domingo, 5 de abril de 2015

XL Semanal - del 4 al 10 de Marzo de 2007 - España


Sara Montiel…
y el tiempo
*Mi nombre real es María Antonia Abad Fernández
*Fui la primera española que conquistó Hollywood.
*Rodé más de 50 películas y me retiré de los sets en 1975.
*Hoy sigo presente, aunque no haga cine.
*El último cuplé, protagonizada por mí, cumple ya medio siglo y recibiré por ella la Biznaga de Plata.
-Usted está casi ‘secuestrada’ por la prensa rosa… ¿Este premio la sitúa en un sitio más acorde con su trayectoria?
-Sí… Bueno, las nuevas generaciones, incluso los chicos de 11 años, me dicen por la calle: “¿Eres Sarita, verdad?” “Sí –digo-, ¿y vosotros de qué me conocéis?” “Hombre –dicen-, en mi casa mis padres tienen todas sus películas…”
-Vaya tirón…
-Sí. Si no, es imposible: yo me retiré del cine en 1975 y me dediqué a dar conciertos en los teatros de las principales ciudades del mundo. Los niños de entonces, la gente de 20 o 30 años, me conocen porque compran mis películas, que están de actualidad. Pero todas, eh…
-Ya, ya. Me sorprende lo de los niños. Con sólo 11 años, la conocen por el cine, no por las referencias en la prensa rosa.
-¿Los niños? Salgo a la calle y, si hay un corro de chiquillos, empiezan: “Sarita”. Y es por mis películas que dan por la tele o que están en vídeo. En las tiendas se agotan enseguida.
-Y qué recuerdos guarda del rodaje de El último cuplé.
-Oyoyoy. Lo hicimos sin dinero: el pobre Juan de Orduña, el director, no tenía con qué comprar más película. Yo entraba en la historia con 18 años y salía con 50, y lo hice sin ver planos en la pantalla, intuitivamente. Me pagaron al año 100.000 pesetas, mucho dinero en 1958, unos diez millones de hoy. Pese a todo, fue una cinta maravillosa y nos divertimos mucho.
-¿Y usted era rápida en el plató, de ésas de una o dos tomas y fuera, o le gustaba repetir mucho la misma escena?
-No. En eso mandaba el director: donde manda capitán… Toda mi vida fui muy respetuosa en ese aspecto. Eso sí: siempre elegí a los directores, también los guiones, al fotógrafo y al coprotagonista hombre. Luego, sí, mandaba el director.
-¿Echa de menos aquellos tiempos?
-No, sólo un poco, los primeros años. Pero ya no porque lo elegí: a mí no me retiró nadie. Y si tengo cierta morriña, se me pasa en el cine, al que voy mucho y me encanta.
-¿Siguen tentándola con volver a rodar?
-Bueno… En todos estos años, me han ofrecido hacer varias películas. Han ido a casa productores importantísimos a intentar convencerme, y no, no he querido volver.


"Seguir llamándome Sara Montiel y estar en auge en todo el mundo es algo que me gané por luchar como una leona durante 40 años"

-Y al mirar atrás, ¿corregiría muchas cosas?
-Todo el mundo, ¿no? Personales y artísticas. Pero debo decir que, después de 40 años, llamarme Sara Montiel y estar en auge en todo el mundo –Estados Unidos, México, Suramérica, Italia, Francia, Alemania- es algo que me gané por luchar como una leona. Yo he tenido una carrera por la que sigo de actualidad, aunque no haga cine.
-Y usted que ha visto tanto y tantas, ¿cómo ve a nuestras actrices de hoy? ¿Qué le parece, por ejemplo, Penélope Cruz?
-Bueno, pues mira qué bien… La chica se lo está currando. Es muy buena actriz, joven, lleva bastante tiempo en el cine. Y, mira, nominada. Ya es algo; yo ya me daría con un canto en los dientes. Imagínate. Me parece muy bien.
-¿Ve muchas diferencias entre las divas de ayer y las de hoy?
-Sí. Ya no hay estrellas ni nombres importantes. Antes había mujeres maravillosas, que eran a la vez actrices estupendas. Hoy a un chico guapo, majo y tal, que ha sido míster algo, ya lo ponen por las nubes… Y dura poco. ¿Yo? 40 años. Lo mío tiene mérito: 53 películas. Dejé el cine en 1975 y me sigo llamando Sara Montiel. Y en todo el mundo. Ahora estoy parada porque estuve enferma; casi sufro una neumonía y me compromete un pulmón. Si no, estaría cantando…
-¿Temió por usted?
-No. Mi médico es muy bueno. Además, reacciono físicamente bien y soy muy positiva.
-¿Y en qué piensa cuando se va a dormir? Apoya la cabeza, cierra los ojos y qué…
-Pues… (piensa) No puedo leer acostada; lo hago sentada. Y, al terminar, me acuesto y pongo en la radio música clásica, a un volumen muy bajito, y me duermo. No pienso en nada en especial. Gracias a Dios, mis hijos, ya crecidos, van por muy buen camino…
-¿Y aún reza?
-Sí, hablo con mi madre, con mi hermana y con mi padre, que murió cuando yo tenía 16 años. Aún hablo con él. La gente que se va no se olvida…
-¿Le asusta el futuro?
-No, yo no tengo futuro. Sólo tengo presente. Vivo el presente.
A bocajarro…
En seis días cumple 79 años. ¿Cómo lo lleva? Ay, tengo ya ganas de cumplir 80 y de redondear esto. Para celebrarlo, daré quizá unos conciertos en Madrid, Málaga y Bilbao.


EL RECORTE CCXIX
Nada más se puede decir sobre "El último cuplé". Por este film Sara Montiel fue premiada y reconocida hasta el fin de sus días. En esta ocasión fue en el X Festival Internacional de Cine de Málaga. Era el año 2007 y la película cumplía 50 años. Esta el la crónica de la revista Lecturas en su número de 28 de Marzo de 2007. 

ÚNICA
SARA MONTIEL
CONQUISTA MÁLAGA
Saritísima celebró su 79 años en el Festival de Cine de la capital andaluza y emocionó al público con su gracia y desparpajo.
Genio, figura y mucho arte

Carmen Sevilla no podía faltar al homenaje a su amiga, a quien besó cariñosamente.

Recién cumplido los 79 años (10 de marzo de 1928) y envuelta en una aureola de estrella, Sara Montiel recogió la semana pasada en Málaga, de manos de su amiga Carmen Sevilla, la Biznaga de plata por “El último cuplé”, que también ha cumplido 50 años de vida y ha sido elegida como la “Película de oro” de la X edición del Festival de Cine.
Envuelta en plumas, joyas y los oropeles que la caracterizan, la actriz sorprendió a los malagueños por su agilidad mental y un sentido de la ironía que para sí quisieran algunos con unas decenas de años menos.
“Estoy muy contenta de que en  vida y aún arañando me den un premio –dijo a modo de agradecimiento- . No quiero premios después de muerta. Le he dicho a mi hija que no quiero ninguna medalla en casa después de que me haya ido”.


Coqueta y fiel a su estilo
Como no podía ser de otra forma, Sara vistió como es habitual en ella, elegante y algo extremada. Una auténtica estrella.

Sara se crece con el público y con el reconocimiento que supone todo premio a un trabajo, y utilizó todo su desparpajo y capacidad de seducción para divertir a los malagueños y contar las muchas anécdotas que rodearon el rodaje de “El último cuplé”. Eso sí, antes de todo quiso aclarar que ni tiene 89 años, como se dijo en TVE “porque si fuera así estaría buenísima para mi edad”, ni está achacosa. “¿A qué pensabais que iba a venir con un bastón?”, soltó ante la risa de los presentes en el Teatro Cervantes.

“ ‘El último cuplé’ es un clásico que nunca morirá”


Joyas y maquillaje de diva.

“Nadie creía en aquel proyecto –recordó- porque nadie creía que iba a triunfar de la manera que lo hizo. Es más, estaba previsto que una cantante me hiciera el play-back en las canciones, pero como no había presupuesto, a última hora Juan de Orduña, que era el director, me dijo que tenía que hacerlo yo. “El último cuplé” estuvo un año en cartel y me supuso ser reconocida en todo el mundo. Se proyectó hasta en China y es un clásico que no morirá nunca. Además fue una película que me puso en órbita y que me arregló el bolsillo.
En cuanto a sus proyectos más inmediatos, contó que su prioridad es la grabación de un disco con su hijo Zeus. “Tiene una voz de barítono muy bonita y espero trabajar y cantar mucho con él en el futuro”.
MÁLAGA, Esperanza Navarrete
Fotos: Pepe Sánchez


LA FOTO CCXIX




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