Sara Montiel…
y el tiempo
*Mi nombre real es María Antonia Abad Fernández
*Fui la primera española que conquistó Hollywood.
*Rodé más de 50 películas y me retiré de los sets en
1975.
*Hoy sigo presente, aunque no haga cine.
*El último cuplé, protagonizada por mí, cumple ya
medio siglo y recibiré por ella la Biznaga de Plata.
-Usted está casi
‘secuestrada’ por la prensa rosa… ¿Este premio la sitúa en un sitio más acorde
con su trayectoria?
-Sí…
Bueno, las nuevas generaciones, incluso los chicos de 11 años, me dicen por la
calle: “¿Eres Sarita, verdad?” “Sí –digo-, ¿y vosotros de qué me conocéis?”
“Hombre –dicen-, en mi casa mis padres tienen todas sus películas…”
-Vaya tirón…
-Sí.
Si no, es imposible: yo me retiré del cine en 1975 y me dediqué a dar conciertos
en los teatros de las principales ciudades del mundo. Los niños de entonces, la
gente de 20 o 30 años, me conocen porque compran mis películas, que están de
actualidad. Pero todas, eh…
-Ya, ya. Me
sorprende lo de los niños. Con sólo 11 años, la conocen por el cine, no por las
referencias en la prensa rosa.
-¿Los
niños? Salgo a la calle y, si hay un corro de chiquillos, empiezan: “Sarita”. Y
es por mis películas que dan por la tele o que están en vídeo. En las tiendas
se agotan enseguida.
-Y qué recuerdos
guarda del rodaje de El último cuplé.
-Oyoyoy.
Lo hicimos sin dinero: el pobre Juan de Orduña, el director, no tenía con qué
comprar más película. Yo entraba en la historia con 18 años y salía con 50, y
lo hice sin ver planos en la pantalla, intuitivamente. Me pagaron al año
100.000 pesetas, mucho dinero en 1958, unos diez millones de hoy. Pese a todo,
fue una cinta maravillosa y nos divertimos mucho.
-¿Y usted era
rápida en el plató, de ésas de una o dos tomas y fuera, o le gustaba repetir
mucho la misma escena?
-No.
En eso mandaba el director: donde manda capitán… Toda mi vida fui muy
respetuosa en ese aspecto. Eso sí: siempre elegí a los directores, también los
guiones, al fotógrafo y al coprotagonista hombre. Luego, sí, mandaba el
director.
-¿Echa de menos
aquellos tiempos?
-No,
sólo un poco, los primeros años. Pero ya no porque lo elegí: a mí no me retiró
nadie. Y si tengo cierta morriña, se me pasa en el cine, al que voy mucho y me
encanta.
-¿Siguen
tentándola con volver a rodar?
-Bueno…
En todos estos años, me han ofrecido hacer varias películas. Han ido a casa
productores importantísimos a intentar convencerme, y no, no he querido volver.
"Seguir llamándome Sara Montiel y estar en auge en todo el mundo es algo que me gané por luchar como una leona durante 40 años"
-Y al mirar
atrás, ¿corregiría muchas cosas?
-Todo
el mundo, ¿no? Personales y artísticas. Pero debo decir que, después de 40
años, llamarme Sara Montiel y estar en auge en todo el mundo –Estados Unidos,
México, Suramérica, Italia, Francia, Alemania- es algo que me gané por luchar
como una leona. Yo he tenido una carrera por la que sigo de actualidad, aunque
no haga cine.
-Y usted que ha
visto tanto y tantas, ¿cómo ve a nuestras actrices de hoy? ¿Qué le parece, por
ejemplo, Penélope Cruz?
-Bueno,
pues mira qué bien… La chica se lo está currando. Es muy buena actriz, joven,
lleva bastante tiempo en el cine. Y, mira, nominada. Ya es algo; yo ya me daría
con un canto en los dientes. Imagínate. Me parece muy bien.
-¿Ve muchas
diferencias entre las divas de ayer y las de hoy?
-Sí.
Ya no hay estrellas ni nombres importantes. Antes había mujeres maravillosas,
que eran a la vez actrices estupendas. Hoy a un chico guapo, majo y tal, que ha
sido míster algo, ya lo ponen por las nubes… Y dura poco. ¿Yo? 40 años. Lo mío
tiene mérito: 53 películas. Dejé el cine en 1975 y me sigo llamando Sara
Montiel. Y en todo el mundo. Ahora estoy parada porque estuve enferma; casi
sufro una neumonía y me compromete un pulmón. Si no, estaría cantando…
-¿Temió por
usted?
-No.
Mi médico es muy bueno. Además, reacciono físicamente bien y soy muy positiva.
-¿Y en qué
piensa cuando se va a dormir? Apoya la cabeza, cierra los ojos y qué…
-Pues…
(piensa) No puedo leer acostada; lo hago sentada. Y, al terminar,
me acuesto y pongo en la radio música clásica, a un volumen muy bajito, y me
duermo. No pienso en nada en especial. Gracias a Dios, mis hijos, ya crecidos,
van por muy buen camino…
-¿Y aún reza?
-Sí,
hablo con mi madre, con mi hermana y con mi padre, que murió cuando yo tenía 16
años. Aún hablo con él. La gente que se va no se olvida…
-¿Le asusta el
futuro?
-No,
yo no tengo futuro. Sólo tengo presente. Vivo el presente.
A bocajarro…
En seis días cumple 79 años. ¿Cómo lo lleva? Ay, tengo ya ganas de cumplir 80 y de redondear esto.
Para celebrarlo, daré quizá unos conciertos en Madrid, Málaga y Bilbao.
EL RECORTE CCXIX
Nada más se puede decir sobre "El último cuplé". Por este film Sara Montiel fue premiada y reconocida hasta el fin de sus días. En esta ocasión fue en el X Festival Internacional de Cine de Málaga. Era el año 2007 y la película cumplía 50 años. Esta el la crónica de la revista Lecturas en su número de 28 de Marzo de 2007.
ÚNICA
SARA MONTIEL
CONQUISTA MÁLAGA
Saritísima celebró su 79 años en el Festival de Cine
de la capital andaluza y emocionó al público con su gracia y desparpajo.
Genio, figura y mucho arte
Carmen Sevilla no podía faltar al homenaje a su amiga, a quien besó cariñosamente.
Recién cumplido
los 79 años (10 de marzo de 1928) y envuelta en una aureola de estrella, Sara
Montiel recogió la semana pasada en Málaga, de manos de su amiga Carmen
Sevilla, la Biznaga de plata por “El último cuplé”, que también ha cumplido 50
años de vida y ha sido elegida como la “Película de oro” de la X edición del Festival
de Cine.
Envuelta en
plumas, joyas y los oropeles que la caracterizan, la actriz sorprendió a los
malagueños por su agilidad mental y un sentido de la ironía que para sí
quisieran algunos con unas decenas de años menos.
“Estoy muy contenta de que en vida y aún arañando me den un premio –dijo a modo de
agradecimiento- .
No quiero premios después de muerta. Le he dicho a mi hija que no quiero
ninguna medalla en casa después de que me haya ido”.
Coqueta y fiel a su estilo
Como no podía ser de otra forma, Sara vistió como es habitual en ella, elegante y algo extremada. Una auténtica estrella.
Sara se crece
con el público y con el reconocimiento que supone todo premio a un trabajo, y
utilizó todo su desparpajo y capacidad de seducción para divertir a los
malagueños y contar las muchas anécdotas que rodearon el rodaje de “El último
cuplé”. Eso sí, antes de todo quiso aclarar que ni tiene 89 años, como se dijo
en TVE “porque
si fuera así estaría buenísima para mi edad”, ni está achacosa. “¿A qué
pensabais que iba a venir con un bastón?”, soltó ante la risa de los
presentes en el Teatro Cervantes.
“ ‘El último cuplé’ es un clásico que nunca morirá”
Joyas y maquillaje de diva.
“Nadie creía en aquel proyecto –recordó- porque nadie
creía que iba a triunfar de la manera que lo hizo. Es más, estaba previsto que
una cantante me hiciera el play-back en las canciones, pero como no había
presupuesto, a última hora Juan de Orduña, que era el director, me dijo que
tenía que hacerlo yo. “El último cuplé” estuvo un año en cartel y me supuso ser
reconocida en todo el mundo. Se proyectó hasta en China y es un clásico que no
morirá nunca. Además fue una película que me puso en órbita y que me arregló el
bolsillo.
En cuanto a sus
proyectos más inmediatos, contó que su prioridad es la grabación de un disco
con su hijo Zeus. “Tiene una voz de barítono muy bonita y espero trabajar y cantar mucho
con él en el futuro”.
MÁLAGA, Esperanza Navarrete
Fotos: Pepe Sánchez
LA FOTO CCXIX
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