domingo, 21 de octubre de 2018

DISCOFILIA - Abril de 1.958 - España


Sara Montiel
sensación del momento

No vamos a tener la absurda pretensión de presentar a Sara Montiel ante nuestros lectores. El cine, la prensa y la radio se han encargado ya de hacerlo hasta la saciedad y, en todo caso, nuestra pobre literatura no puede competir con esas imágenes de la encantadora artista, que tenemos el gusto de ofrecer a la admiración de todos. Estas fotografías les permiten hacerse una idea de cómo es Sara Montiel. Guapa, simpática, con unos ojos tremendamente expresivos, que dicen “Mimosa”… y muchas cosas más, y otra serie de atributos que justifican plenamente su éxito.



En su presencia, arrolladora, lo mejor que podemos hacer es eclipsarnos de un modo completo. Y así, es Sara quien habla:
“Empecé a hacer cine hace ya mucho tiempo, allá por el año 1944, siendo yo una chiquilla. La película era “Te quiero para mí solo”, dirigida por Ladislao Vajda, y yo no era “todavía” Sara Montiel. Nombre que estrené el mismo año con “Empezó en boda”, de Rafael Matarazzo. Desde entonces, hasta un total de 40 películas, 16 de ellas españolas y las restantes norteamericanas y mejicanas.
No es que de una manera concreta me moleste que me llamen Sarita –diminutivo que se ha utilizado mucho y que, hasta cierto punto, me rejuvenece-, pero hay que tener en cuenta que, en el momento actual, soy ya una señora casada, y el apelativo queda un poco fuera de lugar.
La idea de que yo cantara cuplés se le ocurrió a Enrique Herreros, mi gran amigo y mentor. Cuando nos presentaron el guión de “El último cuplé” y vimos que la protagonista había de cantar una serie de canciones, él expresó la convicción de que yo misma podía hacerlo. Los resultados están a la vista.
Más maestros de canto han sido los conocidos músicos Solano y García Segura, que me han servido de guías en mis interpretaciones, pero me atrevo a asegurar que yo también he puesto bastante de mi parte.
Con todos mis respetos para las cancionistas de principio de siglo, a quienes no he tenido, en realidad, ocasión de conocer, no he pretendido imitar a ninguna de ellas. Yo me he creado una forma –que parece no haber disgustado al público- con la que creo no ofender a nadie y que ha contribuido también a la definición de mi personalidad artística.
Como es natural, mi película preferida es “El último cuplé”, ya que ha sido la que mayor fama me ha dado en España y fuera de nuestro país. Y cifro esperanzas en “La Violetera”, en la que hemos puesto nuestras mejores ilusiones y todo nuestro empeño cuantos hemos intervenido en ella.
“La mejor película del año”, según dictamen del Sindicato Nacional del Espectáculo, la “Placa de Oro”, por haberse proyectado la película en Méjico durante más de medio año, sin interrupción, son distinciones realmente satisfactorias. Como lo es el hecho de que mis discos hayan sido los de mayor venta en España, hayan alcanzado cifras “record” en Méjico, Cuba y Argentina y se vendan en grandes cantidades en los Estados Unidos. Aunque las satisfacciones producidas por la venta de discos en toda América sea de orden puramente moral, ya que, por ellas, no ha llegado a mí ni un solo céntimo.
No me queda más que dar las gracias a los aficionados españoles y de todo el mundo, que tanto me han distinguido, y expresarles mi deseo de que, como hasta ahora, me sigan dedicando sus preferencias.



DISCOGRAFÍA DE SARA MONTIEL
EL ÚLTIMO CUPLÉ.- El relicario; Ven y ven; Balancé, balancé; Clavelitos; Tú no eres eso; La nieta del Carmen; Nena; Valencia; Fumando espero; Sus pícaros ojos; La Madelon.
Con acompañamiento de orquesta.  COLUMBIA, CCLP 31.005
EL ÚLTIMO CUPLÉ.- Tú no eres eso; La nieta del Carmen; Nena; Balancé, balancé.
Con acompañamiento de orquesta.  COLUMBIA, SCGE 80054
EL ÚLTIMO CUPLÉ.- Clavelitos; Sus pícaros ojos; Valencia.
Con acompañamiento de orquesta.  COLUMBIA, SCGE 80055
EL ÚLTIMO CUPLÉ. – El relicario; Fumando espero; Ven y ven; La Madelón.
Con acompañamiento de orquesta.  COLUMBIA, SCGE 80056


Dos hombres afortunados: Don Benito Perojo, el conocido director y productor de películas, y don José Manuel Vidal, director de "Hispavox", tienen la suerte de acompañar a Sara Montiel. 


LA VIOLETERA.- La violetera; Mimosa; Flor de té; Bajo los puentes de París; Rosa de Madrid; Frou frou; Mala entraña; El polichinela; Es mi hombre; Tus ojitos negros; Cuore ingrato; Agua que no has de beber; La violetera ( bis).
Con acompañamiento de orquesta (Quintero y Segura).  HISPAVOX, HH 1114
LA VIOLETERA.- La violetera; Bajo los puentes de París; Mimosa; Flor de té.
Con acompañamiento de orquesta (Quintero y Segura).  HISPAVOX, HH 1751
LA VIOLETERA.- El polichinela; Frou, frou; Agua que no has de beber; Cuore ingrato.
Con acompañamiento de orquesta (Quintero y Segura). HISPAVOX,  HH 1752
LA VIOLETERA.- Mala entraña; Es mi hombre; Tus ojitos negros; Rosa de Madrid.
Con acompañamiento de orquesta (Quintero y Segura). HISPAVOX,  HH 1753


EL ÚLTIMO CUPLÉ (película sonora).
Clavelitos; Sus pícaros ojos; Valencia; La machicha.
Sara Montiel acompañada de piano y orquesta.
1 disco 17,5 cm., 45 rev. p/m.-COLUMBIA, SCGE 80055
Esta película protagonizada por Sarita Montiel, ha hecho regresar al plano de la actualidad musical a un género tan viejo como querido: el “cuplé”. Las más atractivas melodías de principios de siglo, con sus textos llenos de picante gracia, su incomparable colorido, su cortejo de evocaciones y su capacidad de nostalgia, han irrumpido de nuevo en la historia de la música ligera con un ímpetu y energía arrolladores. Aceptado íntegramente por la juventud, el resucitado mundo del “cuplé” camina ahora codo con codo con las últimas creaciones de las orquestas y de los cantores de nuestros días.
¿Cuáles han sido las causas que han determinado este resurgir? En medio de un clima favorable a las cosas de los viejos tiempos –las vestimentas, los gustos, infinidad de manifestaciones artísticas, la fuerza de los grandes creadores ya lejanos de la juventud y adornados de una personalidad mucho más elevada que la de los de las últimas generaciones-, las desterradas canciones han cobrado vigencia gracias, indudablemente, al trabajo de una artista de colosal magnitud. El nombre de Sarita Montiel ha llevado a cabo el milagro. Una larga fila de títulos con una música tan atractiva como inspirada, nos han sido servidas en unas interpretaciones magistrales, unas traducciones sencillamente maestras. Y así, junto a aquellos para quienes el “cuplé” representa un trozo inolvidable de su existencia, una época llena de tiernos recuerdos; junto a los que han visto en él la estampa de sus años mejores, caminan hoy infinidad de jóvenes, sugestionados, auténticamente ganados por el brillo de un arte, siquiera breve, mucho más sólido y profundo, lleno de mayores encantos y vida que la música ligera de sus contemporáneos. Buena prueba de ello está en el “record” batido por la primera tirada de los títulos grabados por la protagonista de “El último cuplé”: 30.000 ejemplares, una marca difícilmente  comparable.
Se recogen en el presente disco varios títulos que un día alcanzaron la popularidad máxima: “Clavelitos”, “Sus pícaros ojos”, “Valencia” y la alegre y bullanguera “Machicha”. En todos vive con apasionamiento de artista auténtica cada frase, cada palabra. El acento, la intención, el clima son logrados por ella con una maestría impropia de quien no ha vivido el género en su propio ambiente.
Si un día alguien se preocupara de escribir, con detenimiento y auténtico interés, la historia del “cuplé”, tendría, necesariamente que dedicar un capítulo especial a esta insigne artista, alma del resurgimiento de un género tan evocador como sugestivo.

R. F. de L.


LA VIOLETERA (película sonora).
El polichinela; Frou, frou; Agua que no has de beber; Cuore ingrato.
Sara Montiel con acompañamiento de orquesta (Quintero-Segura).
1 disco 17,5 cm., 45 rev. p/m. – HISPAVOX, HH 1752
Beethoven, 500 ejemplares; Renato Carosone; 3.000; Sarita Montiel, 60, 70 80.000. ¿Para qué la crítica? Porque las consecuencias y las razones de esta realidad social, más que musical pueden y deben estudiarse. Pero el hecho está ahí, incontrovertible. ¿Es que Sarita dice lo antiguo con acentos nuevos? ¿Es que es muy guapa y la audición hace recordarla? ¿Es  que “aquellos tiempos” son “estos”, y entonces, Dios nos coja confesados? Los arreglos de Segura y Quintero son buenos; las melodías originales… larán, larán. El registro excelente. Las carpetas abundantes en reproducciones multicolores de Sarita –bien es verdad que no en sus “momentos” de la Plaza de Tirtre, extraordinariamente “expresivos”. Y el resultado, definitivo: Sarita Montiel gana a Juan Sebastián Bach por ochenta mil discos contra quinientos. Esto sí que es ser campeona de la Liga y un poco más. 


EL RECORTE CCCI
Con 'El último cuplé' y después 'La Violetera', Sara forjó su propia estrella y llevó a la eternidad los cuplés que interpretó en ambos films. Aquí una secuencia simpática de Primer Plano en su número de 22 de Diciembre de 1.957. 



SARITA MONTIEL
CANTA PARA PRIMER PLANO
 “EL POLICHINELA”

(Música)
Entre los paisanos y los militares,
me salen a diario novios a millares,
como monigotes vienen tras de mí
y a todos los hago que bailen así:
REFRÁN
Cata.., catapún…
Catapún… pun… candela.
¡Arza p’arriba, polichinela!
Cata.., catapún…
Catapún… Catapún…
¡Como los muñecos en el pim… pam… pum..!
(Música)
Hay un viejo loco que lo traigo frito
y para que baile tiro del hilito,
y aunque se resiste sin querer saltar,
lo hace muy contento si me oye cantar:


REFRÁN
Cata.., catapún…
Catapún… pun… candela.
¡Arza p’arriba, polichinela!
Cata.., catapún…
Catapún… Catapún…
¡Como los muñecos en el pim… pam… pum..!
(Música)
Hay un señorito de esos calaveras,
de esos que se pintan lunares y ojeras,
que al verme en la calle, ir con seis o más,
siempre dice: ¡Ay, nena, que asediada estás!...
REFRÁN
Cata.., catapún…
Catapún… pun… candela.
¡Arza p’arriba, polichinela!
Cata.., catapún…
Catapún… Catapún…
¡Como los muñecos en el pim… pam… pum..!


LA FOTO CCCI


Clásica imagen de la diva en 'La violetera'.

viernes, 12 de octubre de 2018

CRÍTICA - 1 de Febrero de 1.958 - España


La portada dice:
SARITA MONTIEL. En nuestra portada. Una "estrella" que se ha puesto de actualidad. Y CRÍTICA, en páginas interiores, ofrece un reportaje sobre el lío del gran duque Wladimiro y "El último cuplé". Ustedes que lo lean...

EL LÍO DEL CUPLÉ
¿QUIÉN GANARÁ ESTE SENSACIONAL PLEITO?
De Barcelona, machacando letra a letra el papel de los teletipos, un día, así, de repente, nos vino la noticia: “La película ‘El último cuplé”, retirada de los cines donde se estaba proyectando”.
Pasó que un gran duque ruso, un señor que se llama Wladimiro, había presentado una querella por injurias. Porque hay una escena en que se habla también de un Wladimiro. Un Wladimiro que es un gran duque ruso. Del que se cuenta y se dice que era aficionado, muy aficionado a los cabarets.
¡Ofensa!...
Y Wladimiro –el que existe de verdad, no el aludido en la película- va, y así, de golpe y porrazo, reclama diez millones de pesetas por daños y perjuicios.
Pero vamos a mirar las cosas tal y como son. Que diez millones de pesetas son muchos millones si se trata la cuestión de daños materiales, y muy poquísimo dinero si se dirige en contra del honor de uno. Vamos a mirar las cosas…


El cabaret, en la película. Aquí se desarrolló la escena que ha ocasionado el lío. 

“ESTA ES UNA HISTORIA INVENTADA, QUE PUDO SER REAL”
Había un guión para una película. Un guión escrito por los señores Arozamena y Mas-Guindal. Un guión que, por principio, no quería ni deseaba ofender a nadie.
Dicen los guionistas:
-La escena donde se habla de un gran duque llamado Wladimiro transcurre en el año 1010 y tiene como escenario el Moulin Rouge. Pues bien: en aquel tiempo el gran duque que hoy reclama tenía sólo dos años de edad. Y, por otra parte, el Moulin Rouge estaba destruido por las bombas. Buscamos a propósito un escenario que estuviese derruido, para evitar, precisamente, cualquier clase de reclamación.
Hasta aquí, tal y como van las cosas, sale perdiendo el duque Wladimiro. Y uno va pensando que este señor ha hecho formidablemente mal al querellarse contra los autores de “El último cuplé”. Porque, si seguimos haciendo cuentas…
-Wladimiro es un nombre muy corriente en Rusia. Nosotros pusimos Wladimiro porque el personaje aludido era de ascendencia rusa. Si hubiera sido español, igual le hubiéramos llamado Pepe, Paco, Pedro o Federico.
Y a otra cosa mariposa:
-Al principio de la cinta ya se hace constar: “Cualquier coincidencia con hechos o personas es involuntaria.” El caso que nos ocupa no es más que eso: una coincidencia. Involuntaria, por tanto. Hasta hace unos cuantos días no nos enteramos de que existía en realidad un gran duque ruso llamado Wladimiro.
Y he aquí lo que dice Juan de Orduña, productor y director de la manoseada cinta:
-Es una historia inventada, que pudo ser real.
Pero que no lo es, ni mucho menos. Ni muchísimo menos. Pero ha ocasionado un lío, quizá más gordo de lo que parezca a simple vista. Gordo, porque hoy “El último cuplé” ha sido retirado del cine Rialto, de Madrid. Donde llevaba muchos meses de éxito. Donde se estaba ganando dinero a manos llenas. O casi. Pero llegó el Juzgado de Instrucción con poco menos que la rebaja. Y ahora, los que se van a querellar contra Wladimiro son Cifesa y Juan de Orduña. Por daños y perjuicios.
A esto es a lo que los castizos denominan ir por lana. Y salir, si se puede, trasquilado.


"Arriba" publicó estas dos caricaturas. Utrilla y Puig Rosado tienen bastante buen humor. 

LA NOTA DE JUAN DE ORDUÑA
Pero hay otra cosa y muchas cosas. Una de ellas, que Cifesa, la distribuidora que se había hecho cargo de la cinta, facilitó una nota a la Prensa, en la cual hacía saber:
Que la entidad había puesto el asunto en manos de sus abogados.
Que la entidad al conocer las primeras quejas de este señor, borró las palabras –denominadas hoy injuriosas- de la copia que por aquel entonces, se estaba proyectando en Madrid. Y sin embargo, el domingo, día 26 de enero de 1958, la película “El último cuplé” fue desalojada de las máquinas por orden judicial. Igual que había pasado en Barcelona. Y en Zaragoza. Y en toda España.
A lo que entonces Juan de Orduña respondió, haciendo su salida al público y declarando:
“Primero. Que en mi calidad de productor y director de la película “El último cuplé” me limité a plasmar en forma cinematográfica el guión que adquirí con tal objeto de los señores Mas Guindal y Arozamena.
Segundo. Que al hacerlo no he tenido nunca la intención ni el propósito de menospreciar ni injuriar a ninguna de las personas cuyo nombre, título o apodos coincidan por puro azar con los de los fantásticos personajes que en la película aparecen.
Tercero. Que desde el instante en que tuve conocimiento de la querella contra mí presentada en el Juzgado de Palma de Mallorca, encomendé el asunto a mi abogado, en cuya competencia tengo depositada toda mi confianza, y que es quien en defensa de mi reputación, prestigio e intereses, se haya actuando con la discreción y eficacia que el asunto requiere.
Cuarto. Que a todos tiene que sorprender el hecho de que teniendo yo mi domicilio en Madrid, residiendo también en dicha capital el querellante, y habiendo sido en la misma donde se estrenó y sigue proyectándose “El último cuplé”, con éxito de todos conocido, se haya presentado la querella en Palma de Mallorca, donde no reside ninguno de los en ella implicados ni se exhibía actualmente la película.
Quinto. Que la razón de no asistir al acto de conciliación para que se me citaba en Madrid por la representación del querellante, fue el deseo de no contribuir con mi presencia a sancionar un acto en el que –según consta en la demanda- se pedía que reconociera los más absurdos y pintorescos cargos y responsabilidades.
Sexto. Que agradeciendo a la Prensa y a la opinión pública en general las muestras de afecto y simpatía con que me distinguen, quiero hacer público, al objeto de no entorpecer la acción de la Justicia, mi decidido propósito de no hacer otras manifestaciones que las contenidas en la presente nota, en tanto no pronuncien los Tribunales el justo fallo que confiadamente espero. –Juan de Orduña.”
Y nada más dice el hombre, porque, la verdad, ya lo ha dicho completamente todo. Y así, creemos que van tres cero en contra de Wladimiro. 


Sarita está en París, con Raf Vallone, rodando las últimas escenas de "La violetera". De todas formas, es bueno anticipar que ya está en trámite el posible estreno del cuplé en Francia, Bélgica y Suiza. 

EL PÚBLICO TAMBIÉN OPINA
Ahora, todavía, las carteleras están allí, en la fachada del cine Rialto, dejando entrever un resultado de cosas pasadas de moda: “El último cuplé”. Una película echada casi a patadas de todas las pantallas. Porque se ha empeñado en hacerlo un gran duque ruso. Un gran duque que empezó pidiendo diez millones de pesetas. Y resulta que:
Cifesa y Juan de Orduña le han pedido a él esos diez millones y otros cinco más. Cifesa y Juan de Orduña –y los señores guionistas, no nos olvidemos- han recibido en sus haberes un formidable daño material al serles retirada la película. Así, pues, están en su derecho de pedir una indemnización material.
Mientras que, por otra parte, si el gran duque Wladimiro se había sentido ofendido sólo y nada más que su honor, por lo que suponemos, no tenía derecho, sino a pedir que se suprimiera esa parte de la cinta, puesto que el honor, en España, no tiene todavía tarifa.
Pero la gente opina. Opina de una manera y de otra.
-Esto es un tinglado publicitario en toda regla. Ya lo verán ustedes.
-Me parece que el duque ese, Wladimiro, se ha metido en un buen lío. ¡A ver cómo se las apaña para salir de él!
-El gran duque tiene razón. No se debe hablar nunca mal de una persona.
Y analicemos:
Tinglado publicitario.- “No lo es. No podía serlo de ninguna de las maneras. Por lo pronto, la película ya no está en los cines. Así ningún beneficio puede reportarnos.”
El gran duque, en un buen lío.- “El asunto está puesto en manos de mi abogado. He pedido diez millones de pesetas de indemnización, que repartiré en diversos centros benéficos.”
¿Tiene razón el gran duque?.- “Podría tener razón, si no hubiera nacido en el año 1917. Pero no la tiene porque a él no se le mienta en la cinta para nada. Se mienta un Wladimiro. El nombre Wladimiro es corrientísimo.”
Queda en el aire la incógnita. ¿Quién ganará el pleito?

Un reportaje de ALFONSO MARTÍNEZ GARRIDO


EL RECORTE CCC
...y porque nadie quería dar un duro por la película... Sobra decir lo que supuso para la estrella, pero esto del gran duque Wladimir... ¡es surrealista! Aquí el enfoque del asunto por Primer Plano, en su número de 2 de Febrero de 1.958. 


 EL CASO DE
“EL ÚLTIMO CUPLÉ”
Desde finales de la semana pasada comenzó a circular por Madrid el rumor de que la película “El último cuplé”, cuyo sensacional éxito constituía el acontecimiento cinematográfico del cine español durante meses de permanencia en los carteles, estaba amenazada.
El 23 la empresa del cine Cataluña, de Barcelona, publicaba un anuncio dando cuenta de que “por causas de fuerza mayor, ajenas a su voluntad, se ha visto en la necesidad de suspender temporalmente, y en pleno éxito, su proyección”.
¿Razón? No tardó en saberse. La prensa catalana aclaró que se trataba de una querella presentada por su Alteza Imperial el gran duque Vladimiro de Rusia, que considera injurioso a su persona el personaje que interpreta Alfredo Mayo en la película.
A final de la semana se decía que la película, retirada en Barcelona, iba a serlo también en Madrid. En efecto, se recibía el exhorto del Juzgado número 1 de Palma de Mallorca, y en la noche del sábado era la última proyección, quedando retirada también la película.
Los doce rollos del film quedaban precintados y, asimismo, se precintaba en los laboratorios de Cifesa el negativo original de la película, ya que, a consecuencia de la facilidad con que se puede deteriorar, se creyó conveniente guardarlo allí precintado.
En el cine Rialto, de Madrid, sobre los carteles de “El último cuplé”, ya amarillentos por las treinta y ocho semanas –todo un récord- de permanencia del film en la sala de estreno, se pegaban los anuncios de otra película. Y ante las grandes figuras  de Sarita Montiel, que presiden estos paneles, el público se detenía. Los viajeros de los autobuses que pasan ante el local, miraban con curiosidad.
El gran acontecimiento cinematográfico se ha convertido en otra apasionada curiosidad. Comenzaban a hablar los protagonistas del suceso, cuyas referencias recogemos con toda objetividad, tanto de sus declaraciones hechas públicas como de los comunicados oficiales.


CON TREINTA Y OCHO SEMANAS DE ÉXITO.-Sarita Montiel y Armando Calvo, intérpretes principales de "El último cuple", cuyas vicisitudes constituyen ahora el acontecimiento público. El gran duque Vladimiro de Rusia ha presentado una querella y la película ha sido retirada de los carteles. 

QUIEN ES EL QUERELLANTE
El gran duque Vladimiro de Rusia es el actual jefe de la casa imperial de dicho país y depositario de los derechos al trono de los zares. También es hermano político del aspirante al trono de Alemania, por estar casado en Kronprinz con una hermana suya. Reside algunas temporadas en Madrid.
Su demanda ha sido presentada al Juzgado de Primera Instancia de Palma de Mallorca por el abogado y apoderado del gran duque, don Sebastián Feliú Kuadrey…
Las noticias de prensa dicen que se exige a Juan de Orduña, director de la película, y a Cifesa, como distribuidora, una indemnización de diez millones de pesetas, cantidad que destinará a los huérfanos de los antiguos oficiales zaristas.
El periódico “Madrid” ha publicado unas declaraciones del abogado del gran duque, en que éste declara que su representado hizo gestiones para llevar a efecto un acto de conciliación, al que no se presentó la parte demandada, o sea el señor Orduña.

CIFESA NO HA SIDO REQUERIDA NI JUDICIAL NI PRIVADAMENTE EN LA QUERELLA
La opinión de la distribuidora Cifesa sobre este asunto queda expuesta en esta nota, entregada a los periodistas por el director, señor Montero:
La nota de Cifesa dice así:
“Que hace constar su extraordinaria sorpresa ante la orden, que acata, de secuestro de las copias de “El último cuplé” en Barcelona y Palma de Mallorca, puesto que ninguna noticia tuvo con anterioridad de que se hubiese presentado querella por persona o entidad alguna. Asimismo ignora que el gran duque Vladimiro se hubiese dirigido jamás a ella para protestar por la secuencia que es hoy motivo de reclamación. En caso de que así hubiera sido, ningún inconveniente tuviera en acceder a sus deseos, ya que la supresión de la citada secuencia en nada afecta al argumento, a la ilación ni a la calidad de la película.
También interesa recalcar que Cifesa es simplemente la sociedad encargada de la distribución de “El último cuplé”, sin que haya tenido parte en el previo guión, ni en la producción posterior.
Confiada en sus derechos, Cifesa está dispuesta a defenderlos y a defender, al tiempo, los de muchos exhibidores, modestos gran parte de ellos, que se ven seriamente perjudicados por la prohibición de exhibir “El último cuplé” en sus locales. Ya que, como nadie ignora, el éxito extraordinario de esta producción daba lugar a unos ingresos que contribuían, en buena parte, al más brillante desarrollo de la industria cinematográfica española. Para la defensa de estos derechos, y para exigir la correspondiente indemnización de daños y perjuicios, Cifesa ha nombrado abogado y procurador, cuyos nombres calla por seguir las normas deontológicas que son usuales en el ejercicio de estas profesiones.
Cifesa se complace, por último, en manifestar su fe en la justicia española, cuyas calidades no precisan glosa, y la confianza de que la autenticidad de sus derechos sea reconocida en breve pública y taxativamente”


JUAN DE ORDUÑA DIRIGE.-El director Orduña ensaya una escena con Sarita Montiel durante el rodaje de "El último cuple". 

JUAN DE ORDUÑA DICE: “No hay intención ni propósito de injuria”
Ante el cúmulo de noticias, no siempre ajustadas a la verdad, aparecidas en laprensa de toda España, en relación con la querella que ha promovido contra mí un ruso blanco, cuya exacta filiación desconozco, y al comprobar cómo, con afanes sensacionalistas, se ha desorbitado un episodio que nunca debió de salir de la órbita judicial en que temerariamente fue emplazado, me creo en el deber, para evitar que el confusionismo persista y que se interprete equivocadamente mi actitud, de hacer constar lo siguiente:
1º.Que, en mi calidad de productor y director de la película El último cuplé, me limité a plasmar en forma cinematográfica el guión que adquirí con tal objeto de los señores Mas Guindal y Arozamena.
2º.Que al hacerlo no he tenido nunca la intención ni el propósito de menospreciar ni injuriar a ninguna de las personas cuyo nombre, títulos o apodos coincidan por puro azar con los de los ficticios personajes que en la película aparecen.
3º.Que desde el instante en que tuve conocimiento de la querella contra mí presentada en el Juzgado de Palma de Mallorca, encomendé el asunto a mi abogado, en cuya competencia tengo depositada toda mi confianza, y que es quien se halla actuando con la discreción y eficacia que la índole del procedimiento requiere.
4º.Que a todos tiene que sorprender el hecho de que, teniendo yo mi domicilio en Madrid, residiendo también en dicha capital el querellante y habiendo sido en la misma donde se estrenó y seguía proyectándose El último cuplé con el éxito de todos conocido, se haya presentado la querella ante el Juzgado de Palma de Mallorca, donde no reside ninguno de los en ella implicados ni se exhibía actualmente la película.
5º.Que la razón de no asistir al acto de conciliación, para el que se me citaba en Madrid, por la representación del querellante, fue el deseo de no contribuir con mi presencia a sancionar un acto en el que, según consta en la demanda, se pedía que reconociera los más absurdos y pintorescos cargos y responsabilidades.
6º.Que, agradeciendo a la prensa y a la opinión pública en general las muestras de afecto y simpatía con que me distinguen, quiero hacer público, al objeto de no entorpecer la acción de la justicia, mi decidido propósito de no hacer otras manifestaciones que las contenidas en la presente nota en tanto no pronuncien los Tribunales el justo fallo que confiadamente espero.

LO QUE DICEN LOS AUTORES MAS GUINDAL Y AROZAMENA
Los autores de la película son Antonio Mas Guindal y Jesús María Arozamena, muy conocidos por su actividad como guionistas. Ambos han escrito un número considerable de argumentos, ninguno de los cuales ha dado lugar hasta ahora a complicaciones.
Ambos han declarado su sorpresa ante la reclamación judicial. Y han afirmado que no ha existido mala fe por parte de nadie. En sus declaraciones manifiestan que en el guión primitivo enviado al Registro de la Propiedad Intelectual no figuraba ningún duque, personaje que fue introducido para alargar el papel de Alfredo Mayo. Se atuvieron a la corriente general en las biografías de la época de introducir en casi todas ellas un duque o un príncipe. Ejemplo: “La mujer más guapa del mundo”. Pero no se referían concretamente al príncipe Vladimiro, nombre corriente en Rusia y que por ello fue elegido. Su sorpresa ante la posibilidad de una alusión se basa en que en 1918, fecha en que se desarrolla el argumento, el gran duque tendría muy pocos años.
Según estas declaraciones a la prensa, la primera noticia del asunto la tuvieron a través de los periódicos.
Al ser retirada la película, se sienten privados de su derecho de autor. Insistiendo en que no querían ofender a nadie, aclaran que se hizo constar que todos los personajes y hechos de esta película son ficticios y que cualquier semejanza con la realidad será pura coincidencia.

Sofía Palacios, antigua cantante de ópera, se considera aludida
Con anterioridad a esta reclamación había pendiente otra, presentada por doña Sofía Palacios, contra don Jesús María Arozamena y don Antonio Mas Guindal, en su calidad de guionistas de “El último cuplé”. La demandante se basaba en una carta publicada en la prensa por los demandados, alegando que contenía frases injuriosas y calumniosas, de las que éstos debían retractarse. Asimismo, habrían de abonarle cada uno de aquellos 25.000 pesetas en concepto de indemnización por los graves daños causados. En la mañana del día 29 se celebró, sin que hubiese avenencia, el acto de conciliación. La representación de los guionistas negó que las manifestaciones de éstos pudieran contener nada injurioso contra doña Sofía Palacios, toda vez que el personaje aparecía en la película no tenía relación alguna con la vida de la demandante, antigua actriz.

TRAILER MUNDIAL
ITALIA. LA ACTUALIDAD SE LLAMAN
 SARITA MONTIEL
Y PABLITO CALVO

En estos días, la curiosidad del público italiano se ha orientado hacia nombres y figuras españolas. A Roma, en efecto, han llegado dos conocidas estrellas. Una, Sarita Montiel, que se dispone a rodar en aquellos estudios algunas escenas de “La violetera”, y que a su arribada al aeropuerto de Ciampino fue recibida por su compañero en el film, Raf Vallone. Y el segundo conquistador español de Roma es el pequeño Pablito Calvo, que también ha llegado para rodar una película al lado del cómico Totó, que se titulará “Totó y Marcelino”.

Fotos Keystone


LA FOTO CCC


Escena del siempre mítico "El último cuplé".


domingo, 7 de octubre de 2018

DIEZ MINUTOS - 11 de Septiembre de 1.992 - España


Así cumplirá la última voluntad de su marido, Pepe Tous
SARA MONTIEL:
“tengo que luchar por nuestros hijos como una leona”
Las cenizas del empresario, fallecido el pasado día 25, fueron esparcidas por la bahía de Palma de Mallorca

"¿Cómo ha podido ocurrir esto?", se preguntaba todavía la actriz. 

Cuando Sara Montiel y sus familiares más allegados entraron momentos antes de las ocho de la tarde del pasado 31 de agosto, en la iglesia de Santa Teresita, en el barrio residencial mallorquín de Son Armadams, el rostro de la actriz reflejaba el inmenso dolor que le había causado la muerte de su querido José Tous, del que difícilmente podrá recuperarse.
Tendrá que pasar mucho tiempo hasta que se haga a la idea de que Pepe, el marido cariñoso, afectivo y atento, el amable y amoroso padre de familia, ya no está con ella. En esa iglesia en la que se celebró el funeral por el alma de Pepe, su esposa, María Antonia Abad –Antonia, como él la llamaba- vestida de riguroso luto, aguantaba muy a duras penas la emoción contenida. Intentando mantener el tipo, las lágrimas corrían por el rostro de la internacional manchega, cuyo estado anímico era a duras penas incapaz de controlar el sufrimiento.
El pasado día 25, Francisco Fernández, portavoz de la familia, anunció, que “la actriz estaba destrozada por la muerte de un ser tan querido para ella”. Y así era, ya que la siempre cuidada imagen de Sara Montiel recuerda en estos momentos a la de Isabel Pantoja cuando falleció Paquirri o a las de María Jiménez y Concha Márquez Piquer, cuando, en sendos accidentes de automóvil, perdieron a sus respectivas hijas.


El féretro con los restos mortales de José Tous poco antes de ser incinerados. 


La adoración y el cariño de Pepe y Antonia por sus dos hijos, Thais y Zeus, son de sobra conocidos por todos. 

Las cenizas, en Mallorca

El pasado martes 1 de septiembre, las cenizas de Pepe Tous fueron esparcidas por tres puntos de la bahía de Palma de Mallorca, siguiendo los deseos del fallecido. En la foto podemos ver a su viuda, Sara Montiel, a la llegada a la isla, llevando en una bolsa los restos del que fuera su tercer marido. 

Planes que no se realizarán
Fuentes cercanas a la familia anunciaron también el día 25 de agosto que “José Tous ha muerto mientras dormía en su domicilio particular, en el Paseo Marítimo de Palma de Mallorca, a las 17,10 horas de la tarde. Aunque la familia era consciente de la gravedad de su enfermedad, su muerte ha sido inesperada para los suyos, que se encontraban a su lado en el mismo momento de producirse el óbito”. En declaraciones a televisión, Sara Montiel, por su parte, manifestó que nunca quiso que su marido supiera la gravedad de su enfermedad. “En los últimos días –vino a decir la actriz- estuvo sedado para paliar los dolores, pero en los momentos de consciencia me comentaba el dichoso verano que nos estaba dando y no dejaba de hacer planes para el futuro”.

Sus últimos momentos
Como una amante esposa y una dulce madre, María Antonia Abad, nacida en Campo de Criptana (Ciudad Real) hace 64 años, cuidó a su marido hasta los últimos momentos. Pepe Tous, a decir de la propia Sara, padecía cáncer de hígado y cólon, pero él nunca supo su grave enfermedad. "En los últimos días permaneció totalmente sedado, pero en los escasos momentos que recobraba la consciencia hacía planes para el futuro. De todas formas, sabía lo que ocurría, pues sus últimas palabras fueron: 'Lucha por nuestros hijos". 




José Tous y Sara Montiel en los jardines del Palacio Real, de Madrid, en una recepción regia. 

La incineración
Tous, sin embargo, conocía perfectamente el fatal destino que le esperaba, como lo confirma otra frase de la viuda: “Lo último que me dijo fue que luchara por nuestros hijos. Pepe murió delante de Thais y de mí. He perdido al amigo, al amante, al compañero y al padre de mis hijos. Estoy destrozada. Zeus, que está en Mallorca en casa de una amiga, no sabe nada de lo ocurrido. Todavía es muy pequeño para darse cuenta de lo que está pasando, pero Thais tiene 13 años y está muy afectada”.
Siguiendo sus propios deseos, el cadáver del empresario y promotor mallorquín fue incinerado. La incineración se llevó a cabo a las cuatro de la tarde del pasado día 27, en el cementerio barcelonés de Collserola, pues no existe crematorio en Palma de Mallorca, isla en la que nació y vivió Tous hasta su muerte. El féretro con sus restos mortales permaneció en el depósito del camposanto de Palma hasta las 21 horas del pasado 26 de agosto, en que fue trasladado al aeropuerto de Son Sant Joan con destino a la Ciudad Condal. Su viuda, familiares y amigos, volaron en el avión de las doce de mediodía, de Mallorca a Barcelona, para estar presentes en la incineración. Thais y Zeus se quedaron en la isla, porque según manifestó su madre “he preferido que no viniesen para evitarles este trago tan amargo”. A la actriz le acompañaron permanentemente su hermana Elpidia, una prima y los cuatro hijos de su hermano Antonio, ya fallecido. Momentos antes de producirse la cremación se ofició una misa por el alma del empresario muerto.
“Vamos a hacer un pacto de caballeros –dijo Sara a los informadores- entráis cinco minutos y después nos dejáis seguir la misa con la tranquilidad y el sosiego que necesitamos”. El pacto fue cumplido por ambas partes. Al funeral asistieron, entre otros artistas, Montserrat Caballé, Mary Santpere, Fernando Esteso, José Guardiola, Matías Colsada, Paco Calatrava y la “vedette” Tania Doris, quien comentó: “Sara está destrozada. Ha pedido que la dejemos ver a solas, por última vez, a su marido; lo ha pasado peor, pero era su deseo y había que cumplirlo”. La actriz, luciendo un traje de chaqueta negro, gafas oscuras y el pelo retirado de la cara, lloraba amargamente en el primer banco de la iglesia, donde estaba sentada entre José Roses, y Elpidia, su hermana mayor, que la tomaban del brazo.


Aunque dijo que ya se le habían agotado las lágrimas, Sara sigue llorando la muerte de su esposo. 


La fotografía refleja perfectamente el dolor de la viuda. Sobran los comentarios. 

Tres maridos, cuatro bodas
Sara Montiel ha tenido tres maridos, aunque se casó cuatro veces. Con Anthony Mann, el director cinematográfico norteamericano que falleció en 1964 a causa de un ataque cardíaco que le sobrevino en Berlín (Alemania) a los 60 años, contrajo matrimonio dos veces. El primero de estos enlaces se celebró “in artículo mortis” el 30 de marzo de 1957 en Nueva York, coincidiendo con un infarto que había padecido Anthony; el segundo matrimonio Anthony y Sara lo celebraron en Hollywood el 26 de agosto del mismo año, cuando él ya se había repuesto. Tras obtener el divorcio, la internacional manchega, volvió a casarse, esta vez por la iglesia y en Roma, con el industrial José Vicente Ramírez Olalla. La boda se celebró el 2 de junio del 64. Nueva separación y anulación matrimonial concedida en 1977. En 1970 Sara ya había conocido a Pepe Tous, que se convirtió en su tercer marido el 31 de julio de 1979. 




Angustiosa espera
Cuando todo terminó, con voz entrecortada pero con una gran entereza, Sara se dirigió a los periodistas para decirles: “Comprendo vuestro trabajo y os agradezco el cariño con que siempre nos habéis tratado. Sé que entendéis cuál es mi estado de ánimo en estos momentos”.
Las cenizas de Tous volvieron con su mujer a Palma el mismo día 27. El martes uno de septiembre fueron esparcidas por tres lugares distintos de la bahía de Palma. “Él me dijo –comentó su viuda a los periodistas- que quería reposar en aguas de Mallorca”.
A José Tous Barberán, se le diagnosticó, hace algo más de un año, un cáncer de cólon y otro de hígado, según confirmó su viuda. Fue operado del primero en una clínica de Barcelona, pero médicamente nada pudo hacerse por paliar los mortales efectos del segundo. A pesar de su delicado estado de salud, acompañó a su mujer, Sara Montiel, a todos los lugares a los que viajó. Sin embargo, en los últimos meses no se dejaba ver en público para que nadie pudiera captar su decaimiento físico. Así ocurrió en una reciente visita que realizó con su mujer a Barcelona, para que Sara fuera atendida de una operación de menisco que le habían practicado.


Junto a su hermana Elpidia, que ha estado a su lado permanentemente. 


Tan intenso es su dolor que Sara Montiel tiene que ser sujetada para poder caminar. 

Entrañable y querido
José Tous Barberán, nació en Palma de Mallorca en 1932, en el seno de una conocida familia de gran tradición cultural y empresarial. Los Tous levantaron los teatros Balear, Lírico y Born y la plaza de toros del Coliseo Balear. Fundaron la librería Tous y el vespertino “Última Hora”, decano de los diarios de Palma de Mallorca y en el que Pepe ejerció como redactor jefe de 1959 a 1962 y como director de 1962 a 1973, pues había cursado estudios de Periodismo y Derecho en la Universidad de Barcelona. Quienes trabajaron con él afirman que fue uno de los impulsores del periodismo moderno y protector de muchos periodistas catalanes. Tous heredó de su familia el citado rotativo y el teatro Balear.
Después de una dilatada trayectoria profesional en el mundo de la información, en 1970 decidió introducirse en el negocio del espectáculo, que compaginaría hasta el año 1973 con el periodístico. En el último año citado cesó por deseo propio en “Última hora”.
Pepe y Sara se conocieron en 1970 y se enamoraron. Lo suyo fue un flechazo, pues empezaron a convivir inmediatamente. Nueve años más tarde, el 31 de julio de 1979, contrajeron matrimonio civil en Palma de Mallorca, unos meses después de haber adoptado a Thais, la hija que nació el 3 de marzo del 79. La adopción de Zeus, su segundo hijo, se llevaría a cabo cuatro años más tarde. El niño nació el 21 de mayo de 1983 y a los pocos días ya estaba con ellos.


El matrimonio con sus dos hijos en Mallorca, el pasado verano. Sólo ha transcurrido un año. 


La actriz entre Roses, amigo y socio de Tous, y Elpidia, hermana mayor de Sara, al término de la incineración de Pepe. 

El telegrama de los reyes

SS.MM. los Reyes enviaron un telegrama de pésame a María Antonia Abad, cuyo texto decía así: "En estos tristes momentos nos acordamos de tí y te enviamos nuestro más sentido pésame, extensivo a toda la familia". 


Esta es la primera fotografía de Sara Montiel, asomada al balcón de su casa mallorquina, tras quedarse viuda. 


Aunque procuraba mantener una gran entereza, las lágrimas corrían constantemente por sus mejillas. 

Muy afectada y recordando a su marido, Sara se preguntaba en voz alta: “¿cómo ha podido ocurrir esto? Él con 59 años y yo con 64… Ahora todo ha cambiado, pero tengo a mis dos hijos y debo luchar por ellos como una leona. Luchar y vivir, para ayudar a mis pequeños…”
Sara no quiso a ningún hombre como a su tercer marido. “Llevábamos veintidós años juntos. Le adoraba”. La actriz y cantante estuvo casada en dos ocasiones anteriores, pero aquellos matrimonios no le reportaron la felicidad que encontró al lado de Pepe Tous. La primera boda de María Antonia Abad fue con el director de cine norteamericano Anthony Mann, con quien se casó el 30 de marzo de 1957 en Nueva York, en una ceremonia celebrada “in artículo mortis”, ya que Mann había sufrido un infarto y estaba al borde de la muerte. Se recuperó del mismo y la pareja volvió a casarse civilmente el 26 de agosto del mismo año en Hollywood. Terminarían separándose. El segundo esposo de Sara Montiel, con quien se casó por la iglesia en Roma (Italia) fue el industrial José Vicente Ramírez Olalla, de quien obtuvo la nulidad en 1977. Para esas fechas ya hacía siete años que había conocido al que sería de verdad el hombre de su vida: José Tous, de quien sólo la muerte ha podido separarla.
                                        
Luisa María Soto
Fotos: Rúbrica y Agencias


EL RECORTE CCXCIX
Desde que muriera Pepe Tous nada volvió a ser igual. Atrás quedaban las entrañables estampas familiares y la estabilidad personal y profesional. Uno de esos momentos fue el décimo cumpleaños de la pequeña Thais. Así lo contaba Hola en su número de 23 de marzo de 1.989. 

Rodeada por sus padres, su hermano Zeus y sus amigos
THAIS
LA HIJA DE
SARA MONTIEL
Y PEPE TOUS
cumplió diez años
“Defenderemos a nuestros hijos con toda la fuerza que tengamos”

Sara Montiel, Pepe Tous, Zeus y los amigos que compartieron la alegría de la jornada ayudan a Thais a apagar las velas de su tarta de cumpleaños, que celebró en un parque infantil de Mallorca. 

Fue un día especialmente inolvidable para la familia Tous: Thais, la hija de Sara Montiel y Pepe Tous, cumplía diez años. Nada mejor en tan señalado día que una fiesta infantil rodeada por sus padres, su hermano Zeus y sus amigos. Amaneció caluroso sobre Mallorca. Desde muy temprano había alboroto en la magnífica y nueva casa del matrimonio, que se asoma, majestuosa, sobre la bahía de Palma. La cita era un parque acuático, no a excesiva distancia del domicilio familiar. Allí, inteligentes y simpáticos delfines, juguetonas focas y alborotadores loros y cacatúas iban a servir de diversión para los pequeños, que, de un lado a otro del recinto, acudían en busca de la merecida diversión. Mientras que Pepe ultimaba los preparativos de la original tarta de cumpleaños –“ahora es la moda que sean de esta forma y como la ha elegido ella…”-, Sara, que días después celebraría, en Nueva York, su cumpleaños, acudía en busca de sus hijos a fin de enterarse de sus actividades.


Thais Tous posa, feliz y sonriente, con el pájaro que sus amigos la acaban de regalar. 
Thais y su hermano Zeus en la piscina, repleta de pelotas multicolores. 


“Es que se ponen a jugar y…”. Motos, piscinas a rebosar de pelotas multicolores o, simplemente, comprobar el espectacular salto de los delfines en busca de su comida llenaban la jornada. La hora de comer se acercaba y los niños, cansados pero alegres, se disponían para el feliz almuerzo. Sin embargo, había una sorpresa para Thais: sus compañeros de colegio y amigos le tenían reservado un regalo muy especial: un bonito pájaro en el interior de una jaula iluminó de sonrisa el rostro de la pequeña Thais…
“Se nos acaba de morir uno de nuestros perritos y tenemos un disgusto grandísimo”, indicó Sara.
Y tras la comida, todos alrededor de Thais, una niña cariñosa y extrovertida. Junto a ella, su hermano, que trataba de adelantarse en la siempre agradable tarea de soplar las velas.


Felicidad en los rostros de la familia. Sara, Pepe y sus hijos sonríen mientras descansan sentados en un banco. 


Zeus y una amiga delante de un ventanal de la piscina, por la que en ese momento pasa un delfín. 

“¡QUÉ GUAPA ESTA USTED!”
Cuando todos los pequeños habían dado buena cuenta de la tarta, pudimos conversar por unos momentos con Sara y su esposo, Pepe, quienes al ver la alegría y felicidad de sus hijos, no pudieron sino decir: “Les defenderemos con toda la fuerza que tengamos”.
El numeroso público que paseaba por el parque se acercaba a la artista solicitándole un autógrafo…
“¡Pero qué guapa está usted!”, le decían.
Por otra parte, Pepe afirmó:
-Queremos lo mejor para Thais y Zeus.


Sara Montiel y su hijo en una bella imagen. 

-¿Estáis orgullosos de vuestros hijos?
-Por supuesto. Nosotros, que somos sus legítimos padres, nos sentimos muy orgullosos de que lleven nuestros apellidos.
La jornada tocaba a su fin. Solamente restaba el paseo en una barca arrastrada por los delfines como homenaje a Thais, bajo la mirada de sus padres y Zeus, el cual, y con infantil naturalidad, preguntaba a su padre: “Papá, ¿me das otra ficha para las motos?”

Texto y fotos: TICO CHAO


LA FOTO CCXCIX