Magos, el árbol de Navidad, las guirnaldas y los espumillones.
Los dos niños son la alegría de la casa, y sus risas y travesuras llenan de orgullo a Sara y a Pepe.


En el rostro del más chico de la casa se ve lucir lo que ha sido el deseo de Sara madre para el año que empieza ya: que todos los niños del mundo tengan un hogar.


Que no falte la copa de champán, sobre todo si tiene en el agua dorada o plateada eso que se llama el barco de la alegría, de los proyectos. Sara y Pepe, mano a mano, copa a copa, brindan por todos. Gracias. 

Sara, cansada por su actual trabajo en el teatro, pero feliz con las representaciones, deseó a todos nuestros lectores un próspero año 1985. Hasta enero continuará en el teatro de la Latina con el espectáculo “Nostalgia”, donde presenta un “show” musical excelente, contando con la presencia de Olga Guillot, que reaparece en Europa; con Manolo Otero y ofreciendo un homenaje a Madrid en su despedida a Celia Gámez. Las canciones del reparto son melodías inolvidables de una época que marca un estilo y personalidad conocidos por todos.
En febrero, Sara volverá a América para comenzar una nueva gira. Pero mientras tanto, celebrará las Navidades en Madrid, con su marido y con sus hijos. Mientras Thais y Zeus juegan con las zambombas y ella brinda con champán con Pepe Tous, comentó diez deseos para el año próximo, aparte de pedir felicidad para todos:
Paz en el mundo. Salud para nuestros hijos y para todos. Que no falte trabajo. Entendimiento y comprensión mundial. Desaparición del terrorismo y de la droga. Que todos los niños tengan un hogar. Espero que el concepto de justicia social deje de ser sólo un concepto y se convierta en una realidad. Ayuda y protección a todas las Bellas Artes. Menos envidia y más amor al prójimo.


Los niños cerca del árbol, un gran símbolo. Una zambonba de gran gala y bolas de plata y oro colgando del sueño de todos los años. Al otro lado de la cámara, papá Pepe y mamá Sara les observan embelesados. 


RADIAL PRESS


LA FOTO CCVI


Estampa navideña de la diva. Fotografía de Simón López. 

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