No veremos más películas de
SARA MONTIEL
Sus películas son las más taquilleras en todos los países de habla española y sin embargo...
Si las cosas no
cambian de aquí a unos meses, lo más probable es que no veamos en México más
películas de Sara Montiel.
No vendrán a
nuestras salas las cintas más taquilleras en el mundo de habla española porque
una disposición de la Secretaría de Industria y Comercio, tendiente a favorecer
a nuestros laboratorios y, por lo tanto, a los técnicos mexicanos que laboran
en ellos, va a crear tan serios problemas a esta clase de cintas que, por lo
menos en mucho tiempo, no va a ser posible el cumplimiento de esa disposición
oficial, bien intencionada y justa pero, a lo que parece, no muy meditada que
digamos.
Sara Montiel no
hace nada más que películas a colores. Pero las películas de Sara Montiel, por
la demanda que tienen en nuestro mercado, para ser bien explotadas, necesitan
50 o 60 copias. Y ahí está el problema.
En México,
evidentemente, tenemos laboratorios para revelar películas a colores y para
hacer las copias necesarias; pero nuestros laboratorios apenas si tienen la
capacidad suficiente para atender las necesidades del cine nacional –que tendrá
que volver por sus fueros en fecha inmediata- con la urgencia y efectividad que
se requiere. Si a este trabajo, como consecuencia de la citada disposición
gubernamental, añadimos el que supone hacer todas las copias, en blanco y negro
o a colores, de todas las películas extranjeras que entren a nuestro país, ¿no
será peor el remedio que la enfermedad? ¿No llegará el día en que haya tanto
trabajo por hacer, y tantas películas sin las copias necesarias para su
explotación, que los cines se van a ver en dificultades para programarlas?
...acaso "La Reina del Chantecler" sea la última de esta artista que veamos en México.
Desde luego,
esas 50 o 60 copias a colores de cada película de Sara Montiel van a ser un
problema, el gran problema. Tan problema que acaso sea “La Reina del
Chantecler” la última cinta de la estrella española que veamos en mucho tiempo.
Y en verdad que los cinéfilos de nuestro país lo van a sentir. Porque Sara
Montiel, como lo ha demostrado estos días con los grandes taquillazos en los
tres cines de la capital donde se exhibe este filme, es una estrella consentida
del público de México, al que le llega muy hondo y del que tendrá que
separarse, ahora sí, “por causas ajenas a su voluntad”.
EL RECORTE CCCXXXV
Estos eran los proyectos de la actriz a finales de 1.967, mientras en Rusia se proyectaba "La reina del Chantecler". Así se lo contaba a Pueblo en su número de 22 de septiembre de 1.967.
“ME VOY A RUSIA”
“QUIEREN QUE HAGA ‘CATALINA DE RUSIA’”
“He pasado mis vacaciones en Somalia (África)”
En Moscú triunfa
ahora “La reina del Chantecler”
Este que ahora
termina ha sido un verano importante y decisivo en la carrera artística de Sara
Montiel. Tras la borrasca de su pleito con el productor Cesáreo González, ha
seguido la calma, una calma propicia a la meditación y al estudio de nuevas
metas y proyectos cinematográficos, una calma de la que ha surgido –¡oh, el
increíble mundo de los negocios cinematográficos!- una paz, un tratado de no
beligerancia y amistad entre los dos grandes de nuestro séptimo arte. Así, de
esta manera, Cesáreo González y Sara Montiel, ya están en plenas negociaciones
para hacer juntos una película que, si Dios quiere, se llevará a cabo
próximamente, si es que los rusos de la U.R.S.S. no se quedan –como quieren-
con nuestra estrella. Lean, lean…
Sara padece
estos días un catarro fenomenal. Acaba de regresar de las vacaciones y pasa la
mayor parte del tiempo en casa, con los amigos. Su madre está en cama, víctima
de otro catarro. El “dichoso cambio del tiempo” es el que ha de cargar con
todas las culpas de tanto constipado.
Sara ha pasado
un veraneo feliz, un veraneo internacional, por lo mucho que ha viajado.
-He
pasado un mes de vacaciones en África, en Somalia. Fui allí con un matrimonio
americano amigo mío, que me había invitado. Él dirige el hospital más
importante de aquella nación. Se trata de un país tremendamente bello y
hermoso.
De allí marchó a
Dakar. Dio por terminadas sus vacaciones en África para saltar en vuelo directo
a la Costa Azul y a Blarritz, en donde completó, con varias semanas de
estancia, su temporada de reposo.
Sara ha vuelto
radiante y más bella –si cabe- que nunca. Como una colegiala, se enfrenta ahora
a una serie de proyectos amontonados, que aguardan cola a la puerta de su casa
para ser resueltos.
-Lo
mejor de mis vacaciones –me
comenta Sara- es que me he puesto en el peso ideal.
Aquí estoy de nuevo con mis cincuenta y seis kilos. Creo que ahora no podrán
meterse conmigo las malas lenguas.
ASÍ SE HICIERON LAS PACES
Sara está
esbelta; pero esto no es una novedad, porque siempre lo estuvo. Lo que de
verdad es importante es que Sara revise estos días toda una serie de proyectos
definitivos en su carrera. Rumores corrían por Madrid de que Cesáreo González y
Sara Montiel habían iniciado –tras la ruptura de relaciones y el posterior
pleito- nuevas, sólidas y firmes negociaciones; y como ésta es una de las
principales razones que nos han llevado hasta el domicilio de la estrella, se
lo preguntamos.
-Sí,
es cierto –nos
responde-, Cesáreo y yo estamos de nuevo en
negociaciones para hacer una película juntos.
Era cierto. El
dúo que batió récords de taquilla, y que los sigue batiendo en el extranjero,
era mucho asunto para que desapareciera.
-Pues
sí; los negocios son los negocios, y la vida da muchas vueltas. El cine y las
cosas del cine son así. Si el contrato era bueno, no veía la razón de no
iniciar unas negociaciones.
-Entonces todo
lo pasado, ¿pasado?
-¡Hijo
mío, todo en este mundo pasa, y mucho más rápido de lo que queremos. Lo pasado,
pasado está!
Las
negociaciones se encuentran muy avanzadas. El guión de la película está siendo
terminado y Sara espera que se lo entreguen dentro de unas pocas semanas para
seguir adelante con la película.
-¿Cuál es el
tema del film?
-El
argumento se desarrolla en la época actual. Sé que es un buen tema para una cinta
“con garra”. Todo esto es lo que puedo decir hasta el momento.
Firmada está,
pues, la paz. Ha sido un acercamiento sin publicidad, sin fotógrafos, sin
grandes titulares –salvo estos- que descubren los hechos. Las cosas así están
bien hechas.
-La
taquilla, amigo mío –me
dice Sara-, es la taquilla, y ésta es la que manda
en el cine. Ahora se están proyectando mis películas en Rusia.
A LA CONQUISTA DEL PÚBLICO RUSO
Allí baten
–estos son nuestros informes fidedignos- todos los récords de taquilla. Resulta
noticiable que de repente los rusos, el pueblo ruso, descubra a nuestra
españolísima Sara Montiel.
-Ahora,
en los cines de Moscú están poniendo “La reina del Chantecler” y pronto van a
poner “La dama de Beirut” y “La mujer perdida”. Con “La Violetera” obtuvieron
el mayor de los éxitos.
Las películas de
Sara no sólo se exhiben en la actualidad en Moscú, sino en las cincuenta
ciudades más importantes de la U.R.S.S. En Gorki, en Leningrado, San
Petesburgo…, y copan con sólo su anuncio el entusiasmo de la masa soviética.
-Ahora
me voy a Moscú –nos
explica Sara-. Los responsables del cine soviético
me han hecho una importante oferta. Ellos quieren rodar en colaboración con Occidente
un espectacular films que se llamará “Catalina de Rusia”, basada en la vida de
Catalina la Grande.
El proyecto se
haría en combinación de la cinematografía rusa y la U.A. americana, que ha
propuesto a Marlon Brando como protagonista de la empresa.
-En
Moscú se celebrarán las conversaciones, y si la oferta interesa de verdad –que no es sólo
la parte económica la que interesa- la aceptaré sin
duda.
Estos son los
proyectos en cuanto al extranjero; pero en la España que está a la vista y por
la que pisamos y vivimos todos los días…
-A
esa España y a sus gentes las quiero más que a nadie. Para España tengo un
montón de proyectos. Además del de Cesáreo González tengo un ofrecimiento para
hacer “Doña Bárbara” y varias más con otras productoras y, por último, otra de
mis ilusiones: producir yo mis propios films. Creo que de esta manera podré
elegir los guiones que más me guste llevar a la pantalla e interpretar.
-Pero producir
no es fácil.
-Lógicamente
yo montaría mi propia productora y elegiría a los mejores técnicos y asesores
para que trabajaran en ella.
***
Sobre la plaza
de España caen las luces de la noche. Los ruidos de las máquinas y de los
tractores que pican la tierra para ultimar un aparcamiento subterráneo que va a
tener por sombrero a la mismísima estatua de Cervantes, apenas si llegan hasta
la terraza de Sara, que va a dar a la popular plaza madrileña. Una vez hechas
las paces con Cesáreo, finalizadas las vacaciones, emprendidos e iniciados los
nuevos proyectos de la temporada, sólo queda curar este catarro que apenas si
le permite hablar.
Escribe: JOSÉ ANTONIO PLAZA
LA FOTO CCCXXXV
Una escena de "La reina del Chantecler".
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