ENTREVISTA A
SARA MONTIEL
Advertí a Sara
de que en la presente entrevista alguna pregunta podría parecerle algo
impertinente.
Pero Sara acepta
el desafío y sale airosa, y en alguna respuesta incluso se permite el lujo de
darme una pequeña lección al castigar con sutileza mi molesto aire de
superioridad.
En mi descargo
diré que este aire de superioridad era una de las reglas del juego, para que la
entrevista llegase a tener ‘carne’.
Si esto se
logra, el mérito es de Sara y de su muy apreciable sinceridad.
-Sara, varias
veces has manifestado tus deseos de hacer un cine mejor, de montar espectáculos
teatrales radicalmente alejados de tus espectáculos musicales. ¿Por qué todo
eso no se cumple?
-A
veces porque pienso que sería una estupidez por mi parte destruir una
personalidad que es la que me ha dado fama; si soy un mito, como dicen, es
porque soy Sara Montiel, así, con mis virtudes y mis defectos, pero más popular
que ninguna otra. ¿Por qué voy a cambiar entonces? Otras veces, porque lo que
me ofrecen ‘nuevo’ para hacer está muy por debajo de lo peor que hasta ahora
haya podido hacer. Sí, estoy dispuesta a hacer un cine mejor, pero que me
traigan el guión mejor, el equipo técnico mejor y el director mejor. Ahora
bien, hacer de conejillo de indias para que otros hagan sus primeros o últimos
pinitos, francamente no me interesa. Y, además, hay tantas cosas en el mundo
que no se cumplen, mucho más importante que los buenos o malos propósitos de
Sara Montiel…
-¿No crees que
tu imagen artística está necesitando una renovación real? Y al decir renovación
no hablo de ponerse una peluca de rizitos o adelgazar más o menos.
-El
día que en una actuación mía personal no
hay público, el día que un nuevo disco de los míos no se venda, el día que el
espectador no se interese por una de mis películas, el día que dejen de
llamarme para ofrecerme contratos, desde España o desde el extranjero, este día
pensaré, ante la evidencia de las pruebas, que mi imagen artística actual ya no
interesa y, a lo mejor, me preocuparé en ofrecer una nueva imagen o simplemente
me iré tranquilamente a mi casa, a mi querida Mallorca; me dedicaré a viajar,
en plan de turismo, a pintar, a cuidar mi jardín, a leer intensamente… y los
que vengan detrás que apechuguen, que yo empecé a trabajar a los ocho años, así
como lo oyes, a los OCHO años, y aún no he parado.
-No entiendo por
qué en un momento crítico de tu carrera cinematográfica te atreviste a hacer 5
ALMOHADAS PARA UNA NOCHE (Lazaga). ¿En qué medida fuiste responsable de
aquello?
-Primero:
tenía una especia de compromiso moral con el productor y no era justo que
rechazara su oferta. Segundo: el guión, dentro de su frivolidad o poca
consistencia, como le quieras llamar, tenía sobre el papel cierta gracia.
Tercero: como cualquier otro españolito de este país, yo también tengo que
trabajar para vivir. Cuarto: reconozco que después la película fue un petardo,
pero también ha hecho petardos Chaplin, por ejemplo, “La Condesa de Hong Kong”
y nadie se ha roto las vestiduras. Pero aquí parece ser que sólo se fijan en lo
que hace la Montiel, los petardos de los demás no cuentan. Es un honor para mí.
Gracias.
-Muchos creen
que en tus actuaciones personales, entrevistas, etc., vendes una imagen hecha a
base de guasa, divertido ingenuismo o declaraciones bastante disparatadas, a la
manera de una Mae West celtibérica. ¿Hay algo de cierto en eso?
-Hombre,
creo que tengo mi propia personalidad y algunas veces no niego que me sitúo por
encima y soy capaz de tomarle el pelo al más pintado, simplemente haciéndome la
tonta. Ya ves, a mí me encanta que me tomen por tonta, hasta en esto soy
distinta. Tengo un gran respeto para Mae Wet y para todos los tontos
inteligentes del mundo.
¿Cuándo nos
contarás la verdad de tu etapa mejicana y holliwoodense, de tus relaciones con
los intelectuales españoles exiliados? Se dice que podrías escribir unas
intensas memorias de esa época.
-Ya
estoy escribiendo esas memorias. Ya hay un enorme montón de cuartillas llenas
de mis recuerdos, de mis experiencias… Sólo te diré que lo poco o mucho que sé,
mí preparación, se la debo a los intelectuales españoles exiliados con los que
tuve ocasión de entablar una excelente amistad, desde León Felipe a Max Aub. Y
ellos me decían que jamás cambiara mi imagen artística ante el público; este
consejo me lo daban cuando ya se había estrenado “El último cuplé”. A lo mejor,
los pobres, estaban equivocados…
-Últimamente han
sorprendido bastante algunas declaraciones tuyas, políticamente liberales, así
como tu actuación solidaria en la huelga de los actores del año pasado. ¿Has
evolucionado ideológicamente o es que antes preferías callar?
-Yo
nunca me he callado con respecto a esto, ni antes ni ahora. Buena prueba de
ello la pueden dar mis buenos amigos Vázquez Montalbán y Paco Umbral, que me
han entrevistado ‘antes’ y lo publicaron, el primero en 1965 y Paco también
‘antes de…’.
-¿Qué opinas de
la época franquista?
-Un
retraso más y muy importante que añadir al tradicional retraso de nuestro país
con el resto de Europa. Los sistemas inquisitoriales han conducido a nada
bueno, y nosotros venimos arrastrando el fantasma de la Inquisición, por uno u
otro motivo, desde la época de los Reyes Católicos, que es el arranque de todos
nuestros males y retrasos.
-¿Te parece que
la reforma política es excesiva, correcta o insuficiente?
-De
momento me parece insuficiente y creo que esta opinión la comparte la inmensa
mayoría del país. Pero quiero pensar que existe buena voluntad por parte de
todos, del actual gobierno y de toda la oposición, ultras aparte, para llevar
la nave a buen puerto.
-¿Has tenido
experiencias homosexuales? ¿Caso de haberlas tenido, las confesarías en esta
entrevista o las negarías?
-No
las he tenido, algunas proposiciones que me han hecho en este sentido las he
rechazado, no por cuestiones de principios, de moralidad o de prejuicios, sino
simplemente porque a mí otra señora no me resuelve el problema; el hombre sí
que me lo resuelve. Caso de haber tenido alguna relación en este sentido no
creo que tuviera inconveniente en confesarlo.
-¿Por qué crees
que tienes tanta audiencia entre el público ‘gay’?
-Supongo
que porque se identifican con mi imagen artística, es muy humano, me parece muy
natural y me satisface.
-¿Te
presentarías a hacer una película-reportaje sobre tu vida, a la manera de El
DESENCANTO? Es decir, con un auténtico strip-tease moral.
-Categóricamente
¡Sí!
-Por último,
Sara, ¿no estarás un poco cansada de que te tengan que fotografiar siempre
bella, por tu lado bueno, de tener que hacer películas iguales unas a otras, de
tener que parecer eternamente joven y atractiva? ¿No es un poco esclavizante
todo eso?
-El
dar esta imagen al público no es en absoluto esclavizante para mí. Sara Montiel
y María Antonia Abad son dos personas completamente distintas, que se respetan
mutuamente, que no interfieren una en otra. Para Sara Montiel no existe nada
esclavizante, salvo la censura. Para María Antonia existen muchas cosas
esclavizantes en este país, por ejemplo, que no exista el divorcio y un largo
etcétera y etcétera. Lo que más me cansa es que me hagan siempre las mismas
preguntas, cosa que por lo menos no ha sucedido en esta entrevista. Algo es
algo. Gracias.
RAFA MARI
EL RECORTE CCXXIX
Después de "5 Almohadas para una noche", la vida profesional de Sara se reparte entre proyectos cinematográficos que no llegan y su consolidación definitiva en los teatros. Esto es lo que contaba ella a la revista Lecturas en su número de 22 de Julio de 1976.
SARA MONTIEL:
“SI ANTES ME TENÍAN ENVIDIA, IMAGÍNATE AHORA, QUE
PESO 50 KILOS…”
La actriz está preparando un espectáculo para
presentarse en Madrid la próxima temporada y después marchará a América para
realizar una gira de tres meses de duración.
Sara Montiel ha adelgazado nada menos que veinte kilos. Con su nueva silueta está dispuesta a reincorporarse de lleno al trabajo. Entre sus proyectos está el rodaje de dos películas, el montaje de un espectáculo teatral y una gira por América.
Presentar a Sara
Montiel resultaría casi una perogrullada. Como gran mito de nuestro cine, de
ella se sabe todo, y quizá, justo es reconocerlo, no se sepa nada. Saritísima
siempre resulta interesante porque sus contestaciones nunca dejan de ser
sorprendentes, noticiables, reflejo de su fuerte y marcada personalidad.
-¿Cómo se
encuentra Sara con catorce kilos menos?
-No
son catorce, son veinte los kilos que me he quitado de encima y me encuentro,
como puedes ver, fabulosa.
-Pero perder
tantos kilos debe producir ciertos trastornos.
-En
absoluto, si se hace bajo un buen método, con fuerza de voluntad y sin prisas.
-¿Cuánto pesas
ahora?
-Ni
más ni menos, cincuenta kilos.
-Algunas
compañeras te tendrán envidia…
-No
sé qué decirte, supongo que sí, pero esto no es nada nuevo porque son muchos
años de ser Sara Montiel, de mantenerme, y esto aquí no te lo perdonan. Y si me
tenían envidia de gordita, imagínate ahora que estoy delgadita.
-¿Sabes,
exactamente, de qué te tienen envidia?
-Quizás
una de las cosas que les causa más envidia es que sólo hago lo que me gusta y
deseo hacer, y este es un privilegio que sólo tenemos las estrellas.
-Pero las
estrellas también se equivocan.
-Qué
duda cabe… Nadie es perfecto, todo el mundo se equivoca en algo, y yo no todo
lo que hago es perfecto, pero sólo hago lo que quiero hacer, lo que a mí me
gusta, me equivoque o no. Y esto que antes de hacer algo me lo pienso un rato
largo, no soy de las que dicen que sí en seguida, al contrario. Yo sé de
algunas que se autocalifican de estrellas, que aceptan hacer una película sin
ni siquiera haber leído el guión. Van a salto de mata, sin parar, sin dejarse
perder ni una. En su caso me parece muy bien que lo hagan, pero mi caso,
afortunadamente, no es como el suyo.
En estas fotografías vemos a Sara Montiel en dos rincones de su casa de Na Burguesa, en Mallorca, donde vive desde hace algunos años.
-¿Te consideras
distinta?
-Si
no fuera distinta no sería Sara Montiel, sería una más del montón.
-¿De quién
desconfías?
-De
las que dicen no haber roto jamás un plato, de las que se hacen pasar por
santas, por víctimas…
“CONFÍO EN MI INSTINTO”
-¿En quién
confías?
-En
mi instinto, en mi radar y en algunos amigos inteligentes.
-Siempre te ha
gustado frecuentar los ambientes intelectuales.
-Sí,
se aprende más al lado de un León Felipe, de un Max Aub, de un Camilo J. Cela,
de un Umbral o de un Moix, que al lado de un patán, por mucho dinero e influencia
que pueda tener este patán. Los hay que se divierten alrededor de una mesa de
juego, pero yo lo paso mejor de charla con escritores y médicos, escuchándoles
y aprendiendo.
-¿Qué opinas del
erotismo?
-Me
parece muy bien, requetebién. Me considero una mujer erótica cien por ciento y
la “Enciclopedia del erotismo”, de Camilo José Cela, es algo que le estaba
haciendo mucha falta a este país, hasta ahora tan triste y místico, tan sin
sexo.
-Entonces no te
importaría salir desnuda en una película.
-Si
fuera dirigida por un director inteligente, con sensibilidad, en absoluto, no
tendría reparo alguno en salir desnuda.
-¿Cómo vas a
pasar este verano?
-Como
siempre, trabajando, pero sin prodigarme, ya que estoy estudiando los primeros
tratamientos de unos guiones para dos películas que, si nos salen redondos, voy
a empezar a rodar dentro de unos meses. También estoy preparando un próximo
espectáculo con el que quieren que inaugure un nuevo teatro en Madrid. Pepe
Tous está ahora en conversaciones con la empresa del local para puntualizar
todos los extremos. Y por si fuera poco, tengo que cumplimentar un contrato
para una gran gira que tengo pendiente en los Estados Unidos.
-¿Cómo será su
gira por Norteamérica?
-Será
a base de volver a presentarme en el famoso Lincoln Center, de Nueva York, que
abarroté la última vez que actué allí, y después seguir hacia Filadelfia,
Miami, donde tengo un sensacional club de ‘fans’, Tejas, Los Ángeles, San
Francisco y terminar en Chicago.
-¿Estarás mucho
tiempo ausente de España?
-Sí,
calculo que esta gira me hará permanecer por lo menos tres meses y después otro
mes y pico más para actuar en Puerto Rico, República Dominicana, Méjico,
Venezuela, Brasil y Argentina.
"Si no fuera distinta a las demás, no sería Sara Montiel, sería una más del montón...", afirma nuestra popular Saritísima.
-¿Cómo se puede
compaginar tanto trabajo y tantos proyectos?
-Este
es precisamente mi problema, porque, además, como ya te he dicho, a mí no me
gusta trabajar a destajo. Pero yo planifico las cosas a dos años vista. Si
empiezo por el rodaje de una película lo más probable es que a continuación
haga la temporada teatral y para finales del próximo año la gira por América.
-Con tu nuevo
espectáculo teatral, ¿piensas presentarte en Barcelona?
-Indudablemente,
con todos mis espectáculos siempre he actuado en Barcelona. “Saritísima” lo
estrené en el Teatro Victoria. Bajo ningún concepto aceptaría hacer teatro si
no fuera a base de venir a Barcelona. Yo adoro a esta ciudad y a su público.
Para mí, Barcelona es tanto o más importante que cualquier capital europea.
-Pero no todo el
mundo piensa como tú, pues cada vez vienen menos Compañías a Barcelona.
-Mira,
lo que no puede ser es presentar en Madrid un espectáculo de tal manera con
menganito y fulanito, que son conocidos, y luego pretender ir a Barcelona con
algo parecido, pero no igual, sin menganito y fulanito. Claro, el público de
Barcelona ya está cansado de que le den gato por liebre y no quiere ir a ver a
sustitutos, por muy buenos que éstos puedan ser. Al público de Barcelona no se
le puede engañar, y la prueba es que cuando se presenta algo como es debido el
público de Barcelona responde maravillosamente, por lo menos así lo ha hecho
siempre conmigo.
Sara Montiel,
incansable, esbelta, delgadísima, siempre en la brecha, está en mejor forma que
nunca y desplegando una gran actividad profesional que muy pronto el público
podrá constatar, teatral y cinematográficamente.
(Fotos J. Mª. Castellví)
No hay comentarios:
Publicar un comentario