martes, 30 de julio de 2013

CRITICA - 26 de Febrero de 1963 - España

(Agradecemos el envío de esta revista a Erika Comellas)

Espéctaculo bochornoso
SARA MONTIEL,
protagonista de un tumulto innecesario. 

Dieciocho de Febrero a la una de la madrugada. Acaba de estrenarse en el madrileño Palacio de la Prensa una nueva película de Sara Montiel, ‘La Reina del Chantecler’. Un espectáculo inaudito iba a desarrollarse ante nuestros ojos. Un espectáculo que habría de dejar en mantillas al que anteriormente habíamos presenciado sobre la pantalla cinematográfica. Todo comenzó cuando la ‘estrella’, visiblemente pálida, era bajada por la escalera que conduce al entresuelo del local, prácticamente en volandas.
-¡La escalera se hunde! –gritó alguien en medio de la confusión.
Pero no llegó a hundirse. Un grupo de personas sujetó la barandilla que, efectivamente, se movía amenazando desprenderse.
El panorama que ofrecía el vestíbulo era impresionante. Doscientas, trescientas, seiscientas personas esperaban a Sarita. Gritos, exclamaciones, aullidos… En medio del angustioso vaivén se oyeron los lamentos de varias señoras, algunas de las cuales al caer al suelo, fueron pisoteadas y arañadas…
-¡Mi bolso, mi bolso, por favor….!


Se percibió un entusiasmo que por cierto, estaba sospechosamente animado por grupos de jovenzuelos que actuaban digamos, coordinadamente. También nos pareció verlos en la llegada de Sofía Loren, hace unos días…
Muy difícilmente pudo llegar Sara a la calle. Estuvo a punto, en varias ocasiones, de caer, mientras la multitud dejaba, atrás, rotos, varios cristales del vestíbulo.
La confusión en la calle era total. Vimos cómo un coche radiopatrulla servía para trasladar a la casa de socorro a una mujer desvanecida. Numerosas señoras –entre ellas, varias viejecitas, que no sé qué harían en medio del tumulto- gritaban airadamente y se dedicaban a buscar las prendas que habían perdido: bolsos, zapatos y bufandas…
Sara Montiel fue trasladada a su automóvil, después de ímprobos esfuerzos. Estamos seguros de que, en más de un momento, se temió por la integridad física de la ‘estrella’. Nosotros, naturalmente, hubiéramos sido los primeros en lamentarlo, pues, aunque haya quién suponga lo contrario después de leer lo que antecede, Sara Montiel nos parece guapa, actriz y buena cantante.



Pero CRÍTICA tiene, necesariamente, que rechazar y censurar tajantemente espectáculos tan bochornosos. Nosotros queremos buenas películas españolas, pero no ‘buenos espectáculos de vestíbulo’. Preferimos que una ‘estrella’ de nuestro cine se erija en ídolo por sus propios méritos, sin necesidad de recibir inyecciones de esta índole. Preferimos, en suma, que quienes tienen por misión mantener el fuego sagrado de una fama, una posición privilegiada y un permanente paso de su ‘estrella’ por las páginas de diarios y de revistas, utilicen otros medios para justificarse. Todo menos jugar con la inocencia del público y ‘obligarle’ a protagonizar papeles muy desairados en estos coros generales.  Lo justo, en la noche que comentamos, es que Sara Montiel hubiera abandonado el cine por otra puerta, que hubiera esperado a que se calmaran los ánimos…; en fin, cualquier maniobra que impidiera el lastimoso espectáculo que se avecinaba. ¿Que todo el impacto publicitario se venía abajo? De acuerdo. Pero ni Sara Montiel, ni el cine español, se hubieran visto mezclados en un espectáculo tan desorbitado y ridículo.

 La Reina del Chantecler
SARA MONTIEL,
cupletista de fama

Director: Rafael Gil
Intérpretes: Sara Montiel, Ana Mariscal, Alberto Mendoza, Luigi Giuliani, Amelia de la Torre y Milagros Leal.
LA CRÍTICA:
La gran película española de la temporada será ‘La Reina del Chantecler’. No parece que alcance la popularidad de El último cuplé, pero para acercarse a su éxito popular, se han puesto en ella todos los medios. Primero y principal es Sara Montiel sin duda ninguna, la actriz más representativa del cine español de este tiempo. Esta mujer pasará a la historia del cine nacional en un puesto preponderante por muchas razones y la principal por su enorme popularidad, aunque sea vulgar.
Como actriz, Sarita Montiel ha sabido vencer un pudor ridículo que hace que muchas interpretaciones queden afectadas y faltas de toda naturalidad, sobre todo, si se trata de representar mujeres de vida airada. Nuestras actrices, en un exceso de dignidad hacen, por lo general, estos papeles, procurando dejar bien sentado que nada más lejos de la realidad de su vida que ese personaje que representan; y esto se nota al ver las proyecciones. Sara, no; Sara se entrega a estos papeles como a cualquier otro.
Como mujer tiene una fotogenia muy singular y privilegiada, que la permite aparecer en la pantalla gigantesca del cinemascope con sólo su rostro en unos magistrales primeros planos.
Como cantante tiene el don de una voz cálida y armoniosa junto con una expresividad en sus movimientos, especializándose en el aire ‘picarón’ y decadente, tan a tono con los cuplés. Todos estos méritos la han llevado al triunfo popular más rotundo e indiscutido. Sara Montiel es, en el género frívolo, la mejor muestra del cine español y una actriz de categoría mundial.
Sus fallos, que también los tiene, residen en los argumentos que se presta a representar. Por lo general sus películas son folletinescas, llenas de escenas con ternura morbosa y apasionamientos extremos. Todo ello presentado sin medida y como único componente de sus argumentos. A lo mejor no sirve para otra cosa.
En La reina del Chantecler estos defectos se ven acentuados y agravados por la falta absoluta de flación. Todo lo que se cuenta está supeditado a que Sara cante sus canciones, y su personaje es conducido por cada incidencia para que cante algo romántico o alegre o picaresco, sin pararse nadie a pensar que en ese momento no cuadra esa escena o es un disparate meter esta otra.
A pesar de todo, la película será el mayor éxito de la temporada, al menos en lo que se refiere a cine español. ¿Por qué?
El color y la fotogenia, por obra del cámara señor Montuori, consiguen un magnífico mosaico de luz y vistosidad. Los decorados, que reconstruyen maravillosamente el ambiente de la época, son lujosísimos y están realizados con un derroche de medios que se agradece y, sobre todo ello, como la reina de la fiesta, la gran Sara Montiel, con su popularidad y su gracia, aunque incapaz de hacer una gran película.
Hablar del resto de los actores no tiene sentido. Todos ellos forman parte de un coro que rodea constantemente a Sara para que ella se luzca. Ni Ana Mariscal, una actriz de gran carácter, ni Alberto Mendoza, un galán con planta y personalidad, pintan nada en esta proyección que es, solamente, Sara Montiel.

Como disculpa de las canciones se hace ver un leve argumento de los amores de la cupletista. El amor frívolo y sensual y el romántico y puro. Por ella, por esta mujer mueren los hombres y peligran los Gobiernos. Cada actuación suya es un acontecimiento y cada canción tiene un significado sentimental en su vida.
La película cansa fácilmente, sobre todo si no se tiene una gran afición al cuplé, y, quizá a pesar de tenerla, en cuanto los personajes se ponen a hablar y no se ven paisajes bonitos o se escuchan cálidas canciones. Como aliciente extra se nos ofrece el atractivo sensual de la actriz, que prodiga sus gracias con mayor profusión de lo que acostumbra y, para algunos gustos, demuestra que ha engordado mucho en los últimos tiempos.
No parece necesario insistir más en que la película es de una mediocridad abrumadora y que su director, don Rafael Gil, ha intentado hacer películas de otro género, aunque de esto haga ya mucho tiempo.
Defectos: la ramplonería con que se ha concebido el tema. La concesión a la sensualidad como atractivo máximo. La falta de imaginación de los realizadores. El que Sara cante acompañándose al piano y se escuchen violines. Lo larga que es la película.
Virtudes. El color. La ambientación que reconstruye la época de principios de siglo. El cuplé de la pulga. La voz de Sara Montiel. 



EL RECORTE CXXIV
La estrella pareció adivinar el tumulto del estreno de su 'Reina del Chantecler'. Esto nos contaba la revista Diez Minutos el 18 de Marzo de 1963. 

DE FUENTE FIDEDIGNA…
Por LEO 

SARA MONTIEL, una hora antes del estreno de ‘LA REINA DEL CHANTECLER’: “Ya estoy viendo la aglomeración del público en la puerta del cine. Créeme, me da miedo. Un día va a suceder algo grave”. Hubo heridos, sí. ¡Adivina!


Celebrando los 50 años de
'La Reina del Chantecler'


LA FOTO CXXIV


sábado, 27 de julio de 2013

RADIOLANDIA - 14 de Agosto de 1959 - Argentina


La diva aparece sólo en la portada.


EL RECORTE CXXIII
Seguramente hay dos momentos cumbres en la imagen de Sara Montiel. Dos momentos que rompen su clásima imagen pero que, sin embargo, la enriquecen y engrandecen: el fin de la década de los 50 con 'Carmen la de Ronda' y el fin de los '80 con estas emblemáticas fotos que hicieron mucho más sofisticado su 'Purísimo Sara'. Con ellas, en Marzo de 1988, la revista Hola celebraba el 60 cumpleaños de la actriz. Sara hacía repaso de su vida y contaba el secreto de su eterna juventud. 


SARA MONTIEL
NUEVA IMAGEN AL CUMPLIR LOS SESENTA AÑOS
“Pienso seguir sorprendiendo hasta que me muera”
“Ocultar los años que se tienen es querer engañar… y engañarse. Además, ¡pobre de ti cuando dejas de cumplir años!”
A sus sesenta años (nació el 10 de marzo de 1928), Sara ofrece una nueva -e increíble- imagen. "Y no será, nos dice, la última". En la actualidad, la actriz luce una línea más estilizada -según afirma ella misma- que cuando hizo, hace treinta años, 'El último cuplé'.

Es como si cada amanecer la iluminara renovadoramente. Es como si cada año dejara su piel un nuevo brote de lozanía. Lo cierto, de verdad, es que en estos días cumple sesenta años y aparece así: radiante y sonriente…, y hasta con una nueva imagen.
Es… Sara Montiel a los sesenta. Una Sara estilizada, moderna como nunca, bellísima como siempre.
-La edad hay que decirla siempre. Ocultar los años que tienes es, en el fondo, querer engañar… y engañarte a ti misma. Además, pobre de ti el día que dejes de cumplir años. En mi caso sucede a la vez que no podría ocultarlos, porque el público lleva muy bien las cuentas. Es como si las reinas se quisieran quitar años. No podrían.


“LA PIEL QUE MI MADRE ME DIO”
-¿Hasta cuándo piensas seguir sorprendiendo, Sara?
-Hasta que me muera. Y la verdad es que no tengo ninguna gana de morirme. Mi nueva imagen no va a ser la última, espero.
-¿Y cómo se ve la vida a los sesenta que tienen, aunque no los aparentes?
-Cada etapa de la vida tiene su encanto. Por eso, cumplir años es maravilloso. Y si tienes la suerte, como yo, de aparentar muchos menos, mejor que mejor.
-¿Tienes algún secreto, Sara?
-Mi secreto es mi piel, la piel que heredé de mi madre. Tengo una piel muy fuerte y, a la vez, muy fina. Por eso me maquillo muy poco. Hay también otro secreto: mantenerse joven por dentro. Mi alma es muy joven. Por otra parte, soy feliz, y con eso tienes ya mucho andado. Dicen que la envidia y la infidelidad ajan mucho la piel. Y yo carezco de ambas cosas. Será por eso por lo que se me ve así.


“MENOS MAL QUE NO ME GUSTA EL DULCE”
-Tus sacrificios te costará, ¿no? Habrás tenido que pasar hambre muchas veces, ¿verdad?
-Mucha hambre, porque tengo una salud a prueba de bombas y siempre he tenido buen apetito. Además, soy de constitución fuerte. Sí, me he tenido que sacrificar mucho. Pero el público se lo merece todo: no me puedo presentar ante el público ancha como un saco. Menos mal que no me gusta el dulce.
-¿Cuánto pesas ahora, Sara?
-Cincuenta y siete kilos. Mantengo este peso desde hace tres años. Estoy ahora con menos kilos que cuando hice, hace ya treinta años, ‘El último cuplé’.
Hace gimnasia, hace ballet… y no para de trabajar. Ahora ha grabado un disco, ‘Purísimo Sara’, que pronto aparecerá en el mercado y que dará mucho que hablar:
-Son canciones muy modernas. Y dicen que tengo la voz como nunca. Alguno de los temas los ha hecho José María Cano, de Mecano; otros, Sabina, Carlos Berlanga… Y Alberto Cortez me ha escrito una letra.


-Y vas a hacer una serie para televisión.
-La estamos preparando. Con dirección de Jesús Yagüe y coreografía de Ricardo Ferrante. Tengo mucha ilusión puesta en este trabajo.

 “PEPE TENIA UN RAMO DE FLORES EN LA MANO”
Sara, misteriosa; Sara, sorprendente. Partidaria de decir siempre la edad que en realidad se tiene, la artista posee otro secreto: "Mantenerme joven por dentro".

A sus sesenta años estamos ante una Sara Montiel renovada por completo. Todo en torno a ella son nuevas expectativas: disco, televisión, la nueva casa…
-Y tengo la felicidad de mi marido y de mis hijos. Thais y Zeus…
-¿Te hubiera gustado haber conocido a Pepe Tous antes de lo que lo conociste?
-Por supuesto. Pero no me quejo: cada cosa y cada situación ha tenido su tiempo. Lo que sí tengo que decir es que encontrar a Pepe ha sido lo más importante que me ha sucedido en la vida.

Otra imagen de la cantante fumando un habano -algo habitual en ella- que será la portada de su nuevo disco 'Purísimo Sara'.

-¿Recuerdas el primer día que lo viste? ¿Dónde, cómo fue?
-Fue hace dieciocho años. Pepe era un señor que estaba con un ramo de flores en la mano. Era un empresario que estaba esperando en el aeropuerto de Palma de Mallorca a una artista. La artista… era yo. Hubo un flechazo. Yo estaba con mi espectáculo ‘Sara Montiel en persona’. Y en persona me tuvo y me tiene desde entonces y somos los dos muy felices. El secreto de nuestra unión radica en que nos queremos y nos respetamos. Ahora tenemos además la responsabilidad de nuestros dos hijos, que son maravillosos.

"Tengo la felicidad de mi marido y de mis hijos"


JOSE ANTONIO OLIVAR
Fotos: RAMON Y ANTONIO EGUIGUREN


Celebrando los 50 años de 
'La Reina del Chantecler'



LA FOTO CXXIII


Otra imagen de Sara Montiel, sofisticada y bella, a principios de los años 80.

miércoles, 24 de julio de 2013

TEMPO - 20 de Marzo de 1956 - Estados Unidos


MEXICAN STARS IN THE HOLLYWOOD SKY

Newest of Hollywood’s Mexican beauties, and one from


Her feet now wet, as it were, Sarita was next given one of the most sought-after roles of the year, that of the Indian girl opposite Mario Lanza in Warner Brothers’ soon-to-be-released Serenade.



Sarita Montiel (these pages) has beauty and talent to become greatest Mexican star.

If Sarita clicks in Serenade, her prospects will know no limit. Beautiful, volcanic and determined to succeed, she has the potential to become the very finest of Hollywood’s Mexican stars and the logical successor to Del Rio herself. Her work in the demanding and highly controversial Serenade should go far toward fixing Sarita’s place in the Hollywood sky. Those who have seen the picture in the making say she is a cinch to make it big.


Sarita starred in nineteen films in her native Spain and ten in Mexico before going to Hollywood. Warner's Serenade in latest. Real name Antonia María Abad, Sarita is of Moorish descent. In addition to her acting ability, Sarita has a fine singing voice.


EL RECORTE CXXII
Efectivamente Sara Montiel logró hacerse un puesto en Hollywood. Y no se quedó porque no quiso. Quizá, como dijo una vez Libertad Lamarque, prefirió ser 'cabeza de león a cola de ratón'. La estancia de la actriz en la meca del cine se vio, en 1956, estacionada por dos meses de vacaciones en España. Esta es la expectación que levantó su llegada, según contó Cine Mundo el 7 de Enero de aquél año. 


SARITA
TIENE UN PUESTO EN HOLLYWOOD
Nació en Campo de Criptana y su verdadero nombre es María Antonia Abad * Con James Stewart o Alan Ladd rodará en Hollywood su próximo film * En breve, matrimonio español, manchego y fílmico * Nochevieja en familia en tierras de Don Quijote de la Mancha
Que conste que no es propaganda de circunstancias. Es que Sarita es de veras asidua lectora de CINE MUNDO. Este es el último número, y lo contempla en Madrid; pero es que cada semana le 'aterriza' uno, además, en Hollywood. 

‘La Niña’, el superconstellation que trajo a Sarita Montiel desde Nueva York, llegó a Barajas con seis horas de retraso. Cuando comenzaron a descender los viajeros y la artista no aparecía por ningún lado, temimos ser víctimas de una inocentada. Razones había para ello, puesto que el cable recibido por Enrique Herreros anunciando la llegada estaba fechado el día 28 de diciembre. Pero no fue así. Precedida por la azafata del avión apareció, sonriente, la protagonista de ‘Veracruz’, que agitaba su mano derecha a modo de saludo a todos y dejaba asomar una ligera emoción en su cara.
Abrazos. Ramos de flores. Exclamaciones de alegría y saludos. Le decimos que somos de CINE MUNDO y Sarita, rápida, nos dice:
-Leo todas las semanas su revista en Hollywood. La colonia española que allí es muy nutrida, me pide, cuando ellos no lo reciben, el ejemplar que puntualmente me llega.
Después de este espontáneo ‘piropo’ nos abandona para realizar los trámites aduaneros.

Sarita tiene tiempo para charlar de todo y con todos, a pesar de que se halla con el pie en el estribo, con el propósito de pasar en tierras del Quijote con su familia la última noche del año. Enciende un cigarrillo y explica...

BRILLANTES EXITOS ANTE LA CAMARA
Sarita ha llegado acompañada de su madre. Esta es quien se encarga de arreglar los pasaportes y aquélla vuelve otra vez a nuestro lado. En el vestíbulo del aeropuerto se organiza una pequeña rueda de Prensa.
-Díganos, por favor, qué películas ha hecho fuera de España.
-En Méjico, veinte, y en Hollywood, dos: ‘Veracruz’, con Gary Cooper, y ‘Serenade’, con Mario Lanza. Esta película aún no se ha estrenado. Será presentada dentro de dos meses en un gran teatro de Nueva York en una ‘premiere’ de gran gala.
-¿Cuál es el argumento?
-No puedo decirlo. La casa productora lo prohíbe.
-¿Pero no puede adelantarnos algo?
-Yo personalizo a la hija de un gran matador español.
-¿Y Mario Lanza?
-Canta mucho, como es natural…
-¿Cuánto tiempo va a estar entre nosotros?
-Dos meses, dedicados al descanso más completo. Mañana salgo para mi tierra, Campo de Criptana, en donde está reunida toda mi familia.
Enrique Herreros la reclama. Ya se han acabado los trámites de la Aduana y el coche espera para llevarla a Madrid.
Sarita viene muy guapa. Destacan sus ojos oscuros sombreados por espesas pestañas. Viste falda y blusa negras, un trescuartos de astracán con las mangas anchas, adornadas de una piel que debe ser Chinchilla. Un sobrero pequeño adornado con un velillo. Zapatos y guantes negros y en la mano izquierda un maletín de línea moderna.

DE LOS CAMPOS DE MONTIEL A CUERNAVACA
Para completar nuestra información visitamos a Sarita en el hotel donde se hospeda. Aunque está con el pie en el estribo nos atiende con calma. Cuenta cómo después de hacer pequeños papeles en películas españolas, entre ellas ‘La mies es mucha’, ‘El capitán veneno’ y otras, consiguió el primer triunfo interpretando a la morita de ‘Locura de amor’. Su descubridor fue Enrique Herreros –el mejor amigo, según dice Sarita-, quien le cambió el nombre, poco cinematográfico, de María Alexandra. Enrique Herreros, ingenioso y devoto de El Quijote, pensó que, dado el origen manchego de María Antonia Abad –este es su verdadero nombre-, el apellido Montiel, junto con el nombre de Sarita, era o sería más adecuado. Enrique Herreros no se equivocó. Hoy ese nombre se cotiza muchos enteros en el campo del celuloide, y podemos decir que Sarita ha llegado al pináculo de la fama.
De Madrid saltó a Méjico y se avecindó en Cuernavaca. Sarita trabajó incesantemente. Apenas recuerda el título de la mayoría de sus películas. Sólo nos habla de ‘Cárcel de mujeres’, dedicando un recuerdo a Miroslava, que formaba con ella en el reparto.
De Méjico se fue a Hollywood. La Warner Bros la ha contratado por dos años. Ya ha hecho dos películas. Dentro de muy poco hará la tercera. Llevará por título ‘La extranjera’, y el galán que compartirá con ella los primeros papeles será James Stewart o Alan Ladd.
Alguien le pregunta que si ha ganado mucho dinero. Dice que sí. Para ‘afinar’ más se insiste en saber qué cantidad pagó al fisco, y contesta, muy hábilmente, que el treinta por ciento de los ingresos.

Ahora trata de aclararnos su programa y aspiraciones sentimentales. '¿Que no creen ustedes que estoy enamorada de un hombre de más de cuarenta años? Pues pueden estar seguros. Es español, rubio, de ojos azules, manchego..., y vive en Hollywood dedicado a asuntos de cine'. 

LA SILLA DE ‘MI ARMA’ Y COMIDAS ESPECIALES
Sarita dice muy a menudo ‘mi arma’. Aunque no es andaluza tiene esa costumbre, que resulta graciosa con su marcado acento mejicano. En Méjico todos los que con ella trabajaban le llamaban ‘mi arma’. Cuando llegó a Hollywood, un poco impresionada por la importancia de los Estudios, sola y en vísperas de debutar hablando inglés en la película que iba a rodar, se vio agradablemente sorprendida cuando observaron que en la silla a ella destinada para descansar habían puesto detrás, en lugar de su nombre, ‘mi arma’. Con aquel detalle se ‘animó’ y en seguida se hizo amiga de todos. Tanto, que los cocineros de los Estudios le preparaban sus platos favoritos sin que ella lo indicara.
En estos Estudios conoció a James Dean, el malogrado actor, protagonista de ‘Al este del Edén’. Sarita nos dice que una de las últimas personas que estuvo con él fue ella.
-Tenía que ocurrirle algo. Iba siempre con el coche a velocidades endiabladas, aun en el interior de los Estudios. Siempre le estaban riñendo y no hizo caso jamás…

Nuestra actriz, aclimatada a Méjico y a Hollywood, es la persona más complaciente del mundo. Nos firma autógrafos y nos aclara las ortografías de los nombres extranjeros y difíciles. Aquí está con nuestra colaboradora. 

SOLO ME ENAMORARE DE UN HOMBRE DE MAS DE CUARENTA AÑOS
Esta frase la ha repetido toda la Prensa americana. Sarita nos dice que es verdad. Fue uno de los ‘slogans’ esgrimidos en la campaña de lanzamiento realizada por la Warner Bros cuando  se rodó ‘Veracruz’. Se gastaron mucho miles de dólares. Algunos decían que había nacido en Granada; otros, que en Jerez de la Frontera, y otros que en Sevilla. Todo eso no era verdad, pero lo de los cuarentones era totalmente cierto.
-¿Y tiene usted novio que reúna esas condiciones?
-No tengo novio, pero ‘me hablo’ con un español.
-¿Cómo se llama?
-No puedo decirlo.
-¿Está relacionado con el cine? ¿Vive en Hollywood?
-Sí, tiene negocios cinematográficos, vive en Hollywood, es manchego, tiene los ojos azules, es rubio y… tiene más de cuarenta años.
-¿Habrá boda pronto?
-Muy pronto no, pero…
Y con esta declaración acaba nuestra entrevista. Sarita se va a tierras de Don Quijote a pasar la Nochevieja con su familia. Visitará los viejos molinos y probará los mostos manchegos, difíciles, por cierto, de conseguir en la Meca del cine.
-Algo –nos confiesa- que me gustaría poder llevarme allí para así poder ofrecerle a mis amigos algo de mi tierra… Seguro que sabrían apreciarlo, de verdad.
Bien venida a España y que en el año que acaba de empezar consiga nuevos triunfos para añadir a los ya obtenidos durante todo el tiempo que ha estado ausente de su Patria.

Sarita no puede estar más efusiva con Enrique Herreros, el hombre que la descubrió para el cine. 

*BIOGRAFIA BREVE*
Sarita Montiel, repetimos, se llama en la vida real María Antonia Abad Fernández, y ha nacido en Campo de Criptana (Ciudad Real) el 10 de marzo de 1928. Debutó en el cine español a los dieciséis años con ‘Te quiero para mí’, y en el mismo año, 1944, hacía su primer papel como protagonista en ‘Empezó en boda’. Posteriormente filmo en España ‘Aquel hombre de Tánger’, antes de marchar a Méjico y Estados Unidos, en 1950. Hoy, como reflejado queda en el reportaje que antecede, es una primera figura del cine norteamericano, y últimamente la hemos visto en nuestras pantallas, ‘Veracruz’.


Por MARIA LUZ NACHON
Fotos MacCormick


Celebrando los 50 años de
'La Reina del Chantecler'


LA FOTO CXXII


Sara Montiel (¡guauuu....!) en imagen publicitaria de su tercera y última película (porque le dio la gana) en Hollywood: Yuma. 

viernes, 19 de julio de 2013

LA NOVELA CINE-GRÁFICA - Agosto/Septiembre de 1956 - Estados Unidos


La diva aparece sólo en la portada.


EL RECORTE CXXI
España dejó marchar a Sara. Quizá este debía ser su camino. Nació para convertirse en una 'super-estrella', como ella dijo tantas veces. En México pronto se hizo querida y popular, allí se forjó actriz. Y los mexicanos siempre la congratularon. Ejemplo es este cóctel que a la actriz le ofrecieron los periodistas de aquél país casi, casi, recién llegada. Así llegaba a España la noticia por la revista Primer Plano. Era el año 1951. 


COCTEL DE
SARA MONTIEL
AL OTRO LADO DEL ATLANTICO
Como nuevo Julio César femenino, cuyo Rubicón orgulloso hubiese sido el océano Atlántico, Sarita Montiel ha llegado a Méjico para ver y vencer. Dos películas –‘Furia Roja’ y ‘Necesito dinero’- terminadas felizmente y otra en pleno rodaje –‘Bonita’- han colocado a nuestra actriz en ese Olimpo de la gloria cinematográfica que resulta justo advertir corresponde a su buena condición de artista. Y como regalo final de esos triunfos, un contrato para Hollywood, que viene a resultar la coronación de todos sus esfuerzos, el gran premio en el trabajo de la estrella, que ofrecemos a nuestros lectores en un cortometraje rutilante de fiestas organizadas en su honor.
Sarita Montiel, como actriz española, representa hoy un nombre alto en el firmamento cinematográfico de Méjico. Y deseamos que esta racha de éxitos constantes siga adelante.

Sonrisa de Sarita Montiel ‘en diente sostenido y blanquísimo’. Sonrisa musical y fotogénica cazada en el cóctel que los periodistas mejicanos brindaron a nuestra estrella. Mientras al foro izquierdo asoma su rostro la actriz norteamericana Jady Marlowy, digna de ser, si ustedes se fijan, ‘morena y sevillana’.

Foto histórica y útil para los astrónomos que quieran predecir la órbita futura de nuestra estrella actualmente luciendo en el cielo de Méjico. El señor que toma a Sarita del brazo es míster Frank Fonce, representante de la Metro Goldwin Mayer, que ha ofrecido a la gentil ex actriz un contrato para Hollywood.

Con Tito Davison, que dirigirá su próxima película. Una película con nombre adecuado para la belleza de Sarita; una película que se llamará ‘Bonita’. Bonita como ella, que aquí atiende a esta primera lección de su director futuro, al que imaginamos satisfecho de la fotogenia indudable de nuestra actriz.

Los hermanos Zacarías, productor y director, respectivamente, en sus actividades cinematográficas, saludan a Sarita, que aquí se nos ofrece en un plano medio eficaz para que los lectores tomen nota de la ‘toilette’ de la estrella. Traje negro ceñido por ese cinturón floral de adornos blancos y un largo collar de plata como nota suntuaría.

Sarita repite su sonrisa. Esta vez en compañía del director Steve Sekely, a cuyas órdenes filmó la actriz española ‘Furia roja’. Steve Sekely fue quien dirigió, allá por los años de la tercera decena del siglo, aquella maravilla que se llamaba ‘Sombrero de copa’. ¡Se acuerdan ustedes!



Celebrando los 50 años de 
'La Reina del Chantecler'


LA FOTO CXXI

La estrella, en otra instantánea del grandioso Gyenes, luciendo el mismo peinado y uno de los vestidos que llevó en aquél cóctel del 51.

martes, 16 de julio de 2013

SEMANA - 2 de Mayo de 1944 - España



La diva aparece sólo en la portada.
Este es el texto que acompaña la fotografía de la actriz, de Gyenes, en la primera de muchísimas portadas a lo largo de toda su trayectoria en todas las partes del mundo:

OTRA "ESTRELLA" NUEVA
Esta vez no se trata de añadir un nombre exótico a la ya extensa lista de descubrimientos cinematográficos americanos. He aquí a María Antonieta Abad, la más joven actriz de cine española, que, en punto a belleza, nada tiene que envidiar a esas caras nuevas que Hollywood nos remite periódicamente. 


EL RECORTE CXX
...y pasaron los años y Sara, hasta el momento de su muerte, siguió levantando pasiones y admiración.... En Julio de 2001, con motivo de la maravillosa sesión fotográfica que le realizó el genial Víctor Cucart, la divísima concedía esta entrevista a la revista Hola. El encabezamiento nos hablaba del otoño de la artista, pero en cualquier estación de su vida, 'la Montiel' siempre lució bellísima y deslumbrante. 

SARA MONTIEL
EN EL FASCINANTE OTOÑO DE SU VIDA
“El destino lo escribe uno mismo”

Enigmática y misteriosa. Así aparece en estas dos imágenes Sara Montiel, siempre noticia. Dijo adiós al cine hace ahora veinticinco años y hace poco saludó a la literatura con su libro de Memorias. Una mujer, sin duda, también polifacética


Esta mujer aún hermosa, que me recibe, a estas horas de la mañana, para poner un largo pie a estas fotos de ayer mismo, en las que demuestra el milagro de su eternidad, no tiene orejas. Y eso es un milagro, porque se ha acostado a las siete de la mañana, tras una larga noche de ‘reina del Chantecler’ en olor de popularidad, luego de un pregón rosa –muy aplaudido-, y además te viene de frente sin afeites, con la carita lavada, abiertos los ojos verdes aceituna, según su propia declaración de principios. Insisto, sin orejas, lo que demuestra, en principio, que para hacer válido el refrán popular, ‘no está queriendo de veras’. Pero no está sola Sara Montiel, siempre de palpitante actualidad, porque hace unos días la vimos radiante y enmedallada en el homenaje que la Universidad cervantina de Alcalá de Henares le rindió, que no en vano a María Antonia Abad la llaman, y con justicia, ‘Doña Sara de la Mancha’, porque no sólo nació en Campo de Criptana, como todo el Globo sabe, sino que ejerce de manchega. Y a mucha honra.
Es por eso que le debo preguntar:
-Sara, ahora ‘El Quijote’ tiene mucho rollo. Como sabes, se habla mucho de él en estos días. Dime: ¿te gusta a ti su musa adorada, doña Dulcinea del Toboso?
Y ella, aunque es nieta de gente buena de La Solana, la patria de la zarzuela, hija de labriegos de Argamasilla de Alba y, por si fuera poco, nacida en Criptana, me responde, que Sara no tiene vacíos de memoria, ni a estas horas de la mañana:
-A mí lo que más me gusta de Doña Dulcinea, que fue la musa de Don Quijote, pero que sólo existió en su sueño, es la verdad de Dulcinea, que es Aldonza Lorenzo. Yo, querido Tico, como sabes, soy una mujer que tiene los pies en el suelo.
Siempre fue una campesina esta leyenda, que lleva ya doce ediciones de su último y reciente y discutido e indiscutible libro de Memorias, que está siendo un ‘best-seller’ en Estados Unidos.
-Me han dicho que habrá segunda parte…
-Pues te han dicho mal, porque lo que tenía que decir lo he dicho ya, y punto, así que no tengo nada más que contar.

ESTA DEJANDO EL TABACO
Además, le espera un verano duro. Por lo pronto, se acercará a Buenos Aires, donde tiene que dar un par de conciertos, cantando. Y en cuanto pueda, subirá hasta Barcelona, donde iniciará los ensayos de su próxima comedia musical, titulada ‘Sara es un placer’, aunque ella misma me dice que está dejando el tabaco.
-Es que dos puros diarios, Sara…
-Sí, ya está bien, aunque ya sabes que yo no me trago el humo… Claro, que es una consecuencia de mi forma de ser, porque, como sabes, yo no me trago nada.


Sara, siempre Sara. Tiene galas para este verano en su agenda y, si tiene tiempo, se irá a Palma de Mallorca con sus hijos, Thais y Zeus, para pasar allí unos días en su casa. 

Condición y figura. Hace unos días se nos fue ‘La Bella Dorita’, a los cien años, que fue en su tiempo reina del Paralelo y a la que Sara conoció personalmente. Y también ha hecho mutis por el foro el gran Jack Lemmon, al que Sara también conoció en sus días dorados de Hollywood, cuando su boca de fresa era una revelación.
-Pero hay que sobrevivir. Esas historias tristes, inevitables y cercanas son necesarias, porque te demuestran que así es la vida. Lo que pasa es que hay que seguir adelante.
Si tiene tiempo se dará unos baños en el Mediterráneo, donde, como siempre digo, reposan las cenizas de Pepe Tous, su último marido. Pero será en la casa de una buena amiga, viuda como ella, en la Costa Brava.
-Yo adoro el sol, y prefiero el verano al invierno, que es un tiempo que me deprime mucho.

“CADA UNO EN SU SITIO”
Y lo dice desde su otoño eterno. Antonia hoy, como todos los días de calor, se bañará en su piscina de este ático, donde vive en Madrid, porque a Sara siempre le gustó vivir en un piso alto, en el más alto, a ser posible, porque, pienso, ‘ella no quiere que nadie le pise la cabeza’. Y como estamos hablando de proyectos, le pregunto si está en la actualidad con novio cerca, y Sara me afirma:
-Pues no. No tengo novio.
-¿Y el italiano Giancarlo?
-Pues ahora, ‘ni fú ni fá, ni chicha ni limoná’. Ahora, cada uno en su sitio. Hemos pasado muy buenos años juntos, pero ahora estamos distantes.


-Entonces debo preguntarte, dada la enorme expectación que está despertando, querida Sara –nos reímos un poco los dos, como viejos cómplices que somos-, por ese chico cubano del que hablan, que tiene bastantes años menos que tú y que dicen que está muy cerca de ti.
-Ah, sí… Es un chico estupendo, muy joven y muy buen seguidor mío de siempre… pero nada más.
-Que se llama…
-Tony, se llama Tony, y es muy buena gente, pero tiene treinta y siete años y, como sabes, a mí nunca me gustó la gente muy joven para esto.
-Pero no se puede decir que de ‘esta agua no he de beber’, Sara. El destino…
-El destino, por lo general, se lo escribe uno mismo.

“NUNCA ME IRE DE ESTO”
Tiene galas en su agenda, el perro fiel está cerquita, termina de leer una biografía de Isabel II y ayer mismo recibió un nuevo guión de cine para hacer, que ha devuelto cortésmente, porque Sara dejó de hacerlo en el 76, y desde entonces, ni una película más. Se cuida, me muestra su piel –que es la de una doncella, palabra-, y cuando hablamos, observo que aún conserva en sus hombros restos de las estrellitas de anoche.
Así está ‘Doña Sara de la Mancha 2001’, por la que no pasan las estaciones del año. Capaz de ‘enamorar’ a la cámara como nadie lo hace, que no hay más que asomarse al ‘glamour’ de las fotos de esta historia. Hubo un tiempo en que ella se ponía frente al objetivo del mejor fotógrafo del mundo, el que fuera, y le miraba a los ojos, y luego al cristal de la cámara, y le decía:
-Ahora colócame una luz ahí arriba, y que esta parte esté envuelta en una sombra.
Se las sabe todas Sara Montiel, la hija de aquel labriego tan guapo de Levante, a cuyo recuerdo acudí yo un día con ella. Despertando la nostalgia hasta las tierras de esparto y Luna de Orihuela. Las monjas recordaban a aquella niña tan linda, que tenía los ojos más grandes que los pies –era un piropo de la época- y que siempre soñó con ser artista.
Pero nada heredó Antonia, porque hasta hace unos días en La Solana, donde hace tiempo la engalanaron con la Rosa del Azafrán de Oro de la zarzuela –este año lo han sido, Gala, Esperanza Roy y Nati Mistral, que fue a recoger la que le concedieron el año pasado-, todo el mundo de hace años recordaba a la niña Antonia como la más manchega entre las manchegas.
Hoy, rodeada de sus recuerdos, de sus joyas, de sus buenos cuadros, con su perro cerca, en este ático de Madrid, camina entre sus obras de arte y su memoria, junto a esa foto, por ejemplo, de ella con Severo Ochoa, en actitud para foto, o, aquella de Pepe Tous, su marido, o en un lugar especial, el documento gráfico que recoge el momento en que los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía saludan al matrimonio con afecto, en el curso de una audiencia oficial.
Antonia no se sabe, no se siente sola, en la calle es una leyenda, y además está atenta a sus hijos, a si llegan tarde en la noche, como todos los chicos de su edad, o a organizarles su próximo viaje a Palma, donde quieren pasar unos días en su casa, acabados los exámenes, que han sido buenos. Mientras tanto, ella se pinta las uñas de colores, porque le da la gana y porque le gusta llevarlas así, y se fuma sus dos buenos puros al día, aunque, como ha confesado más adelante, ‘se quiere quitar del vicio’. Lee, colecciona pareos, recuerda lo que quiere, aunque tiene la memoria de un elefante, y olvida todo aquello que no quiere recordar. Y si tiene que decirte algo te lo dice en esa voz baja suya, que no es necesario gritar para que te hagan caso.
-Que no te olvides de decir, Tico, lo de Alcalá de Henares, que eso ha sido una cosa muy importante.
Le escriben cartas pidiéndole de todo, incluso a través de ‘e-mail’ que maneja su hijo, se hacen con su teléfono –menos el móvil, que es secreto, como el cajón último de ese bargueño dorado que hay en el ‘hall’ de la entrada- y se le declaran todavía. Ella se deja querer, y recuerda a su madre, mucho, cada día más, aunque está cerca su hermana. En la casa hay dos chicas de color canela, de la otra orilla del océano, que sacan lustre a la plata, sacuden las alfombras persas y echan vaho a los cristales de las vajillas. Y Antonia, en la mitad de este mundo interior al que no todo el mundo tiene acceso, se pone sus gafas para leer, acaricia a su perro o se pinta, como una niña caprichosa, las uñas de los pies. Pero, sobre todo, sabe que mientras ella quiera será de las más grandes, porque la gloria bien administrada no se olvida.


Mira Sara con fuerza a la cámara, con esos ojos que cautivaron a Hollywood. El paso de los años no ha mitigado su belleza. Va a preparar una comedia musical para septiembre y se irá a Buenos Aires a ofrecer dos conciertos. 

-Estás en todos sitios, Sara, se te ve en todas partes.
-Si me pide el cuerpo ir, voy; donde no estoy es donde sé que no tengo por qué estar. Mira, yo nunca me iré de esto, porque disfruto en el escenario cuando canto. Aún conservo mi voz, o la he mejorado incluso. ¿Por qué voy a dejar de hacer lo que me gusta, entonces?
Así que, ahí está, al pie del cañón, repasando esta buena colección de fotos –Sara, de verde limón, haciendo juego con la mirada; Sara, de rojo, color pasión, todavía; Sara, de azul; Sara, de maja vestida-; sus hijos cerca, dispuestos a pasarse unos días en la casa que aún conservan abierta en Palma. Sara-Aldonza-Dulcinea, manchega, con los ojos en el cielo, pero con los pies en el suelo. Luego me acompaña hasta el ascensor y me regla:
-Que ya sabes que me alegra mucho siempre volver a verte, Tico.
-Lo mismo digo, Sara. ¿Y sabes por qué? Pues porque me das ganas de vivir y de seguir luchando.

TICO MEDINA
Fotos: VICTOR CUCART


Celebrando los 50 años de
'La Reina del Chantecler'


LA FOTO CXX


Sara, de SARA, en otra instantánea de esa maravillosa sesión que le realizó en 2001 Víctor Cucart.