CONFIRMADO:
SARA MONTIEL
SERÁ MADRE A PRINCIPIOS DE JUNIO
“Estoy segura de que será niña. Se llamará Aldara y
no sé aún si nacerá en España o en el extranjero”
“Siguen los trámites para la anulación de mi
matrimonio. Como la Iglesia es muy justa yo espero que todo vaya bien,
perfectamente bien”
Sara Montiel a la salida del teatro madrileño donde durante más de dos meses ha representado su "show" "Saritísima".
CONFIRMADO: Sara Montiel
espera un hijo.
-Sí,
sí, una niña.
Le brillan los
ojos de ilusión.
-Aunque
no han supervivido, me siento madre de dos varones. No los logré. Ahora, niña.
Me convenzo a mí misma: a la tercera, niña. Y con suerte.
Con el descanso,
Sara Montiel está más guapa. Ha dormido a placer y, apenas con un retoque, su
cara está preciosa. Como de muñeca perfecta y graciosa. El cabello, de color
caoba, la enmarca con dulzura.
-Necesito
descanso. Tengo molestias y, realmente, he aguantado bastante en el teatro.
Estoy en manos de un ginecólogo fenomenal y confío en él. Pienso en mi niña. Y
estoy con ganas de que Dios me la dé. ¡Cómo llenará mi casa!
Sara Montiel
confirma incluso el nombre:
-La
llamaré Aldara. Me encanta. Es el papel que yo interpreté en “Locura de amor”.
Aldara, la princesa nieta del rey Boabdil. Siempre soñé con una hija que se
llamase Aldara. Saras hay muchas. Antes apenas se conocían Saras, pero ahora
hay cantidad. Y no es que condene, no, que me alegro de veras.
-¿Y si Dios te
sorprende con un varón?
-Si
fuera un varón, le llamaré Juan Tomás, que así se llamaba mi abuelo. Así eran
–Juan y Tomás- los dos gemelos, hermanos míos, que murieron el año 1942 y que
están enterrados en Orihuela, el pueblo en que nació Miguel Hernández. A los
dos se los llevó a la tumba una meningitis.
Sara con Pepe Tous, su empresario. La pareja, que reside habitualmente en Mallorca, tiene la intención de contraer matrimonio en cuanto Sarita obtenga la anulación de su matrimonio con Ramírez Olalla.
Sara Montiel
rinde culto a sus muertos. Su madre reposa en la tumba de un cementerio que
ella contempla a diario desde la terraza de su casa. La adora en el recuerdo.
Igualmente venera la memoria de sus hermanos. Juan y Tomás. Los otros, los que
viven, están muy cerca de la estrella: Antonio, Elpidia y Ángeles. Y ella,
Antonia, que así la llaman en familia, incluso sus siete sobrinos, aunque
España la aclame acá y allá como Sara Montiel.
-Sara, ¿para
cuándo esperas la cigüeña?
-Para
finales de mayo o principios de junio. ¿En España? No lo sé. Acaso en el
extranjero, aunque lo sentiría. Pero es que voy a disfrutar unas vacaciones que
bien me he ganado a lo largo de dos años de trabajo, prácticamente sin tregua.
De mi matrimonio, puedo decir sencillamente que siguen los trámites de nulidad.
Como la Iglesia es muy justa, yo espero que todo vaya bien, perfectamente bien.
La pareja brindando. Sara está segura de que su bebé será niña: si es niño piensa llamarle Juan Tomás. Juan y Tomás eran dos hermanos gemelos de la actriz que murieron de meningitis en 1942.
Sara Montiel
descansa del teatro, pero de nuevo estudia.
-Voy
a grabar un nuevo álbum de canciones que debo a la casa de discos. Con Junior
–o si quieres Antonio Morales- y con Gregorio García Segura, elijo mis números.
Tengo dos temas del propio Junior que me encantan y también preparo unas
canciones mejicanas, modernas –no rancheras-, y algunas cosas en inglés.
Junior, aparte de darme dos números suyos, me ha buscado canciones fuera de
España. Pensaba marchar de vacaciones de inmediato, pero le debo el álbum a la
casa de discos y yo no pleiteo, no me peleo, sino que trato de cumplir siempre
a rajatabla. Después me iré al Brasil, no en carnavales, de donde pasaré a la
Martinica, a las islas Vírgenes, a la isla de Granada, quizá también a la de
Santo Domingo o Puerto Rico…
Confiesa que es
mujer de sol.
-Me
sienta muy bien el calor. Las islas del Caribe son, además, fascinantes, y
viajas de una a otra como si anduvieras por casa. Con mis canciones, con mi
película titulada “Cinco almohadas para una sola noche”, y con “Saritísima”, me
he tirado dos años intensos de trabajo y, francamente, estoy cansada, aunque no
estoy enferma, tengo problemas circulatorios. De siempre. Padezco el “edema de
King”, que ni Severo Ochoa me pudo curar. En las gripes, en los catarros, en
las enfermedades de riñón, en los embarazos, se acusa más que en otras
jornadas. ¡Huy, se me nota en seguida! Es que se me atroñan las manos, las
piernas, el cuello… Me hincho y lo paso mal, claro está.
Numerosas figuras acudieron a la última velada del "show" de Sarita, compartiendo con ella el escenario. En esta instantánea vemos, de izquierda a derecha, a Lola Flores, Encarnita Polo, Sara Montiel, Marisa Medina y Alfonso Santisteban. Esta fue la primera actuación de Marisa tras el nacimiento de su hija el pasado 13 de diciembre. (Foto Flash Press.)
Con el embarazo
sobrevienen los “caprichos”:
-¡Oh,
sí! Mis gustos han cambiado. Yo bebía mucha agua en el teatro, botellas de
agua, que ahora apenas pruebo. Me revuelve. Así es que he pasado más de tres
meses metida en el teatro bebiendo “tónicas”, y de comidas, huevos revueltos y
café con leche. Tampoco comía frutas y ahora me encantan. Es algo curiosísimo,
pues si me salgo de los huevos revueltos y el café con leche, estoy perdida. En
fin, me cuido. No desobedezco al ginecólogo. Es lo importante. Aborrecer unas
comidas o unas bebidas es lo de menos.
Sara Montiel
empieza a formar la canastilla:
-Me
están regalando cosas muy bonitas. Sí, la bata de lunar para mi niña, regalo de
Lola Flores, me sorprendió. Nada había hablado conmigo y me viene con esas, yo
me quedé de piedra. Tal vez mi hija, Aldara, algún día, vista ese “vestidito
andaluz” de Lola. Será muy bonito.
Le regalan
cositas e incluso piensa en trabajar a mano ella misma en alguna pieza.
-Yo
sé bordar.
En unas jornadas
de relax, Sara Montiel ha querido ver diversos espectáculos:
-Me
reí muchísimo en “Sé infiel y no mires con quién”, con Pedro Osinaga. Se lo
había dicho: “Perico, iré a verte en cuanto concluya con ‘Saritísima’. Y fui.
¡Cómo me reiría, que lloré! Bueno, tuve que pasar al camerino de Julia Caba
Alba, para arreglar mi cara, aunque no iba muy maquillada. Me moría de risa. A
carcajadas. ¡Qué gracia! Volví a ver “Una chica sin retorno”, de Santiago
Moncada. Me gusta muchísimo y, además, Rocío Dúrcal está fenomenal. También vi
“Aplausos”, con Conchita Montes y Conchita Márquez Piquer. Las dos están
estupendas…
De “Saritísima”
quedó satisfecha. Sara invitó, últimamente, a artistas de la talla de Josephine
Barker, Lola Flores, nacional, o Rita Pavone. Ahí demostró un valor y una
sangre fría que las propias estrellas destacaron. A todas les cedió el
escenario en la parte final para que se lucieran, para que refulgieran, vamos.
La Baker, lo dijo:
-Jamás una estrella me cedió el
teatro como Sara Montiel. Yo le dije que terminara ella el espectáculo, pero
insistió: ‘Josephine, usted es mi estrella invitada’.
-Nunca se me pasó por la
cabeza que pudieran robarme el espectáculo, pero nada. Yo siempre preferí a mi
lado estrellas y no gente mediocre con idea de brillar yo a mayor altura. Yo
prefiero a los buenos conmigo. Jamás quise engañar al público. Puedo gustar o
no, pero la gente me merece un respeto. De ahí que, a sabiendas de mi embarazo,
yo bailara el tango tres veces a ruegos del público. Aún querían más y les
dije: ‘¿Es que me queréis matar?’. La gente sabe que no miento. En la misma
escena, sufrí un mareo que me quedé como en volandas, me aparté y dije:
‘Perdón, me siento mal’. Me dieron un sorbo de tónica y pude continuar. ¡Si
vieras con qué silencio aguardó el público a que se me pasara el mareo…!
Otras dos instantáneas de la despedida de Sarita. Tras casi dos años trabajando sin descanso, la actriz se tomará ahora unas largas vacaciones. Primero irá a Brasil y luego visitará la Martinica, islas Vírgenes, la isla de Granada y, probablemente, también Santo Domingo y Puerto Rico. Antes de emprender el largo viaje, Sarita grabará un álbum, junto a Junior, que tiene comprometido con su casa de discos. (Fotos Monka.)
Sara está muy
feliz. Sus hermanos, igual. Todos quieren para Antonia lo mejor. Y en lo
“mejor” va incluido el sueño de… una niña que se llamará Aldara. Ángeles, que
se encontraba con Sara Montiel, me decía:
-Por ciertos síntomas, estoy
convencida de que sí, de que será una niña, porque son los mismos que yo sentí
en los embarazos de las dos chicas, no así en el del chico, ¡ojalá sea niña!
Concluyó Sara
Montiel con “Saritísima” en teatro y ahora descansa.
-Pronto
viajaré a tierras de sol, en espera de que llegue mayo, de mi mayo o junio con
niña. Y más adelante, volveré al cine, claro está. Y al teatro, con la comedia
“Su majestad Sara Montiel”, que me bulle, muy madura, en la cabeza…
JAVIER DE MONTINI
Empezó su carrera en 1944
SARA MONTIEL
SIGUE EN LA BRECHA
CAPÍTULO PRIMERO
Sobre estas líneas, María Antonia Abad Fernández, más conocida como Sarita Montiel, en una escena de la película "Don Quijote de la Mancha", rodada en 1947. Entre los protagonistas figuraban Fernando Rey, Manolo Morán e Irene Caba.
Una abigarrada,
exultante y enfervorizada multitud rodeaba a Sara Montiel en las inmediaciones
del Cine Rialto, de Madrid, el día 8 de junio de 1958, como demostración de su
inenarrable entusiasmo, tras haber visto –no una sola vez, sino varias- su
máxima creación de “El último cuplé”. Aunque materialmente estrujada y
aplastada por centenares de admiradores –la fama tiene un precio y exige
sacrificos de toda clase-, Sara Montiel vivió entonces el momento cumbre de su
carrera; aquel espontáneo homenaje, aquellos gritos, hurras y vítores no se
borrarán fácilmente de su memoria, ni de su retina.
Todavía hoy,
transcurridos casi dieciocho años desde la fecha de su estreno, nadie ha podido
explicar convincentemente la razón del extraordinario fenómeno, del multitudinario
y espectacular éxito alcanzado por “El último cuplé”. Estrenada la película en
el Cine Rialto, de Madrid, el 6 de mayo de 1957, permaneció en el local
¡trescientos cincuenta y dos días consecutivos! Poco después, el 21 de mayo,
tenía lugar el estreno, en Barcelona, en el Cine Montecarlo. Me consta que la
Empresa calculaba mantenerla en cartel una semana, o dos, a lo sumo, ya que,
inmediatamente, tenía contratada la proyección de “La Strada”. Pues bien, pese
a la fama de que venía precedida dicha cinta, pese al “Oscar” conseguido en
Hollywood, y al prestigio de su director, Federico Fellini, y del dúo
protagonista formado por Giulietta Masina y Anthony Quinn, “La Strada” tuvo que
esperar “su turno”, como dicen en televisión, durante semanas y meses, dándose
la circunstancia de que, a medida que transcurría el tiempo, el número de
espectadores, en lugar de disminuir, crecía y crecía, y el consabido letrero
de: “Agotadas las localidades” permanecía estático e invariable en las
taquillas.
Sara Montiel en su papel de Dulcinea del Toboso.
Sara Montiel fue
la primera sorprendida de que “El último cuplé”, obtuviera una acogida tan
fabulosa.
Una película,
cuyo rodaje, sorprendentemente, mejor sería escribir inverosímilmente, se
improvisó en los Estudios Orphea Films, de Montjuich (Barcelona) –destruidos por
un voraz incendio el 24 de febrero de 1962- con muy reducido presupuesto y en
menos de un mes. Ni el propio Juan de Orduña tenía demasiada confianza en su
éxito comercial y, tanto es así, que cedió sus derechos a Cifesa por algo más
de un millón de pesetas. Recuerdo que en una entrevista que le hice en su
habitación del Hotel Ritz, en Barcelona, años más tarde, el inolvidable hombre
de cine, se lamentó diciendo: “Fue un gran acierto artístico, pero un mal negocio para
mí; pude ganar con ella cincuenta veces más. Y, encima, otros, y no yo, se
aprovecharon del éxito para rodar un sinfín de películas parecidas”.
Dos escenas de la película "Locura de amor", dirigida por Juan de Orduña en 1948, donde intervenían Sara Montiel y Fernando Rey. La interpretación que hizo Sarita de la reina mora le valió una gran popularidad en España y, sobre todo, en Hispanoamérica. Gracias a ella, Sarita se trasladaría a Méjico, donde protagonizaría "Veracruz". La actriz, que tenía entonces veinte años, había nacido en la localidad de Campo de Criptana, en plena Mancha.
POR LAS TIERRAS DEL QUIJOTE
Bañada por los
ríos Záncara y Córcoles, Campo de Criptana, en la provincia de Ciudad Real, era
antes de nuestra guerra civil una población de poco más de diez mil habitantes,
famosa por su abundancia de vinos y aceites. En ella vino al mundo María
Antonia Abad Fernández –tres hembras y un varón-, hijos de un matrimonio de
humildes campesinos, doña Vicenta Fernández y dos Isidro Abad, el día 10 de
marzo de 1928. Que me perdone la admirada estrella, pero debo hacer hincapié en
el año de su nacimiento: 1928, y no 1933, como se ha publicado, ya que, de ser
así, resultaría que la actriz tenía sólo ¡once años! Cuando debutó en el cine,
en 1944, en un pequeño papel de la película del malogrado director, Ladislao
Vajda Weisz, titulada “Te quiero para mí”. Su principales intérpretes eran,
Isabel de Pomés –hija del también desaparecido actor, director, deportista y
dibujante Félix de Pomés- y un actor ya consagrado por aquellas fechas, el
gallego Antonio Casal, fallecido el 11 de febrero de 1974.
Aunque manchega
de nacimiento, María Antonia –interna, primero, en un convento de Madres
Dominicas- pasó el resto de su infancia en el Colegio de Jesús María, de la
alicantina ciudad de Orihuela, y allí, en una procesión de Semana Santa, entonó
unas saetas a la Virgen, con tal sentimiento, gusto y arte que fue descubierta
por varios miembros de la Productora Cifesa que allí se encontraban presentes.
Se matriculó en
el Conservatorio de Madrid, cantó en festivales benéficos y, aconsejada por el
valenciano Vicente Casanova Giner, hijo del fundador de Cifesa, se presentó a
un concurso de canto, saliendo vencedora.
Luego conoció a
Vajda, quien, maravillado por la belleza de la aspirante, le ofreció un
papelito en la cinta ya mencionada “Te quiero para mí”, un papel gracioso, que
constituyó su primera experiencia, su primer dinero ganado por el cine –tres
mil pesetas- y su primer nombre artístico, que ya no volvería a utilizar:
“María Alejandra”.
El estreno del
film, a pesar de lo limitado de su cometido, le significó la consideración de
los productores, que influyeron en ella unas indudables dotes de actriz, que
poco a poco se fueron haciendo más patentes y completas. A partir de entonces,
las perspectivas en su carrera artística no podían ser más prometedoras y
optimistas. A su edad, otras jovencitas permanecían en el anónimo, con la
aspiración de lo ya conquistado por ella. Finalmente, la aparición de una foto
suya en la portada de una revista llamó la atención del hombre que habría de
influir decisivamente en su existencia.
Sara Montiel, en una escena de la película "Pequeñeces", dirigida por Juan de Orduña en 1950 y basada en la obra, del mismo título, original del Padre Coloma. Tras su traslado a Méjico, la actriz pasó a los Estados Unidos, donde conoció al productor americano Anthony Mann, con quien contrajo matrimonio en el año 1957.
NACE SARA MONTIEL
El madrileño
Enrique García-Herreros y Codesido –más conocido por Enrique Herreros, a secas-
experto en la publicidad cinematográfica e ingenioso dibujante, le inventó el nombre
artístico de Sara Montiel –Sara, por ser éste el patronímico de su abuela, y
Montiel, por los históricos campos de su patria chica.
Su popularidad
iba creciendo, varios directores pretendían contar con ella a la hora de
confeccionar los repartos de sus producciones y, en su tercera película, Sarita
volvió a coincidir con el realizador Ladislao Vajda y con el actor Antonio Casal. La cinta se titulaba
“Cinco lobitos”. Aquel mismo año figuró en el reparto de “Bambú”, a las órdenes
de José Luís Sáenz de Heredia, que tenía como protagonista a Imperio Argentina.
Fueron también producidas, en 1945, las películas tituladas “Se le fue el
novio” y “El viajero del ‘clipper’”, dirigidas, respectivamente, por Julio
Salvador y Gonzalo Delgrás, en los también desaparecidos Estudios Kinefon, de
Barcelona.
Siguió, en 1946,
“Por el gran premio”, con la actriz italiana Paola Bárbara. Fue después, cuando
Sara Montiel volvió a rodar, a las órdenes de Sáenz de Heredia, la versión
cinematográfica de la novela “Mariona Rebull”, de Ignacio Agustí, completando
el brillante cuarteto estelar con Blanca Silos López de la Calle –Blanca de
Silos-, José María Seoane y Tomás Blanco.
Siguieron los
films “Confidencia”, “Alhucemas” y “Don Quijote de la Mancha”, que precedieron
a su segundo gran triunfo en “Locura de amor”. El papel de la casquivana
“Leonor”, encarnado por Sara Montiel, resultó inolvidable. A todos llenó de
admiración la excelente interpretación que hizo, junto al prematuramente
desaparecido galán valenciano Modesto Llosas Rosell –Jorge Mistral-, el gallego
Fernando Casado D’Arambillet –Fernando Rey- y Aurora Bautista.
María Antonia Abad con otra gran actriz española: Carmen Sevilla. Nuestra actriz inició su carrera en 1944 con la película "Te quiero para mí", dirigida por Ladislao Vajda y se dedicó tanto al cine como a la canción.
“Para
mí, sin embargo, constituyó una terrible decepción –ha confesado la
interesada-. Desde luego, fue un éxito, pero yo
esperaba mayores repercusiones. En la noche del estreno, cuyo reportaje tuve
que oír por la radio, por encontrarme enferma, nadie me nombró. ¡Quién me iba a
decir que, después, con el tiempo, “Locura de amor” me abriría las puertas de
Hollywood!”.
Rodó, a
continuación, “Pequeñeces”, otra vez con Aurora Bautista, y “La mies es mucha”
y “El capitán Veneno”, ambas al lado de Fernando Fernán Gómez. Con esta última
película, en la que aparecía más bella que nunca, Sarita –hoy “Saritísima”-
Montiel, se despediría de España.
PRÓXIMO CAPÍTULO: AL
OTRO LADO DEL OCEÁNO
EL RECORTE CCCX
La noticia del embarazo de Sara corrió como la pólvora y todos los medios de comunicación se hicieron eco. Aquí el reportaje de la revista Miss con fecha 6 de Diciembre de 1.974.
SARA MONTIEL
SE CASA EL AÑO QUE VIENE FUERA DE ESPAÑA
“ESTÁ AL CAER LA ANULACIÓN DE MI MATRIMONIO CON
CHENTE RAMÍREZ Y ME VOY A CASAR CON PEPE TOUS”
“LA EXPERIENCIA ME ACONSEJA NO HACERLO EN ESPAÑA”
Sara Montiel
tiene proyectos sentimentales importantes. Sara, nuestra Saritísima, quiere
abrir nuevos capítulos en su vida sentimental, capítulos unidos al nombre del
periodista mallorquín Pepe Tous.
-Sí;
me caso con Pepe el año que viene. Nos queremos, llevamos ya tiempo juntos y
hemos decidido casarnos, Pepe es una persona extraordinaria, a la que quiero y
con la que estoy a gusto. Los dos hacemos lo indecible para llevarnos bien y
para tolerar nuestros mutuos defectos, que existen en todo ser humano.
-Tú no piensas
dejar por el momento tu carrera y Pepe tiene su trabajo en Palma. ¿Cómo haréis
compatibles vuestras vidas?
-Pepe
deja su trabajo de director del periódico “Última hora”, de Palma de Mallorca.
Esto posibilitará que pueda estar siempre a mi lado, ser un poco mi
representante y que podamos vivir juntos.
-¿Ya tienes
resuelta la anulación de un anterior matrimonio con el industrial Vicente
Ramírez Olalla?
-Está
al caer; creo que a finales de este año habré conseguido ya la anulación y
podré casarme con Pepe.
-¿Dónde os
casaréis?
-No
sé, pero lejos de España. La experiencia me demuestra que es problemático
casarse en nuestro país. Quizá nos casemos en Méjico, quizá en Australia, no lo
sé, pero será lejos de España.
-¿Ya haréis
viaje de novios y todo?
-Claro;
pensamos ir a Egipto, acompañados por nuestro buen amigo y cicerone Terenci
Moix, un escritor catalán maravilloso que conoce muy bien aquellas tierras.
-Tú, que ya has
repetido varias veces en esto del matrimonio, ¿sigues pensando que es una institución
que funciona?
-Depende
de las personas y de las circunstancias. Por ejemplo, ahora sé que mi
matrimonio con Pepe funcionará porque nos queremos y porque hay ternura y
tolerancia en nuestras relaciones. Esto es básico para las relaciones entre dos
seres como nosotros.
-Pepe deja todo
su trabajo para casarse contigo…
-Todo,
no; él seguirá llevando sus negocios de cine y teatro en Palma de Mallorca.
Esto no lo dejará, tan sólo ya no estará en el periódico “Última Hora”.
-¿Qué impresión
le produce a una estrella que le debe tanto a la Prensa como Sara Montiel
casarse con un periodista?
-La
de que son mundo y profesiones que tienen mucho que ver, que dependen la una de
la otra y que el amor entre seres de esas dos profesiones no tiene por qué
estar reñido. La experiencia mundial lo demuestra con gran cantidad de bodas
entre periodistas y estrellas. Mira a Gregory Peck o Sheila Grahame.
-¿Vestirás de
blanco para tu boda?
-No;
cuando me casé con Vicente Ramírez Olalla ya no fui de blanco, sino de rosa.
Ahora buscaré un color que le vaya a mi cutis y a mi piel. Malva quizá…
-Tuviste hijos,
que murieron, de Anthony Mann. ¿Deseas todavía tener niños?
-Me
haría mucha ilusión tener hijos, pero quizá esto no sea posible. No a todas las
personas se les otorgan todas las cosas, y ésta precisamente no ha sido algo
fácil y llano en mi vida. He conseguido una felicidad y un equilibrio
emocional, aunque sin niños.
-Sara, nuestra
Sara de ahora, entrañable y lista, que intuye en cada momento qué es lo que más
le conviene y lo que debe hacer, se encuentra a gusto con Pepe Tous, un hombre
que estará a su lado en su vida como mujer y como estrella.
-Sí,
porque no pienso dejar de trabajar. Tengo ya dos proyectos de películas que
realizar para cuando termine de hacer teatro. Se trata de “Doña Bárbara”, una
película que dirigirá Duccio Tessari, y un guión que me están escribiendo para
que me lo dirija Pedro Olea, que es un director al que admiro y del que creo
que su tipo de cine me va mucho.
Texto y fotos: E. Casals
¿SARA MONTIEL
ESPERA OTRO HIJO?
La noticia ha corrido por toda España: Sara Montiel está embarazada. "Yo no afirmo ni niego nada; pero como me ponga a parir voy a ser una coneja". Entre tanto, Sara continúa con su espectáculo y piensa invitar a grandes figuras.
A las pocas
horas de realizarse la entrevista que les ofrecemos en las páginas anteriores,
Sara ofreció una cena a la Prensa con motivo de cumplirse las 100
representaciones de su espectáculo “Saritísima”. Después de la cena pudimos
hablar con Sara Montiel.
-Sara, corren
rumores de que vas a ser madre, ¿qué hay de cierto en todo esto?
-En
España la palabra rumor está de moda. Sólo te digo que yo ni lo afirmo ni lo
niego, pero ya se sabe que se suele decir que cuando el rio suena, agua lleva.
Además, cuando una mujer es una mujer normal, le puede pasar estar cosas que
son muy normales.
-¿Puede
considerarse entonces esto más como una noticia que como un rumor?
-Vuelvo
a decir que ni lo afirmo, ni lo niego. De lo que puede estar seguro todo el
mundo es de que yo no he sido, no soy, ni seré partidaria del aborto.
Hace algún
tiempo, Marujita Díaz comunicó que estaba esperando un hijo cuando le faltaban
pocas representaciones de su espectáculo “El oso y el madrileño”estuvieron
llenas de gente que querían ver si todo esto era cierto. Después de algún
tiempo, del niño de Marujita Díaz no se supo más.
-“Como
a mí de por parir, nos
dice Sara, voy a ser una coneja y, además, pariré
en un taxi”. Frase que se está
haciendo muy popular por utilizarla también Sara en su espectáculo.
-¿Por qué en un
taxi?
-Yo
he abortado dos veces en un taxi. Esto no lo sabe casi nadie porque yo considero
que la vida íntima de una persona es absolutamente sagrada. Lo que tampoco sabe
casi nadie es que yo tuve un hijo con mi primer marido y que lo perdí con ocho
meses, ni que cuando yo estaba rodando “La violetera”, estaba embarazada de
cinco meses.
-¿Fue en Madrid
en dónde abortó dos veces en un taxi?
-No
puedo decir en dónde fue, pero te puedo asegurar que desde luego en Madrid no
ocurrió.
-¿Le haría
ilusión llegar a ser madre en un futuro?
-Ilusión,
sí que me haría. Pero vuelvo a repetir que al respecto, actualmente, ni afirmo,
ni niego que vaya a tener un hijo.
-Y si ese hijo
viniera, ¿cómo se llamaría?
-Si
fuera niña, se llamaría Aldara, como el personaje de la mora que interpreté en
“Locura de amor”. Si fuera niño, de lo que estoy segura es de que no le pondría
ni Antonio, ni Pepe, porque ya hay demasiados. Puede ser que le pusiera Juan y
no hay muchos en la familia con este nombre.
-¿Cómo van los
trámites de la anulación de su matrimonio?
-Van
un poco lentos, como todo en estos casos, pero el Tribunal de la Rota es muy
justo y espero que todo terminará solucionándose. De todas formas, vuelvo a
repetir que la vida íntima de una persona es algo sagrado, y a mí no me gusta
airearlo en la Prensa. Hace ya algunos años, cuando yo me estaba divorciando de
Anthony Mann, él mantenía relaciones con otra señora, lo que me parecía muy
bien porque era un hombre, y Thomas dejó embarazada a esta señora, lo que no
constituyó un problema porque somos personas civilizadas. Poco después tuvo un
hijo con ella en Inglaterra. Cuando yo lo supe le dije que reconociera a ese
hijo, porque a pesar de ser yo su mujer legítima lo comprendía. Esto no salió
nunca a la Prensa, pues pertenecía a nuestra intimidad.
Sara afirma
estar por encima de muchas de las críticas que se le han hecho.
-Me
río de la gordura, porque la gordura es como el chiste del borracho, aquella
señora tan fea que ve a uno y le dice: ¡borracho!, y éste le contesta: sí, sí,
pero a mí se me pasa. Igual ocurre con la gordura. Yo no tengo problemas con
ella ni tengo ninguna clase de complejo. En el espectáculo que estoy
representando en la actualidad, me río de mí misma y de todos.
A partir de esta
semana, Sara traerá invitados a su espectáculo a grandes figuras
internacionales. La primera será Josefina Baker, después vendrá Gina
Lollobrígida, Silvie Vartan, etc.
-¿Qué proyectos
tienes para después de “Saritísima”?
-Pienso
hacer una película para julio en Venezuela sobre novela de Rómulo Gallegos,
“Doña Bárbara”. Este proyecto lo tengo desde hace unos seis años y medio, pero
hasta ahora no ha sido posible adquirir los derechos de la novela. El año que
viene haré un espectáculo que se llamará “S.M.S.M”, su majestad Sara Montiel.
Después de la
cena se le ofreció a Sara una fiesta en una conocida discoteca madrileña por
haber sido elegida madrina del tercer aniversario de dicha discoteca, y por
haber llegado a las cien representaciones con su “Saritísima”.
M.R.O.
Fotos: Ángel CARCHENILLA
LA FOTO CCCX
En los '70. Sara Montiel con Juanita Reina y Lola Flores en un homenaje rendido a la Reina.
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