La portada dice:
SARITA MONTIEL. En nuestra portada. Una "estrella" que se ha puesto de actualidad. Y CRÍTICA, en páginas interiores, ofrece un reportaje sobre el lío del gran duque Wladimiro y "El último cuplé". Ustedes que lo lean...
EL
LÍO DEL CUPLÉ
¿QUIÉN
GANARÁ ESTE SENSACIONAL PLEITO?
De Barcelona,
machacando letra a letra el papel de los teletipos, un día, así, de repente,
nos vino la noticia: “La película ‘El último cuplé”, retirada de los cines
donde se estaba proyectando”.
Pasó que un gran duque
ruso, un señor que se llama Wladimiro, había presentado una querella por
injurias. Porque hay una escena en que se habla también de un Wladimiro. Un
Wladimiro que es un gran duque ruso. Del que se cuenta y se dice que era
aficionado, muy aficionado a los cabarets.
¡Ofensa!...
Y Wladimiro –el que
existe de verdad, no el aludido en la película- va, y así, de golpe y porrazo,
reclama diez millones de pesetas por daños y perjuicios.
Pero vamos a mirar las
cosas tal y como son. Que diez millones de pesetas son muchos millones si se
trata la cuestión de daños materiales, y muy poquísimo dinero si se dirige en
contra del honor de uno. Vamos a mirar las cosas…
El cabaret, en la película. Aquí se desarrolló la escena que ha ocasionado el lío.
“ESTA
ES UNA HISTORIA INVENTADA, QUE PUDO SER REAL”
Había un guión para una
película. Un guión escrito por los señores Arozamena y Mas-Guindal. Un guión
que, por principio, no quería ni deseaba ofender a nadie.
Dicen los guionistas:
-La escena donde se habla de un gran
duque llamado Wladimiro transcurre en el año 1010 y tiene como escenario el
Moulin Rouge. Pues bien: en aquel tiempo el gran duque que hoy reclama tenía
sólo dos años de edad. Y, por otra parte, el Moulin Rouge estaba destruido por
las bombas. Buscamos a propósito un escenario que estuviese derruido, para
evitar, precisamente, cualquier clase de reclamación.
Hasta aquí, tal y como
van las cosas, sale perdiendo el duque Wladimiro. Y uno va pensando que este
señor ha hecho formidablemente mal al querellarse contra los autores de “El
último cuplé”. Porque, si seguimos haciendo cuentas…
-Wladimiro es un nombre muy
corriente en Rusia. Nosotros pusimos Wladimiro porque el personaje aludido era
de ascendencia rusa. Si hubiera sido español, igual le hubiéramos llamado Pepe,
Paco, Pedro o Federico.
Y a otra cosa mariposa:
-Al principio de la cinta ya se hace
constar: “Cualquier coincidencia con hechos o personas es involuntaria.” El
caso que nos ocupa no es más que eso: una coincidencia. Involuntaria, por
tanto. Hasta hace unos cuantos días no nos enteramos de que existía en realidad
un gran duque ruso llamado Wladimiro.
Y he aquí lo que dice
Juan de Orduña, productor y director de la manoseada cinta:
-Es una historia inventada, que pudo
ser real.
Pero que no lo es, ni
mucho menos. Ni muchísimo menos. Pero ha ocasionado un lío, quizá más gordo de
lo que parezca a simple vista. Gordo, porque hoy “El último cuplé” ha sido
retirado del cine Rialto, de Madrid. Donde llevaba muchos meses de éxito. Donde
se estaba ganando dinero a manos llenas. O casi. Pero llegó el Juzgado de
Instrucción con poco menos que la rebaja. Y ahora, los que se van a querellar
contra Wladimiro son Cifesa y Juan de Orduña. Por daños y perjuicios.
A esto es a lo que los
castizos denominan ir por lana. Y salir, si se puede, trasquilado.
"Arriba" publicó estas dos caricaturas. Utrilla y Puig Rosado tienen bastante buen humor.
LA
NOTA DE JUAN DE ORDUÑA
Pero hay otra cosa y
muchas cosas. Una de ellas, que Cifesa, la distribuidora que se había hecho
cargo de la cinta, facilitó una nota a la Prensa, en la cual hacía saber:
Que la entidad había
puesto el asunto en manos de sus abogados.
Que la entidad al conocer
las primeras quejas de este señor, borró las palabras –denominadas hoy
injuriosas- de la copia que por aquel entonces, se estaba proyectando en
Madrid. Y sin embargo, el domingo, día 26 de enero de 1958, la película “El
último cuplé” fue desalojada de las máquinas por orden judicial. Igual que
había pasado en Barcelona. Y en Zaragoza. Y en toda España.
A lo que entonces Juan
de Orduña respondió, haciendo su salida al público y declarando:
“Primero. Que en mi calidad de
productor y director de la película “El último cuplé” me limité a plasmar en
forma cinematográfica el guión que adquirí con tal objeto de los señores Mas
Guindal y Arozamena.
Segundo. Que al hacerlo no he tenido
nunca la intención ni el propósito de menospreciar ni injuriar a ninguna de las
personas cuyo nombre, título o apodos coincidan por puro azar con los de los
fantásticos personajes que en la película aparecen.
Tercero. Que desde el instante en
que tuve conocimiento de la querella contra mí presentada en el Juzgado de
Palma de Mallorca, encomendé el asunto a mi abogado, en cuya competencia tengo
depositada toda mi confianza, y que es quien en defensa de mi reputación, prestigio
e intereses, se haya actuando con la discreción y eficacia que el asunto
requiere.
Cuarto. Que a todos tiene que
sorprender el hecho de que teniendo yo mi domicilio en Madrid, residiendo
también en dicha capital el querellante, y habiendo sido en la misma donde se
estrenó y sigue proyectándose “El último cuplé”, con éxito de todos conocido,
se haya presentado la querella en Palma de Mallorca, donde no reside ninguno de
los en ella implicados ni se exhibía actualmente la película.
Quinto. Que la razón de no asistir
al acto de conciliación para que se me citaba en Madrid por la representación
del querellante, fue el deseo de no contribuir con mi presencia a sancionar un
acto en el que –según consta en la demanda- se pedía que reconociera los más
absurdos y pintorescos cargos y responsabilidades.
Sexto. Que agradeciendo a la Prensa
y a la opinión pública en general las muestras de afecto y simpatía con que me
distinguen, quiero hacer público, al objeto de no entorpecer la acción de la
Justicia, mi decidido propósito de no hacer otras manifestaciones que las
contenidas en la presente nota, en tanto no pronuncien los Tribunales el justo
fallo que confiadamente espero. –Juan de
Orduña.”
Y nada más dice el
hombre, porque, la verdad, ya lo ha dicho completamente todo. Y así, creemos
que van tres cero en contra de Wladimiro.
Sarita está en París, con Raf Vallone, rodando las últimas escenas de "La violetera". De todas formas, es bueno anticipar que ya está en trámite el posible estreno del cuplé en Francia, Bélgica y Suiza.
EL
PÚBLICO TAMBIÉN OPINA
Ahora, todavía, las
carteleras están allí, en la fachada del cine Rialto, dejando entrever un
resultado de cosas pasadas de moda: “El último cuplé”. Una película echada casi
a patadas de todas las pantallas. Porque se ha empeñado en hacerlo un gran
duque ruso. Un gran duque que empezó pidiendo diez millones de pesetas. Y
resulta que:
Cifesa y Juan de Orduña
le han pedido a él esos diez millones y otros cinco más. Cifesa y Juan de
Orduña –y los señores guionistas, no nos olvidemos- han recibido en sus haberes
un formidable daño material al serles retirada la película. Así, pues, están en
su derecho de pedir una indemnización material.
Mientras que, por otra
parte, si el gran duque Wladimiro se había sentido ofendido sólo y nada más que
su honor, por lo que suponemos, no tenía derecho, sino a pedir que se
suprimiera esa parte de la cinta, puesto que el honor, en España, no tiene
todavía tarifa.
Pero la gente opina.
Opina de una manera y de otra.
-Esto es un tinglado publicitario en
toda regla. Ya lo verán ustedes.
-Me parece que el duque ese,
Wladimiro, se ha metido en un buen lío. ¡A ver cómo se las apaña para salir de
él!
-El gran duque tiene razón. No se
debe hablar nunca mal de una persona.
Y analicemos:
Tinglado
publicitario.- “No lo es. No podía serlo de ninguna de las
maneras. Por lo pronto, la película ya no está en los cines. Así ningún beneficio
puede reportarnos.”
El
gran duque, en un buen lío.- “El asunto está puesto en manos de
mi abogado. He pedido diez millones de pesetas de indemnización, que repartiré
en diversos centros benéficos.”
¿Tiene
razón el gran duque?.- “Podría tener razón, si no hubiera nacido en el año
1917. Pero no la tiene porque a él no se le mienta en la cinta para nada. Se
mienta un Wladimiro. El nombre Wladimiro es corrientísimo.”
Queda en el aire la
incógnita. ¿Quién ganará el pleito?
Un
reportaje de ALFONSO MARTÍNEZ GARRIDO
EL RECORTE CCC
...y porque nadie quería dar un duro por la película... Sobra decir lo que supuso para la estrella, pero esto del gran duque Wladimir... ¡es surrealista! Aquí el enfoque del asunto por Primer Plano, en su número de 2 de Febrero de 1.958.
EL CASO DE
“EL ÚLTIMO CUPLÉ”
Desde finales de
la semana pasada comenzó a circular por Madrid el rumor de que la película “El
último cuplé”, cuyo sensacional éxito constituía el acontecimiento
cinematográfico del cine español durante meses de permanencia en los carteles,
estaba amenazada.
El 23 la empresa
del cine Cataluña, de Barcelona, publicaba un anuncio dando cuenta de que “por causas de fuerza mayor, ajenas a su
voluntad, se ha visto en la necesidad de suspender temporalmente, y en pleno
éxito, su proyección”.
¿Razón? No tardó
en saberse. La prensa catalana aclaró que se trataba de una querella presentada
por su Alteza Imperial el gran duque Vladimiro de Rusia, que considera
injurioso a su persona el personaje que interpreta Alfredo Mayo en la película.
A final de la
semana se decía que la película, retirada en Barcelona, iba a serlo también en
Madrid. En efecto, se recibía el exhorto del Juzgado número 1 de Palma de
Mallorca, y en la noche del sábado era la última proyección, quedando retirada
también la película.
Los doce rollos
del film quedaban precintados y, asimismo, se precintaba en los laboratorios de
Cifesa el negativo original de la película, ya que, a consecuencia de la
facilidad con que se puede deteriorar, se creyó conveniente guardarlo allí
precintado.
En el cine Rialto,
de Madrid, sobre los carteles de “El último cuplé”, ya amarillentos por las
treinta y ocho semanas –todo un récord- de permanencia del film en la sala de
estreno, se pegaban los anuncios de otra película. Y ante las grandes figuras de Sarita Montiel, que presiden estos
paneles, el público se detenía. Los viajeros de los autobuses que pasan ante el
local, miraban con curiosidad.
El gran
acontecimiento cinematográfico se ha convertido en otra apasionada curiosidad.
Comenzaban a hablar los protagonistas del suceso, cuyas referencias recogemos
con toda objetividad, tanto de sus declaraciones hechas públicas como de los
comunicados oficiales.
CON TREINTA Y OCHO SEMANAS DE ÉXITO.-Sarita Montiel y Armando Calvo, intérpretes principales de "El último cuple", cuyas vicisitudes constituyen ahora el acontecimiento público. El gran duque Vladimiro de Rusia ha presentado una querella y la película ha sido retirada de los carteles.
QUIEN ES EL QUERELLANTE
El gran duque
Vladimiro de Rusia es el actual jefe de la casa imperial de dicho país y depositario
de los derechos al trono de los zares. También es hermano político del
aspirante al trono de Alemania, por estar casado en Kronprinz con una hermana
suya. Reside algunas temporadas en Madrid.
Su demanda ha
sido presentada al Juzgado de Primera Instancia de Palma de Mallorca por el
abogado y apoderado del gran duque, don Sebastián Feliú Kuadrey…
Las noticias de
prensa dicen que se exige a Juan de Orduña, director de la película, y a
Cifesa, como distribuidora, una indemnización de diez millones de pesetas,
cantidad que destinará a los huérfanos de los antiguos oficiales zaristas.
El periódico
“Madrid” ha publicado unas declaraciones del abogado del gran duque, en que
éste declara que su representado hizo gestiones para llevar a efecto un acto de
conciliación, al que no se presentó la parte demandada, o sea el señor Orduña.
CIFESA NO HA SIDO REQUERIDA NI JUDICIAL NI
PRIVADAMENTE EN LA QUERELLA
La opinión de la
distribuidora Cifesa sobre este asunto queda expuesta en esta nota, entregada a
los periodistas por el director, señor Montero:
La nota de
Cifesa dice así:
“Que hace
constar su extraordinaria sorpresa ante la orden, que acata, de secuestro de
las copias de “El último cuplé” en Barcelona y Palma de Mallorca, puesto que
ninguna noticia tuvo con anterioridad de que se hubiese presentado querella por
persona o entidad alguna. Asimismo ignora que el gran duque Vladimiro se
hubiese dirigido jamás a ella para protestar por la secuencia que es hoy motivo
de reclamación. En caso de que así hubiera sido, ningún inconveniente tuviera
en acceder a sus deseos, ya que la supresión de la citada secuencia en nada
afecta al argumento, a la ilación ni a la calidad de la película.
También interesa
recalcar que Cifesa es simplemente la sociedad encargada de la distribución de
“El último cuplé”, sin que haya tenido parte en el previo guión, ni en la
producción posterior.
Confiada en sus
derechos, Cifesa está dispuesta a defenderlos y a defender, al tiempo, los de
muchos exhibidores, modestos gran parte de ellos, que se ven seriamente
perjudicados por la prohibición de exhibir “El último cuplé” en sus locales. Ya
que, como nadie ignora, el éxito extraordinario de esta producción daba lugar a
unos ingresos que contribuían, en buena parte, al más brillante desarrollo de
la industria cinematográfica española. Para la defensa de estos derechos, y
para exigir la correspondiente indemnización de daños y perjuicios, Cifesa ha
nombrado abogado y procurador, cuyos nombres calla por seguir las normas
deontológicas que son usuales en el ejercicio de estas profesiones.
Cifesa se
complace, por último, en manifestar su fe en la justicia española, cuyas
calidades no precisan glosa, y la confianza de que la autenticidad de sus
derechos sea reconocida en breve pública y taxativamente”
JUAN DE ORDUÑA DIRIGE.-El director Orduña ensaya una escena con Sarita Montiel durante el rodaje de "El último cuple".
JUAN DE ORDUÑA DICE: “No hay intención ni propósito
de injuria”
Ante el cúmulo
de noticias, no siempre ajustadas a la verdad, aparecidas en laprensa de toda
España, en relación con la querella que ha promovido contra mí un ruso blanco,
cuya exacta filiación desconozco, y al comprobar cómo, con afanes
sensacionalistas, se ha desorbitado un episodio que nunca debió de salir de la
órbita judicial en que temerariamente fue emplazado, me creo en el deber, para
evitar que el confusionismo persista y que se interprete equivocadamente mi
actitud, de hacer constar lo siguiente:
1º.Que, en mi
calidad de productor y director de la película El último cuplé, me limité a plasmar en forma cinematográfica el
guión que adquirí con tal objeto de los señores Mas Guindal y Arozamena.
2º.Que al
hacerlo no he tenido nunca la intención ni el propósito de menospreciar ni
injuriar a ninguna de las personas cuyo nombre, títulos o apodos coincidan por
puro azar con los de los ficticios personajes que en la película aparecen.
3º.Que desde el
instante en que tuve conocimiento de la querella contra mí presentada en el
Juzgado de Palma de Mallorca, encomendé el asunto a mi abogado, en cuya
competencia tengo depositada toda mi confianza, y que es quien se halla
actuando con la discreción y eficacia que la índole del procedimiento requiere.
4º.Que a todos
tiene que sorprender el hecho de que, teniendo yo mi domicilio en Madrid,
residiendo también en dicha capital el querellante y habiendo sido en la misma
donde se estrenó y seguía proyectándose El
último cuplé con el éxito de todos conocido, se haya presentado la querella
ante el Juzgado de Palma de Mallorca, donde no reside ninguno de los en ella
implicados ni se exhibía actualmente la película.
5º.Que la razón
de no asistir al acto de conciliación, para el que se me citaba en Madrid, por
la representación del querellante, fue el deseo de no contribuir con mi
presencia a sancionar un acto en el que, según consta en la demanda, se pedía
que reconociera los más absurdos y pintorescos cargos y responsabilidades.
6º.Que,
agradeciendo a la prensa y a la opinión pública en general las muestras de
afecto y simpatía con que me distinguen, quiero hacer público, al objeto de no
entorpecer la acción de la justicia, mi decidido propósito de no hacer otras
manifestaciones que las contenidas en la presente nota en tanto no pronuncien
los Tribunales el justo fallo que confiadamente espero.
LO QUE DICEN LOS AUTORES MAS GUINDAL Y AROZAMENA
Los autores de
la película son Antonio Mas Guindal y Jesús María Arozamena, muy conocidos por
su actividad como guionistas. Ambos han escrito un número considerable de
argumentos, ninguno de los cuales ha dado lugar hasta ahora a complicaciones.
Ambos han
declarado su sorpresa ante la reclamación judicial. Y han afirmado que no ha
existido mala fe por parte de nadie. En sus declaraciones manifiestan que en el
guión primitivo enviado al Registro de la Propiedad Intelectual no figuraba
ningún duque, personaje que fue introducido para alargar el papel de Alfredo
Mayo. Se atuvieron a la corriente general en las biografías de la época de
introducir en casi todas ellas un duque o un príncipe. Ejemplo: “La mujer más
guapa del mundo”. Pero no se referían concretamente al príncipe Vladimiro,
nombre corriente en Rusia y que por ello fue elegido. Su sorpresa ante la
posibilidad de una alusión se basa en que en 1918, fecha en que se desarrolla
el argumento, el gran duque tendría muy pocos años.
Según estas
declaraciones a la prensa, la primera noticia del asunto la tuvieron a través
de los periódicos.
Al ser retirada
la película, se sienten privados de su derecho de autor. Insistiendo en que no
querían ofender a nadie, aclaran que se hizo constar que todos los personajes y
hechos de esta película son ficticios y que cualquier semejanza con la realidad
será pura coincidencia.
Sofía Palacios, antigua cantante de ópera, se
considera aludida
Con anterioridad
a esta reclamación había pendiente otra, presentada por doña Sofía Palacios,
contra don Jesús María Arozamena y don Antonio Mas Guindal, en su calidad de
guionistas de “El último cuplé”. La demandante se basaba en una carta publicada
en la prensa por los demandados, alegando que contenía frases injuriosas y
calumniosas, de las que éstos debían retractarse. Asimismo, habrían de abonarle
cada uno de aquellos 25.000 pesetas en concepto de indemnización por los graves
daños causados. En la mañana del día 29 se celebró, sin que hubiese avenencia,
el acto de conciliación. La representación de los guionistas negó que las
manifestaciones de éstos pudieran contener nada injurioso contra doña Sofía
Palacios, toda vez que el personaje aparecía en la película no tenía relación
alguna con la vida de la demandante, antigua actriz.
TRAILER MUNDIAL
ITALIA. LA ACTUALIDAD SE LLAMAN
SARITA MONTIEL
Y PABLITO CALVO
En estos días,
la curiosidad del público italiano se ha orientado hacia nombres y figuras
españolas. A Roma, en efecto, han llegado dos conocidas estrellas. Una, Sarita
Montiel, que se dispone a rodar en aquellos estudios algunas escenas de “La
violetera”, y que a su arribada al aeropuerto de Ciampino fue recibida por su
compañero en el film, Raf Vallone. Y el segundo conquistador español de Roma es
el pequeño Pablito Calvo, que también ha llegado para rodar una película al
lado del cómico Totó, que se titulará “Totó y Marcelino”.
Fotos Keystone
LA FOTO CCC
Escena del siempre mítico "El último cuplé".
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