SARA MONTIEL,
SIN “CUPLÉS”
EN
SU PRÓXIMA PELÍCULA
La capital de
España se ha convertido en pocos años en una auténtica Babel cinematográfica en
la que se reúnen importantes astros de la pantalla como Eleonora Rossi Drago,
Sara Montiel y Franco Fabrizzi.
Sara Montiel, en
manos de una de las peluqueras de Sevilla Films.
Sara Montiel con
Carlo Croccolo (arriba) y Eleonora Rossi Drago, en los Estudios de Sevilla
Films, donde los dos primeros están rodando “Bésame”, y Eleonora, “Diablo
blanco”, con Paco Rabal y Alberto Closas.
Sara Montiel se
encuentra rodando una nueva película, titulada “Bésame”, que hace la número
ocho de las interpretadas desde su regreso a España, y la veintinueve en el
total de su carrera. Aunque, naturalmente, la famosa estrella cantará canciones
–ocho en total- en su nuevo film, ofrece éste la particularidad de que ninguna
de ellas es cuplé, género tan popularizado por Sara Montiel, por considerar que
ya está demasiado repetido este género en su repertorio. Durante las pausas del
rodaje, Sara distrae la espera haciendo ganchillo, especialmente servilletas.
Un primer plano
de la creadora de “El último cuplé” y tantos otros films que la hicieron
famosa. Se ha hablado mucho de la extraordinaria fotogenia de esta artista,
capaz de resistir primerísimos planos de tal forma, que la contemplación de su
belleza constituye ya de por sí un espectáculo. Es cierto que posee una
fotogenia excepcional, pero no todo consiste en salir favorecida o en que luces
y maquillaje hagan milagros. Sara Montiel, contemplada de cerca, ofrece una
extraordinaria tersura de cutis.
Sara Montiel,
ante un pozo y su automóvil, en los jardines del Estudio donde interpreta
“Bésame”. Vestida con una sencilla gabardina y unos zapatos de medio tacón, que
forman su caracterización en una de las secuencias de la película, la famosa
estrella se muestra más ingenua y juvenil que nunca. Por esta vez, y para
nuestra cámara, Sara Montiel ha querido prescindir de sus característicos
atuendos lujosos y un tanto frívolos, para aparecer como una muchacha sencilla.
La película que rueda en la actualidad desarrolla un argumento de intriga, de
“suspense” –género que ella prefiere como espectadora-, que tiene como
escenario algunas ciudades marroquíes, viéndose envuelta, sin querer, en un asunto
de espionaje.
(Reportaje Campos Tejón – M. Cuadros.)
EL RECORTE CCXXXIII
"Noches de Casablanca" y cualquier film de la diva desde "El último cuplé" tienen un grandísimo denominador común: el amor. Historias amorosas con finales felices o trágicos. El último gran y relevante reportaje de Sara Montiel fue para la revista Glamour en su número Febrero de 2012. En él la estrella hace su particular análisis del amo-o-o-o-o-or y vuelve a repasar por milésima vez su 'historial' de hombres. Las fotografías son del genial Alberto Rivas.
TU MUNDO
ACTUALIDAD, SEXO, TRABAJO, MUJER…
GLAMOUR
LA DIVA MÁS DIVA DEL CINE ESPAÑOL SE DESNUDA EN
CUERPO Y ALMA PARA HABLAR CON BORIS IZAGUIRRE DE LO QUE MEJOR CONOCE: EL AMOR
SARA & BORIS
YO CONFIESO
“LO QUE SÉ DEL AMOR”
Como toda mujer de rompe y rasga, Sara se hizo de
rogar. Boris Izaguirre esperaba paciente a su femme fatale en el Hotel de las Letras de Madrid hasta que, de
repente, llegó ella… Y sí, le dio un beso de película.
“Los
hombres, por naturaleza, no saben besar”, me dice Sara Montiel: el mito; la
leyenda; la actriz; la mujer que toda su vida ha hecho lo que quiso. “Pero tú, como mujer, tampoco vas a besarles para
enseñarles. El beso es un placer. Y es un placer prolongado. Tienes que hacer
que dure, aunque él de repente te sugiera que se cansa. Si es así, tú descansas
también, pero continúas besando. No paras, continúas”. “¿Es tan
difícil?”, le pregunto, abrumado ante la colosal enseñanza que recibo apenas
iniciada la sesión de fotos. “Nos hemos
acostumbrado a una cultura de la velocidad. Todo rápido, todo ahora. Un beso
jamás es rápido. Un beso se prolonga. Esa es la palabra clave: prolongar”.
Sara Montiel no
ha hecho otra cosa en su extraordinaria carrera. Prolongar estrellato,
prolongar veteranía, prolongar belleza… “Jamás
pienso que la belleza realmente desaparezca. No en nuestro caso, en el de las
actrices. Siempre habrá alguna pantalla del mundo proyectando una imagen
nuestra. Y allí, estamos, más que inmortales, vivas”.
La observo
mientras sigue las directrices de su fotógrafo, al que conoce desde hace años,
cuando él le regaló una escultura de ella. Ahí pienso que no todo el mundo
tiene esos ojos color aceituna y esas ganas de divertirse con la vida, aun en
momentos complicados como éste. “Es lo bueno de
haber vivido muchas crisis”, comenta. “Sabes
que se sale de todas, aunque en algunas tome más tiempo que otras. El instinto
de supervivencia es la única cosa que tenemos de admirable los humanos. Porque
siempre está allí, incluso cuando crees que te ha abandonado, aparece y te
sostiene hasta la próxima estación”.
(Fotografía extraída del facebook de Alberto Rivas)
Sara Montiel
habla con la voz grave que todos, de una manera u otra, hemos imitado. Bien
contando anécdotas que se le atribuyen, como esa célebre de que salvó la vida
de Jacqueline Kennedy arrojando su bolso para tapar el hueco de una ventanilla
de avión en pleno vuelo transoceánico. O aquella, casi oficial, que explica
cómo obligó al pianista de Fumando espero
a que bajara todos los graves de su instrumento. “Señorita,
si bajo más tendré que tocar a ras de suelo”, dicen que suplicó el
pianista. Cualquiera que sea la verdad de todas esas historias de la leyenda
Sara, la mujer está tranquilamente sentada delante de mí, esperando nuevas
indicaciones del fotógrafo. Lleva un mono de lentejuelas negras, de amplio
escote y con un cinturón bordado que recuerda al de las heroínas de cómics
Marvel, a Wonder Woman o a Catwoman. “Este mono no
ha perdido ni una sola de sus lentejuelas, y eso que es de los 80. Me encantaba
ponérmelo en las galas de entonces… y en las de ahora”, me asegura. ¿Por
qué lo has escogido para hoy? “No hago más que ver
a chicas jóvenes con lentejuelas y quiero apoyarlas. La lentejuela tiene una
prensa muy injusta. En realidad, te hace sentir divina, atrapas cda reflejo por
donde pasas. Es el traje de la star y
todas, queramos o no, llevamos una star
dentro”.
"Un beso jamás es rápido. Un beso se prolonga"
Unas saben
explotarlo por décadas, como es su caso. Es curioso que, con tantos nombres de
mujer en su bautismo, ninguno fuera Sara. “Era el
de la hermana de mi madre, y sí, como me faltaba, lo utilicé de nombre artístico”.
¿Cuántas veces te has planteado lo que significa Sara Montiel para
España y para todo el idioma español? “No muchas.
He hecho mi trabajo, he tenido algunas buenas ideas y me he guiado siempre por
la intuición. Hoy para estas fotos, ayer para muchas de mis películas, incluso
para darme cuenta de que Hollywood me iba a dar mucho, pero también iba a
quitarme mucho”. ¿Qué cosas iba a quitarte? “Independencia
artística, ganas de trabajar. Las películas que luego rodé aquí en España”. ¿Crees
que tus películas han envejecido, al contrario que tú? “Para
nada”. Brama y arroja el verde aceituna de la eterna mirada como si
quisiera derretirme. “La Violetera es un éxito cada vez que la ponen. Todas siguen
despertando las mismas emociones. Hacen reír, hacen llorar, hacen cantar”.
“Eso
es lo único que importa de una buena película”, sentencia. Se instala un
silencio en la sesión, la maquilladora organiza mejor un bucle de su pelo. El
fotógrafo indica que Sara deberá preparar el tabaco y expulsar su humo sobre mi
rostro. Más o menos balbuceo una explicación sobre sus películas y Sara me toda
la mano. “Fíjate en Esa mujer. La escribió Antonio Gala y la dirigió Mario Camus. La
productora no los quería a ninguno de los dos y yo me puse terca y les dije:
‘Si no es con ellos, tampoco conmigo’”. Al final, Esa mujer es una de las mejores películas de Sara Montiel. “Es una historia real”, me explica, “unos guerrilleros africanos secuestraron un convento y
violaron a las monjas. Luego Gala le puso de lo suyo. Mario también y yo me
entregué porque creía en la historia”. En una de las secuencias, cuando
Sara regresa al convento transformada en una mujer de mundo y éxito, las monjas
no la reconocen. “¿Tanto me ha cambiado la vida,
madre superiora?”, pregunta su personaje.
(Fotografía extraída del facebook de Alberto Rivas)
Pedro Almodóvar
ha rendido tributo a la escena, a este diálogo y, por supuesto, a la actriz, en
infinidad de sus películas. Hollywood mismo siempre la recuerda entre sus
bellezas clásicas de sus años dorados. Nadie puede negarle a Sara Montiel haber
sido la pionera. Por todo eso, ¿te sientes una leyenda? La actriz medita su
respuesta. “No. Me siento viva. Me siento curiosa,
observadora. Estoy pendiente de todo. Lo que hacen mis hijos, la música que
escuchan, lo que pasa en mi país, que a veces me duele mucho”. No quiere
entrar en detalles. “Los artistas respondemos con
nuestro arte”, me dice mientras empieza a exhalar con el humo de ese
tabaco que ha rebanado, ahumado y ahora aspirado.
¿Fue Hemingway
quien te enseñó a fumar puros? “Sí, y lo hacía muy
lentamente, yo sabía que para fascinarme. Lo consiguió”. ¿Es verdad que
estuviste enamorada de Gary Cooper? “Él de mí sí.
Es cierto que me equivoqué con los verbos en inglés y, en vez de preguntarle:
‘¿Quiere pelear (fight, en inglés) conmigo?’, le dije: ‘¿Quiere fo..ar (fuck)
conmigo?’. Y él, de inmediato, respondió: ‘Yes,
yes, yes!’”. ¿Nunca te gustó Gregory Peck? “Tenía
chepa”, contesta sucinta. ¿Ibas a viajar con James Dean en el coche
donde murió? “Están las fotos, yo rodaba en un
plató enfrente de Gigante, su última
película. Me llevaba muy bien con él y con Elizabeth Taylor. Ella no quería
irse con él, no le apetecía. Así que él me preguntó si subía y le dije que no,
que esperaba una llamada muy temprano. Dean falleció tras estrellarse su
automóvil contra un árbol”. El destino estuvo de parte de Sara.
El paso del
tiempo, en la sesión y en la vida de todos, ha convertido a Sara en una
superviviente de sí misma. “Pero jamás me
arrepiento. A mí me han llamado de todo en mi vida. Buenas y malas cosas. Me
gritaban ‘taputaputapu’ cuando me divorcié de mi primer marido y rodé El último cuplé. He conocido hombres
increíbles”. Prolonga las sílabas, como los besos. ¿Severo Ochoa, un
premio Nobel, realmente se enamoró tanto como cuentas en tu biografía? Sara
calla. “Ya provocó suficientes comentarios esa
biografía”, sintetiza. El propio Miguel Mihura, el célebre dramaturgo
español. “Llegamos muy adelante en lo del
matrimonio, pero retrocedimos de mutuo acuerdo”. Y Pepe Tous. “Con mis hijos me doy cuenta de que sigue cerca”. Durante
la charla no se habla de más matrimonios, aunque los hubiera. “Una mujer es siempre la misma, aunque tenga muchos
maridos”, resuelve antes de volver a colocar la mirada dentro de su
interlocutor. Exhala, cubre y lanza una prolongada carcajada.
MADE IN HOLLYWOOD
La meca del Cine, siempre sedienta de belleza, vio en Sara Montiel a una nueva Rita Hayworth y, de paso, el mejor contrapunto a la invasión de ambiciones rubias que ya anhelaban ser como Marilyn. Sara se dejó querer y protagonizó Serenade, Yuma, Veracruz... hasta que decidió cambiar de rumbo. En 1957 regresó a España, cuentan que dejando plantado al mismísimo Paul Newman, con quien iba a rodar un filme. Genio y figura.
El mítico beso de Sara y Gary Cooper en Verarcruz (1954).
La actriz en una foto promocional de 1954, con solo 22 años.
Peter van Eyck enciende un cigarrillo a Sara junto su marido, Anthony Mann.
Con Alfred Hitchcock en 1957.
Sara charla con Rock Hudson en el set de rodaje de Gigante (1956).
Una escena del filme Mi último tango (1960).
Escena de Noches de Casablanca (1963), en la que compartió cartel con el galán francés Maurice Ronet.
Texto: Boris Izaguirre
Fotos: Alberto Rivas
LA FOTO CCXXXIII
La diva interpretando "Tatuaje" en "Noches de Casablanca".
Hola soy de Madrid. Me maravilla su página dedicada a Sara Montiel veo que cuenta con gran material de la actriz me gustaría poder colaborar con fotos que tengo de ella para que las pudiese poner y en fin si fuese posible conocerle y compartir mis fotos y yo a cambio quedarme con algiuna pero sin las molestas letras que impiden ver bien algunas imagenes.Soy un gran admirador de la actriz le estaría muy agradecido. Escribame a danielyvictorfuentes@gmail.com. Gracias.
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