viernes, 25 de enero de 2019

ARRIBA - 30 de Enero de 1.958 - España


La diva aparece solo en la portada. Dice lo siguiente:
LOS FOTÓGRAFOS, ANTES SARITA. En flagrante delito de belleza sorprenden las cámaras a Sarita Montiel, subida en el pasamanos de las escaleras que llevan a Montmartre. Sarita ha hecho furor en París, como era de esperar. Entre ingenua y traviesa ahí la tienen, durante una pausa del rodaje de algunas escenas de "La violetera", que los fotógrafos aprovecharon eligiendo perspectivas y disparando con ilusión.  - (Torremocha)


EL RECORTE CCCXIII
El número 4 y último de la breve biografía que la revisto Mucho Más le dedicó a la actriz entre Enero y Febrero de 1.991. 

Serie –DETALLES ÍNTIMOS DE SU VIDA –
Capítulo 4 y último
SARA MONTIEL
DE NIÑA POBRE A FULGURANTE ESTRELLA
A la tercera… boda y dicha con Pepe Tous

Sara consiguió la estabilidad sentimental con el empresario teatral Pepe Tous. Ellos se casaron en 1979. 

Tras su matrimonio con Anthony Mann, Sara Montiel vivió algunos romances con actores de la época, como Raff Vallone, Maurice Ronet o Mario Montuori y se casó, finalmente, con el bilbaíno José Vicente Ramírez Olalla. La actriz lo conoció en casa del fotógrafo Berenguer y comenzaron su romance. Vicente, al que llamaban familiarmente “Chente”, tenía treinta y tres años cuando se casó con la actriz, era licenciado en Ciencias Económicas y Derecho, y trabajaba en el departamento de relaciones públicas de una empresa de automóviles españoles.
La boda tuvo lugar en Roma, en la iglesia española de Montserrat, el 2 de mayo de 1964, algo menos de un año desde que su matrimonio con Anthony Mann quedara anulado. La ceremonia fue oficiada por un viejo amigo de los novios, fray Justo Pérez de Urgel, abad del Valle de los Caídos, y a su término Sara asombró llevando su ramo de novia a la tumba del rey Alfonso XIII, cuyos restos mortales aún estaban en Roma en aquella época.


En 1960, con el entonces príncipe Juan Carlos. 

La pareja de recién casados emprendió una larga luna de miel alrededor del mundo. Pero este segundo matrimonio tampoco funcionó, como poco después confesaría la actriz: “Mi matrimonio con Chente fracasó nada más salir de la iglesia”. Al parecer, el amor entre Vicente y Sara se fue desvaneciendo poco a poco y entonces decidieron solicitar el divorcio. Concedido éste en 1977, pasarían tan sólo dos años hasta que la famosa estrella decidiera casarse de nuevo.


Un momento de su segunda boda, con José Vicente Olalla, en Roma. 

El amor, poco a poco
Conoció a Pepe Tous en el año 1970. Él dirigía el periódico mallorquín Última hora y trabajaba también como empresario teatral. Po aquel entonces, Sara llenaba los teatros a los que acudía con su espectáculo y estaba muy cotizada. El público no se cansaba de aplaudir sus éxitos de siempre, Fumando espero, Nena, El relicario, La violetera y otros muchos. A lo largo de los setenta, presentó espectáculos como Sara Montiel en persona, Saritísima, Increíble Sara y Doña Sara de la Mancha, con los que siguió triunfando.
Pepe la contrató para actuar en el Teatro Baleares y fue a esperarla al aeropuerto con un gran ramo de flores. Aunque por aquel entonces la actriz mantenía relaciones con el italiano Giancarlo Viola, la amistad entre ambos se enfrió.
“Pepe me cayó bien y pronto nuestra amistad se tornó en algo más. Poco a poco, fuimos intimando, hasta que un buen día nos dimos cuenta de que estábamos enamorados”, explicaba Sara.


Durante los años setenta, Sara presentó varios espectáculos. Entre ellos, Doña Sara de la Mancha obtuvo un enorme éxito. 

Pero tras los dos fracasos matrimoniales que había sufrido, ella no estaba dispuesta a casarse de nuevo, por lo que iniciaron una convivencia que resultó ser todo un éxito. Según comenta la actriz en sus memorias. Pepe Tous has sido el único hombre que ha sabido estar en su lugar y ser al mismo tiempo marido de una estrella: “Me deja ser Sara Montiel y me trata como Antonia. Es decir, sigo siendo Sara pero él no renuncia a tener junto a sí a Antonia”.
Con Pepe Tous no sólo ha conseguido la felicidad de pareja, sino que además se han hecho realidad sus sueños de ser madre. Juntos, pudieron adoptar a Zeus y a Thais, gracias a los cuales se desvaneció definitivamente la terrible frustración maternal que arrastraba la actriz desde su juventud.


En su sesenta cumpleaños. 


Sara Montiel rememorando su interpretación de La violetera. 

El sueño de ser madre
A lo largo de estos años, Sara ha sufrido once abortos. Con su primer marido perdió a dos niños, el último a los ocho meses de gestación. “Me caí de nalgas en la puerta de mi casa –relata en sus memorias-. El pequeño murió en mi vientre y tuvieron que hacerme la cesárea para extraérmelo.” El feto fue enterrado en el cementerio de Orange, en Nueva Jersey, donde reposaban los restos de la madre de su esposo.
Los posteriores intentos de mantener un embarazo fueron inútiles. Sara padece una extraña enfermedad, el edema de Quint, que le impide disfrutar de un período normal de gestación. Después de consultar a los mejores especialistas, y ante la evidencia, la actriz se decidió finalmente por el sistema de adopción.
Su primera hija, bautizada con el nombre de Thais, la adoptaron en el Brasil cuando contaba con dos meses de edad. Poco después, Sara y Pepe se casaban civilmente el 31 de julio de 1979, en el Palacio de Justicia de Palma de Mallorca.


La adopción de Thais y Zeus desvaneció su frustración maternal. En la actualidad, forman una familia feliz. 

Cuatro años más tarde, y tras dos de espera, llegó el segundo hijo del matrimonio, Zeus que nació en Santo Domingo el 21 de mayo de 1983.
Sara y Pepe Tous forman hoy en día un matrimonio estable y una familia feliz.

Paloma Escario
Efe/Reportajes


LA FOCO CCCXIII


Esplendorosa madurez. Sara en New York. 

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